Capitulo 1
Era tarde, quizás las once o doce, no estaba seguro, un sonoro bostezo y siguió caminando por la solitaria acera que le llevaba a su humilde departamento de la calle de konoha, con el cuerpo cansado, y la garganta adolorida de tanto gritar sintió de nuevo ganas de llorar. Pero el era Naruto, el era fuerte, el no lloraba, cerro sus manos en forma de puños, lastimándose un poco y ahogando el llanto que luchaba por escaparse en un lastimero sollozo.
¿Como había llegado a eso? En la mañana el sonreía, en la mañana el seguía creyendo en que la vida le estaba recompensado sus años de mierda, pero al parecer todo había sido mas que humos de fantasías de colores, su inocencia, o mas bien estupidez le tenían cansado.
Suspiro cansinamente, ya quería llegar a su cama y dejarse caer tal costal de papas, acelero el paso, forzando a sus piernas que reclamaron en el acto, pero dejo de prestarles atención tan pronto como una figura parada a un lado de la puerta principal del edificio le absorbió.
No. Imposible, que hacia el ahí. Y dejo de caminar para ponerse a correr, eso era demasiado surrealista, y se detuvo frente a el, con el pecho agitado y la mirada extrañada, la confusión hizo acto de presencia, los ojos oscuros se posaron sobre su persona, un escalofrió desagradable le recorrió toda la espina dorsal, dio un paso vacilante hacia atrás.
- Hola, Naruto – y la profunda voz le hizo entender una cosa importante. –
Su día de “felicidad” aun distaba mucho de terminar.
Y las sorpresas apenas parecían empezar. Con un Uchiha que le sonreía con la arrogancia que no hay que olvidar.
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Preparo un te y se sirvió un vaso de agua fría para el, se dirigió con ellos a la pequeña mesita que tenia como comedor, misma donde la presencia de porte elegante e indiferente le esperaba, viendo con curiosidad el poco decorado de la estancia, el ruido de la tazo contra la madera le hizo virara y ver el ceño fruncido del rubio que sin palabras pedia una explicación de su presencia, oh, y que fuera buena.
- No pareces contento de verme - le acuso con una sonrisa de medio lado que acentuó
el enojo en el ojiazul –
- ¿Que te hace pensar eso tebayo? – ironía. Pura y bella ironía, broto de los labios del Uzamaki en ese momento, que titiritó al ver la pasibilidad con la que el azabache, tomaba su te – mira Sasuke, no me lo tomes a mal pero… ¿Qué rayos haces a aquí? – oh y por si el Uchiha no lo había notado su impaciencia por saber subió tres cuartas mas su de por si aguda voz, recalcar nunca estaba de mas –
Pero contra todo pronostico, el aludió parecía ser el mismo cabron, que conoció a los 6 y que dejo d ver a los 12 oh y que aparecía como de ultratumba ahora a sus 19 de edad.
Y el seguía siendo la misma persona impaciente, que por cierto no estaba del mejor de los humores, y que la sonrisita pedante solo despertaban sus instinto asesino que creyó aplacar hacia mucho.
Pero no tenia mucho tiempo que perder, averiguando por que de la repentina presencia, tenia que dormir para volver al hospital, una mueca de asco se implanto en su rostro, la cejas oscuras se enarcaron incautas al notar eso.
Respiro profundo, estaba mas cansado de lo que podría soportar, asi que con un movimiento limpio se levanto, no tenia mas ganas de esperar.
- Las llaves están en la cocina, cuando termines por favor cierras tebayo – cerro sus ojos por un momento, ¿ por que sentías de nuevo ganas de llorar? Oh si, claro, ya le recordaba –
Era por que hacia unas horas le habían llamado a su trabajo, diciéndole que su papa estaba muriendo, por que había visto al cuerpo demacrada, y la impotencia recorriéndole las venas, por que una vez mas, estaba perdiendo a alguien importante y no podía hacer nada, por que Gaara estaba lejos y no podía refugiarse por unos momentos, por que se sentía solo y fatigado, y por que su mejor amigo solo lo miraba con indiferencia y guardaba sus eternos silencios.
Si, tenia ganas de llorar, pero no lo haría, por que el era Naruto y debía ser fuerte para no caer.
Una mano tomo con su brazo, los ojos negros lo vieron con detenimiento, ¡lo odiaba!. No poder ocultarse tras su mascara por esa maldita mirada, una sonrisa tenue se poso en los finos labios del Uchiha. Pero mas odiaba, sentirse tan vulnerable en los cálidos abrazos que añoraban en esos días, era tan débil…que patético.
