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Soy tú sombrerero loco. por kimi_desu

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Te cuento algo.






Hoy es mi cumpleaños numero 16, he vivido con mi madre, padre, siendo único hijo del matrimonio obligado para enriquecer las ganancias de ambas partes. Para este día invitaron a mucha gente, la suficiente hipócrita y llena de bolsillos con monedas, billetes, dedos con anillos que faltarían más de ellos para convertir aquella mano en un objeto de oro, solo hay que cortarla.






Mamá me vistió de blanco, de pies a cabeza, mis cabellos rubios, quería cubrirlos de negro, pero no tengo magia, solo hay sueños, los que son gratis para todos. Es divertido soñar con cosas absurdas, las sientes reales, como agua tocando nuestras manos. Pero realmente está fiesta, no conozco a nadie, estás personas están por mi, ni siquiera sabiendo como soy yo.






Quiero buscar algo en que entretenerme, tanta formalidad, me desespera, incluyendo este feo traje, busco y observo, viejos barrigones, señores con trajes que les ahogan el pecho y achican sus cinturas como muñecas, niños que están sentados sin poder ensuciar su traje y mis padres, se engañan, mamá está con mi "tío" y mi padre con la "sirvienta".






-Me aburro, me aburro.- Susurraba, para que nadie escuchara ni un sonido de mi parte, ah...no mencione, soy un chico sumamente callado, debido a que estoy buscando a un chico, que tiene mi voz.






Si, él no me la quiere regresar, porque dice que no la necesito, me las roba todas las noches, en mis sueños raros y pocas veces obscenos. A pesar de que cualquiera pensaría que tengo algo de locura, soy alguien feliz por ello.






-No puedo seguir aquí.-
Deje mi sombrero a un lado de mi silla, caminé con cuidado al patio donde estaba el laberinto de rosas, yo he jugado aquí desde mis siete años y nunca me he perdido, conozco cada entrada y salida de está.






Corro con una sonrisa en mi rostro, el viento acaricia mi cara y avanzo más para llegar a la fuente que se encuentra al centro de todas las posibles salidas del enorme jardín. Cuando acabo de recorrer pared por pared verde con ramas cubriendo las rosas atrapadas. Tomo mi reloj, no voy tarde para llegar a donde quiero ir.






Entonces veo la fuente. Me acerco con paso lento, no hay prisa, veo nuevamente el reloj, un minuto falta para que llegue.






-Estás tardando más de lo debido.-

 

 

-¿Me buscabas pequeño?.- Mis ojos se iluminaron, una vez que giré a donde provenía la voz, pensé que tardaría, pero él siempre ha sido así. Su enorme sombrero, sus ropas de colores llamativos, sus guantes desgarrados, su cabello rubio y negro, él tenía el cabello que yo deseaba, sus ojos verdes con puntos amarillos alrededor de sus orbes negras. Hay estaba quién tenía mi voz, bailando mientras se acercaba a mi, cantando su canción de lo hermoso que es una mesa que vuela a la venta que llora. Absurdo ¿no?...Pero...simplemente él me encanta.






Da otra vez una vuelta, revolviendo mis cabellos y yo río ante sus pasos extraños de baile, arregla su corbata cuando va acabando la canción, toma entre su mano derecha su gran sombrero, se arrodilla ante mi y besa mi mano, juntando y apretando la mía en la suya. Me tiene vuelto loco todo lo de él...él me encanta.






-Parece ser, que el pequeño Takanori, se ha aburrido de su fiesta de cumpleaños, y ha venido a buscar lo que tengo de él, sino me equivoco.- Pregunto, riéndose graciosamente y levantándose, mientras me mira una y otra vez, repasándome con la vista. -Hoy estás hermoso, el blanco te viene mucho, pequeñito, pero...Es algo peligroso que estés acá, ya sabes; mamá y papá piensan que estás loco y que yo...- Se coloco detrás mío, sus manos acariciaban mis hombres y su boca la sentí cerca de mi cuello, el corazón golpeaba fuertemente contra mi pecho, pensé que fallecería por ese acto. Lamió mi oreja y soltó otra risa. - Soy producto de tú imaginación.-




-No me llames primero por Takanori, odio que me llamen así. Dime Ruki, y el blanco no me pega, lo dices porque me quieres, solo por cariño...Y lo último.- Me giré hasta quedar cerca de sus labios rosados, él estaba a mi altura, claramente era mucho más alto que yo, tomé su rostro, colocando mis manos a cada lado de él. Extrañaba su boca, sus ojos divertidos y pervertidos a la vez. Aproximé más mi boca, a la de él, susurrándole lo que mi familia, mis amigos, lo que el mundo confía que estoy loco. - Tú no eres producto de mi imaginación...- Le vi directo a los ojos, aún sin tocarlo.




-Quería escuchar eso otra vez..-
Me tomo por la cintura y lo rodee con mis brazos, a su cuello. - Soy real para mi dulce Ruu-chan y yo soy su sombrerero loco para él. Te amo mi pequeño Alicio.- Mis ojos cerrados con vergüenza y atrapado por este sueño, se que no es falso, que él sabía desde que me vio tras su conejo blanco, que los dos seríamos el uno para el otro. Era inevitable enamorarme de él, a pesar de ser pequeño de edad y que él sea mucho mayor que yo...pero él me tiene encantado.




-Yo también mi Sombrerero loco...Reita.-







Mi voz, aún no la he recuperado, porque Reita, tiene mi voz para no sentirse solo cuando yo me siento solo sin tenerlo a él también, pero tengo eso que nadie sabe que está debajo de mi almohada, su reloj de mano. Recuerdo sus palabras, el día en que me confesé...






"No hay tiempo para los adultos, no hay tiempo para perder las cosas y no darse cuenta de ellas. Pero hay tiempo para sonreírte, para decirte que eres lo más importante que he recibido desde que dejé ese mundo...Hay tiempo que quiero darte, mi encantador Alicio, quiero que seas mío, para siempre, hasta que mañana, yo dejé de lado mis locuras y deje de ser tú sombrerero loco. Acéptame por la eternidad".







Entendí que sin él; las mesas no ríen, los gatos no sonríen, los conejos se emborrachan con café, que los ratones eran celosos y que los sombrereros locos existían, desde allí, entendí que me gustaba demasiado, él sombrero enorme que está sobre mi cabeza y que mamá piensa que no existe.






-Esto no es sueño, esto es real...Tan real Reita, que creó ya saber porqué nunca te respondí el porque los gatos sonríen.-







Y creo que tú tampoco lo sabes.

 

-Alicio te extraño…-

 

 

Notas finales:

Sólo queda decir "Es rara, compleja, extraña...Pero me gustó"...


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