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La verdad tras aquel angel oscuro por haruka-san

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Notas del capitulo:

bueno como dije es el primer fanfic mas bien mi primera historia yaoi, espero que les guste y espero sus comentarios

kaito: si comenten onegai vedad haruka ^^

haruka: hai hai

kaito: este es el primer capitulo pero.. aun ae mas ^^, onegai sigan leyendo los demas conforme los suban - abraza el brazo de haruka - onegai ^^

haruka: por favor, se los agradeceria mucho

Era otro día nuevo para aquel joven de 17 años, con cabello negro y alborotado, ojos de un café casi negro, de estatura de 1.76m y delgado llamado Haruka Namikase.

Haruka despertó de un sueño profundo gracias a la alarma de su celular –hubiera sido mejor si no hubiese despertado- pensó, enseguida paso su mano por debajo de su almohada para apagar la alarma. Al levantarse se podía contemplar su cuerpo, al parecer se ejercitaba, la única prenda que traía puesta eran unos bóxers, después de darse una ducha se visto con una camiseta negra y un pantalón de mezclilla oscuro, tomo su celular, una pequeña mochila demasiado simple color beige y por supuesto no le podía faltar ese collar que estaba en su escritorio, tenía una piedra hermosa color azul y un cordón negro. 

 

-no te pienso dejar – dijo con la roca entre sus dedos.

 

Después de tomar un té, partió al colegio Sadako, pero no era la gran cosa para él, no era como si alguien lo estuviese esperando, aunque tenía muchas admiradoras no tenia lo que se consideraba un amigo, si acaso conocidos, según él era un solitario, su mirara tenía la suficiente fuerza para intimidar.
Las clases empezaban, mientras que el profesor daba la clase Haruka veía asía la ventana contemplando ese cielo azul, no era necesario poner atención a la clase porque, él sabía demasiado gracias al internet y tutores particulares, si él quisiera se sacaría 10 de promedio pero mantenía su calificación entre 9.1 y 9.3.

Alguien toco la puerta del salón e inmediato el profesor salió para atender a la “visita”, al salir el profesor el salón se hiso un caos, a pesar de ser un grupo de los mejores era un grupo de los mas desordenados, aviones y bolas de papel pasaban sobre la cabeza de Haruka. El joven pelinegro fue el primero en notar la existencia de otra persona a la cual nunca avía visto en el salón, este joven mostraba una cara de timidez, su cabello era de un color café claro y sus ojos eran de color azul y los más grandes de todos los del salón, su cuerpo parecía tener la misma delicadeza que el de una mujer, Haruka quedo sorprendido por la belleza de aquel nuevo compañero de clases.

Cuando el profesor volvió a entrar al salón trataba de hablar pero,  el escándalo era demasiado y no lo podía controlar, Haruka al notar esto dio un golpe al pupitre ocasionando un silencio rotundo en el salón, por algo era el jefe de grupo –de seguro ese es el líder arrogante y creído de aquí – pensó el nuevo joven.

 

-gracias Namikase – agradeció el maestro – este joven que ven aquí, es un estudiante de intercambio, su nombre es Kaito Umino. 

 

Después Kaito se sentó en el pupitre que estaba al lado de Haruka, sin duda alguna le inquietaba de alguna manera “el amo del salón”. Conforme pasaba la clase Kaito veía sigilosa mente el cuaderno de Haruka el cual estaba en blanco, al parecer lo único que hacía era mirar asía la ventana.

 

-creído – susurro procurando que nadie lo escuchara.

 

Haruka al escuchar el comentario vio de reojo al joven de alado, Kaito al notar eso sintió una gran presión –me escucho, creo que debería disculparme- era lo único que pensaba, mientras que el joven pelinegro ni se mortificaba, estaba acostumbrado a esos tipos de comentarios, no le interesaba lo que los demás pensaban de él. Haruka cerró su cuaderno con fuerza y salió del salón y seguido de eso sonó el timbre que anunciaba cambio de salón, Haruka caminaba con tal agilidad que solo un hombre tendría pero, a la vez parecía estar furioso, cosa que hizo que Kaito se llenara mas de remordimientos.

Kaito intento seguir a Haruka pero, su escritorio estaba hecho un caos, cuando logro guardar todos sus materiales, corrió hacia fuera del salón donde dos jóvenes lo tomaron de los brazos.

 

-con que Umino ¿he? – dijo un tercer joven – acompáñanos

 

-emm….- Kaito se sentía amenazado

-no te pasara nada novato – contesto siniestramente y comenzando a caminar  

Los otros 2 también comenzaron a caminar arrastrando con ellos al pobre ojiazul a donde se dirigía su líder

 

Haruka siempre se la pasaba en la azotea del colegio, pero esta vez caminaba por sus alrededores, no podía sacarse al novato de la cabeza –tal vez son sus ojos- no sabía lo que le pasaba pero, desde que lo vio sentía una atracción por él.

