Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Love Lust. por kya nya

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Es la secuela de Hidden Lust, donde Uruha explica.

(WAFF).

Notas del capitulo:

¡Hola de nuevo!, en mi pasado shot, varias se quedaron con ganas de la explicación de Uruha, y yo también tenía ganas de seguirle, así que lo hice y ésto fue lo que salió.

Aquí uso varias cositas que en mi vida he escrito, así que espero su crítica sobre ello ^^.

Gracias a las lindas personitas que dejaron reviews en el pasado ^^.

Ya les dejo leer, nos vemos abajo.

 

Uruha Pov.

 

Hacerlo con ese par fue excitante, pero yo quería que estuviera Aoi para hacerlo con él… No dejaría que nadie me “tocara” sino él. Pero cuando lo vi, mirando nuestra escena, se me heló la sangre, aunque no me trató mal, me sorprende… Ya averiguaré porqué.

 

Después de lo que pasó en casa de los otros dos, el resto del día pasó un poco tenso. Sabía que Yuu no estaba enojado, me trató de lo lindo cuando me vio, pero lo noto serio conmigo.

Casi para marcar las 8, decidió que lo mejor era regresar a nuestra casa… pero el camino fue muy… Silencioso, salvo algunas palabras que yo le dirigía, pero de él hacia mi, nada. Estoy pensando que tal vez se sintió conmigo, no es para menos.

Después de casi 40 minutos de tortuoso camino, llegamos a casa.

 

-           ¿Quieres algo de cenar? –le pregunté- No comiste nada con los chicos.

-           No, estoy bien, gracias –caminó hasta el living donde se quedó viendo la programación.

 

Aunque no quiera decirme, yo se que tiene hambre. Por eso le preparé algo para más tarde… así podría comer mi antojo.

 

-           Yuu –le llamé desde la cocina. Debíamos hablar.

-           ….. –sin respuesta.

-           ¡Yuu! –insistí, pero otra vez se quedó callado. Opté por ir yo al living- ¡Que te estoy hablando –chisté parado frente a él.

-           Si escuché.

-           ¿Por qué no contestas?

-           ¿Qué fue lo que hicieron allá? ­-¡vaya!, se tardó en preguntar- Y no estoy obviando la respuesta –sé a lo que se refiere.

-           No lo sé, ¿Por qué te acercaste en vez de gritarme o insultarme? –sinceramente eso me tenía contrariado.

-           Jamás haría semejante cosa, lo único que pasó por mi mente al verte, fue que ya no querías estar conmigo –no está enojado, no me grita, solo quiere saber la razón. Y por el amor que le tengo, no se la voy a negar.

-           Tonto ­–sonreí y me senté a su lado- ¿Cómo puedes pensar tal cosa?

-           ¿Qué pasó? –preguntó mirándome, pero ahora tenía un mirar más tranquilo.

-           Pues Akira me propuso que nos folláramos al enano –la cara de Yuu se desencajó.

-           ¿Akira? ¿y desde cuándo comparte al chibi?... ¡momento!

-           ¿Qué pasa? –estoy por no aguantar reírme de su cara de asombro.

-           ¿Por qué aceptaste?

-           Porque me calentaron y no estabas tú –su cara fue de total confusión- Si, ellos se empezaron a besar y meter mano, entonces me calentaron, pero te puedo asegurar que nadie tocó tu… “pertenencia” ­–suspiró

-           Está bien, te creo… -dijo pensativo.

-           ¿Y ahora que pasa?

-           Me dio hambre.

-           Pues a cenar –le sonreí con cariño.

-           Pero no ese tipo de hambre –se acercó a mi acorralándome en el borde del sillón- El recordarte sin ropa y preocupado por mi… me pone… “Kou-chan”… -susurró sobre mis labios.

 

Fin Uruha Pov

 

El castaño entendió perfectamente la indirecta de su novio, y sin esperar más, tomó aquellos carnosos labios que lo llamaban a jugar. Los poseyó como si fuese un lobo hambriento y ésta la primera vez que lo hacía. El pelinegro lo tomó por la cintura y lo acercó más a él, pasó su lengua por la cavidad del otro, saboreó cada rincón, recordando cada centímetro húmedo ahí dentro, degustando su lengua de manera cariñosa y a la vez libidinosa.

