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Be my love por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Se nota que no leyeron mis notas, ¡¡sí les aclaré que está basada en el dorama de Mi adorable SamSoon!! Hasta en el Disclaimer dice XD Por eso hacía tiempo que tenía esta idea rondándome por la mente, jajaja. Dejando eso de lado, ¡gracias por los reviews! La verdad es que no esperaba que mi loco fic tuviera tanta aceptación, jejeje, y lo que más me animó es ver a lectoras que ya me han seguido en otros fics!!. Por eso aquí les traigo la continuación. Comienzan mis vacaciones, pero estaré ocupada consiguiendo trabajo y yendo a un intersemestral, ya que sólo me queda un semestre para terminar la carrera, wiiii!! Les dedico el capi a quienes se tomaron la molestia con sus comentarios, y sin más de mi parte, pasen y que disfruten el fic: ¡¡a leer!!

 

Dedicatoria: Danish (el primer review!!), Pikacha, neko-aida, Yoru, Temari303 (gracias por la felicitación de cumple), Cassiel, Dark Haru, mechincha, sayukimi (prometo buscar tu fic para leerlo, jeje), David Yamaka, belfan_95, nayri, SpicaDice (gracias por las felicitaciones), lobo512 (no creo tener día fijo, pero ya tengo la mitad del fic escrito, jeje), saruno88, Allena_star, eminahinata, Itzel, Serphyria Uchiha (no me dijiste fecha, pero felicidades y ojalá que te alegre la actualización n.n), Saya_Misaki (jeje, gracias! Aunque no creo que lo necesites, escribes muy bien XD), natsu y yume-chan.

 

Disclaimer: La serie de Naruto y el dorama de SamSoon pertenecen a sus respectivos autores, de lo contrario la primera sería yaoi y del segundo hubiera habido menos escenas con la ex novia.

CAPÍTULO 2: SINCERIDAD CON ALCOHOL

 

Él es... sincero

 

Habían pasado dos semanas desde que Naruto comenzó a trabajar en Sharingan. En ese tiempo se ganó el respeto de Haku, la amistad de Temari, Kiba y Shikamaru, la antipatía de Karin y, lo que más llamaba la atención del personal, la extraña rivalidad que parecía tener con su jefe.

-Grr, ése teme -se quejaba mientras batía una mezcla-, sólo le gusta hacerme la vida miserable.

-Es raro que Sasuke-sama se comporte así -dijo su asistente-, puede que sea muy serio, pero en general es amable.

-Seguro sólo es una fachada para engañar a los demás.

-En serio te desagrada, ¿verdad? -rió al ver su puchero

-Naruto, nos llaman -llegó diciendo Gaara-, parece que alguien quiere felicitarnos.

-Bien, enseguida voy.

 

Temari los llevó hasta una mesa donde una pareja les agradecía por la deliciosa comida y el exquisito postre.

-¿Qué tal lo está haciendo? -preguntó Sasuke refiriéndose al rubio

-Yo diría que excelente -contestó su gerente-. El número de clientes que vienen sólo por los postres ha aumentado. Además, hace buena mancuerna con la cocina de Gaara. Temari me platicó que en sus años de escuela eran los mejores en sus respectivas áreas.

-Mmm... Lástima que su carácter deje mucho que desear.

-A mí me parece un chico agradable, un poco escandaloso, pero muy enérgico. Sabe caerle bien a la gente.

-Seguro sólo es una fachada para engañar a los demás.

Al parecer ambos pensaban igual con respecto al otro.

 

Faltaba poco para cerrar. Quedaban unos cuantos clientes. Fue en ése momento que llegaron dos muy particulares.

-Bienvenidos a Sharingan -saludó Matsuri-. Ahh, hola, Kankurou-san, Lee-san.

-Qué tal -dijo Kankurou-. Vinimos por mis hermanos.

-Claro, les avisaré. ¿Mientras esperan les gustaría pedir algo?

-Yo quiero un pedazo de pastel de moka -sonrió Lee

 

En la cocina ya se encontraban guardando los ingredientes que sobraron y lavando los utensilios.

-Naruto-senpai, se nos acabó el vino blanco.

-Iré por unas botellas, las vamos a ocupar para mañana.

El rubio iba caminando cuando oyó un grito.

-¡Hola, Gaara-kun!

Con curiosidad fue a ver y se encontró a un pelinegro con grandes cejas abrazando fuertemente a su amigo, el cual tenía las mejillas levemente sonrojadas.

-Lee, me lastimas.