- Pensé que no te gustaba el contacto físico – hablo despacio, con un hilillo de voz, con los ojos cerrados y estrujando entre sus manos, la polera de algodón que el azabache tenia –
- Y no me gusta – hablo calmo, sentando al ojiazul sobre sus piernas, respirando el aroma a ramen que seguía conservando –
¿Era extraño? No se sentía como si siempre lo hubieran hecho, a pesar de los años no vistos y las vidas separadas, sus cuerpos seguían acoplándose armónicamente el uno con el otro.
Había sido triste tener que separarse, de la única persona que el amaba, pero tenia que irse, su hermano, Itachi, lo esperaba, sus padres habían muertos, y el era menor de edad, ¿Qué si se planteo escapara y llevarse a Naruto ¿ si, mas de las que se pueden imaginar, pero el, posesivo y egoísta por naturaleza simplemente no pudo, por que el rubio aun tenia una razón para permanecer ahí, Naruto aun tenia a su padre, el cual no era ningún secreto adoraba.
El era feliz, por lo tanto prefirió que continuara así.
Pero ahora, las cosas estaban cambiando, una llamada de su hermano, un boleto de avión, y varias horas de transporte, lo tenían ahí, abrazando a lo único que amaba.
¿Que era cruel desear internamente que Naruto estuviera solo? Tal vez todos dirían si, pero entonces nadie entendería que el había esperado paciente y a distancia a que cuando la felicidad que Minato le daba acabara, el, sin dudarlo se convertiría en lo que el rubio necesitara.
Y lo abrazo con mas fervor, queriéndose fundir con el, queriendo recuperara los últimos 7 años de sus vidas perdidas, luchando internamente por reprimir un poca mas sus oscuros deseos, y su imperiosa necesidad de tomarlo de la mano y llevarlo lejos del dolor por el cual ahora lloraba, entre hipos que le quitaban el aliento y sollozos que le rompían la voz.
Y compartió el dolor, lo entendió por que el ya lo había sentido y dejo que las lagrimas bañaran su pecho como prueba fiel de que ese momento no era una ilusión mas, ni un tonto sueño de esos que suelen engañar, esto era real, asfixiante e hirientemente real.
Fue por eso que quizás y sin esperarlo realmente comenzó a buscar los labios del pequeño, mismo s que se abrieron para unirse en un suave contacto con el…ahora ya no podría detenerse.
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Un beso, un roce, un gemido mas.
Alzo sus brazos, como un niño pequeño, quería sentir la desnuda piel, fría y lechosa contra la suya, quería sentir el fornido cuerpo del azabache, delinear cada curva, cada línea, quería besarlo, morderlo y arañarlo, quería gritar su nombre y gemir en su oído…quería enloquecer a Sasuke igual o mas como el lo estaba haciendo.
Sintió las manos del ojinegro subiendo por su torso ya desnudo, había perdido su camiseta en el pasillo, junto con su racionalidad y algo que sabia debía recordar, la penetrante mirada lasciva y lujuriosa le hizo tener un escalofrió, esta vez agradable, se mordió los labios, soportando el calor, que se diera prisa, que lo tocara mas.
Haciendo alarde de su propia impaciencia, Naruto bajo las manos, jalando al Uchiha de la polera a medio quitar para besarlo, metió su lengua carnosa y juguetona, y sonrió en medio del beso al sentir con satisfacción como esta tenia compañera, que se tocaban insinuantes, enredándose y probándose, una mano en su nuca, y un gemido fue tragado por el azabache, pero el tampoco se quedaría atrás, valiente ante las caricias y el morbo del sonido con que la cama se movía, llevó sus manos hasta la bragueta del pantalón y bajo el cierre , disfrutando de la tensión que el cuerpo del más alto sufría.
Y se separaron, solo un poco, sus frentes continuaron juntas, y un hilillo de saliva unía aun sus bocas. La sonrisa traviesa del Uzamaki y hizo que una ceja de Sasuke se enarcara graciosamente.
- ¿En que estas pensando? – la sonrisa solo se ensancho mas –
- En chupártela -
Tel fue el tono sugerente o la mirada decisiva, no sabia a quien culpara, pero no tuvo tiempo a reaccionar, la cabecita rubia ya bajaba, un gruñido salió de sus labios, el usuratonkachi había agarrado sin reservas su miembro duro e hinchado, una oleada le desde el bajo vientre le hizo cerrar sus ojos en el acto.
Naruto relamió sus labios, sintió su mirada acusarse, y el hambre despertar, era tan grande y grueso, el glande rosado se le antojaba a una fresa, esa que pronto estaría cubierta de rica y espesa leche.
Saco su lengua probando la punta de aquel pene, que hacia que su erección por si sola gotease, le dio un pequeño beso y abrió un poca ms su boca, introduciéndolas por secciones, en un mete y saca cada vez mas prolongado, con su mano derechas jugo con los testículos , delineando la piel que los unía con la base del pene, mientras que con la mano que le quedaba libre empezó a tocar su vientre a imaginar que era la extremidad del azabache, la que bajaba y recorría su miembro la que se enredaba con su bello y tocaba sin pudor sus muslos internos, oh si que delicia.
