Capitulo 1~ Primer Encuentro
Matt.
¿Por qué el tren tarda tanto? Ya empezaba a desesperarme. Mis manos temblaban, estaba demasiado emocionado. Dentro de la bolsa que agarraba con fuerza, se encontraba lo más reciente de Final Fantasy. Tuve que venir hasta Osaka a comprarlo, puesto que se había agotado en TODO Tokio… ¿Cómo es posible? Pero ya no me importaba, al fin ya tenia lo que quería. No podía esperar para llegar a casa y empezar a jugar.
Miré de reojo a mi primo Light, que se encontraba demasiado ocupado hablando por celular. De seguro era Misa. Según él, había dejado de sentir amor por ella hacía mucho, pero que no sabe como romper con ella-aunque no tenga la cara, a veces Light es muy sensible.
Miré a mí alrededor. Al voltear a mi derecha, algo llamó mi atención. Del otro lado, sentados en una banca, se encontraban dos chicos. El de la derecha tiene el cabello negro, ojeras muy marcadas y viste de una camiseta de rayas blanco y negro, unos pantalones azul marino y unos tenis. Tenía un aspecto demasiado descuidado.
El de la izquierda es rubio, de su cuello cuelga un collar muy extraño, y esta vestido por completo de negro- con unos pantalones demasiado pegados diría yo.
Era obvio que adoran los dulces. El rubio acababa de terminar una barra de chocolate, y del bolsillo de su pantalón ya estaba sacando otra. El de cabello negro comía un helado con cuatro bolas de diferente sabor.
Miré al chico que había llamado mi atención. Al mirar fijamente al rubio, sentí una sensación extraña en el pecho, como si mi corazón quisiera salirse y el estomago me empezó a doler.
-¿a quién miras Matt?-me preguntó Light. Acababa de colgar. Desvié la mirada rápidamente.
-a nadie-dije con indiferencia.
Light miró a nuestro alrededor, por suerte el tren llegó. Suspiré aliviado.
-¿y esa expresión?-me preguntó él viendo mi cara de alivio.
-es que… me dolía un poco el estomago pero ya paso-le mentí. El no lució no muy convencido.
-supongo que debo creerte.
Abordamos el tren. Di una última mirada en dirección en donde se encontraban esos dos chicos. Me encantaría volver a ver a ese rubio…
L.
Miré como el chico castaño, acompañado de ese chico de cabello rojo, subían al tren, perdiéndose de vista.
No creo que sean amantes, puesto que no parecían lanzarse entre ellos miradas de amor. Empecé a sentir… ¿celos?
Al mirar a ese chico, sentí algo extraño. Creo que me había gustado, pero…
-L, despierta hombre-me dijo Mello, zarandeándome.
-ah, ¿qué?
-ya- llegaron. Nos- están- esperando- allá-Mello me lo dijo como si estuviera hablando con un enfermo mental.
-ya- entendí-no- es- necesario- que- me- hables- así-dije yo imitándolo.
-sí, como sea.
Mello y yo vivimos en el mismo orfanato, realmente solo nos queda un año más, y saldremos de allí. A pesar de todo, Mello es mi mejor amigo. A veces tiene un genio muy delicado- por no decir de los mil demonios, bueno, ya lo hice-, pero cuando quería podía comportarse muy cariñoso y comprensivo, aunque a él no le guste admitirlo.
-perdón por la espera.
-está bien Watari-le dije a nuestro tutor.
-en dos horas saldrá el avión-nos informó.
-fue divertido mientras duró, haber estado en Japón-dijo Mello.
La verdad es, que si nunca hubiéramos venido, nunca hubiera podido conocer a ese misterioso chico de cabello castaño. Que lastima que lo conocí el día que regresaríamos a Inglaterra.
Llegamos al aeropuerto.
-oye L, desde la estación de tren has estado medio raro.
-¿Qué?
-no importa.
Sacó otra barra de chocolate y se puso a comerla, viendo distraídamente a la gente que se encontraba en la sala de espera.
En cambio yo, me puse a masticar chicle. Sentía que iba a explotar en cualquier momento. El rostro del misterioso chico, no lo podía borrar de mi mente.
¿Y desde cuando yo me obsesiono con algo? Pensé. Supongo que esta será mi primera vez.