UN DIA DE PLAZA por DRAGIOLA

UN DIA DE PLAYA



Brillaba bajo el calido sol, las gotas del agua resbalándose lentamente sobre su piel lo hacían mas apetecible, ese cabello revuelto, esa gracia con la que se asomaba sobre el agua, esos ojos incandescentes que hipnotizaban a quien  los viera, esos delgados brazos, ese delicado cuerpo que tan bien sabia el eran solo apariencias, ese pecho compuesto simplemente por dos cerecitas rosas y delicadas, deseosas de ser devoradas, esa fina espalda unida a esa delicada cintura, junto a unos bellos y circulares glúteos.  Esa piel traslucida, nívea que por mas estar expuesta al sol no cambiaba de color, ese hermoso cabello compuesto por hebras color oro, esos verdes ojos que tanto adoraba, su aroma…  Entonces se percato, no era el único que observaba descaradamente a ese Dionisio, ¡no!, a ese ángel, sintió la rabia subírsele hasta la cabeza, estaba a punto de estallar, que se habían creído esa chusma de pervertidos, solo él podía mirarlo de esa forma, él, solo él, acaso se olvidaban de su presencia, acaso el mismo no se daba cuenta que daba un espectáculo frente a esos desgraciados, peor aun, estando ahí su prometido, ¡si!, su prometido, porque el era el único con aquel beneficio de mirar descaradamente aquel cuerpo hasta el último centímetro, detalladamente.  ¿Creó que me acercare a preguntarle su nombre?,  escucho decir a alguien, ¿Espérame te acompaño?, dijo otro, -No sueñen, él no es para ustedes- dijo el tercero, bueno al menos alguien se da cuenta, pensó el Moau, -El será solo mío- escucho decir lascivamente al mismo hombre.  Este fue el detonante que hizo explotar al hasta ahora pacifico Rey de Shin Makoku.  Sin comprender como llegaron aquella orilla de la playa unos chicos bastante aturdidos comenzaron a levantarse torpemente.  Mientras escuchaban un grito a lo lejos, -¡Yuri!, ¡Enclenque que te pasa!- gritaba la belleza que antes devoraban con los ojos.  - ¡Nos marchamos!- decía ante un sorprendido rubio que no entendía nada. –¡Eso no!, yo quiero seguir nadando- pero que terco era ese demonio de fuego, acaso no se daba cuenta del peligro en el que se encontraba.  -¡Ya dije que nos vamos!- volvio a gritar furioso el Maou agarrando con mas fuerza la muñeca de su prometido, ante la mirada asombrada de su padrino.  -¡Enclenque si no me sueltas atente a las consecuencias!-  El moreno ahora si estaba molesto, por segunda vez en el dÍa sentía ganas de explotar, pero debía contenerse por el bien de Wolfram.  -¡Acaso no te das cuenta que todos te miran!- término gritándole, -¿He?- fue lo único que atino a decir su interlocutor. -¡Nada de he, no te hagas, que acaso te gusta!-  El rubio jamás pensó ver en ese estado al moreno, bueno nunca por su persona al menos eso pensaba hasta ese momento.                    -¡Contesta!- grito más furioso el muchacho. –No- dijo atónito el rubio que todavía no salía de su asombro. –Bueno- dijo mientras soltaba el agarre un poco,  -Será mejor que nos marchemos, debes ponerte ropa- diciendo esto corrió lo mas rápido posible hasta Conrad a quien le arrebato una toalla que de seguro llevaba para él, tapo con ella a su prometido como si fuera un bebé.  –Así esta mejor- decía el moreno ante las miradas asombradas de ambos hermanos.  –Heika, hace poco la marea estaba violenta, más ahora esta tranquila, acaso usted…- , el castaño fue interrumpido de una -¡Yuri!, Yuri, vamos hasta cuando debo repetírtelo Conrad, además porque me preguntas esas cosas, no te das cuenta de lo importante aquí-  El muchacho tenia ya una de esas sonrisas sinceras que tanto lo caracterizaban, sabia que su ahijado jamás aceptaría lo hecho hace un par de minutos atrás. –A que se refiere Hei… digo Yuri-  El moreno le dirigió una mirada estilo Gwendall que en el lucia muy tierna, -¿Cómo me preguntas eso?, pero que clase de hermano mayor eres-  El castaño estaba nuevamente tan asombrado como el rubio.  -¡No me mires así!, mientras tu te divertías con quien sabe que cosa, aquí el pobre de Wolf estaba siendo acosado-  El rubio se señalo automáticamente como diciendo en sus adentros ¿quién yo?  -Si no hubiese sido porque me encontraba cerca..no se que podría haberle pasado al pobre-  término diciendo con tono solemne, sin antes agregar la guinda a la torta.  –Gracias al cielo tienes un buen amigo como yo-  Tanto el rubio como su hermano no se lo creían , había que ser muy idiota para creerse esa explicación pero era aún más molesto para cierto demonio de fuego, “así que amigo”, se dijo a si mismo dejando caer la toalla al suelo.  El moreno no salia de su asombro, ahí estaba expuesto otra vez, -¡Wolf que haces!-   -Bueno Heika, ya que solo somos amigos no veo porque tanta alharaca, además yo se protegerme, recuerde que yo soy quien cuido sus espaldas, por si se le a olvidado soy un soldado al igual que Weller-  decía mientras el castaño solo atinaba a asentir  con una ancha sonrisa, mientras veía a su pequeño hermano zambullirse nuevamente al agua.  -¡Conrad!, acaso no vas a decir nada-  - Yo – dijo el aludido, mientras que un enardecido Maou lo miraba rabioso girando al instante para irse tras su disque amigo, que nuevamente había atraído las miradas de todos los ahí presentes.

FIN