El castaño no quiso quedarse atrás. Sin esperar más tiempo pasó sus brazos alrededor del cuello del morocho, ahora mordiendo sus labios. El pelinegro por su parte comenzó a acariciar sutilmente aquella pequeña cintura que lo volvía loco.

 

-           Mmmmm… Yuu, vamos a la cama –le hablaba entre besos.

-           Peroaquí está bien –ahora se disponía a atacar su cuello.

-           No, el sofá es incómodo.

 

Dicho esto último, el pelinegro tomó a su amada pareja de manera nupcial.

 

-           ¡Yuu bájame! –chillaba el alto.

-           No, te queda lindo el papel de novia –rió por lo bajo y el otro se sonrojó… Pero ese comentario parecía que iba más allá.

-           Idiota –susurró.

 

Al llegar a la habitación el pelinegro tendió al menor sobre la cama de manera delicada, y lo besó profundamente posándose sobre él.

Tocó cada centímetro de piel por sobre la ropa, esa calida textura de su amante le encantaba, aquel calor que emanaba del menor le gustaba… Amaba todo de él.

 

-           Shiroyama, no quiero tener sexo contigo –dijo serio.

-           ¿Eh? –se expresó confundido.

-           Eso, no quiero sexo… Quiero que me hagas el amor –estaba demasiado cariñoso.

 

Al escuchar estas palabras, Yuu no pudo evitar sentirse dichoso y feliz. Se acercó a Shima, y tomándolo por el rostro, le besó con cariño, recorriendo esos perfectos labios que adoraba poseer.

 

-           Te haré el amor hasta el cansancio mi vida.

-           Te amo.

-           Y yo a ti.

 

Aoi aprovechó para bajar al cuello del castaño y degustarlo con devoción, mientras éste otro acariciaba su espalda delicadamente, delineando aquella figura sobre él.

El morocho comenzó a despojar de su ropa al menor. Comenzó por quitarle la estorbosa remera. Besó su pecho, aproximándose a sus rosados botoncitos, lamiendo y succionando el izquierdo al tiempo que apretaba el otro con su mano.

 

-           ¡Ahh Yuu!... mmmm…

-           Amor… mmmm… ¿te gusta?

-           Mmmmm… S-sí bebé.

 

Aoi siguió su camino hasta el vientre del castaño. Pasando por el ombligo, donde se dedicó a probarlo, introduciendo su lengua, y jugando alrededor de él. En esto estaba, mientras desabrochaba el pantalón del castaño e introducía su mano para masajear su miembro.

 

-           ¡Ahhh!, sí Yuu… M-más.

-           Tranquilo cariño…

-           Mmmmm… Se s-siente bien… ¡Ahh!

 

De una le quitó el pantalón dejándolo en bóxer solamente. Se levantó de sobre él, obteniendo un quejido por parte del menor, ¿la razón?, su pausa de caricias, más el mayor no dijo nada, tan solo se limitó a desnudarse casi completamente, pues se quedó con su ropa interior. De nuevo se acostó sobre su castaño y quedó mirándolo… Era perfecto. Lo besó tiernamente, pero el menor quería más, así que con un rápido movimiento dejó al mayor bajo su cuerpo. Con desesperación le besó y rápidamente pasó a su cuello, el cual lamió y siguiendo un camino de húmedos besos llegó hasta su parte íntima. Presionó sobre la ropa interior.

 

-           ¡Ahh!, Takashima, ¿q-que ha-ces?

-           Quiero jugar un rato mi vida –le sonrió con malicia.

-           Mmm… Ahh… ¿Qué tipo de juego? –preguntó sobreexcitándose, Shima ahora tenía su mano dentro de la ropa interior.

-           Ya verás… -le guiñó el ojo.

 

Comenzó a masturbarlo, primero despacio. Los gemidos del mayor no se hicieron esperar y ahora el sobreexcitado era Shima, quien si poder evitarlo, llevó su mano a su propia intimidad y comenzó a masturbarse sobre la ropa.