Una presión sobre su cintura le hizo abrir los ojos, sus cabellos fueron delicadamente jalados, así que elevo su cabeza, ¿por que Sasuke le separaba de su manjar?
- Sasuke – le llamo despacio, con la saliva y el pre semen corriendo por al comisura de sus labios, el azabache se acerco insinuante –
- Yo también quiero – y lamio la mejilla del rubio que soltó un suspiro leve –
Y lo tumbo sobre la cama individual, gateo sobre ella un poco, lo suficiente para poder dejar su miembro chorreante y palpitante a la altura del bello rostro bronceado, y arqueo la espalda, Naruto era rápido y desesperado y eso no le molestaba en nada.
Abrió las largas piernas, los cuerpos de ambos habían cambiado mucho, aunque el rubio aun seguía siendo más bajo que el, su cuerpo y rostro habían madurado, tan exquisitamente que su egos e inflo al saberse el único con el privilegio de tocarlo a su antojo.
Disfruto de la imagen del miembro bañado de semen del rubio antes de meterlo a su boca de una vez y oír el gemido de este por tal acción, y comenzó a bajar y subir, a raspar levemente con sus dientes y saborearlo con su lengua caliente, era suave, y grande, no tanto como el suyo, pero aun así perfecto.
Y el sonido de succiones y jadeos, la cama moviéndose al compas, la oscuridad cubriendo sus cuerpos ya desnudos, y la excitación por llegar al final.
Naruto sentía las palpitaciones del aquel pedazo de carne, los espasmos en el bajo vientre y la sensación que le decía faltaba poco, por que el experimentaba en igual o mayor medida, provocaba y era provocado y eso lo estaba volviendo loco de una manera que era nueva y desconocida. Le gustaba.
- Ahhh – y se separo sin proponérselo, el pene de Sasuke resbalo de sus labios al sentir….aquello. – ahh…sas….sasu…KEEE – si eso había sido un grito, un maldito dedo había traspasado sus entrañas, y se movía haciendo círculos, sus caderas empezaron a menearse –
- No pares – oyó la voz grave – si no, yo también lo hare – oh peor amenaza, ninguna . con los ojos vidriosos y el sonrojo que delataba su calor en las mejillas, llevo de nuevo aquel miembro a su boca, succionándolo con más anihicó, ahogando sus gemidos, y queriendo solo una cosa. Mas. –
Un segundo dedo, oh. Dios, eso era la gloria. Uno más. Estrujo las sabanas bajo ellos, maldición, si hubiera sabido que Sasuke era un dios en mamarla, lo hubiera llevado a su cuarto desde un comienzo.
Y sintiéndose atacado por sus dos partes más sensibles y siendo preas de los espasmo, sintió su cuerpo contraerse, sus brazos perdieron fuerzas y cayo hacia un lado, gimiendo y maldiciendo mientras se corría en la mano del Uchiha y tragaba los dedos que aun estaban en su interior.
Oh y si pensó que las cosa terminaba, no pudo equivocarse de peor manera, sufriendo aun las sacudidas de su post orgasmo, sintió como sus piernas eran elevadas y su posición de lado era aprovechada, un tórax firme se pego contra su espalda y antes de que siquiera pudiera preguntar que rayos pasaba, un grito fuerte y potente broto desde su garganta.
- Ahhhhh , pe ahah, quahahh – si no podía ni hablar, el pedazo de carne que antes comiera con tanto placer ahora le partía literalmente en dos -
- Eres…tan estrecho – hablo con una voz profunda y atrayente, los ojos azules estaban cerrados y las cejas encorvadas, sonrió, estaba dentro, estaba dentro de Naruto…y se sentía el en mismísimo infierno del placer – Naruto – pronuncio, mordiendo el lóbulo de la oreja, un respingo, y sus caderas se movieron…sus cuerpos comenzaban a ser uno –
Oh, y Naruto tuvo una pregunta un tanto fuera de lugar mientras gemía como un poseso el nombre del azabache ¿como “eso” había entrado en el? Pero poco importo cuando la punta del pene toco algo en su interior que le hizo aruñar el colchón como un gato ante la sensación que le consumían como el fuego vivo.
Una vez mas, las embestidas acertaban en ese punto que ahora lo tenían gritando…quizás fue en medio de todo ese baile entre el y Sasuke lo que le hizo volver a pensar en que tal vez la vida no lo despreciaba tanto como el creía.
Y tal vez sus sentimientos que pensó se habían ido junto con el azabache a sus púberes 12 años, habían regresado también con el
Si…tal vez y con un poco de suerte el Uchiha le amaba.
Un beso, un roce un gemido mas…
Y el líquido caliente y espeso lleno su interior.
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