-Jejeje, disculpa.

-Un día me lo vas a matar -reía Kankurou, luego reparó en unos ojos azules-. Disculpa, ¿nos hemos visto antes?

-Ah, es Naruto -presentó Gaara-, mi amigo de la Escuela de Gastronomía, ¿lo recuerdan?

-Claro, el chico hiperactivo que te volvió más sociable.

-¡Sí! ¡Con razón el sabor del pastel se me hacía familiar! -sonreía Lee- Qué gusto verte, Naruto-kun.

-Igualmente, Kankurou-san, Lee -hizo una reverencia

-Vamos, no recuerdo que fueras tan educado -se burló el mayor

-Es porque hay un teme que dice que debo ser amable con los clientes y blablabla -se quejó

-Debemos regresar a la cocina -dijo Gaara, porque ya estaba bastante nervioso debido al abrazo

-Lee, suéltalo, recuerda que está trabajando.

-Oh, lo siento, Gaara-kun. Aquí los esperamos.

 

Antes de llegar a la cocina, el ojiazul lo detuvo.

-Gaara, él... todavía estás enamorado de él, ¿verdad?

El pelirrojo agachó la cabeza y asintió.

-¿Por qué nunca se lo dijiste?

-Tú lo sabes bien, Lee estaba enamorado de mi hermano Kankurou. Pues poco después de que te fuiste, ellos comenzaron a salir. Ahora viven juntos, por eso me mudé yo solo a un departamento.

Naruto se sintió mal por su amigo.

-Aún así, tal vez habrías tenido una oportunidad.

-Lo dudo. Para él sólo soy como un hermanito. Además ya lo viste, es muy feliz con Kankurou. No podría arruinar eso.

El ojiazul le puso una mano en gesto consolador.

-Descuida, estoy bien. ¿Qué hay de ti? No me has dicho que pasó con el chico que conociste en Francia, Neji, ¿verdad?

-No me lo recuerdes -bufó molesto-. Luego te cuento.

Gaara iba a preguntar por qué, pero en eso vio llegar a su jefe.

-Deja de distraerlo, dobe, y ponte a trabajar.

-Maldito teme -murmuró entre dientes

-¿Acaso dijiste algo?

-Que ya voy, querido jefe -dijo marchándose

-No deberías molestarlo tanto, Sasuke. Créeme, parecerá un niño, pero hazlo enojar y da miedo.

-Es que los gestos que hace son divertidos.

 

-Ya vine, Ero-sennin -saludó Naruto entrando

Miró alrededor y encontró a su abuelo sentado en silencio, parecía preocupado.

-Oye, ¿qué sucede?

-¿Eh? Ah, bienvenido, Naru. Nada, sólo meditaba.

-¿Seguro? -lo miró con desconfianza

-Claro, claro, jejeje. Oh, sí, casi lo olvidaba, mañana tienes el día libre, ¿verdad?

-Sí, ¿por qué?

Sonriendo, el mayor le tendió un folder. Dentro había una foto de un chico y algunos datos.

-¿Qué significa esto?

-Una cita a ciegas.

Un tic apareció en la rubia ceja.

-¿Una cita a ciegas?

-Sí, es hora de que te olvides de ése idiota. Eres joven, guapo y ya quiero tener bisnietos, por eso me di a la tarea de buscarte un buen partido.

-Pero no tenías que hacerlo, no me siento a gusto yendo a comer con un completo desconocido.

-Sólo inténtalo, si no funciona, ni modo. Pero nada pierdes con ir, tal vez hasta te agrade el chico.

Naruto miró la foto y suspiró. Tal vez su abuelo tenía razón, ya era hora de dejar atrás aquella relación fallida. Quién sabe y a lo mejor terminaba conociendo a su alma gemela. Sí, porque pese a su carácter, el joven pastelero, además de tener una tienda propia, deseaba encontrar a un buen hombre y formar una linda familia.

 

En la mansión Uchiha, Sasuke acababa de llegar. Pese a haber crecido ahí, desde unos años atrás evitaba el lugar. Ciertamente fue doloroso cuando su padre murió, luego su madre tuvo problemas con un importante miembro de la familia que terminó marchándose y el mismo Sasuke prefirió mudarse también cuando Uchiha Mikoto, su querida pero a veces exasperante madre, comenzó a buscarle esposa.

-¡Tío Sasuke!

Una pequeña pelinegra ojiazul de cinco años corrió hacia él. Era Uchiha Misaki, su adorada sobrina.

