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Era uno de esos momentos en donde uno se da cuenta que esta sola y necesita luchar para que no lo pasen por arriba… sola que expresión no?, en este tiempo me acostumbre a estar así… se preguntaran por mi familia verdad?, o… mis amigos?...
Mejor dicho disculpen, no me presente ni explique mi situación para que me entiendan…
Me llamo Leila, tengo 17 años, aunque por lo que me dicen aparente de mas, unos 19 o 18, soy delgada y debo decir que no tengo mal cuerpo (sin sonar egocéntrica), unos ojos miel claros y pelo un poco ondulado, por arriba de la cintura y desmechado…
En estos momentos me encontraba sentada en la plaza, fumando, debo decir que el humo a cigarrillo siempre me calmo, pero no se me había dado por fumar, aunque con los últimos acontecimientos era algo que no podía evitar me tranquilizaba y mucho…
En fin, ya me voy a casa… de todos modos habrá tiempo para contarles todo…
Era una mañana extraña, me levante a las 5 hs, no entendía porque tan temprano, siempre me levantaba a las 7 y por ende llegaba a las apuradas al colegio … supongo que influyo que me acosté a las 20?, muy raro, pero ya nada me sorprende… como siempre me encontraba sola en casa, así que me bañe, seque el pelo y alise con toda la tranquilidad del mundo, algo dentro mió decía que tal vez hoy seria un día bueno; la verdad lo necesitaba… Salí afuera a esperar a mi compañera y se hicieron las 7 entre pensamiento y pensamiento, al fin llego a buscarme, no entendía como esa chica siempre se levantaba con una sorisa y súper alegre a la mañana…
-¿Te echaron de tu casa?- dijo muy graciosamente Nai…
-Sabes que nunca hay nadie en casa- al contrario de ella mi humor no era el mejor en la mañana
-Si, lo se, aunque me alegra-
-Emm… ¿Qué se supone que te alegra?
-Que tu humor de perros no tenga nada que ver con que te tenga que levantar por las mañanas jaja-
¿Su sonrisa nunca desaparecía? - Que chistosa, veo que esta mañana estas mas cómica que otros días-
Tengo que aclarar que en este transcurso ya habíamos llegado al colegio?, si se preguntan porque tan rápido si salgo siempre apurada… es que simplemente vamos en limusina, si, vamos a la típica escuela de niños ricos…
Aunque este día si seria diferente, como lo había presentido… Todo el transcurso de la mañana fue idéntico, a la tarde salí a mi común caminata para despejarme y fumar tranquila, pero era lo que menos haría esta vez…
- Oye! No sabes que fumar hace daño- dijo una chica mirándome enfurecida
Volteando a ver a la desconocida bastante desubicada para mi
- Lo se- conteste secamente
- Entonces ya no lo hagas y hazte un favor - su mirada era cada vez peor
- Mira tengo mis razones, ¿no sabes que es de mala educación parar a la gente así para decirle cosas como esta?, si me daño es a mi y no te debe importar-
Seguí caminando despreocupadamente y dejando atrás a la desconocida que no dejaba de mirarme con reproche, no entendía que le pasaba, me pareció demasiado loca e histérica, para una chica de su edad, debía de ser de la misma que la MIA, no se, pero por alguna razón tire el cigarrillo…
Entre a un café necesitaba mas tranquilidad y este estaba vació, era simplemente perfecto, pedí un café súper dulce y me quede observando una pecera detrás mió, pero al darme vuelta me lleve una gran... sorpresa por así decirlo, estaba la chica de hace unos momentos sentada enfrente mió, y ahora que le prestaba mas atención era muy linda, su pelo por la altura de los hombros, lacio y bien negro, hacia resaltar sus ojos medios verdosos, difíciles de encasillar en un color, pero hermosos y atrapantes, llevaba unas zapatillas negras, un jean con unos agujeros hechos a propósito que quedaban muy bien y una camisa blanca ajustada a la cintura que hacia resaltar sus curvas, debo decir que tenia muy buen cuerpo… encargo un café solamente y me miro con una expresión rara, no entendía que le ocurría pero no quería preguntarle tampoco…
- Te preguntaras que hago aquí ¿verdad?- su voz era muy dulce y pacifica, lo cual me trajo mas tranquilidad…
-Si, ¿acaso me sigues?-
-No, no soy ningún tipo de acechadora, solo quería pedir pee..- la interrumpí
-Das a dudar, con esa frenada en la calle, que te apareces aquí, ¿te mando alguien?-
-Solo vine a pedir perdón ¿si?, no hagas que me enoje y salga con cualquier cosa- la verdad ya se notaba enfurecida
-Bueno, esta bien-
-Aunque ahora esperare mi café y luego me ire-
-¿Me vas a contar que harás en todo tu día?- no podía evitar hacer ese tipo de preguntas, aunque no eran provocativas esperaba enojarla, no entendía porque…
-No lo tomare a mal, ya veo que quieres que te deje tranquila-
-Simplemente ya estoy acostumbrada a estar sola, no me molesta tu compañía igual- ¿eso había salido de mi?
-Eso me alegra, por cierto soy Sophia- me dijo con una gran sonrisa, a la cual no correspondí
-Soy Leila- estaba acostumbrada a ser así de... mm... seca?
Hizo una mueca para hablar, pero justo trajeron los cafés y no mencionamos ninguna palabra mientras los tomábamos, como le había dicho su compañía no me molestaba, era raro, era la misma loca e histérica de la calle, pero ahora parecía mas tranquila, como si nunca hubiera pasado nada y fuera una conocida…
Salimos del café y la verdad mi impresión no era errada, pero a todo se le sumaba que era hiperenergética, ¿o seria el café?, bueno en el camino me hizo muchas preguntas, porque le interesaba tanto?
-Dime siempre eres así… ¿de callada?-
-Si… ojala fuera diferente, pero ya me acostumbre a ser así- dije con un suspiro grande
Me miro extrañada y solo se limito a decir un porque, que a su vez era mucho…
-Por todo, mi mayor influencia fue el colegio, mi casa, mi vida por poco, es muy raro- debo decir que estaba empezando a hablar mas…
-Eso sigue dejando muchas dudas, pero ya te vas a ir soltando- me esbozo una gran sonrisa, que para sorpresa mía, me encontré correspondiéndosela…