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Notas del capitulo:

Mambrú se fue a la guerra que dolor, que dolor, que pena...

Mambrú se fue a la guerra y no sé cuando vendrá...

--¡Mal nacido hijo de...!--Gritaba un eufórico rubio.

 

--¡Shaka, contrólate!--Interrumpió Saga.

 

--¡¿Controlarme?! ¡Saga cómo diablos quieres que me controle si ese...--No quiso decirlo--me insultó frente a todos y encima no es la primera vez! ¡Ah y apuesto que no será la última!-Decía mientras caminaba en círculos en la sala de Virgo.

 

--Ya sabes como es él... Te provoca, tú respondes y termina sacándote de tus casillas haciendo que quedes en ridículo... Yo sé que no es ni la primera ni la última majadería pero si tú no te controlas, terminará declarando la victoria y ambos no queremos que eso pase... ¡Además tú tienes la culpa!-Al ver la cara de ¿¿Yo?? Añadió-Si no le hicieras caso, ya no intentaría nada.

 

--Pero es que no comprendes... Por muy ateo, asesino y matón que sea, debe saber que existe una palabra llamada respeto. Además, yo necesito defenderme, porque si no, después me agarra de su puerquito y me jode hasta la... coronilla. No entiendo cómo es que sólo me molesta a mí si tiene a otros como Afrodita o Aldebarán, incluso Mu, pero parece que adora verme enojado.

 

--Ya te dije una y mil veces porqué se comporta de ese modo... Siéntate y relájate que si no, vas a hacer un hoyo en el piso con tantas vueltas...--Cuando Shaka se sentó prosiguió-Le gustas, te adora y no puede vivir sin ti.

 

--Si le gustara, me adorara y no pudiera vivir sin mí-repitió con sarcasmo el rubio-no me insultaría, y mucho menos se la pasaría alterándome los nervios. Soy el hombre más cercano a Dios y ese imbécil me hace perder el control... ¡Se supone que yo no soy un salvaje como él!

 

--Te comportas como uno.

 

--Gracias por la ayuda, Saga.

 

--Ya, mejor ven acá-le señaló sus piernas-y siéntate.

 

Shaka se acercó, sentándose sobre las piernas y de frente al mayor. No eran pareja; Solamente tenían uno que otro faje sano, sin ir más allá de lo permitido. Shaka y Saga no se gustaban ni se amaban... Disfrutaban una amistad-casi hermandad-a su manera.

 

--No sabes cuánto te quiero Saga, no sabría que hacer sin tus consejos... aunque a veces eres molesto realmente.

 

--Lo mismo digo Shaka-dijo Saga medio burlón, después le robó un beso en los labios al rubio.

 

El menor respondió y como siempre el ambiente se entibió un poco. Cuando terminaron de besarse, Shaka recordó algo importante.

 

--Y tú Saga... ¿Para cuándo piensas declararte? Según tus palabras, ya hasta deberían tener un hijo. Hace mucho que amenazaste con enamorarlo y hacerlo feliz pero he aquí el problema, eres un Don Juan. Ya debiste dejar a esos dos desde hace semanas...

 

--Pero Shaka, es que no puedo. Ya hablé con ellos por separado y hasta los junté, pero aceptaron el compartir y yo con eso creo que puedo vivir. Además, ya no son dos...

 

--¿Ya no?-Al intuir lo que quiso decir, asustado dijo--¿Cuántos son, Saga? Y quiero la verdad-Entonces se puso de pie.

 

El gemelo era un Don Juan. Podía andar con cien chicos a la vez; Saga quería ya una familia, sentar cabeza, como dicen, el único obstáculo era el mar de chicos y chicas que aceptaban tener algo informal con él y no entendían la seriedad del asunto. Para rematar, él era muy noble-de alguna manera-y no les podía romper el corazón (Dije que no era serio pero en MI fic, Saga es una ternurita); Por eso, aún tenía esas aventuras y contrario a lo pensado, lejos de disminuir, aumentaron.

 

--Bueno... Contando a las chicas del pueblo, Shun, Seiya, Hyoga... Pero conste que Ikki lo sabe y está de acuerdo, y Shiryu a veces, Aioros, Afrodita, Camus, Mu y Shion... Mmm.....

 

--¡¿Shion?! ¡Pero él es nuestro patriarca y...!

 

--Lo sé, lo sé pero es que me lo dice como una orden y yo no pienso desobedecer...

 

--¡Ah claro! ¡Ahora muy santo y responsable! ¡Saga piensa en su reputación! ¡En lo que dirá Dohko!

 

--Él está de acuerdo... Incluso hicimos un trío y fue excelente.

 

Shaka tenía una cara...

 

--¡¡ ¿Qué clase de maniaco sexual eres?!! ¡Dioses! ¡Nunca vas a cambiar! ¡No sé cómo piensas conquistar a alguien con esa actitud!

 

--Shaka, tranquilo...

 

--¡Estoy tranquilo!-gritó Shaka, respiró fuerte y siguió-Ya se me acabaron las palabras, así que escúchame porque no lo repetiré: debes terminar con ese mar de gente y enfocarte en conquistar a...

 

--Shaka, Saga, que bueno que los encuentro. Los estaba buscando desde que terminó la reunión y... Perdón si interrumpo algo.

 

--Ah, hola Milo-dijo Saga--¿Necesitas algo?

 

--Eh... si, necesito que me ayuden a resolver un problema, es que me peleé con Camus porque no quiso que me pusiera el traje de conejo para la foto de los conejitos que le dí y bueno... ya se imaginarán. ¿Me ayudan? Ustedes son sus amigos y sé que les hará caso, sobre todo a ti Shaka.

 

--Ok, te vamos a ayudar pero con una condición.

 

--La que quieras Shaka.

 

--Regálanos una copia de esas fotos.

 

--Mmm... Bien, pero prometan que lo arreglarán.

 

--Por supuesto ¿Cierto Saga?

 

--Pero yo ni siquiera...

 

--No te preocupes Milo, te ayudaremos.

 

Y mientras los tres ideaban un plan para reconciliar a Camus con Milo, en otro templo, alguien tenía una fuerte discusión con alguien (vaya suspenso el mío XD).

 

--¡Maldición Aioria, deja de regañarme! ¡No eres mi madre!

 

--¡Es que eres un imbécil! ¡Te repetí una y mil veces que debes dejar de hablar con tu bocota de aborigen!

 

--¡No me llames así! ¡No tienes por qué hacerlo!

 

Aioria se recargó contra la pared y respiró tres veces, se volteó y 2% más tranquilo, puso una buena sonrisa y habló.

 

--Bien, ya me harté, no creo que puedas mejorar tu actitud, así que me resigno y dejo que tu vida se arruine sin mi presencia.

 

Se fue dejando a un caballero a solas con sus pensamientos.

 

 

 

Templo de Leo.

 

Llevaba quince minutos ahí sentado y el condenado castaño no aparecía, se suponía que iba a entrenar, a la reunión y luego a su casa, para poder ver una película juntos; No lograba entender qué había hecho retrasar a Aioria en el camino. Sabía que el castaño nunca se demoraba y más si era para estar juntos.

De pronto, apareció Aioria de aparente mal humor. Eso no era nada bueno.

 

--¿Qué tienes?

 

--Imbé... ¡Oh! Cariño, me asustaste, perdón por no notar que estabas aquí. Es que traigo un coraje del tamaño de Rusia.

 

--Ya, lo que sea, olvídalo porque quiero que veamos la película en paz.

 

--Mi amor... No creo que esté de humor para... ¡Ay por mi madre! ¡¿Eso es helado napolitano?!

 

El otro sabía lo mucho que Aioria amaba el helado napolitano, podía untarlo en todo-TODO-y por eso compró un tarro de galón.

 

--Pensé que te gustaría de postre. Pero si no lo quieres, me lo llevo.

 

--No, no, no, no, no. Está bien, veremos la película y comeremos helado y estaremos felices.

 

Ambos caballeros se sentaron a ver la tan ansiada película-porque Aioria había leído un artículo en una revista y le dio curiosidad, entonces Shura se fue a buscarla por todos lados hasta encontrarla.

 

 

--Entonces Camus no se podrá resistir y se dejará tomar las fotos. ¿Te parece Milo?

 

--Eres el mejor Shaka, por eso te quiero tanto-El Escorpión se abalanzó sobre Virgo para darle un "abrazo de oso", pero a dos centímetros...

 

--No te atrevas a abrazarme o te quito los sentidos de la manera más dolorosa y torturante posible.

 

 

--"Soy un completo estúpido pero... ¿Cómo le digo lo que siento? Ah... si fuera tan sencillo como lo pintan esos escritores cursis"-pensaba y se reprendía mentalmente "alguien".

