"Poca compasión"
Llegó la noche y decidieron pasarla bajo un árbol. No alcanzaron a llegar a un pueblo pues el trecho deshabitado era muy largo. Se acomodaron como pudieron entre el crecido pasto.
- Está noche no prenderemos fogata. La próxima será necesario hacerlo- dijo extendiendo una frazada.
- No será muy peligroso dormir al aire libre. Podrían atacarnos mientras dormimos-
- ¿Lo viste en tus sueños?- dijo burlonamente- Que necesidad tendrían de atacarnos?... No tenemos nada de valor ¿crees que se interesarían en las predicciones de un hechicero?-
- No lo vi en sueños, es natural en todos prevenirse- contesto algo enojado.
Yuuri se tendió sobre una ropa y mirando hacia el cielo, penso en su familia. Ese muchacho no había dado buena impresión a nadie, quizá cuanta preocupación deben sentir por haberlo dejado partir junto a un joven que ni siquiera cree en él.
Vio por largo rato los luceros. Se preguntaba hasta donde llegaría su paciencia acompañado de un joven con tal carácter. Seguramente no aguantaría por mucho tiempo.
Al día siguiente partieron al alba. Por parte de ambos había prisa en llegar. Pero la distancia no se podía apresurar. Entre una hora y otra de andar, no había demasiada diferencia.
No se hablaban ni se miraban. Todavía existía algo extrañamente peculiar que los separaba. De repente vieron acercarse a un hombre que casi se desmayaba del cansancio y la sed. Pero como su fuerza de voluntad era grande seguía paso a paso.
- ¿Cuánto queda para llegar?- pregunto afirmándose del caballo.
- Este es el segundo día que llevamos andando en caballo, señor- le dijo Yuuri sacando agua para ofrecerle.
- ¡¿Qué crees que haces?!- le grito Joshua al ver que el niño le daba la vasija entera.
- El hombre tiene sed. Tal vez se demore mucho en llegar-
- No es nuestra responsabilidad, él que se cuide sólo. No tienes para que darle toda la vasija. Además de aquí en adelante tardaremos mucho en encontrar agua-
- Pero que poco generoso eres- le dijo Yuuri enojado- Ante ti hay un hombre que necesita nuestra ayuda y ni siquiera te ofreces a darle agua-
- Si empezara a dar mi ayuda a todo aquel por quien sienta compasión, lamento desepcionarte, pero no acabaría nunca.-
Yuuri lo miro impresionado, y con una rabia tan impotente. Pero no le haría caso, no era su esclavo o algo parecido como para seguir sus ordenes. Estaba muy claro que no tenía corazón, era difícil pedirle que ayudara a alguien, más aún que se pusiera en el lugar de otra persona.
- Lléveselo- dijo Yuuri poniéndoselo en las manos- Sea constante y llegara-
Se alejo lentamente por el camino hasta desaparecer. Algo dentro de el le decía que llegaría. Sabía que un ser humano podría lograr cosas muchos más valiosas que un mago. Antes de ser hechicero el era un humano también y se sentía mucho más fuerte que ahora.
- No debiste haber hecho eso- dijo después de un rato.
- No te preocupes no pediré de tu vasija-
- Estas a mi cargo seria una tontería que murieras por no tomar agua-
- Entonces no hay remedio, tendrás que aguantar lo que haga-
Miro hacia el. No podía creer que un chico tan carismático y aparentemente alegre, fuera capaz de tener un límite. De seguro no le agradaba como él era ¿y quien dijo que a él si?...
Galoparon mucho con el sol a cuestas. Hacia tanto calor que a veces se veía borroso el sendero. Yuuri se preguntaba que seria de aquel pobre hombre en medio de tal abismante temperatura. Confiaba en que llegaría, pero no estaba seguro de que su cuerpo aguantara. Ya casi sentía que se caía del caballo.
- ¿estas bien?- le pregunto en un tono muy frío.
- Sí... - contesto acostumbrado a su cortante voz.
Desde su lugar vio un celeste verdoso moverse. A medida que la distancia se acorto vio entre unos árboles algo alejado del camino un bello lago que atesoraba aguas puras y cristalinas.
- ¡¡Que maravilla!!- exclamo Yuuri bajando del caballo.
- ¡Espera!- le grito Lee deteniéndolo.
- ¿No me dejas?- pregunto Yuuri con los ojos brillantes de alegría.
- Sólo bebe un poco de agua y regresa. Recuerda que no tenemos tiempo que perder-
- Será un momento, será un momento... - repitió para partir corriendo al escondido lugar.
Sus pies danzaron sobre el agua que saltaba a medida que el jugaba entre las gotas que se elevaban. Parecía que reviviera mojándose, como si toda esa frescura la hiciera recuperar todas sus energías.
Joshua se asomo entre los arbustos y se asombro al verlo tan feliz. Después de todo lo habían sacado de una aldea, acompañado de un desconocido que no tenía interés en agradarle. "¿Por qué entonces se sentía tan contento?" Se preguntaba Lee. Noto que lo cubría un encanto poco peculiar. Jamás había visto a alguien que tuviera... ¿una luz tan propia?... ¿una belleza?... ¿una magia que purificara de esa forma?... Era alguien especial, y tal vez era por eso que mantenía su vista fija en esa figura que jamas guardaba quietud, mientras se encontrara en su mundo.
De repente, Yuuri lo vio entre los matorrales. Se asusto, no lo entendía... ¿qué hacia allí con sus claros ojos negros observándolo?... ¿cómo podía ser tan impertinente?...
Joshua igual se dio cuenta que él ya había percibido su presencia. Sé hecho hacia atrás, muy avergonzado.
- ¿qué estaba haciendo?- se pregunto confundido.
No entendía porque de repente no había podido dejar de mirarlo. Sabiendo que le hacia sentir tanto odio.
Lo espero en el caballo, hasta que salió de entre los matorrales y subió a su caballo. Traía su largo cabello castaño mojado. -Me observo de reojo, sin ponerme mucha atención. Supuse que se había dado cuenta que lo estaba viendo, pero no diría nada. Por primera vez sentí verdaderas ganas de explicar lo que había hecho, pero ni yo mismo tenía muy claras las razones de mi comportamiento, fue por ello que al igual que el guarde silencio hasta que llegó la noche- Pensaba un Joshua intranquilo