-Hola, Misaki. ¿Extrañaste a tu tío?

-Mucho. Casi nunca nos visitas -se quejó

-Discúlpame. Trataré de que nos veamos más seguido.

Ingresó a la mansión con la niña en brazos. Las sirvientas lo saludaban al pasar. En la sala estaba un peligris acompañado de un rubio de larga cabellera, que si no conociera, confundiría con una chica.

-¡Cuñado, qué bueno verte!

-Qué tal, Deidara.

Uchiha Deidara, doncel, un prestigiado escultor, esposo de Itachi y papá de Misaki. Era muy simpático, aunque algo voluble, característica que lo ayudaba a controlar a su esposo e hija.

-Hasta que te dignas a visitarnos, Sasuke.

Hatake Kakashi, el peligris, antaño fue el hombre de más confianza de su padre, actualmente era asistente de su madre y ayudante de Itachi. Su familia lo tomó bajo su custodia cuando quedó huérfano a los quince años, de modo que para ellos era como otro hermano mayor.

-Tío Sasuke, hola.

Una niña y un niño, ambos de cabello grisáceo fueron hacia él, eran casi idénticos salvo por el largo de su cabellera. Hatake Kaori y Hatake Kai eran sus nombres, los gemelos de siete años de Kakashi y su esposo.

-Han crecido mucho desde la última vez.

Aunque no compartían sangre, Sasuke los quería como si fueran sus sobrinos.

-Tienes idea de para qué te llamó tu madre, ¿verdad? -preguntó Kakashi

-Sí, desgraciadamente me lo imagino.

Itachi llegó acompañado de una elegante y bella mujer que imponía mucha presencia. Uchiha Mikoto, viuda de Fugaku y la matriarca de la familia.

-Es una pena que casi deba obligarte para que nos visites, Sasuke.

-Yo también me alegro de verte, madre.

 

Fueron a la mesa y las sirvientas comenzaron a servir la cena.

-Discúlpenme, se me hizo tarde -entró un castaño

-Iru-chan, por fin -sonrió Kakashi

Sus hijos corrieron a recibirlo. Él era Hatake Iruka, doncel esposo de Kakashi. Antaño fue tutor de Sasuke y uno de los pocos en ganarse su entera confianza. El azabache lo saludó con una reverencia mientras se sonreían.

 

Llegado el postre fue cuando Mikoto pidió la palabra.

-Sasuke, mañana a las diez te encontrarás con Kisaki Hisana-san en la cafetería de nuestro hotel. Es una chica muy refinada y ya concerté con su padre que si todo sale bien se casarán.

-¡¿Qué?! -gritaron todos

-Creí que sólo sería una cita -murmuró Deidara

-¡Debes estar bromeando! Lo siento, pero cancélalo, madre.

-Ni hablar, hijo, es por tu bien y el de nuestra familia. Irás porque es una orden.

Iba a reprochar, pero se contuvo, no podía faltarle al respeto. Además ella dijo "Si todo sale bien", ¿no?

-Bien, iré -se levantó de la mesa-. Con permiso, tengo asuntos que atender. Nos vemos luego.

-¡Adiós, tío!

-Kakashi -llamó la mujer-, a mi oficina ahora.

-Enseguida, señora.

Cuando se fueron, Iruka rió levemente.

-Iruka-kun, no es momento para reírse, ¡quieren casar a mi hermano!

-Tranquilo, Itachi, ¿viste su cara? Ya tiene algo en mente para impedirlo.

 

Al día siguiente Naruto se había vestido de la mejor manera que pudo. Para bien o para mal la cita sería en la cafetería del Akatsuki Inn. Llevaba la foto del chico y buscaba con nervios a su cita.

-Disculpa, ¿Uzumaki Naruto?

Volteó encontrándose con un alto hombre de cabello negro y ojos dorados. Era atractivo, tal vez no tanto como el teme y Gaara, pero se defendía.

-Sí. Tú eres Mitsui Soichiro-san, ¿verdad?

-Correcto -sonrió-. Eres mucho más lindo en persona.

-Jejeje -se rascó la cabeza con pena-, gracias.

 

Sasuke arribó al hotel, una hora tarde. Con suerte quizá la chica ya se habría marchado. Pero no, ahí estaba, un poco molesta quizá, pero sonrió coqueta cuando lo vio.

-Qué bueno que llegaste, Sasuke-kun.

-Hn -se sentó sin disimular su apatía

-Me arreglé especialmente para ti, ¿cómo me veo?

