CAP 1
“El comienzo…”
Hace unos años atrás Shun era un jovencito muy simpático y tímido. Vivía enamorado de la vida misma. Leia, escuchaba y dibujaba cosas que tenían algún tipo de relación con la palabra amor. Sin embargo jamás hasta este otoño lo había vivido. Simplemente estaba enamorado de ese sentimiento que nunca antes sintió….algo loco ¿no?...aunque ustedes no lo crean, no es tan desquiciado como suena…es como estar enamorado platónicamente de algo o alguien…solo que en este caso…bueno…digamos que es amor por ese sentimiento…
-¿Pero y cuando fue que nuestro pequeño se enamoro?...¿y de quien?....pues esta es la historia que pienso contarles…¿pero quien soy yo?...se preguntara más de uno. No creo que eso se lo mas importante…solo confórmense con saber que soy solo un testigo de aquello que se conoce como “segundas oportunidades”. De esas que hay que tomarlas aun si se sabe que quizás se fracase…
Y la historia comienza así….
Era un 17 de marzo cuando dio comienzo a un nuevo año escolar. Para Ikki solo era un año mas en el que tendría que sufrir el levantarse por las mañanas bien temprano para ir al colegio, solo que esta vez no iría solo ya que su pequeño hermanito comenzaba una nueva vida. Digo nueva vida por que el cambio de ir a la primaria para pasar a la secundaria para muchos no es nada fácil. Nuevos compañeros y profesores para conocer, el comienzo de la pubertad entre otras molestias, al final a esa edad uno no termina sabiendo donde encajar ya que por un lado sos grande para algunas cosas pero también sos pequeño para otras. En fin una molestia….
-si lo sabre yo…y seguramente muchos de ustedes….
Shun por su parte estaba mas que emocionado, por no decir que también nervioso. No sabía si iba a encajar bien o no en su nuevo colegio, pero por otro lado se quedaba tranquilo por que al fin estaría en el mismo colegio que su hermano mayor.
Mientras él pensaba en esto…
-¡Shun! Date prisa o te dejare!!!! – se escucha el grito de Ikki desde la puerta de la casa, al tiempo que el pequeño terminaba de tomar su café con leche.
-Vamos…Shunny…que si no tu hermano te dejara atrás – su hermosa madre le reprendía con todo su amor dándole un beso en la mejilla
- Si mamá…- sonrío un peliverde -¡Espérame nisan!....¡¡¡no seas malo!!!…- salio gritando de la cocina al tiempo que alcanzaba al mayor en la puerta de entrada.
-deberías ser mas rápido Shun…desde ahora tendrás que llegar temprano…no ves que si llegamos tarde nos pondrán media falta….- se quejaba Ikki mientras tomando de una mano a Shun se dirigía al colegio.
- no se de que te quejas si tu el año pasado quedaste libre por faltar mucho a clases
- Si… ese soy yo… pero tu no puedes hacerlo Shun…acá, en esta familia la oveja negra soy yo…tu eres un lindo angelito…por eso… no me imites…ya que a diferencia mía a ti te podría ir muy mal…¿comprendes?
- no…- se limito a decir Shun. Después de todo. No entendía el por que su hermano le decía que le iría mal como a él. Si a su juicio le iba bien. Shun siempre había visto como los mas jóvenes, y se podría decir que los mayores también respetaban a sobre manera a su hermano. A eso se le debía sumar que este siempre estaba de fiesta en fiesta por que siempre era invitado a ellas y este tipo de popularidad hacia que siempre estuviera rodeado de gente. Ósea que todo se resumía en: “has lo que yo diga pero no lo que yo haga”…totalmente injusto ¿no?.
- bueno no importa …tu solo has lo que yo te diga… y otra cosa Shun…- Ikki que paro en medio de la calle para decirle lo siguiente al mas pequeño- pase lo que pase, si alguien te molesta me lo harás saber al instante… ¿de acuerdo?
-si – respondió tímidamente y preguntándose por que alguien lo molestaría a él que era tan buen niño…
Luego de unos minutos de caminar estaban frente a lo que seria el nuevo instituto de Shun. Ambos hermanos ingresaron al edificio siendo recibidos por los preceptores del lugar. Ikki en su momento, siendo mas precisos la noche anterior, le contó que los preceptores serian quienes están a cargo de los alumnos, que son muy atentos y que si faltabas a clase o te enfermabas serán los que se hacen cargo de la situación llamando a tus padres, y esas solo eran algunas de sus actividades, así que por ello le convenía comportarse bien con ellos.