 

 

Una vez que Milo se fue de Virgo, y Saga también, Shaka se quedó pensando. Deseaba con todo su corazón que su amor fuera correspondido pero la situación que vivía era imposible. No podía comprender que odio le tenía ese hombre, si nunca lo había ofendido ni se metía en su vida, nunca peleó contra él y no tenía nada en contra de su forma de ser. Ni siquiera él sabía que le gustaba del otro si para la mayoría ese caballero carecía de sentimientos.

 

Distintos pero iguales...

 

Aún recordaba lo que le dijeron sus Superamigos Mu, Camus, Aioros, Shion y Afrodita...

 

--"Es un bruto, si, pero te ama y seguro daría la vida por ti"

--"Amor apache como decía el tío Wilton"

--"Dios los hace y ustedes se juntan"

--"Son como el ying y el yang"

--"No sé cómo se fijó en ti, pero nada podemos hacer"

 

Ojala pudiera hablar civilizadamente con él una vez y así talvez arreglaría las cosas.

 

 

Saga se fue a Géminis a ver si Kanon ya había hecho la comida, pues en la mañana le dijo que prepararía unas deliciosas crepas de postre y un estofado de pollo con patatas entomatadas que sería celestial. Y se moría de hambre.

 

Entrando estaba cuando ya podía saborear el pollo. Kanon era un Dios cocinando.

 

--¿Saga eres tú? ¡Saga!

 

--Si Kanon. ¿Ya está la comida? Muero de hambre.

 

--¡Claro! ¡Ven a la cocina, y apúrate a lavarte las manos o se enfriará!

 

Ya no lo oyó dos veces, se lavó y encontró en su lado de la mesa un enorme plato lleno de trozos de pollo cubierto con patatas y salsa de tomate.

 

--Bonn apetite...

 

--Gracias hermanito-dijo relamiéndose los labios y dándole un sonoro beso en la mejilla y uno en la boca al menor, se metió entre pecho y espalda toda la comida.

 

--¿Te gustó?-Preguntó innecesariamente el Dragón, pues su nii-san, hasta eructó cuando terminó.

 

--Creo que es obvio que cuando tú cocinas, veo los campos eliseos y sin necesidad de morir. Ahora las crepas... No hay buena comida, sin buen postre y los tuyos son magníficos, son como un multi-orgasmo...

 

--Saga no es necesario que digas eso, pero me complace y me halaga, así que toma, diez crepas de cajeta, cinco de duraznos y tres de moras. Aunque todos mis favores tienen precio...

 

--Te pagaré con creces... No te arrepentirás... Hiciste un buen trato, soy el mejor postor.

 

Kanon sonrió, su hermano no cambiaría y él estaba conforme.

 

 

Shaka se dirigió unos templos después del suyo para visitar a Camus y hablar para resolver el conflicto de Milo. Encontró al francés viendo un libro sobre mascotas, pues si tenía conejos, debía cuidarlos.

 

--Hola Camus... ¿Qué haces?

 

--Shaka... Leo sobre conejos, necesito saber todo porque ahora que el inútil de Milo me trajo tres, debo tener cuidado con su alimentación y el ambiente. ¿Se te ofrece algo?

 

--Eh... Si, de hecho hay algo que quiero hablar contigo... Es acerca de Milo. Creo que no deberías llamarlo inútil...

 

--Es un inútil-Remarcó el "es"-No puedo llamarlo de otra forma... Quizás tarado,  tonto o imbécil... Imbécil se oye bien...--Vio a Shaka y se echó a reír-No es cierto, a veces es torpe... Demasiado torpe pero lo quiero con todo mí ser, no sé que haría sin él conmigo. ¿Sólo por eso viniste?

 

--No, es que Milo me dijo que no quisiste verlo con su traje para tomarse una foto con esos conejos... Digo, yo sé que es inmaduro pero ya sabes que te quiere y ama ver tu sonrisa... Déjalo... Dale ese permiso y hazlo feliz.

 

¡Vaya! Milo sabía a quién recurrir para explicar lo que sentía... Porque obviamente, a pesar de ser extrovertido, al estar con Camus y su carácter serio, le costaba demasiado expresarse... A veces la actitud del francés lo intimidaba y se reprimía. ¡Gracias a Zeus, Shaka y Mu eran amigos de Camus!

 

--Tienes razón-Contestó Camus meditando-Creo que debo hacerlo feliz, es que a veces me cuesta no ser duro con él... Mi familia y mi mentor eran creyentes de los buenos modales y Milo... Bueno... Él es más... más libertino... Y la costumbre me hace ser estricto... Cierto que él no tiene la culpa... Gracias Dartha...

 

--Gracias a ti por comprender... Y deja de llamarme así... Sabes que lo detesto.

 

--Entendido y anotado. ¿No sabes dónde está Milo? Quisiera hablar con él.

 

--En su templo supongo... Pero necesito que me ayudes con algo... No sé con quién hablarlo.

 

--Tú dirás que necesitas.

 

--Es que...--Virgo no sabía ni cómo empezar-Bueno... Yo... No me hagas mucho caso pero...

 

--Shaka...--Le dijo ya medio desesperado el francés.

 

--Es sobre lo que les conté... de ya sabes quién. Creo que es mejor hablarlo de frente y dejar todo por la paz. Ya viste cómo me trató en la reunión, no voy a tolerar un insulto más.

 

Shaka se veía decidido. Pocas cosas lo hacían exaltarse, pues él tenía una confianza loca y ardiente que lo ayudaba a resolver todo, pero a veces, esa confianza loca y ardiente... ¡Era muy loca y ardiente!

 

--Shaka, no es conveniente que lo intentes... Quizá no resulte y te lastime aún más.

 

--Yo sé que puedo hacerlo y lo haré. Yo puedo hacer todo. Es mi última palabra.

 

--Oye, yo sé que tú puedes hacer mucho... Pero no eres omnipotente, hay gente que hace cosas que tú no puedes, como cirujanos, científicos o esa señora del puesto ambulante en el pueblo que escribe tu nombre en un grano de arroz...

 

Virgo lo veía al borde de la desesperación.

 

--¡¿Cómo lo hace?!

 

--¡No lo sé! ¡Nadie lo sabe! Shaka, comprende que todo en la vida tiene un tiempo y esto no es la excepción. Trata de soportar y no darle importancia... ¿Si?

 

--Lo intentaré... Pero no prometo nada. Si no lo soporto, le pondré una solución. Bueno, me voy.

 

--Cuídate mucho. No hagas ni digas nada estúpido, y recuerda: la calma y la prudencia son la llave de la paz.

 

--¿¿Qué rayos dices Camus?? ¿¿De dónde sacas eso??

 

--No sé, se me ocurrió-Dijo sonriendo el francés-Como sea, no hagas nada estúpido. Y dile a Milo que lo busco, que venga... Au revoir.

 

--Nos vemos.

 

Virgo descendió entre los templos y encontró a Milo sentado con el traje blanco de conejo entre sus manos y al encontrar su mirada triste, se sintió derretir. ¡Pobre bichito! Sigilosamente se acercó hasta sentarse junto al griego. Milo sólo volteó a verlo y emitió una muda súplica a los luceros del rubio.

 

--...Milo... ¡Lo hicimos! Camus te espera en su templo para una reconciliación. Puedes tomarte la foto con ese traje.

 

--¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias! Te juro por lo más sagrado que tengo que es el amor a Camus que te regalaré una copia de la foto... Gracias de nuevo por todo. Por eso te voy a devolver el favor.

 

--¿¿Cómo??

 

--Haré macramé.

 

Virgo se quedó en blanco al oír las estúpidas palabras. ¿Macramé? ¡Por Dios deseaba que fuera broma! Ya sabía cómo se las gastaba el escorpión con temas así.

 

--Tú dijiste que debía hacer algo productivo, creo que eso ayudará. No es tan malo, podré hacer ropa para bebés y para el frío, trajes de baño, adornos y todas esas cosas tontas.

 

--¡¿Macramé?! Dioses, eres un imbécil, Milo, eso de ser productivo con macramé fue sarcasmo ¡Sarcasmo! Además eso es tejido.

 

--No, se parecen pero son distintos... Yo ya iba a comprar mi material...--Vio a Shaka con su cara de ¡Milo eres un imbécil! Y comenzó a carcajearse-Tranquilo, es broma... Jamás haría macramé. Si esculpir en hielo y la máquina de baile era gay, esto no iba a tener nombre. Pero lo de devolver el favor si es cierto... Hablaré con Saga y le ayudaré en su conquista.

 

El rubio tuvo que reconocer que el más indicado en esos terrenos era Milo, tal vez sus métodos eran drásticos pero siempre efectivos. Si no, que le preguntaran a Shura y a Aioria cómo logró unirlos después de una discusión con golpes y una sesión de sexo en la sala de Capricornio.

 

--Tú no te arrepentirás...--Sonrió Milo macabramente. Shaka tuvo un mal presentimiento.

 

--Es que me angustia que...

 

--No te angusties Shaka-Interrumpió Milo-Dime ¿Alguna vez has dado dinero arriba de un árbol?

