No era de esperarse luego de tanto trabajo, incluso aún no lo habían terminado. Tenía una larga semana, mes... o quizás todo el año de arduo trabajo, tenía tanas cosas en mente que no podía dormir, cerraba los ojos y soñaba con performances, entrevistas, photoshoots... empezaba a extrañar sus vacaciones... y no sólo eso, empezaba a extrañar a cierta persona que ya no estaba día a día con él. Si bien era cierto que aún vivía con él, y con todos los demás chicos, ya no estaba con él, ya no tenía tiempo, ambos paraban ocupados: él con los ensayos y el otro preparándose para el ejército y al final de día ambos estaban tan exhaustos que la mayoría de veces ni un "dulces sueños" podían decirse.
"Ahh... no tienes idea de cuánto te extraño... en estos casos odio este trabajo"
No lo odiaba en realidad, puesto que era eso lo que amaba, pero odiaba no tener tiempo para su pareja, era como si ya no estuvieran. Que trágico era vivir así, aislados el uno del otro, sin comunicación alguna y en poco tiempo ya se iría y no lo volvería a ver por dos años, ahora sí que estaba asustado, dos años era un montón de tiempo, no lo soportaría, claro que no, debía hacer algo.
- Mmm... KangIn, ¿estás despierto? - le dijo arrodillándose al lado de su cama, completamente soñoliento pero con ganas de arreglar las cosas.
- Uhhh... déjame dormir ¿de acuerdo? Mañana tengo que despertarme temprano, tengo que prepararme - le dijo dándose la vuelta en la cama y tapándose mejor con las sábanas.
- u.u Pero... - suspiró medio rendido, lo que le había dicho le había dolido mucho, ¿es que no lo extrañaba tanto como él lo hacía? - ¿puedo... al menos echarme a tu costado?
- Mmm... grr... has los que quieras - volteó de nuevo para no ser tan maleducado como para darle la espalda y se hizo a un lado para que se eche con él - ven... entra. - suspiró pesadamente.
- Gracias - le sonrió cálidamente y se echó a su lado, recostándose en su pecho, hacía tanto que no sentía ese fuerte pecho bajo su cuerpo. Extrañaba esa sensación de protección - te extraño... - le dijo, mientras sentía cómo el moreno colaba un brazo bajo su espalda y le acariciaba la mejilla, como amaba ese sutil roce.
- Lo sé... - ahora acariciaba su cabello, aún con los ojos cerrados, tratando de conciliar el sueño - pero ahora duerme.
El castaño se quedó un rato viéndolo así, sintiendo sus caricias, rosándose por momento contra él como si fuera un gato, quería que lo tocara más. No podía estar tan cansado como para rechazarlo. No se había ejercitado precisamente tanto para que las fans lo adoren como un adonis, él tenía alguien a quien mostrase y, esa persona no lo estaba captando, y se estaba quedando dormido a su lado, incluso cuando sólo estaban en bóxers. Eso lo deprimía tanto. Tenía que hacer algo al respecto.
"Además... el sólo rozarme contra él... ya me está poniendo caliente... demonios~"
- KangIn... - le dijo suplicante, mientras intentaba besarlo, apoyándose sobre uno de sus codos - No te duermas... - lo besaba sólo superficialmente ya que el otro giraba la cara cuando lo sentía muy cerca - no me tengas así... te extraño... extraño tu tacto... ¿tú no me extrañas? - le seguía diciendo en susurro y con su siempre presente dejo suplicante.
- Claro que te extraño - le dijo suspirando pesadamente sin abrir los ojos, sabía que si los abría y los veía con esa expresión terminaría cediendo - pero ahora no es el momento, así que hazme el favor... y duérmete de una vez. Sabes mañana, ambos, tenemos muchas cosas que hacer.
- Pero... tú no hagas nada... - le dijo mientras bajaba a su cuello y lo besaba humedeciéndolo y dejándole una que otra marca apenas perceptible - yo lo haré ¿de acuerdo?
- No creo que sea una buena idea... ¿no te basta con que durmamos juntos? En serio... estoy muy cansado - bostezó - mañana tengo muchas cosas que hacer.
- Por eso...sólo... déjamelo a mí, te voy a relajar. Lo prometo.
- Los demás van a escuchar... haces mucho ruido - ya no se sentía tan fastidiado, pero... sería un gran problema si los escuchaban, eso sí causaría mucho revuelo.
- No te preocupes... sólo... mantén la boca cerrada, ¿de acuerdo? - le dijo sonriendo, sintiendo que había triunfado - vas a ver que vas a estar mucho más relajado de lo que imaginas.
Fue bajando lentamente por su cuello hasta llegar a su pecho, incluso a pesar de haberlo trabajado mucho más que antes, no le podía ganar a tu moreno, él siempre había tenido mejor cuerpo, es que él de por si era más agarrado. Como amaba ese cuerpo, no podía dejar de besarlo, cada vez haciendo marcas más notorias, hasta poderlas ver en la oscuridad. Sólo esperaba no hacer mucho ruido, sería la cosa más vergonzosa que jamás haya hecho.
Bajó ahora por su abdomen, como le volvía loco el morder sus abdominales, sentir contra él, luego su ombligo, no podía evitar jugar con él, y encima ya iba sintiendo los suspiros más seguido del moreno. A ese paso, él mismo tendría que saber controlarse, porque adoraba las expresiones que ponía, y sobre todo cómo "su cuerpo" iba reaccionando ante sus caricias.