-Yo que sé, no me interesa.

 

Estuvo buen rato ignorando el monólogo de Hisana. De pronto oyó una risa que se le hizo muy familiar.

-Jajaja, en serio, te lo juro.

Sonrió de lado con victoria. El dobe, y bien acompañado. Ya era hora de deshacerse de su molesta acompañante y aquél rubio lo iba a ayudar.

 

-Eres muy gracioso, Naruto-kun -sonreía el moreno

-Muchas gracias, Soichiro-san. <<Wiii, este chico es tan agradable y simpático. Vamos, Naruto, parece excelente partido>> -se echaba porras mentalmente

-Guapo, simpática y además un excelente pastelero. No cabe duda que tu futuro esposo será muy afortunado.

-¿Lo crees? -sonrió con timidez (actuada, por cierto)

-Uzumaki Naruto -oyó que alguien lo llamó por detrás-. No puede ser, otra vez me estás engañando.

Una ceja le tembló. ¡¿Qué rayos estaba haciendo ése teme?!

-Disculpa, ¿lo conoces? -preguntó Soichiro

-Eh... S-Sí. Por desgracia -susurró-. Es mi jefe, el dueño del restaurante que te platiqué, Uchiha Sasuke.

-Es cierto -fingió tristeza-, pero no tienes que negar lo nuestro, Naruto -el rubio deseaba que la tierra se lo tragara-. Sólo te pedí un poco de tiempo para que mi madre aceptara nuestra relación.

PLAF

Hisana había escuchado la declaración y le estampó una cachetada.

-No pensé que fueras un idiota -se marchó ofendida

Soichiro miró a Naruto, lucía molesto.

-Con permiso -también se retiró

-¡E-Espera, por favor!

Sasuke sonreía por su victoria, totalmente tranquilo.

-Por fin -suspiró aliviado-, era tan molesta. ¿Quieres ir a comer, dobe?

En respuesta tuvo una dolorosa patada en su pierna.

-Auch -se sobaba-. ¿¡Qué te pasa, idiota?!

-¡Eres un maldito bastardo sin sentimientos! ¡¿Sabes qué?! ¡Renuncio, idiota!

Hecho una furia salió del hotel. Todavía adolorido Sasuke lo siguió.

-Un momento, dobe, no puedes renunciar.

-Claro que puedo, teme.

-Vamos, no fue para tanto.

-¿Ah, no? ¡Me dejaste en ridículo!

-Por favor, si el chico parecía un imbécil, puedes encontrar algo mejor.

Lo ignoró y siguió caminando con enojo.

-Si aceptas quedarte en Sharingan aumentaré tu sueldo un cinco porciento.

Obtuvo una mirada de odio.

-Eres muy rencoroso -se maldijo al ver que iba a patearlo otra vez-. Bueno, del diez porciento.

-Olvídalo, no quiero volver a verte o me convertiré en homicida.

-Ya sé, además te convertirás en empleado permanente. Es buena oferta.

-¡Te dije que no! ¡Y ya no me sigas!

 

En la mansión Uchiha, Mikoto estaba en su oficina.

-Disculpe, señora -entró Kakashi

-¿Cómo le está yendo a mi hijo?

-Pues... mal. Acabo de hablar con Hisana-san y está muy enojada con él porque al parecer Sasuke está saliendo con un chico.

-¡¿Qué?! Eso no es posible, ¿con quién?

-A ver -sacó una hoja-... Dijo que un tal Uzumaki Naruto.

-¿Y ése quién es? Investiga todo lo que puedas de él.

-Como diga -y pensó-. <<Mejor le aviso a Itachi por si acaso sabe algo>>

 

Sasuke había seguido a Naruto hasta un área de juegos. Al parecer el ojiazul trataba de bajar su coraje.

-Ya no eres un niño, dobe.

-No me molestes, idiota.

Se colocó frente a un aro de basquetbol y encestó todos los tiros que le correspondían. Los niños y jóvenes a su alrededor lo miraban con admiración.

-Vaya, qué buena puntería. Nunca lo hubiera imaginado.

-En la preparatoria estuve en el club de basquetbol.

-¿Ah, sí? Pues no te sirvió mucho para crecer.

Iba a insultarlo cuando el encargado llegó con un lindo peluche de zorro anaranjado.

-Aquí tiene, joven, su premio.

-Gracias, señor -lo tomó

-Se parece a ti -dijo Sasuke con burla, pero se quedó callado al ver su mirada asesina

 

-Dobe, llevamos caminando todo el día -se quejó

-Yo no te dije que me siguieras. Por mí ya vete a tu casa.

