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Three Months por dark melody

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Notas del fanfic:

basado en la canción "sober" de kelly clarkson.. muy hermosa *w*

Notas del capitulo:

este es mi primer one-shot slash, espero que les guste..^^

 

Aquí estoy otra vez, en la playa en la que nos conocimos. Ya es una rutina mía el venir todos los días a ver la hermosa puesta de sol, pasear entre la arena y sentir la brisa del mar, ver a los enamorados haciéndose promesas con el sol como testigo único de su amor. A veces me pongo a pensar si el venir aquí destroza mi corazón o si hace que se sienta vivo otra vez.

Han pasado tres meses desde que te fuiste, tres meses desde que te vi partir hacia el mar, te ibas triste porque me dejabas solo, aún así te convencí de que te fueras, porque ibas a cumplir tu mayor sueño, pertenecer a una famosísima empresa de cruceros, lo único que ibas a perder era a tu familia, no ibas a volver a verlos, ellos no te daban fecha de retorno, sólo una de salida.

[…]

- ¿Estás seguro que quieres que me vaya?- me preguntó Daniel, voltee a verlo.
- Claro que si amor, es lo que siempre soñaste, deberías estar feliz por eso- le acaricié su mejilla y le sonreí.
- Lo estoy, pero no quiero separarme de ti, no lo soportaría- pegó su frente a la mía, me dio un casto beso en los labios- te amo.
- Yo también te amo, pero no quiero que abandones tu sueño por mí, yo voy a estar aquí esperándote siempre- no me percaté del momento en el que empezaron a caer lágrimas de mis ojos, la sola idea de separarme de él me angustiaba, pero yo no iba a ser un obstáculo en su felicidad, sé que el quiere cumplir su sueño, y lo logrará.
- No llores Jan, por eso no quiero ir, porque los dos vamos a sufrir estar separados, ven aquí mocoso- me atrajo a sus brazos, que bien me sentía con el.
- Sólo eres mayor por dos meses, tenemos la misma edad.
- Eso no importa, para mi siempre serás el mocoso del cual estoy completamente enamorado- siempre me sacaba una sonrisa cuando me decía cuan enamorado estaba de mí, Daniel me volvió a besar, un beso cálido, lleno de ternura.

[…]

Seguía sintiendo la brisa del mar en mi rostro, cada vez que recordaba un buen momento con Daniel, mis lágrimas empezaban a caer, hace tanto tiempo que se fue, a veces creo que lo que pasó nunca fue real, si no tuviera fotografías con él, creería que fue un producto de mi imaginación.

El crucero en el que iba él tuvo un accidente y se hundió, los pocos que se salvaron no dieron razón de mi Daniel, no sabían que había pasado con el. Tras un mes de búsqueda, sólo encontraron unos cuantos cuerpos cerca de la zona del accidente, muchas personas murieron, otras sufrieron la pérdida de sus seres queridos y se resignaron a vivir sin ellos. Yo aún no me resigno a creer que no volveré a verlo, mi corazón me dice que él está vivo.

Hace tres meses vengo a este lugar, a pesar que no creí poder seguir adelante, lo logré. Hace tres meses que se me hace difícil respirar, tres meses que he estado viviendo sin su amor, tres meses en los cuales he estado solo, pero aún así regreso al lugar donde empezó todo, con la única esperanza de que vuelva a verlo por la playa, sonriendo mientras me mira. Pero sé que nunca terminará este dolor, sólo terminará el día que vuelva a verlo.

[…]

Estaba en la playa viendo el atardecer, eran pocas las veces que podía venir, a veces me quedaba trabajando en la tienda de mi tío hasta tarde o me dejaban demasiada tarea en la universidad, y no podía venir a la playa a descansar un poco. Todas las veces que venía, siempre veía a un chico, casi de mi edad creo yo, de ojos verdes, él también venía a ver el atardecer, casi siempre nos íbamos a la misma hora, nos mirábamos y sonreíamos, pero ninguno se atrevía a hablarle al otro, pero hoy fue diferente.
- ¿Me puedo sentar contigo?- voltee y lo vi, sonriéndome de una tierna manera.
- Ehmm, claro no hay problema.
- ¿Te gusta mucho el atardecer no?, yo vengo todos los días, y a veces veo que vienes, pero siempre te veo solo- me comentó.
- Si me gusta, solo que a veces tengo que estudiar hasta tarde y no puedo venir- le sonreí- no sabía que te fijabas en mí cuando venía- pude notar como se sonrojo con lo que le dije.
- Bueno, pues...me llamo Daniel, mucho gusto- extendió su mano para agarrar la mía.
- Jan- nos quedamos un buen rato con las manos extendidas y mirándonos, hasta que reaccioné.
- Ehmm…me tengo que ir, fue agradable conversar contigo.
- Yo también tengo que irme, espero que puedas venir mañana- se acercó a mí, me besó en la mejilla- adiós Jan.
- Adiós- me quedé mirándole embobado mientras se iba, instintivamente me toqué la mejilla en la cual habían depositado un beso.