 

-           Ahh Takashima… mmm si…

-           Mmm Yuu… Ahh, g-gime…

-           Más m-más… ahh… lo haces b-bien…

-           ¡Ahh! Yuu… ¡Ahhh!...

-           Mmm… Sh-shima… mi… a-amor…

-           Aoi… ya no… ahhh…

 

El pelinegro ayudó a su pareja a masturbarse, metiendo la mano a su bóxer. Ahora era mutuo, recibían placer del otro.

Continuaron con esas caricias, cada vez más rápidas. Al borde de la locura… al borde del placer pleno.

 

-           Nhhh… Yuu… tu m-mano esta-a fría mmm…

-           ¿En s-serio? –sonrió- Ahh Uruha… más rápido mi v-vida…

-           Ao-aoi mmm… me gusta… más… ¡Ahh si!

-           Nene… dame m-más… -dicho esto, aunó su otra mano para tocar los testículos de su amante y presionarlos

-           ¡AHHH! ¡Yuu!... mmm… ¡ya! ¡ya no pu-puedo!... Ahhh…

-           Es-pera… ¡Ahhh Shima!... de-detente…

 

El castaño omitió esa orden, pero el otro quería que se cumpliera, así que justo antes de venirse, Yuu retiró ambas manos de sus interiores y rápidamente colocó al menor bajo él.

Se posó entre sus piernas y embistió, produciendo un roce perfecto entre ambos penes.

 

-           Ahh… a-amor mmmm si, más…

-           S-shima, córrete amor… mmmm ahhh… hazlo…

-           D-dame más… fuerte ahhh…

 

El pelinegro continúo embistiendo sobre la ropa, esa extraña sensación que obtenían se sentía bien. El roce de sus intimidades sobre la ropa. Palabras de amor de uno a otro. Caricias que iban y venían.

 

-           ¡Yuu!... ya no a-aguanto ahhh… -gimió fuertemente abrazando el cuerpo del mayor.

-           Shima… ­-soltó en voz baja.

 

Ambos con un ronco gemido se corrieron. Ahora los dos mojados, aún excitados, buscaban la rápida manera de sentirse satisfechos.

 

-           Aoi-shi –sonó una melosa voz- quiero más ­–sonrió con lascivia.

-           ¿En serio? –le siguió el juego- ¿Y qué es lo que quieres? –besó su cuello.

-           Mmmno lo sé… tal vez… -de nuevo quedó sobre el pelinegro jugueteando con sus manos sobre su pecho, pasándolas por todo su torso, hasta llegar al filo de la ropa interior, la cual quitó rápidamente.

-           Cariño, ¿qué haces?

-           Te lo dije, ¿no?, quiero más… -tomó el miembro del pelinegro masajeándolo suavemente, mientras el otro se dedicaba a gemir de manera queda.

 

Uruha presionaba el pene del mayor, haciéndole sentir aquellas corrientes de placer… Pero no era suficiente para ninguno de los dos.

Sin aviso alguno, metió su pene a la boca, lamiendo, saboreando aquella esencia antes botada, excitándose aún más de lo que estaba.

Lo masajeaba de la base, mientras lamía toda la extensión, perdiéndose en aquel sabor salado. Se detenía en la punta y succionaba…

 

-           T-takashima ahhh… mmm s-si…

-           Mmm… tu sabor me sigue gustando…

-           De-deja de hacerlo…

-           ¿Quieres que me detenga? –preguntó de manera inocente, lo cual ponía más al mayor.

-           S-si –decía sosteniendo los hombros del castaño, quien ahora acariciaba suavemente su glande.

-           ¿Seguro?

-           Mmm, Uruha… ¡Ya! Mmmm… d-deja…… ¡AHHHH! –soltó un gemido notablemente audible, pues su novio ahora no solo lo masturbaba y lamía su miembro, sino que también su dedo meñique se encontraba de intruso en su uretra, penetrándolo de a poco.

-           ¿Te gusta? –preguntó el cuerpo sobre él.

-           Mmm… d-duele… ah…s-sácalo...

-           Es estrechito… -dijo con un pucherito, pero no sacaba su dedo, al contrario, seguía penetrando ese pequeño canal.