-No hasta que accedas a quedarte en Sharingan.

-Hn... Maldito idiota -murmuró

 

Llegaron a un puesto ambulante y Naruto se sentó en una mesa. Sasuke se sentó en la que estaba a un lado, por seguridad.

-Señora, tres tazones de ramen y una botella de sake, por favor.

Quince minutos y dos botellas de sake después, ambos adultos estaban discutiendo otra vez sobre la renuncia del pastelero.

-Ay, dobe, deja de ser tan orgulloso.

-¿Orgullosho yo?, ¿qué no te hash vishto en un eshpejo?

Ya hablaba gracioso por el alcohol.

-Vamos, tranquilos -intervino la dueña del local y miró a Naruto-. Joven, debería darle otra oportunidad a su novio. Yo estaría feliz por estar con un chico tan guapo.

-Éshe idiota no esh mi novio.

-Gracias, señora -sonrió-, y no le haga caso, sólo sigue molesto.

-Ve y siéntate con él, para que se reconcilien.

Con burla se sentó junto al rubio, quien lo miraba como si esperara que cayera muerto.

 

Un rato más tarde el puesto se estaba vaciando. Y Naruto ya iba por la quinta botella de sake.

-Dobe, ya estás borracho.

-Claro que no, hic, teme. Shólo eshtoy un poquito pashado de copash.

-Sí, cómo no. No sé por qué te lo tomaste tan mal, sólo fue una cita.

-Cállate, teme -lo señaló-. Shé muy bien el poder que hic, tienen los ricosh, pero esho no te da, hic, deresho a pishotearme.

-Está bien, Naruto -suspiró-. Dime, ¿cómo es tu hombre ideal? Eres doncel, ¿cierto? A lo mejor te encuentro un buen pretendiente.

-De acuerdo, hic, pero no te burlesh. A ver... quiero a alguien que shea guapo, hic, no pido un modelo pero tampoco que eshté tan feo, hic, ahh, y que beshe rico -sonrió bobamente

-Eso es muy general, necesito algo más detallado.

-Desheo... que me quiera por quien shoy, hic. Que eshté orgullosho de deshir que shoy shu pareja y que él esh la mía.

-Pues... en realidad no pides mucho.

-Te equivocash -se tambaleó y Sasuke lo sostuvo-. No me toques, hic. Deshía que te equivocash, porque todavía no lo he encontrado -agachó la cabeza-... Porque eshtuve dosh añosh con un idiota que me dejó para casharshe con alguien másh.

Al ver la cara del Uchiha se dio cuenta que habló de más. Se levantó molesto consigo mismo y tambaleándose fue a pagar la cuenta. Sasuke trataba de aguantarse la risa al ver sus movimientos tan torpes.

-Disculpa, pero te faltan mil yenes.

-¿Qué? Eshpere, iré al cajero, hic, mientrash le dejo a mi shorrito de pelushe.

-No seas obstinado y que tu lindo novio pague por ti.

-Nada, hic, yo pagaré mi shake.

-Discúlpelo -intervino Sasuke-, sobrio es bastante agradable -pagó lo que faltaba y tomó el peluche

 

Naruto intentaba caminar, pero se tropezó y el otro lo sujetó.

-Eres un desastre, Naruto.

-Ya me hash moleshtado shufishiente.

Estaba casi inconciente. Por un momento pensó en dejarlo ahí abandonado, pero se recordó que no quería quedarse sin pastelero. No tuvo más remedio que subírselo a su espalda y caminar así con él.

-Dobe, pesas -se burló. Era mentira, en realidad el chico era bastante ligero

-Claro que no, hic. Eresh un idiota -lo golpeó con el peluche-, un prepotente y engreído, hic -seguía golpeándolo-. Te pagaré hashta el último shentavo. Ya shé, hic, mejor lo deshcuentash de mi shalario.

-¿Ya aceptaste permanecer en el restaurante? -le quitó el zorro porque tanto golpe lo estaba irritando

-Mmm... Todavía no shé. Ahh, shíii.

-¿Qué pasa ahora? -preguntó fastidiado

-Voy a cantar... La cucaraaaasha, la cucaraaaasha, ya no puede, hic, caminar. Pobreshita, teme, ¿por qué ya no podrá caminar? Ah, shí. Porque no tieeene, hic, porque le faaaalta...

-Dios, dame paciencia para no matarlo.