Ya no era necesario que lleve puestos esos bóxers, por lo que se los sacó y comenzó a saborear su miembro el cual ya había despertado por su reciente actividad en su cuerpo. No dejaba de succionarlo y lamerlo, era delicioso, y el más grande que había visto en su vida, siempre lo dejaba con la boca abierta, bueno... no sólo la boca. No entendía como era que el moreno podía ser tan delicioso, incluso mientras se iba humedeciendo por sí mismo y comenzaba a sentir ese especial sabor en su lengua, era amargo, pero no amargo como las cosas que normalmente son amargas, tenía un sabor diferente. No tenía palabras para describirlo, sólo podía decir que era KangIn. Sintió una mano sobre su cabeza, que primero le acarició las mejillas y luego lo cogió de la nuca para aumentar el ritmo con el que hacía su trabajo, cada vez lo hacía más rápido y profundo. Ambos estaban con las respiraciones bastante aceleradas intentando hacer el menor ruido posible, cosa que era realmente difícil. El castaño estuvo así por un buen rato más hasta que su pareja no pudo resistir más y se vino en su boca, él gustoso lo bebió todo, sintiendo su esencia bajar por su garganta y sintiéndose orgulloso de ello.
Se quitó los bóxers no quería esperar más, estaba muy ansioso, y a pesar de que el otro ya se había corrido, aún seguía completamente empalmado, era tan excitante ver cómo lo podía poner tan sólo usando su boca, cada día se sorprendía más a sí mismo. Se recostó ahora sobre él, tentado en sentarse sobre él de una sola estocada, pero… a pesar de que al final sabía que le gustaría, primero sentiría un dolor insoportable, así que dudo unos segundos.
- Tú... - le dijo respirando con dificultad - si se te ocurra hacer eso... sin... prepararte ... primero... - ahora ya no cerraba los ojos porque quería dormir, sino para poder aguantar las ganas de jadear fuertemente.
El líder, se puso en cuatro sobre el más alto, y mientras con un brazo se apoyaba al lado de su rostro para besarlo apasionadamente y ahogar sus gemidos, el otro lo bajo para poder quitarse los bóxers rápidamente y preparase, incluso así era algo doloroso, pero ni modo, tenía que hacerlo. Primero introdujo un dedo, tratando de movelo en círculos para poder dilatar lo suficiente para poder un segundo y un tercero. KangIn no dejaba de besarlo, tomando su nuca con una mano para intensificar el beso, jugaba con su lengua, sintiéndola por completo, explorando toda su boca, hasta su garganta. Decidió "ayudarlo" por lo que bajó su otra mano para comprobar que estuviese los suficientemente dilatado para poder poseerlo ya, no estaba dispuesto a seguir esperando.
- Ya estas listo... - se susurró sensualmente, aguantando por ratos la respiración. Era la primera vez que lo hacían tan callados, sentían un riesgo que sólo los excitaba más, sabían que en cualquier momento podrían ser descubiertos.
- uh-hum... - le respondió afirmativamente y se apoyó sobre sus piernas para medio sentarse sobre el moreno.
Con una mano cogió el su sexo, mientras con la otra separaba un poco sus nalgas para facilitar su trabajo. Respiró con dificultad y tomo aire, ahora sí se sentó sobre él de una sola estocada y lo besó al mismo tiempo para no gemir en alto. Se sentía delicioso, como había extrañado tener dentro de sí. El otro también lo besaba desesperadamente, mientras se controlaba para no mover sus caderas de forma descontrolada. Una vez acostumbrados a la sensación, el castaño se sentó bien sobre el otro y empezó a dar pequeños brinquitos para facilitarle la penetración al otro que no dejaba de mover las caderas una y otra vez. Lo tenía cogido de las manos sobre su pecho, intentando no clavarle las uñas demasiado fuerte sobre el envés de la mano. Las sensaciones los estaban matando, tenían la cabeza que les daba vueltas de la excitación contenida, ya ni podían ver bien. Los movimiento de rato en rato aumentaban su velocidad, haciéndose más profundas y certeras, llegando uno al punto en el que el otro si no se mordía el labio inferior hasta sangrar, habría gritado haciendo despertar a todos en la casa, o mejor dicho en la cuadra.
El moreno al sentir la esencia derramada sobre sus abdómenes, no pudo aguantar más y también se vino dentro del castaño, apretando las mandíbulas para no hacer mucho ruido. El orgasmo se había apoderado completamente de ambos, y ya no escuchaban los chirridos de la cama con cada movimiento. Ahora sólo podían sentir, y al notar como las sensaciones lentamente bajar y los dejaban pensar con claridad nuevamente, se echaron por fin como era debido en la cama, abrazados como hacía tiempo que no hacían. Habían extrañado el cuerpo del otro, eso acaban de demostrarlo.
- Uhh - suspiró entre satisfecho y relajado - Teukie-hyung... nos quedan menos de 3 horas para dormir.
- Cuanto te apuesto a que eso será suficiente. O me vas a decir que no te sientes mucho mejor ahora, ¿eh? Te dije que te haría sentir mucho mejor.
- Ok... ok... - suspiró, ya sin ganas de darle la contraría - te amo, creo que... extrañabas mucho que te diga eso.
- No sabes cuanto... yo también te amo. No te olvides de decirlo todos los días. Y cada vez que te vayas a dormir.
- Lo siento, ahora no lo olvidare.
F I N