 

--No...

 

--Ahí está, para que veas que el dinero no se da en los árboles-Y estalló en risas el bicho. Virgo con un goterón en la cabeza quiso darle un zape.

 

--¡¿Y eso qué tiene que ver con Saga?!

 

--Nada... Pero es que ya tenía días que se me había ocurrido ese chiste y no encontraba cómo meterlo en una conversación jeje...

 

--Ah Milo eres un tonto. Como sea, ayuda a Saga pero no lo metas en problemas.

 

--Diez cuatro, pareja. Nos vemos luego rubio.

 

 

Shaka vio a Milo volar entre los escalones hacia Acuario, esos dos eran tan distintos y eso los hacia más unidos.

 

--Ah... Shaka eres un tonto... A ese paso jamás estarás con él...--Se auto-decía el Virgo-Deja todo por la paz y ríndete... Inténtalo con alguien más, no importa que sea ese ebrio que te chifla... ¡¡No estoy loco!! Mejor solo que mal acompañado. Si...

 

--¿Hablando solo? Muy mal... Pero creo que ahora entiendo las guerras por culpa de los caprichos locos de los Dioses.

 

No le contestaría nada. ¡Se iba a enterar! ¡No se rebajaría a su nivel! ¡Si! Se dio la vuelta. Así el otro podría entender el mensaje.

 

--¿Ahora ya no me hablas? Vaya, un nuevo nivel de pelea... Esto siempre es divertido-Se acercó cautelosamente hasta su compañero--¿Te aburriste acaso?

 

--¡Ah!-Tremendo susto le metió al pobre. Se dio la vuelta dispuesto a encararlo y darle un buen golpe pero ya no lo encontró.

 

--¿Me buscas?-Le preguntó aún detrás de él-Que malos reflejos... Alguien te dará un buen susto uno de estos días... Mmm... Jazmines, uno de los mejores aromas afrodisíacos del mundo...

 

--¿Qu-Qué tra-tras de hacer?-Se puso nervioso por el acercamiento.

 

--El tartamudear es mal visto cuando alguien tan perfecto lo usa. ¿Acaso te pongo nervioso?

 

--¿Qué quieres?-Un sonrojo algo notable se instaló en sus mejillas.

 

--Nada... Qué desconfiado eres... Yo vengo a hacer las pases contigo... ¿Sabes? Estoy comenzando a cansarme de molestarte y bueno... Te pido una disculpa.

 

Shaka creyó estar alucinando.

 

--Umm... Por lo visto no me crees... Te daré pruebas de mi compromiso-Y sin más, pegó su cuerpo al del rubio y lo besó. Superficialmente, sólo fue contacto de labios.

 

Virgo abrió los ojos desmesuradamente y después fue cerrándolos poco a poco. Se dejó llevar por ese calor hipnotizante, sintió una mano rodear su cintura y acercarlo más a su compañero. Aquello era un fósforo y no podía hacer nada para detenerlo.

Un nuevo movimiento lo trajo a la realidad: un beso más osado y provocador.

La falta de aire, logró separarlos. El mayor vio las mejillas sonrosadas y esos deliciosos labios húmedos: encantador. Sus ojos cerrados aún: lindo.

 

Uno... Dos... Tres... Cuatro... Cinco...

 

Aunque no fuera para mal, le dieron ganas de reírse y no las reprimió. Una carcajada resonó en las paredes de Escorpio.

 

Shaka se transformó de una carmelita descalza a un demonio hambriento de sangre. ¡Tonto! ¿Cómo pudo imaginar que algo así iba a pasar por gracia de los Dioses? ¡Maldito perro! Sintió ganas de llorar, salió corriendo tan rápido como pudo a su templo. Su corazón estaba deshecho.

 

Vio la cabellera rubia alejarse y se supo culpable. No debió carcajearse después de besar a ese angelito. Pero es que no pudo evitarlo. Fue demasiado gracioso el ver cómo Shaka parecía una doncella virgen al recibir... Su primer beso. ¡¡Maldición!! ¡Se olvidó por completo de eso! Decidió correr tras del menor. Al menos intentaría enmendar ese error.

 

 

Llegó a su templo, las lágrimas corrían libres en sus mejillas. Tenía ganas de golpearse contra el piso.

 

--¡¡Maldito!! ¡¡Te odio!!-Limpió sus lágrimas sintiendo que llevaba un peso menos al gritar eso. Se desahogó por los menos.

 

Corrió a buscar un lugar de refugio. Vio las puertas de su jardín abiertas. No, ahí no, demasiado obvio. Luego la puerta de su habitación... Si, ese lugar si. Se encerró y selló con su cosmos la chapa; viejo truco que su maestro le enseñó.

Se arrojó en la cama llorando, abrazando su almohada para encontrar un vacío consuelo. Entre tanto dolor, recordó algo infalible que siempre lo ayudaba a sobrepasar situaciones como esa. Se levantó y en el cajón de la mesita de noche, rebuscó hasta encontrar a su fiel compañero en momentos de ese tipo. Admiró su brillantez tan macabra. Era hermoso, los detalles dorados eran fabulosos, más eso no era de su interés. Levantó la manga de su túnica y con ayuda de un pañuelo removió el maquillaje, vio las marcas con indiferencia, no le importó. Cerró sus ojos y tomó con firmeza el objeto, acercándolo a su piel. En un segundo todo sería normal.

 

 

Llegó al templo de Virgo agotado, demasiadas escaleras, debía encontrar a su compañero. Entró y observó entreabiertas las puertas del jardín, seguramente ahí estaba. No lo encontró, pero... Había algo que lo dejó sorprendido: el antiguo jardín ya no estaba... Los árboles estaban secos, los pétalos marchitos en el suelo. No había pasto... ¿Por qué estaba así? Cerró de nuevo la puerta porque un escalofrío le recorrió la espalda y unos relámpagos se dejaron ver. ¿Iba a llover? ¿Cómo? Si hacía un par de horas, el sol ardía. Mal presagio supuso. Decidió continuar la búsqueda. Fue a la cocina, la sala y nada. De pronto vio la puerta de la recámara de Virgo, último lugar de búsqueda. Se acercó y estaba cerrado. Quiso abrir y no pudo por la capa de energía. Sonrió: Así que no era el único. Acumuló energía en su mano para crear una llave, abrió fácilmente, era un buen sello pero él ya lo conocía. Empujó la puerta, ya no tenía caso tocar. Lo que vio lo dejó de una pieza. Shaka estaba sobre la cama pero...

 

--¡¿Qué rayos haces?!

 

Corrió y le quitó la navaja al rubio, aunque provocando un pequeño corte en su pulgar por el filo. ¿Por qué razón alguien como Shaka quería hacer eso? Todo era confuso. No supo cómo hizo para quitarle eso al rubio.

 

 

Escuchó que alguien llegaba, alguien le gritaba, y después alguien caía sobre él arrebatándole la navaja, frustrando sus planes. Vio sangre, más no era suya y la impotencia lo invadió, convirtiéndose en coraje.

 

 

Su cuerpo lo dominó y terminó yéndose sobre Shaka, cayendo ambos en la cama. Logró dominarse un poco pero su torso quedó encima del menor.

 

 

Alguien lo aplastaba y respiraba en su oído. Sintió rabia porque no hizo nada. Las lágrimas llenaron sus ojos. Apretó las sábanas y cerró sus ojos de nuevo.

 

 

Respiró agitadamente, sintió el leve temblar de su compañero y un trueno resonó sorprendiendo a ambos. Se levantó, dejó el objeto en la mesa, y tomó un pañuelo para limpiar la escandalosa sangre. Volteó y vio que Shaka ya no se movía. Aún lloraba... Sintió que su pecho se desgarraba pero debía ser firme.

 

--Deja de llorar... No resolverás nada-Le dijo secamente.

 

--Lárgate-Fue su contestación.

 

--¿Por qué lo haces?-Ignoró sus palabras.

 

Se dio la vuelta para no escucharlo, lo último que quería era sermones. Quizás entendiera su indirecta.

 

--Shaka no seas infantil... Responde.

 

--No te importa, vete.

 

--No me voy hasta que me respondas.

 

--... Si no te vas ahora, te arrepentirás...

 

--No le temo a tus amenazas. Deberías saberlo más que nadie.

 

--... Lárgate.

 

El ambiente no mejoraba ni un poco, uno preguntando y el otro empeñado en no contestar por nada del mundo.

 

--¿Estás consciente de que está mal? El auto-lacerarte es casi un suicidio-Trataría por otros medios-No puedo creer que seas tú quien haga esto. Después de lo de Hades, lo pensé de varios, Saga, Camus, Shura e incluso de mí, pero no creí que alguien como tú fuera capaz. No sé por qué haces esto pero una cosa es segura: No es correcto. ¡Tú, Shaka de Virgo! ¡El santo más cercano a los Dioses! ¡¿Qué rayos estabas pensando?!