-           T-takashima… ahhh… mmm… ¡ya d-deja!

 

Uruha se percató que Aoi empezaba a disfrutar esa pequeña intromisión en su pene, así que apresuró un poco el vaivén con su dedo, lo metía y sacaba con cuidado pero a la vez rápido.

 

-           Mmm ahhh… Uru mmmm si… -el nombrado se limitó a sonreír- ¡Ahh! Ya, no… ¡Nhhhh! –Uruha sacó su dedo, Aoi estaba por correrse. Así que tomó su pene para masturbarlo de nuevo con su boca, hasta que el pelinegro no pudo más y se corrió en la boca de su novio.

-           ¿P-por qué hiciste e-eso? –acotó agitado.

-           ¿No te gustó? –fingió tristeza.

-           Me dolió patito…

-           Lo siento –subió a besar sus labios- Aoi-shi… aún te necesito.

 

Aoi sonrió y besó a su pareja de manera fugaz para pasar a su cuello, recostándolo bajo él.

 

-           Yuu –susurró el castaño.

-           ¿Qué pasa amor? –preguntó acariciando su cabello con suavidad.

-           No seas brusco esta vez, ¿si? –Aoi le dedicó una sonrisa, aunque un poco extrañado ante la petición.

-           Claro amor…

 

Volvieron a besarse. Aoi pasó sus labios al pecho del otro lamiendo, bajando rápidamente a la intimidad de su amante, quitando aquella única prenda que quedaba, para así propinarle lametadas en toda su extensión.

Lamió sus propios dedos para lubricarlos; metió el primero en la entrada del castaño, quinen se contrajo.

Para distraerlo, comenzó a masturbarlo, metiendo el segundo dedo, haciendo gemir débilmente al sometido, quien mantenía los ojos cerrados y agarraba la sábana en sus puños.

 

-           ­mmmmm… Yuu, a-apúrate…

-           Tranquilo nene… debo prepararte –comentó besando la punta de su pene.

-           Mmm... s-si…

 

Aoi prosiguió con su trabajo de preparar al menor ahora con tres dedos dentro… En minutos, Uruha se encontraba gimiendo fuerte y arqueando su espalda. Ya estaba listo.

 

-           Cariño, voy a entrar –el castaño asintió rodeando el cuello del pelinegro y levantando sus caderas para hacer fácil el acceso.

-           ¡Ahh! A-amor… nhhh…

-           ¿Te d-duele?

-           N-no, s-sigue, lento ahhh…

 

Siguió con su tarea de hacerlo despacio, algo le decía que debía hacer caso a lo que su pareja le pidió… “hazlo con suavidad”… Y así lo hizo, hasta que quedó completamente unido al amor de su vida.

Esta ocasión debía ser especial… al fina le daría una sorpresa al castaño. Cuando Uruha se acostumbró por completo, Aoi comenzó con estocadas suaves, haciendo sentir en las nubes al de abajo.

 

-           Y-yuu, ve un p-poco ahhh más ra-rápido nhhhh…

-           Lo q-que pidas mmmm… -aceleró el ritmo.

-           Mmm… ahhh mi v-vida ahhh… más…

-           No desespe-res ahhh…

-           Me encantas –gritó- Shiroyama, m-me en-cantas ahhh…

-           Eres p-perfecto nhhh… Shima…

-           Te amo mi… ¡ahhh!... mi vida…

-           Te amo Shima…

 

Tras esa pequeña frase, ambos se besaron. Seguían en ese vaivén, Uruha le ayudaba empujando sus caderas.

Cambiaron posiciones, ahora el menor sobre Aoi, se auto penetraba rápidamente de manera suave al tiempo que se masturbaba.

 

-           Ahhh… Ahhh… -gemía.

-           S-shima mmmm… -profundizó más en el otro, empujando su cadera y ayudando al castaño con su pene.

-           Ahhh... Aoi… ra-rápido… ¡Ahhh dale!

