Claro que él no era narcisista, él se admiraba solo eso… y no, no era lo mismo.
No tenía novia/novio porque no quería compromisos, a parte de que nadie igualaba su belleza.
Rechazaba cruelmente a sus pretendientes porque, simplemente, los creía unos perdedores.
…
—Sasuke eres la reencarnación fallida de Narciso —Sai, el único al cual podía más o menos tolerar a su lado, como siempre daba sus comentarios nada necesarios hacia su persona.
—Cállate, al menos yo soy hermoso y no un intento malo de mí —Y decía que no era narcisista ¡Por Dios! Quien dijera eso merecía la muerte o el peor de los castigos.
—Algún día te pasará lo mismo que Narciso —Y como Sasuke no creía en nada que le decían… no le hizo caso.
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Fue otro día cansado en la escuela… declaraciones y rechazos tan bien realizados que le daba orgullo lo que había hecho. Se sentía cual pavo real… admirado y hermoso, pero a la vez solo. Tal vez le tuvo que haber hecho caso a Sai, no, no valía la pena escucha palabras tan vanas.
Estuvo como siempre encerrado en su casa esperando que, en cualquier momento, llegara su madre y le atendiera.
Llego la noche y, por última vez en el día, se admiro en un espejo, revisando que su cabello estuviera perfecto y que en su cara no hubiera marca alguna. Contento con verse perfecto se fue a dormir tratando que en la noche su cabello permaneciera como siempre.
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Llego la mañana y de nuevo a arreglarse tardando 45 minutos en su ritual: cabello arreglado, cara perfecta, uniforme impecable, etc.
Bajo con cuidado y desayuno pensando que todo sería igual, pero de eso se equivocaba ya que le llegaría una sorpresa que cambiaría su vida.
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Llego a su escuela con la sorpresa de que todos armaban un escándalo por algo y el no sabía ni de qué. Al llegar a su salón lo primero que hizo fue preguntar lo que pasaba… la respuesta que le dio Sai: “Un alumno nuevo llego y, dicen, es muy bien parecido” Eso seguro sería una broma ¿verdad?
Al fin lo había visto (Para su buena o mala suerte le habían asignado el mismo salón de Sasuke) y, tenía que admitir, que era apuesto pero no tanto como él.
Era de cabello rubio y alborotado, y de ojos azules. Lo más extraño eran sus marcas en las mejillas que le favorecían más.
Aguanto el día como pudo, porque las chicas no paraban de hablar con el chico nuevo, Naruto al parecer se llamaba, y eso le molestaba y agradaba, le molestaba el que ahora su atención era Naruto y le agradaba ya que por un momento lo dejarían en paz.
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Una semana ya había pasado desde la entrada del dobe, apenas habían cruzado palabra y supieron que se odiaban. Todo parecía normal, el pequeño problema de Sasuke se había resuelto: Volvía tener la atención que merecía.
…
Un mes más tarde le paso algo que nunca imagino haría su amigo-enemigo, Naruto. Se habían “metido” en esa extraña relación desde que les paso algo imprevisto… un beso accidentado, trabajos juntos y peleas a golpes que dejaron graves consecuencias en el rostro de Sasuke (Por toda una semana se puso maquillaje para disimular un poco los golpes, cosa que no logro gracias a Sai que se puso a regar el chisme de la pelea)
Naruto le había dicho que le atraía, era raro pero era lo que sentía. No pudo evitar que una sonrisa burlona saliera de sus labios al oír semejante estupidez.
—Estas bromeando ¿verdad?
—Hablo en serio, teme.
—Lo que dices que sientes es algo estúpido, solo mírate y mírame a mi y verás la diferencia que tenemos. ¿Creíste que eras correspondido? Te equivocas, tú no llegas a mi nivel… solo eres cualquier otro —Frías eran las palabras que decía, pero ya estaba acostumbrado.