 

El otro se limitaba a llorar. Sabía que tenía razón. Pero no pudo evitarlo, una vez que lo hizo, siguió cortando porque veía una salida.

 

--¡Creí que eras diferente! ¡Todos te ven tal orgulloso y altivo! ¡Engreído a más no poder! ¡Pero resulta que eres una escoria! ¡Eres un fraude! Siempre predicando la calma y esas sandeces para que por detrás hagas éstas cosas estúpidas.

 

--¡¡¿¿Y quién te da derecho a reclamarme??!! ¡Es MI vida!-Le gritó acomodándose en la cama para quedar de frente al mayor.

 

--Pero no por eso está bien...

 

--Lo sé...--Susurró Virgo, cayendo de nuevo en la cama-No lo comprendo, odio hacerlo pero es que... yo... Me siento mejor...

 

--¿Cómo es posible?

 

--La soledad no es la mejor compañera...

 

Bien, se le estaba yendo la mano pero es que estaba realmente molesto.

 

--Eh... Umm...--Se quedó sin palabras ante esa declaración tan llena de sentimiento.

 

--Todos piensan lo mismo de mí... Nadie intenta acercarse a mí por verdadero interés... Siempre hay algo escondido en sus acciones, y ya me estoy hartando.

 

Una suave caricia llegó a su cabello.

 

--¿Q-qué haces?

 

--No lo sé, sólo me sentí con ganas de hacerlo...

 

--Gracias...--Un sollozo se escapó de la garganta del menor. Había algo con esa mano que lo tranquilizaba.

 

--No llores... Iré por un poco de agua para que to...--Sus palabras se cortaron cuando pudo observar el brazo derecho de Virgo con tantas cicatrices de los anteriores cortes-Shaka... ¿Cuánto tiempo llevas con esto?

 

--¿Mmm?

 

--Las marcas...--Se puso de pie, frente a la cama.

 

--Yo... Bueno... Sólo puedo decir que no son las únicas ni recientes...

 

Una extraña sensación de enojo invadió al camarada de Virgo.

 

--Entonces tú has estado haciendo esto a espaldas de Shion únicamente porque se te da la reverenda gana. ¡Vaya pasatiempo!

 

--No tienes porque decirme eso... Es hiriente...--Se irguió sobre las sábanas.

 

--¡Ah, si claro! ¡Ahora te vienes a hacer el digno y recatado Santo de Virgo! ¡A mí no me vas a ver la cara de imbécil como a la oveja! ¡Ahorita mismo voy a decirle lo que pasa!-Mientras alzaba la voz caminaba como fiera enjaulada. Dispuesto estuvo a salir de la habitación pero la voz algo temblorosa de Shaka lo detuvo.

 

--¡Espera! ¡No!-Le gritó y suplicó mientras rápidamente se ponía de pie, pero gracias a la debilidad causada por el llanto, las marcas y el cansancio, un mareo lo amenazó haciéndolo tambalearse detrás del mayor.

 

--No va...

 

Se desplomó, y habría caído duramente al piso si no fuera por los reflejos a la velocidad de la luz del otro. Lo acomodó sobre la cama y se dio cuenta que se veía algo pálido, con ojeras, su cabello no brillaba y su peso era bajo. ¿Cuánto tiempo llevaría así? ¿Por qué nadie lo notó? Decidió dejar sus dudas para después y buscó un botiquín. Cuando lo halló, empapó un trozo de algodón con alcohol y lo iba a usar pero vio que no estaba desmayado, se durmió, pero si parecía un desmayo.

Lo dejó seguir durmiendo, ya lo llevaría a un doctor.

 

Salió a la cocina y buscó algo para cuando despertara, quizás un té con leche. Debía ayudarlo... ¡Un segundo! ¡¿Por qué estaba pensando estupideces?! Aunque después de todo... Shion lo castigaría... ¡Bah! ¡Si le valía de todos modos! Lanzó un suspiro... Qué difícil era manejar los sentimientos.

 

Abrió la nevera y se encontró todo un almacén dentro. Había de todo en ese artefacto: Leche, queso, verduras y muchas frutas: fresas, peras, chabacanos, melocotón, sandía, mandarinas, limones, cerezas, mangos y algunas que ni conocía. Shaka si tenía bien surtida su nevera ¡¿Pero cómo?! Si él apenas comía con el presupuesto del Santuario.

 

Eligió unos betabeles y naranjas, para hacer un jugo que lo reanimara. Preparó todo y estuvo al pendiente de su compañero, lo cubrió con una sabana porque ya había frío y hasta ahí se dio cuenta que afuera llovía a raudales. Cuando todo estuvo listo, regresó a la habitación y deseó que Shaka despertara. Como un milagro el otro ya estaba despierto y medio desubicado.

 

--¿Qué pasó?

 

--Te desvaneciste...--Dejó la charola en la mesita y lo ayudó a sentarse en la cama.

 

--Tengo frío...

 

--Es porque está lloviendo... Toma, bebe esto que te ayudará, si no puedes sostener el vaso yo lo haré.

 

Shaka volteó a verlo, aún con los ojos cerrados, para tratar de averiguar algo.

 

--¿Por qué todavía estás aquí? ¿No que ibas a decirle a Shion?-Preguntó mientras veía el vaso de un litro que le llevó.

 

--Cuando te desmayaste...--Se sorprendió de verlo con los ojos abiertos ya-Tú...--Se giró para que no notara el nerviosismo-Te ayudé y bueno... Lo olvidé. Bébelo.

 

--No quiero tomar eso. No tienes porqué ayudarme. Yo puedo cuidarme solo.

 

--Mira a donde has llegado con esa actitud. Voy a cuidarte aunque no quieras. Ahora tómatelo o te obligaré y sabes que mis métodos no son considerados.

 

--Sólo intenta ponerme un dedo encima y no vivirás para contarlo-Ahí iba de nuevo con sus reproches, veía la tormenta y no se hincaba.

 

--Estás demasiado débil... No podrás hacer mucho...

 

Viendo su desventaja, al menos obtendría un empate, pero la venganza llegaría.

 

--Umm... Está bien, pero estoy débil... Así que tendrás que darme en la boca.

 

Casi se le cae el vaso al mayor con esas palabras que su mente dedujo en doble sentido, quizás inocentes, quizás no.

 

Internamente, Shaka se reía fuerte. Su comentario le otorgó esa casi victoria.

 

Le ayudó a tomarse todo el jugo, cuando terminó le ofreció fruta picada.

 

--¿Cuánto tiempo dormí?-Le preguntó mientras se comía una fresa.

 

--Cerca de una hora. Dame tu mano.

 

--¿Para qué?

 

--No te haré daño, necesito ver las marcas que te hiciste y curarlas.

 

--Eso no va a pasar, yo me las puedo curar.

 

--Sólo déjame revisarte.

 

--De acuerdo.

 

Le revisó ambos brazos y vio que algunas eran más recientes que otras, pero unas habían dejado cicatrices muy visibles.

 

Sacó vendas del pequeño botiquín, crema cicatrizante y desinfectante.

--¿Qué estás haciendo?-Dijo Shaka mientras dejaba el plato de comida a un lado.

 

--Eso te delatará, voy a hacer que desaparezcan. No va a doler, tranquilo.

 

--Ya te dije que no necesito que las cures. Están bien.

 

--Deja de decir y fingir que no necesitas ayuda, por eso nadie se te acerca, porque tu actitud ahuyenta a cualquiera.

 

No era su intención herirlo pero era la verdad.

 

El menor guardó silencio y dejó que lo curara, sintió muy apretadas las vendas pero no se quejó, no podía. Sintió un nudo en la garganta y lágrimas rebeldes escaparon cayendo sobre las sábanas y advirtiendo a su compañero de lo que pasaba.

 

--Shaka... ¿Por qué lloras?

 

--...

 

--Shaka... No llores...-Le dijo abrazándolo.

 

--... Es que... Tienes razón... Soy horrible...--Decía Virgo aferrándose a la espalda de su compañero-Pero es porque yo... yo...

 

--No digas más-Lo tuvo que abrazar más fuerte porque parecía un pequeño.

 

Después de un rato, el menor pareció tranquilizarse. Se separaron y Shaka agradeció mucho el apoyo. Nadie le había dicho algo tan directo, ni le había sido tan reconfortante.

 

--¿Estás mejor?

 

--Si... Creo que si... Jamás lloré frente a alguien. Eres el primero en presenciar un evento como este.

 

--Entonces... ¿Debo decir que es un honor?-Le dijo mientras sonreía ligeramente.

 

--Tonto...--Contestó Shaka mientras veía la playera del otro-Discúlpame... Te empapé la playera...

 

--Da igual, de todos modos la tenía que lavar en algún momento. ¿Quieres comer algo? Ya es tarde.

 

--Pero si ya comí fruta...

 

--Es para que cenes... Además te aviso que cuidaré de ti, hasta verte recuperado, así que no intentes nada estúpido.