 

Naruto despertó porque el sol comenzaba a darle en la cara.

-Auh, auh, mi cabeza me duele horrible -la sujetó y abrió los ojos

Parpadeó, mirando a su alrededor.

-¿Eh?, ¿dónde estoy?

Se levantó, notando que sólo traía su bóxer. Escuchó el sonido del agua caer y con miedo caminó hacia la puerta del baño. Lentamente la abrió y se encontró con un Sasuke que sólo estaba usando una toalla.

-¿Tanto impacto te causé? -preguntó con presunción

Naruto cerró la boca y se puso rojo de la furia.

-¡Maldito teme! -lo golpeó- ¡¿Cómo te atreviste a violarme?!

-Auch, auch, espera -le sujetó las manos-. No seas dobe, ni que estuviera loco para querer violarte. Estabas tan ebrio que no tuve más remedio que traerte a mi departamento, aunque pensándolo bien mejor te hubiera dejado en la calle.

-¿Y qué hay de mi ropa, eh?

-Olía demasiado a alcohol y la mandé a la lavandería. Así que como estás en deuda conmigo no puedes renunciar.

-¡Eso no tiene nada que ver!

Comenzó a forcejear para intentar soltarse. Por tanto jaleo cayeron en la cama, azabache encima de rubio. Justo en ese momento Mikoto y Kakashi entraron al lugar, dejando a la mujer impactada por la posición tan comprometedora.

-Vaya -sonrió Kakashi con picardía-, qué buen gusto, Sasuke.

-¡¿Qué estás haciendo?! -jaló a su hijo- ¡¿Cómo pudiste arruinar tu cita con Hisana por éste chico?!

A Naruto tal comentario le molestó. Pero al sentir la mirada de Kakashi sobre sus piernas prefirió buscar algo con qué cubrirse. Sasuke lo abrazó por los hombros, sonriendo con orgullo.

-Madre, te presento a mi novio, Uzumaki Naruto.

-¡¿Qu...?!

Fue interrumpido por un pellizco del azabache.

 

Mikoto los envió a vestirse (Naruto con ropa de su jefe) y luego los sentó en la sala. Estaba furiosa.

-Sasuke -lo miró-, ¿has intimado con él?

El rubio se sonrojó e iba a negar, pero sintió una fuerte opresión en su mano. Si decía algo el Uchiha le rompería los dedos.

-Me parece que la respuesta es obvia, madre.

-¿Cuánto tiempo llevan juntos?

-Un mes. Nos conocimos en el hotel -sonrió al ver la cara de horror de Naruto

-Entiendo -suspiró molesta-. Mañana llévalo a comer a la mansión, quiero ver cómo se comporta.

-Sí, madre, sin falta.

Kakashi les sonrió antes de seguir a la mujer y marcharse.

 

Fueron a un restaurante cercano a desayunar antes de ir al trabajo.

-Me has metido en muchos problemas, bastardo.

-No es para tanto, dobe. ¿Y qué hay con Sharingan?, ¿te quedarás?

-Mmm... Está bien -suspiró-, soy un profesional y no voy a dejarlos colgados con el trabajo. Gaara y los demás no se lo merecen.

-Gracias por pensar en mí también -lo miró unos minutos y sonrió-. Oye, Naruto.

-¿Hn?

-Quiero que seas mi novio.

Escupió el té que estaba bebiendo.

-¡¿Qué?!

 

Escenas del próximo capítulo...

-Llegas tarde.

-No lo regañen, es que pasó la noche conmigo.

-Tenemos que separarlos.

-¡¿Cómo que embargar la casa?!

-Para que todo sea serio firmemos un contrato.

Notas finales:

HIGARY-NOTAS:

Jejeje, a mí me encanta la escena de la borrachera, y Naru cantando la cucaracha XD Como ya dije, estos primeros capis sí tienen bastantes cosas del dorama, pero más adelante las cosas se tornan de manera diferente. Y no, aquí no hay ninguna ex novia, esa fue la primera idea que descarté, muajajaja. Espero que el capi haya sido de su agrado, ya saben que esperaré sus comentarios con quejas, sugerencias, saludos, felicitaciones, pedradas, cebollazos, amenazas, flores, jitomatazos, bombas y demás. Ya actualicé también mi crossover Cosas de familia, para que pasen a leerlo. Bueno, por hoy es todo, si tengo tiempo espero la próxima semana (Kyuu: Todavía no sabemos qué día -_-) traerles la siguiente actualización. Se me cuidan mucho y bye byeeee!!


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