Naruto no dijo nada, dio media vuelta y camino lejos del azabache… sabía que decir aquello era un error, pero quería sacar aquel sentimiento que tenía guardado. Le dolió lo que hizo Sasuke sin embargo unas palabras susurro, una suplica, una oración… “Algún día conocerás el dolor de no haber amado y, entonces, sufrirás más de lo que sufro yo” Una petición que esperaba fuera escuchada y fuera cumplida.
…
—P-Pero… Sasuke —Otro día en la escuela y otro rechazo más, la victima: Sakura Haruno de cuarto semestre; una chica linda, de cabello rosa y ojos verdes, sin duda era una chica hermosa, pero eso no opinaba Sasuke.
—Ya te dije… no quiero nada contigo y déjame en paz —Paso de largo dejando a Sakura sola.
—Lo pagarás caro… Sasuke —Su voz quebrada y una amenaza que no era escuchada… palabras de maldad llevadas por el viento y perdidas en el cielo, pero que resonaban en la mente de aquel intruso que miro todo lo que paso. Escondido entre los árboles se encontraba Naruto.
…
—¡Sasuke! ¡Lo que te digo es verdad! —Allí estaba él tratando de que nada malo le pasara al idiota ese —Sakura piensa hacer algo malo —Sabía que Sasuke no le creería.
—¿Y tú cómo lo sabes? —Se quedo mudo ante la pregunta… le falto el pequeño detalle de qué le diría si le preguntaba algo como eso —¿Estuviste espiando? Lo hiciste ¿Verdad? —Estaba metido en problemas de eso estaba seguro.
—¡Sabes que! ¡Olvídalo! ¡Olvida lo que dije y no digas que no te lo advertí cuando algo malo te pase! —Era increíble el como podía decir tantas palabras de corrido y no quedarse sin aire cuando estaba enojado.
—Eres un dobe, nada me puede pasar a mí —Susurro cuando vio que Naruto se había ido.
—Deberías de hacerle caso —Detrás de los arbustos, donde siempre estaban Naruto y Sasuke juntos (En sus tiempos de amistad) salía Sai.
—Ahora a ti también se te pego la maña de espiar o qué, Sai.
—Solo lo apoyo —Camino pasando de él.
—¿Acaso te haz enamorado de él? —De nuevo su odiosa sonrisa, la misma sonrisa que había tenido cuando Naruto se le declaro.
Sai paro su caminar y volteo un poco el rostro solo para que pudiera ver a Sasuke —Puede ser —Esas fueron sus últimas palabras antes de volver a caminar.
Sasuke se quedo parado en aquel lugar, su sonrisa había desaparecido al oír aquello y su mente recordaba las palabras de Sai y esa sonrisa que le había dado… una diferente a la de siempre… una sonrisa real que sin duda le hizo pensar.
…
La hora de salida y, a pesar de que compartía salón con Naruto y Sai, no los había visto en lo que restaban de la clases… algo raro, pero a él no le importaba eso.
Iba caminando por la calle, cuidando el más mínimo detalle de sí mismo. No necesitaba a alguien a su lado, con ser él le sobraba, con solo tener un espejo y admirarse le bastaba… no soportaría caprichos bobos de alguien y el tener que pronunciar palabras bellas pero falsas hacia alguien que no era el.
Estaba metido en sus pensamientos que no noto cuando se desviaba del camino y entraba a un callejón siendo seguido por alguien de figura delicada.
—Y… ¿Dónde me metí? —Se pregunto aquello al darse cuenta de que estaba en un callejón donde no tenía salida.
—Sasuke… Que gusto verte —¡Oh! Y creía que Naruto era un problema… seguramente Sakura le ganaba en ser un problema.
—¿Sakura? Podrías decirme dónde estoy.
—Estas… a un poco de descansar —Miro como la chica empezaba a derramar lagrimas y de su bolso sacaba algo… vale que empezaba a darle miedo.
—¿Sakura estas bien? Vamos no juegues y dime donde estoy.
—¿Creíste que me quedaría tan tranquila después de que me rechazaste? No, Sasuke, todo en esta vida se paga y yo seré quien cobre lo que debes —Pudo visualizar aquel objeto que saco Sakura… un arma, una pistola.