 

--No soy un niño.

 

--Lo pareces, por eso te lo digo.

 

--Ah de acuerdo. Cereal estará bien, a menos que no quieras.

 

--Un poco no te hará daño. Regreso en un momento.

 

Fue a la cocina y preparó café con leche y el cereal. Lo llevó a la habitación y vio que Shaka estaba a punto de levantarse.

 

--¿A dónde vas?

 

--Al baño, tengo necesidades como todos y además quiero bañarme.

 

--Hay frío y estás débil. Yo te llevo.

 

--Hay algo que se llama agua caliente, y yo puedo solo.

 

Aún con pretextos, el mayor cargó a Shaka hasta el baño, parecía una doncella.

 

--Gracias, ya puedes irte ¿O qué? ¿Crees que voy a escapar por el desagüe?

 

--No, te espero para que cenes.

 

Virgo se encerró en el baño. Su compañero no se movió de la puerta, pues a pesar de todo, algo se podía presentar. El rubio no pasó esa actitud por alto, internamente se reía pero agradeció mucho la preocupación que mostraba el otro. Se quitó las vendas con cuidado, ¡Rayos! Punto complicado pero para eso estaba el otro, se desvistió y un regaderazo rápido le cayó encima. Buscó una toalla, se secó y se puso el pijama (Como todo niño bueno).

 

--¿Aún estás aquí?

 

--Estaba a punto de entrar, creía que ya habías huido por el conducto de la regadera. Te llevaré a la cama, hay que cenar.

 

Para su desgracia, tuvo que permitir que el otro caminara.

 

--¡Tengo lastimadas las manos, no los pies!-Fue el reclamo de Shaka.

 

Lo acomodó en la cama y acercó las cosas para cenar. Le daría el cereal como a un pequeño mientras ponía las vendas, además le ayudaría a cepillar su cabello.

 

--Esa venda está más apretada. Aflójala un poquito. Gracias-Le dijo con una sonrisa al ver el gesto de su compañero.

 

--Listo, ten cuidado de no quitártelas. Las deberás tener por una semana en lo que desaparecen las marcas.

 

--Si mamá-Le respondió sarcástico el rubio, mientras aceptaba el cereal con fresas que le ofrecían.

 

--¿Quieres café con leche?

 

--Un poco por favor.

 

Cenó en silencio, viendo que su compañero tomaba cosas muy amargas.

 

--¿Sabías que existen unos granitos llamados azúcar?

 

--Me gusta el café con pocos granitos.

 

--Oh bien. Oye, ya que estamos aquí sin nada que hacer, ¿Puedo preguntarte algo?

 

--¿Para qué?

 

--Para romper el hielo, es que se siente raro estar así sin que nos hablemos.

 

--Está bien. ¿Qué quieres saber?

 

--Mmm... Verás... No soy bueno con estas cosas, pero es que hay muchos rumores y la verdad si me gustaría saber... Bueno... Me gustaría saber si...

 

--Habla de una vez...--Le dijo medio desesperado el mayor.

 

--Es que no es fácil, te tengo enfrente para preguntar y no puedo porque me da pena. Además, no soy amante de los chismes, ni mucho menos me da la gana de andar diciendo cosas de la gente pero es que esta vez es diferente.

Sabes que todos en el pueblo hablan de nosotros, para bien o para mal, lo hacen... Y bueno... Muchos de los chicos y chicas del pueblo, hablan de cierto caballero, más que de otros. Se la pasan diciendo que es algo extraño, que casi no habla, a menos que el alcohol haya hecho su trabajo y conquista con dulces palabras que encantan, después ofrece una pasión inigualable y... El encanto se acaba y los deja solos en una habitación, pero deja una huella profunda que hace que lo extrañen...

 

--... ¿Y?

 

--¡¿Cómo que "Y"?! ¡¿No entendiste de quién estaba hablando?!-Le gritó Virgo mientras golpeaba la cama.

 

--No veo el punto al que quieres llegar-Le respondió el otro, aunque sabía perfectamente de qué hablaba.

 

--Contigo es como hablarle a la pared. Se supone que te lo estoy diciendo porque me refiero a ti-Lo señaló como un niño.

 

--Aún así... Le das muchas vueltas al asunto... Mejor duerme... Mañana temprano, aclaras tus ideas y hablamos. Buenas noches-Le dijo levantándose y recogiendo los trastes. De pronto alguien lo jaló.

 

--No, espera un momento, no te vayas. Quédate hoy-Le pidió sumisamente el menor sin saber siquiera porqué lo hizo.

 

--¿Estás hablando en serio?

 

--Umm... Si, de algún modo... Pero es porque me dan algo de miedo los rayos y afuera llueve, así que un poco de compañía no me haría mal. ¿Qué dices?

 

Después de dudarlo un poco, no se negó.

 

--Sabía que no te resistirías a mí poder de dominio...--Le dijo burlonamente mientras acomodaba las sábanas de la cama y le hacía espacio al mayor.

 

El otro fue a la cocina, dejó acomodado y regresó para dormir. Ya era tarde, estaba lloviendo fuerte y Shaka necesitaba alguien que lo cuidara, por eso iba a quedarse... ¡Bah! Eran puras excusas estúpidas, pero le gustaba auto engañarse. Regresó y encontró al otro cubierto y con un lugar para él. Se recostó a un lado, esperando que el sueño llegara pero un delgado brazo sobre su pecho lo sacó de sus pensamientos.

 

--¿Qué haces?

 

--Ah, estoy escribiendo un libro en sánscrito acerca de la revolución de protones sobre las borlas de las alfombras mágicas... ¿Qué crees que hago, genio? Te estoy abrazando...

 

--¿Para qué?

 

--Oh, para aplicar la teoría que indica que si abrazas a alguien cuando estás recostado junto a él, puedes activar tus ondas cerebrales y chamuscarle el cerebro con sólo picarle los ojos con migajas de pan y puedes hacer se provoque una combustión presionando el estómago con ambos pies. Por eso te estoy abrazando.

 

--Creí que no conocías el sarcasmo...--Le dijo sonriendo levemente.

 

--¡¿Yo?! ¿Conocer el sarcasmo? ¿Es un país? ¿Una religión? ¿Algún movimiento social? ¿Un personaje famoso?...--Después de haberse irritado tanto, ya bromeaba con el comentario-Eres un idiota...

 

--Si... Espero que eso fuera sarcasmo...

 

Ambos rieron levemente. Después de todo, había algo que los relajaba. Se quedaron en silencio, Shaka comenzó a recapitular sus acciones... De una tonta pelea, ahora estaban durmiendo en la misma cama y abrazados... ¡Dioses! Que raro estaba su día.

El mayor cerró los ojos, no para dormir, sino que se dio cuenta que su esfuerzo dio frutos: Pudo hablar de forma civilizada con el guardián del sexto templo. Sonrió internamente. Ahora podía morir feliz.

 

 

La mañana llegó rápidamente. Unos molestos rayos de sol se colaron entre las cortinas haciendo que el mayor despertara. Se sorprendió al ver cómo Shaka estaba prendido a su pecho con una carita de ángel; se veía increíble. Fingió no despertar en cuanto sintió el movimiento del rubio.

 

Shaka vio a su compañero dormido como una roca, aunque sin sábanas encima, estaba tibio, talvez porque él lo había abrazado toda la noche.

 

--Oye...--Le dijo sacudiéndolo un poco.

 

--...

 

--Despierta...--Un golpecito en el pecho. Al ver que no se movía, se subió encima, como montándolo (Perverted Mind Working XD)--¡Buenos días!

 

--Mmm...--Se removió el otro para quitarse de encima al rubio.

 

--¿Acaso no vas a despertar? Pienso quitarte los intestinos si no despiertas en un minuto.

 

--Si vas a hacerlo, hazlo y déjame dormir. Buenas noches.

 

--Eres todo un caso... Anda, levántate y hazme el desayuno, eres un invitado y...

 

--Por eso mismo-Respondió abriendo los ojos y sentándose, aún con el otro encima-Soy tu invitado y tú eres quien se debe levantar a prepararme algo rico y atenderme a cuerpo de rey.

 

--Ja-ja-ja-Rió sarcástico mientras se levantaba para ponerse las pantuflas y salir-Yo estoy enfermo y débil... Pero ojalá te remuerda la conciencia, la culpa de haber hecho que un enfermo trabajara...

 

--Jamás he sentido culpa de lo que hago, así que no me afectará... Pero creo que tienes razón, yo cocinaré, tú tiende la cama.

 

Se levantó y llevó los platos de la noche anterior al lavadero mientras Shaka recogía todo en la habitación.

 

El mayor rebuscó algo para darle de comer al rubio; algo sano porque aún estaba débil. Encontró fruta picada y yogurt con granola. Para él, había huevos y un poco de tocino. Cuando el Virgo apareció, ya todo estaba puesto en la mesa y un vaso de café era servido.