-           Mmm ahhh… Shima ahh…

-           Yuu… ahhh… ya casi lle-llego…

-           Y-yo igual nhhh…

-           AHH AOI… MMM AOI…

 

Ninguno aguantó mucho más, por enésima vez en lo que llevaban de pareja, Aoi botó su semen dentro de Uruha, al tiempo que éste lo hacía entre su mano y la de su novio, quien llevó la suya a su boca y probó de aquella sustancia blanquecina.

 

-           Delicioso.

-           Yuu –dijo soltando al aire.

 

Kouyou se dejó caer cansado sobre el cuerpo de su amante. Había sido una sesión muy buena.

De los tres años que ya llevaban juntos, esta sin duda había sido la mejor.

Yuu salió del interior del otro, acomodándolo junto a él, pensando en las palabras correctas para decir aquello planeado dos semanas antes.

 

-           ¿Yuu?

-           ¿Qué pasa Kou-chan?

-           Tengo hambre.

-           Yo igual, ¿vamos a cenar algo? –preguntó incorporándose… se lo diría en la cena.

-           Está bien –dijo acariciando su pancita… él igual buscaba un “sermón” apropiado para decirle a Yuu aquello que había descubierto hace dos semanas.

 

Ambos se pusieron su ropa de dormir y salieron a la cocina, donde Uruha había dejado previamente la comida.

Se dispusieron a hacer lo obvio con aquello, lo dos nerviosos por la reacción del otro, sin saber que estaban en las mismas condiciones.

Hasta que el mayor decidió soltar su “discurso”.

 

-           Shima

-           ¿Mmm? –preguntó mirándolo.

-           Amor, ¿me quieres?

-           No –tomó la mano de Aoi- Te amo –le sonrió.

-           B-bien… ehh… -seguía con aquel nerviosismo.

-           ¿Qué pasa Yuu? –preguntó riendo por la actitud del otro.

-           Esto... ¿estarías dispuesto a pasar tu vida conmigo?

-           Totalmente mi amor –se lo dijo mirándole a los ojos para transmitirle todo lo que sentía.

-           Entonces, espera... –corrió al cuarto a buscar aquella cajita de color negro y volvió al castaño, hincándose a su lado- Entonces –puso la cajita frente a Uruha, abriéndola- ¿Te casarías conmigo?

-           Yuu… -sus ojos comenzaron a humedecerse. Estaba feliz, era parte de lo que les faltaba- Yo… sí, sí quiero –sin más Aoi puso aquella argo en Uruha y éste se aventó a sus brazos- También quiero decirte algo…

-           ¿El qué? –preguntó separándolo de sí, pues su tono había sido serio- ¿Shima?

-           ¿Te gustan los niños?

-           ¿Qué? ¿por qué preguntas eso? –lo miró confundido.

-           Solo responde.

-           Pues sí, me agradan, en un futuro me gustaría adoptar contigo –le sonrió.

-           No hará falta adoptar –el morocho quedó con una cara de cero entendimiento.

-           ¿Por qué? ¿no quieres hijos?

-           Si, los quiero.

-           Entonces –su cara ya no podía reflejar más confusión.

-           Es que... No hará falta… porque… yo… tengo dos semanas de gestación –miró al otro que seguía hincado.

-           ¿Qué has dicho?

-           No me hagas repetirlo –bajó el rostro.

 

Aoi por su parte, sintió algo crecer dentro de sí, una extraña calidez que le hacía sentir bien. Se acercó al alto, postrando sus manos en su vientre.

 

-           Hola pequeño –le habló al la plana barriga del otro, para después mirar a Shima- Ahora si, no falta nada –sonrió.

-           No, ya nada.

 

Se miraron para fundirse en un hermoso beso, tierno y suave, sin segundas intenciones.

Ahora, lo tenían todo, la felicidad estaba de su parte… se casarían, y esperaban a un bebé no planeado… pero sí deseado… aquel producto de ese par que tanto cariño se tenían.

Un producto de la lujuria… con amor.

 

Notas finales:

Les dije que no había utilizado algo, y pues es el MPreg. La verdad me encantan, y quise intentarlo en algo pequeño =_=.

Pero ustedes digan, ¿qué les ha parecido? o.o

Gracias a quienes se tomen el tiempo de leer a esta escritora de pacotilla XDD.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).