—S-Sakura, cálmate. Vamos a hablar tranquilos —Su vida corría peligro y lo sabia bien.
—Intente hablar contigo, intente hacerte ver que yo era la mejor para ser pareja tuya, no me hiciste caso ahora hazte responsable de lo que llegue a pasar —El arma apuntando hacia él… la sonrisa de Sakura y sus lagrimas bajando por sus mejillas… el sonido de un disparo, el caer de la pistola y el correr de la chica lejos del callejón.
Gente empezó a reunirse en aquel lugar. Miraron con horror el cuerpo inerte del chico y la sangre que se esparcía alrededor del cuerpo.
…
Naruto y Sai buscaban a Sasuke por el lugar. Tuvieron un incidente pequeño cuando Sai quiso tocar de más a Naruto, este no se dejo y empezaron los golpes, para su mala suerte los maestros los vieron y los llevaron a dirección quedando así fuera de clases.
Recorrieron la ruta normal de Sasuke y no lo vieron. Les entro curiosidad ver la gente y los carros de policía en un callejón… se asomaron… La mochila de Naruto cayo al suelo al ver la persona que estaba allí tirada… sintió un dolor en su pecho, sus piernas flaquearon e inevitablemente cayo al suelo de rodillas… no podía creer lo que veía. Sintió los brazos de Sai que lo abrigaban en un abrazo, que no correspondió. Sabía que algo malo le pasaría, él se lo advirtió…
—S-Sai… yo… se lo dije… le dije que se cuidara… ¡Se lo dije, Sai! No me hizo caso —Por fin soltaba su dolor.
—Se lo dijimos Naruto, no quiso hacer caso y mira lo que paso.
—Yo tuve la culpa… yo pedí que le pasara esto… yo le dije que algún día sufriría ¿Entiendes eso Sai? —Eso era algo que Sai no entendía… siempre que pasaba algo malo se echaban la culpa.
—Nadie tuvo la culpa Naruto… vamonos de aquí… te hace daño —Con cuidado levanto a Naruto y su mochila, y caminaron lejos de aquella escena.
…
El día del funeral de Sasuke… la caja que contenía el cuerpo sin vida de Sasuke bajaba para ser enterrado en la fría tierra… Naruto veía todo desde un lugar apartado… lejos de todos, esperaría hasta que todos se marcharan para acercarse.
…
Eran pasadas las cuatro de la tarde cuando miro que la última persona se iba, Sakura, era ella la que se iba… la causante de tanto dolor derramaba lagrimas de hipocresía.
Se acerco a la tumba y se arrodillo, miro con desagrado los datos de la persona fallecida.
De nuevo lloraba, le era inevitable no hacerlo. Su cabeza estaba agachada, ocultando su mirada con sus cabellos rubios… había tomado una decisión para poder estar junto a él… al menos esperaba encontrarlo ahí y tenía la esperanza de que se le hubiera quitado lo idiota.
Se levanto de aquel lugar y con asombro miro como una hermosa mariposa se posaba sobre la lapida agitando suavemente sus alas… no pudo evitar recordar la última platica que tuvo con Sasuke antes de que todos los problemas entre ellos sucedieran.
—¡Sasuke! ¿Crees en la reencarnación?
—No, son puras boberías.
—¡A que no! ¡Si serás Teme! ¡A mí me gustaría reencarnar en un oso! Duermen mucho y comen rico —Pensamientos tan infantiles que tenía.
—A mi en… una mariposa, parecen tan libres y viajan mucho —Le gustaban aquellos animales simplemente porque podían estar el cielo… sin que nadie las alcanzara.
—Dices que no crees pero hasta tienes pensado en que reencarnar, eres demasiado raro.
—Será que tú… —La mariposa se elevo de la lapida y se acercó a Naruto revoloteando alrededor de él, después de eso voló por el aire… dejando que el viento la guiara —Joder, Sasuke, hasta de animal eres hermoso —Fueron las últimas palabras susurradas de aquella persona y una sonrisa en sus labios antes de retirarse de ese lugar con la firme esperanza de encontrarse con el o… al menos reencarnar en un oso.