 

--Mmm... Huevos con tocino... Se ven exquisitos... No te hubieras molestado ¿Eh? Gracias...--Se sentó pero le arrebataron el plato--¿Qué? ¿Por qué me lo quitas?

 

--Tú no puedes comer eso... Aún no... Comerás fruta y yogurt.

 

--¡No es justo! ¡Es MI templo y MI comida! ¡Yo decido qué comer!

 

--... Si ya terminaste con tu rabieta, come...

 

Al ver que no le funcionaba, decidió que era suficiente, por mucho que le ayudó y todo eso, debía respetar las reglas de su templo.

 

--Espera un segundo-Dijo el rubio poniéndose de pie-Aquí hay algo que te voy a aclarar... Pudiste ver algo que nadie más pudo, me ayudaste justo después de haberme humillado, y te permití ciertas cosas en ese momento, la pasamos tranquilamente... Está bien, pero ahora debes saber que yo soy el dueño de este templo y por lo tanto ¡Se hace y se dice todo lo que YO ordene! Y quiero que me des la comida...

 

--Aún con todas tus amenazas-Le respondió comiendo tranquilamente y bebiendo café-No dejaré que comas algo como esto, no aún... Dentro de unos días, quizás pero por el momento, la pérdida de sangre que has tenido debe recuperarse... Deberás ir al doctor y tomar vitaminas... Shion lo sabrá pero lo mantendrá a discreción y seré quien te acompañe, así no tendremos que responder nada.

 

--¡Vaya! ¡Qué considerado!-Dijo sarcástico el rubio-Has trabajado mucho para hacer tu obra buena del día... A mí no me impresiona... Pierdes tu tiempo si crees que caeré con tus majaderías y...

 

--¿Majaderías? ¿Hablas en serio?-Le preguntó poniéndose de pie, frente a Shaka y a un lado de la mesa--¿No te das cuenta que tú eres el niño malcriado aquí? Yo podré ser culpable de muchas cosas, y no me avergüenzo de nada, pero tú eres un pequeño bribón que se quiere hacer pasar por una muñeca de porcelana cuando no es más que un trozo de plástico ridículamente malo. Por eso estás solo... Nadie te aprecia porque no vale la pena...

 

La forma en que lo dijo... Fue suficiente para el menor. Una bofetada se estrelló en su mejilla izquierda. La mirada de Shaka lo decía todo.

 

--Eres un maldito imbécil...

 

Los ánimos estaban muy encendidos, aunque de forma implícita. Ninguno supo cómo, pero terminaron enfrascados en un beso salvaje, demandante y que no parecía algo meramente erótico... Era una especie de lucha en atracción.

 

Cuando terminaron, se observaron por largos segundos. Todo pasó muy rápido, actuaron por instinto pero... Algo estaba seguro: Se gustaban, pero ninguno daría el primer paso en admitirlo abiertamente.

 

--Eres un blondo neurótico...

 

--Tú eres un salvaje primate...

 

Sonrieron levemente, no era una declaración mutua normal y romántica, pero en un lenguaje complicado y abstracto, admitieron que de algún modo, querían tener algo de índole sentimental. Un segundo beso los envolvió aunque más calmado y expresivo.

 

 

 

--¿Qué estará haciendo Shaka? ¿No sabes algo, Milo?

 

--No... Desde ayer que hablé con él en su templo, no lo he visto... Recuerda que pasé todo el rato contigo mi ardiente copito...--Le decía Milo, aún prendido al cuerpo desnudo de su novio.

 

--Jamás vas a madurar...--Rió Camus respondiendo a las caricias-Aunque aceptó que ese traje de conejo te sienta muy bien...

 

--Así me amaste y así moriré... Cuando eso deje de gustarte, ese día... No quiero ni pensarlo...

 

--Ah, Milo... Eres mi adorado idiota...

 

--Me encanta tu ternura...

 

Por los hechos, ambos estaban bien. Una pareja nada convencional.

 

 

 

--Saga, buenos días...

 

--Hola Aldebarán...

 

--Tan temprano y tú afuera haciendo ejercicio... No sabes cuánta envidia te tengo...

Yo apenas escucho el despertador...

 

--Algún día lo lograrás... Nos vemos...

 

--Te invito a desayunar, claro, si no te molesta.

 

--Adelante, no hay nadie en mi templo que pueda hacerme algo comestible.

 

Se fueron directo a Tauro, para comer lo que sería: Una docena de huevos, casi veinte salchichas, un montón de tocino, un cesto de fruta, una jarra de jugo y una de café, mas leche deslactosada porque ambos no toleraban la que sí poseía lactosa. Sin duda, tenían cosas en común que los hacían buenos amigos. Además que un primo lejano de Saga y un primo hermano de Aldebarán se conocían en un Instituto privado en Japón.

 

Cuando terminaron, platicaron un poco de cosas banales, del Santuario, las misiones, los blablabla y blablabla.

 

--...Por cierto... ¿Qué tal tu lista de conquista semanal? He sabido que andas en ciertos apuros...

 

--Algo así... Todo está como siempre, yo voy al pueblo, los chicos me persiguen, me piden citas, tenemos sexo, regreso al Santuario y sigo igual... Lamentablemente, es distinto ahora que estoy enamorado...

 

Lo dijo como sin nada, distraído en sus pensamientos y Aldebarán casi se muere con una uva. ¡Qué indeferencia con su forma de hablar!

 

--Pero quien me gusta no lo sabe... Así que prácticamente no importa... ¿No crees?

 

--Eso es algo... Abstracto... Tus maneras de ver las cosas son... Extrañas.

 

--Quiero que me corresponda... Pero mi vida está...

 

--¿Patas arriba?

 

--Algo así... Sólo Shaka sabe que tan grave es mi problema... Uff... Desearía ser más simple en algunos aspectos...

 

--Saga... Tu confianza no está en tus acciones... Está en tu corazón...

 

--No entiendo...

 

--Si en verdad, estás enamorado... Nada te impedirá ser feliz... Y jamás te arrepentirás de luchar por el amor.

 

--Tienes toda la razón... Buscaré la forma de ser feliz. Bueno, me voy a dar un baño para comenzar mis actividades. Nos vemos y gracias por la comida.

 

Aldebarán lo vio alejarse sin preocupación alguna, Saga ya estaba grandecito como para meterse en aprietos. Aunque alguien que lo ayudaría eficazmente, era Milo. Sonrió pensando en lo que usarían esos dos.

 

 

 

--¿Qué significa esto?

 

--No lo sé pero... Me gusta...

 

--Eres un bruto...

 

--Hace unos segundos, cuando gemías: "Sigue... Ahhh... Si..." No creías que lo era.

 

--Cállate... El beso me sorprendió, eso es todo...

 

--Dile como quieras, Shaka.

 

--Bien... Quiero que sepas que si vamos a ser algo, tendrás que complacerme muy bien. Soy una persona de gustos exigentes.

 

--¿Ah sí? ¿Y quién te dijo que vamos a ser algo?-Le dijo abrazándolo y pegándolo a su cuerpo.

 

La cara de asombro de Shaka le causó risa.

 

--Tranquilo, sólo estaba bromeando... Pero haremos esto del modo correcto.

 

El rubio no entendió las palabras al principio, pero cuando vio lo que hizo el mayor, entendió a la perfección y casi se desmaya.

 

--Shaka de Virgo... ¿Aceptas ser mi novio?-Le dijo el moreno, con su pose de petición de mano.

 

--Eh... Ah...--Hasta tartamudo se quedó de la impresión, y es que jamás creyó estar viviendo ese momento-Yo... Yo... Ah...

 

--Sólo di sí o no.

 

--Por supuesto.

 

--Lo siento, eso no parece en el rango de respuestas aceptadas...

 

--Tonto-Le contestó riéndose junto al otro-Dame un beso...

 

--Todos los que quieras...

 

Comenzaron a besarse abrazados, disfrutando de la sensación. Ni siquiera ellos sabían cómo terminaron así. De una pelea por comida y auto-laceración llegaron a la parte de un noviazgo extraño.

 

Si el final es bueno, todo estará bien...

 

Cuánta razón había en esa frase. Quien fuera el que la dijo, tenía un corazón sabio.

 

 

Sin que nadie pudiera explicarlo, el día estuvo soleado como pocas veces. Los caballeros se extrañaron mucho, porque había llovido el día anterior, pero comprendieron un poco cuando Milo platicó con algunos y mencionó que el amor lo puede todo.

 

Por la tarde, Saga buscó a Milo desesperado para resolver su problema de amor y cuando lo encontró, tuvo que contenerse porque el escorpión estaba hablando con su querido amor platónico. Escondido entre las sombras, escuchó que el otro también le pedía ayuda para declararse a alguien, más el nombre no lo escuchó porque Camus llegó y terminaron perdiendo el tiempo.