[…]

Y pensar que aquí fue donde nos conocimos, al día siguiente hice todo lo posible por regresar a la misma hora a la playa, él estaba en el mismo lugar, esperando a que llegara, así fueron pasando los días, casi siempre nos veíamos en la playa al atardecer, yo trataba con todas mis fuerzas ir todos los días, pero a veces no podía, sin embargo, poco a poco nos fuimos enamorando y terminamos siendo dos almas gemelas. A pesar del tiempo que he pasado sin verlo, le sigo amando incluso más que antes, por eso me duele no verlo conmigo, porque sé que este amor que siento hacia él, nunca lo olvidaré, aunque me muera.

Desde que me enteré del accidente, dejé de interesarme por mí, hasta llegué a pensar en dejar la escuela, pero mi madre me obligó a ir, en contra de mi voluntad seguía yendo. Sólo me faltan unos cuantos años para terminar mi carrera de Psicología. Lo único que me falta es tenerlo a mi lado a él, todos los días miro el horizonte y le pido al cielo que me permita volver a verlo, aunque sea solo una vez, para despedirme de mi amado.

La puesta de sol estaba en todo su esplendor, se veía preciosa, pensaba quedarme unas horas demás hoy, tenía la sensación de que hoy todo estaría bien, las personas seguían paseándose agarrados de la mano, deteniéndose un momento a demostrarse su amor mediante besos, esta vez sonreí al recordar que Daniel y yo hacíamos lo mismo cuando veníamos. Estaba tan concentrado en mis recuerdos que no escuché el carraspeo de alguien a mis espaldas, tan sólo escuché una pregunta.

- ¿Me puedo sentar contigo?- estaba aturdido, le había escuchado, esa era su voz, la voz de mi Daniel, y esa era la misma pregunta de aquella lejana vez que nos conocimos, voltee y ahí lo vi, mis ojos se me llenaron de lágrimas, tenía frente a mí al amor de mi vida, era tan real que temí fuera un sueño.

- Tantas veces he soñado con este momento- dije acariciándole la mejilla, el cerró sus ojos- lo malo de todo es que al despertar, solo eres eso, un sueño- mis lágrimas seguían cayendo por mi rostro.

- Ya no tienes que soñar amor mío, soy yo, he regresado como te lo prometí- tomó mi mano entre las suyas y la acarició.

- ¿Eres tú de verdad Daniel?, me aseguras que no es otro de mis sueños por volver a verte junto a mí

- ¿En tus sueños sentirías esto?- me besó, esos labios, hacia tanto tiempo que creí ya no los volvería a probar, ahora los sentía sobre los míos otra vez, si era mi Daniel, había regresado como me lo había prometido cuando se fue, terminé el beso y lo abracé como si lo fueran a llevar lejos de mí otra vez.

- No te vuelvas a ir, nunca me vuelvas a dejar solo, no soportaría vivir sin ti otra vez- lloré, pero esta vez no eran lágrimas de tristeza, eran de felicidad, lo tenía a mi lado y eso era lo único que me importaba.

- Escúchame bien Jan- me separó de el para que le mirase a los ojos- Nunca más te dejaré solo, que te quede claro que nunca me iré a otro lugar si tú no vas conmigo- él también estaba llorando, me abrazaba tan fuerte como podía, y me besaba la cabeza varias veces.

- Dime porque estás aquí luego de tres meses, ¿dónde estuviste todo este tiempo mi amor?

- El día del accidente, me golpee la cabeza contra uno de los botes salvavidas, y me desmayé, un compañero estuvo cerca de mí cuando ocurrió, me dijo que luego de que quedara inconsciente, me cayó algo de gran peso sobre las piernas, él me llevó en un bote inflable que teníamos para emergencias hacia la costa, las únicas personas que encontramos eran de una tribu indígena, ellos me curaron, pero tenía que estar un mes en tratamiento para poder caminar normal, el peso que había caído sobre mis piernas pudo haber hecho que las pierda, cada día que pasaba pensaba en ti, seguía el tratamiento por ti, porque tu eres la razón de mi existir, le pedía al cielo que siguieras con la esperanza de encontrarme, que nunca te dieras por vencido.

-  Nunca te di por muerto, en mi corazón sabía que aún seguías con vida, no sabes cuánto he esperado por tenerte otra vez abrazándome y besándome- sus ojos me miraban a cada momento, esos ojos verdes de los cuales quedé perdidamente enamorado, él sonreía, su sonrisa seguía igual de preciosa que siempre- bésame mi amor, bésame solo como tú lo sabes hacer.

- Te amo Jan- me dio un beso casto- aquí frente al atardecer, juro nunca más separarme de ti- y volvió a besarme, sus labios eran mi perdición, nos quedamos juntos, abrazados como varias veces, contándonos todo lo que vivimos separados.

Ya nadie podría separarnos otra vez, el destino quiso que volviéramos a juntarnos, porque nuestras almas están destinadas a estar juntas, por siempre.

Notas finales:

se aceptan críticas constructivas..espero les haya gustado..8D!


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