Bueno en realidad esto es lo que menos importa de esta historia…lo que si importa es que Shun logro adaptarse muy bien al nuevo instituto. Se llevaba bien tanto con sus compañeros de clases como con sus profesores; que a medida que pasa el tiempo les costaba creer que este fuera hermano menor de Ikki.
La realidad era que para los profesores, Ikki era el tipo chico problema, en si…un cero a la izquierda. Totalmente diferente de Shun.
Eso si…no es que Shunny no halla tenido problemas en el colegio, de hecho tenia unos cuantos ya que los “chicos malos” del lugar lo tenían de “punto”, gracias a su forma de ser tan dulce y amanerada, así que cada dos por tres lo molestaban. Solían gastarle bromas pesadas y hacer que pase muy malos ratos en el colegio. Por eso al principio Shun lloraba mucho y no quería ir al colegio, eso si nunca le fue con el cuento a su hermano mayor. Consideraba que no era buena idea que lo hiciese ya que sus compañeros pronto lo tratarían como alguien débil y cobarde, así que simplemente cayo hasta que un día ocurrió algo que jamás le tendría que haber ocurrido.
Un día la profesora de historia les tomo un examen sorpresa y como de costumbre Shun termino el examen antes de tiempo, por eso la profesora le dijo que podía salir del aula para despejarse en el patio hasta que el examen termine. Durante el tiempo que Shun estuvo fuera espero a que sus dos mejores amigos terminaran. El primero en salir fue Hyoga quien al ver al peli verde en el patio sentado en una de los bancos, salio a su encuentro. Se sentó junto a el y se pusieron a conversar tranquilamente. Hasta que Shun tuvo la necesidad de ir al baño.
- voy al baño…¿me acompañas?- pregunto con su vocecita tan tranquila.
- No…ve tu…yo te espero…además así también espero a que salga Seiya…-sonrío el rubio – de seguro va a necesitar un hombro en el que llorar…seguro que desaprobó el pobre…
- Mmmm…que cruel eres…mira si esta vez le fue bien…
- Jajjaja… solo tu puedes creer que a ese bestia le fuese bien y encima en un examen sorpresa…Shun…tu si que crees en milagros…jajjaja
- Jjajjaj…bueno…como digas…ya vuelvo…- y se encamino a los baños.
Cuando ingreso al baño se encontró con Jabu, un joven de cabellos castaños y capitán del equipo de futbol del instituto, y para colmo de males era quien mas solía molestarlo.
Jabu lo miro de reojo y en su estudio noto que el pequeño no se encontraba con sus dos mejores amigos escoltándolo. Así que aprovechando que estaban solo se le acerco de forma amenazante. Cuando Shun vio que este se le acercaba trato de salir del baño, pero el mayor fue más rápido y en un movimiento se interpuso entre él y la puerta de salida…
-¡¿Adonde crees que mas…pequeñín?!...- sus labios se curvaron en una diabólica sonrisa mientras arrinconaba al peliverde contra el lavabo.
- yo…yo me tengo que ir a clases….- dijo Shun tímidamente.
-¿Así?... ¿pero por que tanta prisa?...tu y yo podríamos divertirnos un poco… ¿no? – susurro aquella pregunta con sus labios pegados a su cuello.
- No…- dijo ya con miedo – tengo que irme… - intento zafarse, pero Jabu lo sujeto de un brazo con fuerza.
- tu no te iras…al menos que yo te lo diga… ¿estamos? – pero Shun no respondió, empezó a sentir pánico. El mayor lo estaba sujetando con tanta fuerza que supo que de seguro su blanca piel quedaría marcada. De pronto, y sin soltar su agarre, Jabu comenzó a bajar la cremallera de su pantalón. Esto hizo que Shun abriera enormemente sus ojos.- ¡Ahora…quiero que me atiendas!
- ¡¿Qué te atienda?! – Shun no entendía a lo que se refería. Y Jabu sonrío por la inocencia del pequeño. Como le gustaba ver esa cara tan dulce marcada con los gestos de la duda y el miedo. Y pensaba en como disfrutaría gozando del pequeñín.