 

Tuvo que esperar hasta la noche, y ya ahí, le dijo todo al griego peliazul que escuchó atentamente y después lo abrazó como a su hermano mayor y le dijo que lo tenía todo resuelto porque el caballero que estuvo en la tarde, le confesó que estaba perdidamente enamorado del gemelo mayor. Entonces sólo quedaba hacer unos cuántos movimientos para unirlos feliz y sexualmente. Saga estaba que no cabía en su pantalón de la felicidad. Al fin su vida tomaba buen rumbo...

 

 

*+*+*Tres semanas después*+*+*

 

--¡Shaka! ¡Ya vine!

 

--¡Estoy en la cocina!

 

El caballero llegó hasta donde estaba el rubio y lo encontró con un delantal de manzanitas muy uke.

 

--¿Qué trajiste?-Preguntó Virgo revolviendo el guisado que preparaba.

 

--Umm... Eh... Los resultados del examen y otras cosas... ¿Qué comeremos?

 

--Preparé un guisado de pollo con patatas delicioso, prueba-Le dio un poco en un pequeño platito--¿Te gusta?

 

--Exquisito...--Le dio un beso en la mejilla y se fue al desayunador-Veamos que dicen los estudios.

 

--Te dije que ya estaba repuesto, con tus cuidados es imposible dejarse morir.

 

--Aún así, el que tú te sientas bien, no significa que lo estés. A ver, dice que todo está normal, glóbulos rojos y blancos normal, plaquetas bien, sin trastorno de nada... Muy diferente al de hace veinte días...

 

--Porque ya estoy bien.

 

--Cierto, ahora sí que estás bien...--Y lo dijo recorriéndolo con la mirada.

 

--Eres un pervertido de lo peor...

 

--Me he sabido crear fama... Qué bueno que lo sabes... Ven aquí, quiero algo dulce...

 

--Lo siento pero no puedes comer el postre...--Le respondió entendiendo la idea que el otro le daba-Después le llevaremos los resultados a Shion para tranquilizarlo.

 

Llevaban casi un mes de novios, y a pesar de estar conscientes de lo que significaba el ser pareja, mantenían eso en bajo perfil. En primera, por la salud de Shaka, en segundo porque el mayor esperaba a que fuera algo especial.

 

Platicaron un poco de la dieta que debía seguir el rubio por unos días más. Después pusieron la mesa y comieron. Al terminar, Shaka mostró sus dotes culinarias y le dio de postre un delicioso helado con galletas de chocolate y fruta con fondeú.

 

--Está exquisito... Pero quiero que me digas algo.

 

--¿Qué?

 

--¿Dónde consigues tantas frutas? ¿Cómo compras tanto con lo poco que nos dan de presupuesto mensual?

 

--Mmm... Eso es un secreto...--Le dijo sonriendo-Come el helado o se derretirá.

 

--Shaka, no tiene nada de malo que me digas, creo que tengo derecho a saberlo.

 

--Parece que no me dejarás en paz si no lo digo. Está bien, lo que pasa es que en el pueblo me regalan cosas cuando voy. Si pido medio kilo de algo, me regalan cien gramos más o me dan el doble.

 

--¿Gratis?

 

--Oh no, nada en este mundo es gratis... Lo pago con mi cuerpo-Le dijo con una mirada sospechosa, aunque estaba mintiendo, pero quería ver las reacciones de su hombre.

 

El otro se quedó con la cuchara a medio camino. ¿Escuchó mal? ¿Shaka dijo que pagaba con su cuerpo la fruta?

 

--Creo que aluciné... ¿Qué dijiste?

 

--Que todo lo que tengo en esa nevera es gracias al placer que brinda mi cuerpo...--Al ver como los ojos del otro lo veían extrañado comenzó a reír fuerte.

 

--¿En serio creíste que iba a...?-Tuvo que respirar fuerte porque la risa lo estaba asfixiando--¡Hubieras visto tu cara! ¡Es tan gracioso! ¡Ya no puedo respirar! ¡Ah Dioses! Ya...--Se limpió las lágrimas y tomó un sorbo de jugo-Tranquilo hombre... Es mentira... Sólo quería ver cómo lo tomabas... Si me regalan las frutas pero es porque me llevo muy bien con las señoras y los hijos de los comerciantes. Mucho de esto me lo dan los niños. Son tan especiales y los quiero mucho.

 

--Casi me convences de que eres un sexo servidor... No debes hacer bromas de ese tipo.

 

--Lo siento no lo resistí. Oye, los pétalos ya empezaron a florecer y sólo los árboles faltan por madurar, pero ya les nacieron hojas... Gracias por el apoyo con eso.

 

--Era mi obligación, después de todo, fue un proyecto divertido.

 

--Claro que lo fue, sobre todo cuando recogiste los pétalos marchitos y expandí mi cosmos, regándolos de nuevo... Eso fue increíble.

 

--Si lo fue, más en la parte donde pase tres horas levantando todo.

 

--Ya, no te enojes... Si no te vas a poner feo...--Le dijo haciendo muecas tiernas-Y yo no quiero un novio feo...

 

--Está bien. Por cierto, te traje un regalo.

 

--¿En serio? ¿Dónde está? ¿A qué hora me lo das?

 

--Calma... Te lo daré cuando el momento llegue.

 

--Eres malvado...

 

--Oh si... Una de mis tantas cualidades...--Dijo sonriendo.

 

La tarde transcurrió tranquila, hasta que en el templo de Géminis se oyó un grito emocionado, pero no era del guardián sino de otro compañero. Varios llegaron corriendo, incluido Shaka, para saber que pasaba pero se dieron cuenta que no era nada para preocuparse porque ahí estaban dos caballeros dorados besándose con fervor y a punto de desarrollar una escena XXXXX.

 

Se retiraron, algunos charlando pero se separaron. Shaka entró a su templo y fue a buscar a su novio en la cocina donde lo dejó pero no lo halló. Fue a buscar en su jardín y tampoco estaba ahí. El último lugar era su cuarto. Llegó y creyó que estaría allí pero sorpresivamente no. Resignado, se fue a la estancia para ver un poco de televisión. Ya regresaría.

 

Cuando iba acercándose vio a su compañero en el sillón, sentado, como esperándolo.

 

--¿Qué haces?-Preguntó ingenuamente, acercándose-Te estuve buscando y creí que...

 

Se quedó en silencio al ver que su hombre se puso de pie y le entregó un paquete pequeño.

 

--¿Qué es...esto?

 

--Te dije que tenía un regalo para darte y helo aquí.

 

--Esto es...--Dijo admirando los detalles de la envoltura-Es... Dioses, no te hubieras molestado...

 

--Ya, ya, como sea, ábrelo para ver si te gusta.

 

--Claro-Se sentó a un lado del otro y destapó el regalo sin importarle el papel.

 

No se esperaba lo que había.

 

--¿Te gusta?

 

--Me fascina...--Lo dejó sobre la mesa de centro y abrazó a sus compañero-Muchas gracias... Está precioso pero siento mucho que no tengo nada para darte...

 

--No importa, no celebramos nada pero quería dártelo de todos modos. En cuanto lo vi en el aparador, pensé en ti y lo compré. Que bueno que te gustó.

 

--Si...--Se quedó pensativo un momento pero recordó que sí tenía algo para entregarle, y de seguro le iba a gustar--¿Sabes? Creo que sería bueno comer un postrecito antes de cenar...

 

El mayor no entendió nada.

 

--Hoy te voy a dar un pequeño reconocimiento por la honorable labor de cuidarme en estos días...--Comenzó por acostar al otro en el sillón mientras le desabrochaba la camisa.

 

Shaka estaba decidido a entregarse completamente a ese tipo. Quizás si dos meses antes, alguien le hubiera dicho que terminaría enamorado de su enemigo, se habría echado a reír.

 

--Shaka que...

 

--Shhh...--Lo calló con un beso-Disfrútalo tanto como yo...

 

El mayor ya no contestó.

 

El rubio estaba sobre él, de piernas abiertas y sólo con una delgada playera de algodón blanca, y una bermuda corta de cuadros. Se veía tan hermoso con sus ojos encendidos por el deseo y su largo cabello dorado cayendo tan angelicalmente por su espalda y acariciando sus piernas; su piel blanca contrastando con la propia... Terminó de sacarle la camisa y le desabrochó el pantalón lentamente, mientras observaba sus pectorales.

 

--¿Sabes? Me fascinan los chicos que se ven increíbles sin camisa y tú estás más allá... Umm... Al parecer a alguien la naturaleza lo premió con muy buenos dotes-Le susurró en el oído, lamiendo su lóbulo y acariciando su entrepierna por encima del bóxer.