-tú sabes mas de esto que yo - dijo sosteniendo su roca azul – has algo para que entienda.

En eso escucho grito e inmediato corrió asía donde prevenía, se sorprendió al ver a aquel novato en el que pensado sometido ante la pared por Yuki, un brabucón de su salón, mientras que sus  dos secuaces reían, Kaito se veía sumamente asustado incluso pareciese que iba a llorar.

-¡déjenlo en paz! – grito Haruka con una voz amenazadora.

-na..na..Namikase – dijeron los compañeros de Yuki.

Yuki al ver ese comportamiento de sus amigos, no tuvo más opción que rendirse.

-solo jugábamos, verdad Umino – dijo mientras le lambia la mejilla, mientras que Kaito se sonrojaba.

-¡no! – grito entre lagrimas, pero al parecer Yuki quería seguir jugando.

-¡te he dicho que lo dejaras! – grito Haruka mientras le daba un puñetazo.

-ok, ok, si tanto lo quieres te lo regalo – dijo mientras aventaba a Kaito hacía él, Haruka lo atrapo pero parecía que lo abrazaba.

-ahora lárgate – dijo con una mirada siniestra.

Yuki salió corriendo mientras Kaito soltaba unas cuantas lagrimas en los brazos de Haruka, aunque Namikase no entendía lo que sucedió por lo general es calmado pero, estaba seguro de que ese joven tembloroso que tenía entre sus brazos tenía algo que ver, comenzó  a acariciar la cabeza a Kaito para controlarlo un poco.

-¿estás bien? – pregunto el joven pelinegro.

-si – respondió Kaito sintiéndose protegido.

-entonces me retiro – dijo Haruka empezando a caminar.

-¡espera!

-¿Qué?

-bueno… yo…esto…emm-batallaba con aquella pequeña petición.

-ya entendí – dijo adivinando lo que aquel joven quería - si puedes venir con migo.

-¡gracias! – dijo Kaito demasiado alegre como si nada hubiese pasado – y… ¿a dónde vamos? – Haruka no respondía - ¿Namikase? ¡responde!

 

Era un día despejado, con muy pocas nubes, el sol estaba en su posición más alta, Haruka junto a Kaito se encontraban en la azotea de la escuela, Haruka estaba recostado en el piso con la vista al cielo y Kaito estaba aferrado a la puerta de entrada y salida de la azotea, le tenía terror a las alturas

-¿Qué haces ahí? – pregunto Haruka levantándose para caminar hacia el barandal, donde contemplaba mejor el lugar – ven

-¡no estoy loco! – contesto  Kaito histérico a unos cuantos pasos de Haruka

-ven – dijo confiado jalando a Kaito

-¡no! ¡tengo miedo!

-vamos pequeño neko asustadizo

-¡yo no soy ningún gato! – grito moviendo los brazos hacia todas direcciones, incluso parecía tener orejas y cola de gato.

Haruka le dedico una media sonrisa pero, a la vez, indiferente.

-¡¿Namikase me estas escuchando?! ¡escúchame cuando te hablo! – hablaba rápidamente - ¡¿Cuál es el chiste?! ¡¿Por qué esa sonrisilla?! – decía, ya con las orejas y cola de gato

-¿ya viste donde estas parado? – dijo sin dejar de sonreír

Kaito se sorprendió al ver que se encontraba en la orilla de la azotea o del cuarto piso, incluso le dieron mareos.

-¡¿Haruka qué hiciste?! ¡¿Haruka que hago aquí?! ¡Haruka tengo miedo! – gritaba trepado sobre Haruka, lo único que sabía era que tenía miedo

-ya, ya, pequeño neko – decía acariciándolo entre las orejas de “gato” en cuanto Haruka dijo “gato” a Kaito le volvieron a salir las orejas y cola de gato – tomas muy rápido confianza ¿verdad?

-¡no soy ningún gato! Y claro que te tengo confianza, me salvaste y… eso te ase mi amigo… uno muy especial, el primero aquí

Eso fue una gran sorpresa para Haruka nadie le avía dicho así y la única persona que lo avía hecho ya estaba muerta, siempre se culpo de eso, lo quería demasiado mas que un hermano, su corazón estaba herido por aquella muerte.

-gracias – abrazo a Kaito – te prometo que te protegeré de todos y ante todo – era la primera vez desde aquella muerte en que dejaba que su corazón lo guiara, y no su mente – pequeño gatito.

Kaito no entendió muy bien ese “gracias” y lo de gato iba a hacerse costumbre entre ellos dos, después de cinco segundos Kaito estaba inmóvil y algo sonrojado hasta que correspondió a ese abrazo.

Notas finales:

Haruka: Sobre lo de la roca.. bueno no estoy loco, solo que es un cuarzo, una roca espiritual y acostumbro a hablar con ella, me guia en mi camino...

Kaito: Grasias por su antencion y esperamos sus comentarios, aunque creo que ya fui muy pediche ^^ 


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