- Si… atiéndeme ahí abajo… ¿ves? – Con su mano le mostró el miembro – quiero que te lo metas en la boca y succiones…
-¿Qué…que cosa?...no…no quiero… ¡suéltame! – Shun empezó a pelear con Jabu. No haría aquello, ni aunque de ello dependiera su vida. En ese momento Jabu, para calmarlo y así obligarlo a hacer su voluntad, le propino un golpe en la boca del estomago. No le golpeo la cara por que sino dejaría huellas visibles y podrían expulsarlo del colegio. Shun termino de rodillas frente al él, quedando a la altura de su miembro y Jabu aprovecho esa postura para jalarlo de los pelos. Shun para esas alturas lloraba a mares y al sentir que el mayor lo empujaba hacia delante cerro con fuerza los ojos. Espero a sentir algo que jamás llego. Escucho de pronto unos ruidos y sintió como era liberado de su agarre. Por eso abrió los ojos y se encontró con Jabu siendo empujado a la fuerza a dentro del inodoro por otro chico al que nunca antes había visto. Solo podía ver la espalda de un peliazul que golpeaba e insultaba a Jabu…
- ¡Te quedaras ahí hasta que nos vallamos!...y mas te vale no abrir la boca…por que te aseguro que pasaras a mejor vida si lo haces…- concluyo la amenaza del peliazul al tiempo que volteaba para ver a un pequeño angelito arrodillado en el suelo llorando…- ¿Te encuentras bien? – pregunto preocupado y Shun solo pudo asentir con la cabeza mientras derramaba un par de lagrimas mas – un niño tan bonito como tu no debería estar solo en los baños a estas horas…¿no ves que eres blanco fácil para los pillos como este? – señalando con el dedo a un Jabu mal trecho. En ese momento el peliazul le tendió la mano para ayudarlo a incorporarse – ven te llevare a la enfermería…
- No…- exclamo Shun para asombro del mayor – no…estoy bien…ya paso…- Shun no quería ir por que sino le informarían a su hermano mayor y de seguro se armaría un gran lío. - ¡Gracias! Igual por ayudarme – le regalo una semi sonrisa.
- No hay de que…pero deberías dejarte ver… ¿seguro que estas bien pequeño? – y acaricio su mejilla. Shun ahí noto que el mayor era un joven muy apuesto y por la manera se notaba que era un buen chico. No supo bien que le paso, pero al sentir esa caricia sintió mariposas en el estomago. Sin saberlo se había enamorado de su salvador.
- ¡¡¡Ringgg!!! – sonó el timbre de cambio de hora y Shun debía entrar a su siguiente clase.
- Bueno pequeño…te dejo…tu debes ir a clases, al igual que yo…eso sí procura no andar solo por el colegio ¿de acuerdo? – decía el mayor al tiempo que se iba hasta su propia aula dejando solo a Shun en el medio del patio. Él estaba tan distraído pensando en esa extraña sensación que ni se percato que había llegado al patio, sino fuera por que tanto Hyoga como Seiya se le acercaron.
- ¿Quién es él? – pregunto el rubio
- ¿Quién es quien? – Shun pregunto saliendo de su estado…
- ¿Quién va a ser…?... el chico que te trajo hasta el patio…- Seiya lo miro unos segundos a la cara y noto que tenia los ojos húmedos - ¿estuviste llorando?
- ¿Cómo que llorando? ¿Qué paso Shun? – Hyoga miro preocupado a su amigo -¿ese chico te hizo algo?
- No…no chicos él no me hizo nada…- respondió Shun limpiándose la cara con la manga de su uniforme.
- ¡¡a!! ¡no!...a mi no me vas a negar que estuviste llorando…y tu no eres de los que llora por nada… así que habla – exigió el pelicastaño.
- Si paso algo en el baño…pero…este no es el lugar para contarles…además ahora tenemos que entrar a Ingles…así que vamos…- dijo Shun al tiempo que se giraba rumbo al aula.
- Shun…ni creas que te iras a tu casa sin contarnos…. ¿me oyes? – gritaba Seiya.
- Si…si te oí así que no grites… ¿vamos? – y los tres amigos ingresaron al aula para la siguiente clase.
CONTINUARA….