 

Llegó su turno de actuar, porque no se iba a quedar como saco de papas, observando que el rubio hacía todo el trabajo. Se logró sentar, dejando a Shaka aún sobre él y comenzó a quitarle la playera, después acarició la fina piel mientras besaba el cuello hindú y comenzó a meter sus manos por debajo de la bermuda para sobar su trasero. Virgo se aferró a él y movió sus caderas, insinuándose, excitando al otro como imaginó tantas veces que lo haría, y vaya que dio frutos su esfuerzo. Su compañero gemía y se volvía más rudo en su trasero. Pero ambos querían más... Shaka regresó a la boca de su hombre y descendió por el cuello, el pecho y se detuvo en los pezones, jugó con ellos hasta tenerlos erectos y siguió bajando, el ombligo quedó atrás y Virgo ya estaba con una carita inocente, muy sugestiva, arrodillado en el piso a punto de complacer a su compañero aunque éste casi eyacula al ver las manos del rubio tan cerca de su hombría.

 

Con delicadeza, tomó el pene del mayor y lo liberó del encierro, lo palpó para grabar su textura y lo caliente que estaba; miró una vez más al otro y comenzó a jugar con la punta, daba pequeños lengüetazos que parecían lamidas para su compañero. Lo metió poco a poco y cuando lo tuvo dentro de su boca, lo más que pudo, escuchó gemir fuerte. Estaban en la sala y cualquiera podía pasar pero les valía gorro. Unas manos comenzaron a controlar el movimiento de su cabeza para ir más rápido, presintió cuando los espasmos indicaban lo que seguía pero él quería eso en otra parte así que sensualmente se puso de pie y se bajó la bermuda, con ropa interior, para quedar desnudo y a merced del mayor.

 

El otro entendió y comenzó por tomarlo con sus labios así como estaba de pie. Lo llevó a su límite igual que sintió él y metió dos dedos en la boca hindú para comenzar a jugar con una entrada que esperaba ansiosa por él. Después para estar más cómodos, recostó al Virgo en el sillón y abrió sus piernas lo más que pudo. Llevó su boca a ese orificio tan rosadito y limpio que sería tomado y comenzó a lubricarlo con su lengua, es que ya no resistía...

 

Shaka estaba en el duodécimo cielo. Esa lengua hacía maravillas ahí y él sólo podía gemir y sollozar de placer. Cuando lo creyó conveniente, su compañero lo tomó de nuevo en brazos, se sentó en el sillón y lo puso sobre él.

 

--Shaka... Móntame...

 

--Jamás conocerás a un jinete mejor que yo...

 

Obedeció y se auto-penetró. ¡Dioses! ¿Cómo es que estaba vivo todavía? Eso que se estaba metiendo lo iba a partir en dos... Demasiado volumen para un espacio tan reducido... Dolía y gustaba.

 

--Ahhh...--El gemido se mezcló.

 

--Muévete...

 

--Si, mi semental...

 

El movimiento, fue despacio en el principio pero luego se incrementó hasta hacerse incontrolable y los gemidos resonaban candentes en las paredes.

 

Ya no tenían control pero ambos estaban en la gloria, Shaka impulsando con sus rodillas sobre el sillón y el otro ayudando a las caderas con sus manos. Sin dejar de besarse y tratar de fundirse en un abrazo.

 

De pronto, tocaron ese punto de placer tan especial que la pasión creció doblemente y el sudor corría más fluidamente. El moreno llevó una de sus manos para complacer a Virgo y con a penas unos toques, el menor obtuvo su orgasmo... Fue como una explosión interna. Apretó inconsciente las piernas y por ende su orificio apretó el miembro que irrumpía furioso, causando el orgasmo de su compañero. Ambos vieron el cielo.

 

--¡¡AAAAHHHH!!

 

--¡Shaka!

 

El moreno se recargó sobre el respaldo y Shaka sobre él. Estaban exhaustos.

 

Tranquilizaron su respiración un poco y siguieron besándose.

 

--¿Te gusto mi regalo?

 

--Me encantó-Respondió casi sin aliento-Te juro que ni mil regalos como el que te traje se comparan con lo que me diste...

 

--Gracias...--Lo besó con ternura.

 

Siguieron besándose unos momentos mientras el calor de ambos se conservaba gracias al cabello de Shaka.

 

 

--¡Shaka! ¡Amigo! ¡Tengo que decirte que...!-Saga fue interrumpido por unos gemidos en la sala del sexto templo.

 

Después de haberse declarado a su ahora novio, fueron juntos corriendo para contarle al hindú que siempre estaba al pendiente. Pero cuando llegaron, se dejó escuchar unos murmullos y luego esos gemidos que excitaron a ambos caballeros, y aunque quisieron quedarse viendo, mejor se retiraron porque la privacidad era importante.

 

--No puedo creer lo que vi...

 

--Ni yo... ¿Qué ellos no se odiaban a muerte?-Preguntó el compañero del griego mientras se sentaban en las escaleras.

 

--Eso creía, o al menos hasta donde Shaka me dijo pero al parecer arreglaron sus diferencias y aunque me sorprende, si eso los hace feliz, creo que está bien.

 

--Tienes razón. Yo también me alegro mucho por ellos.

 

 

El calor se disipó y el aire vespertino se coló para avisarles que buscaran una sábana.

 

--Vamos a la cama... Comienzo a enfriarme...

 

--Yo sé un modo efectivo de mantenerte caliente...--Le susurró sensualmente a Shaka.

 

--Pervertido...

 

Se levantaron de ahí, desnudos, y llegaron a la habitación del rubio para encerrarse por el resto de la tarde y la noche.

 

 

Milo platicó con Camus, acerca de lo bonito que salió en las fotos de sus mascotas y que ahora iba a hacer un cosplay de gatito para celebrar su aniversario y quería ver al francés vestido de jardinero o una princesa del hielo... Un chichón en la cabeza fue la contestación a esas insinuaciones. Luego se reunieron con la nueva parejita que andaba muy romántica y floreciente. Hablaron del momento en Virgo y Camus terminó por contar lo que en realidad estaba sucediendo. Todos se quedaron estupefactos por semejante revelación.

 

Y si, después el rumor se corrió y todos supieron lo que había entre los dorados. Nadie lo podía creer al principio pero después de unos meses, se volvió normal.

 

Quizás nadie lo comprendiera del todo, talvez no fueran tan parecidos, quizás era una locura, pero al menos, estaban juntos y a pesar de ser opuestos, el amor los atrapó, haciendo que sus almas se unieran para siempre...

 

 

 

 

EPILOGO

 

 

 

--Polos opuestos se atraen... Quien sea el que lo dijo, era todo un sabio.

 

--Lo sé...--Respondió Shaka viendo los pétalos de su jardín mientra abrazaba al mayor--¿Sabes que más sé?

 

--¿Qué sé que sabes?

 

--Tú sabes que yo sé que sabes que yo te amo-Le dio un beso.

 

--Y yo a ti...

 

Tiempo después, organizaron una fiesta con la asistencia de todos los caballeros para informar que Saga había pedido en matrimonio a su novio. Fue una algarabía total en el Santuario. Pero hubo otro anuncio... Shaka avisó que también se casaría pero que por razones de fuerza mayor, tenía que ser antes que Saga, porque no le gustaría vestir una túnica tres tallas más grandes. Nadie entendió en el momento, pero un sobre con los resultados médicos hizo que Saori dispusiera un mes después, la campiña francesa para celebrar el enlace. Y muchos meses después un par de gemelitos alegró la vida en el Santuario. Claro que también los acompañaron unos mellizos geminianos y otros más que surgieron por ahí, dando inicio a  una nueva orden de santos... Pero esa es otra historia...

 

FIN

Notas finales:

*Lo del semental, lo escribí ya medio-dormida y acordándome de las jaladas que dice un compañero que quiero mucho...

 

El regalo que le dieron a Shaka, fue una esfera musical muy linda con un angelito dentro.

 

El novio de Saga, se los dejo a la imaginación XP. Sé quien es, pero... Bueno, se los digo. El novio de Géminis es Misaki... Ejem, digo Aioros... XD. La pareja no me llama pero aquí me pareció buena.

 

¿Quién es el novio de Shaka? Hay dos partidarios, Kanon y Death Mask, bueno, al principio fueron ellos dos pero elegí a uno y terminó siendo... [Ending iniciando XD]

 

[Ending finalizado]

 

El novio de Shaka es...

 

Mmm...

 

No lo recuerdo...

 

¿Cómo era?

 

Umm...

 

Boku ga tonde misetara tsudzuite kureru kana

 

Oh, Kakei...

 

Hiruma eres muy sexy...

 

¡Ah! Visitaré aino-fansub hoy...

 

¿Qué estaba poniendo?

 

¡Cierto! ¡Lo de Shaka!

 

Tranquilos...

 

El novio del rubio es...

 

¿No es rubio natural?

 

¡No importa entonces!

 

¡Olvídenlo!

 

Su novio, ahora esposo, terminó siendo el peliazul.

 

¡Ah, los dos son peliazules! Perdón...

 

Si, bueno... Su novio es...

 

Está bien... Esposo, su esposo es Death Mask... ¿Contentos?

 

El ending es Innocence de 20th Century y es parte del OST de Eyeshield 21.


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