-Tom!! El teléfono esta sonando!! Atiende!- Tom no respondía, al parecer se habia ido de la habitación del hotel. Termine de cepillarme los dientes, tenia aliento a vodka. Habíamos tomado todo lo que se nos cruzara por en frente. Estaba bastante mareado, con dificultad pude untar la pasta de dientes sobre el cepillo, pero luego de muchos intentos. Logre mi cometido.
Sali del baño y me dirigi al telefono del cuarto.
-Whaaaat’s Uuup?- recorde la película de Scary Movie, y comence a reirme con la bocina del telefono en la mano.
-Hola?- escuche una voz preguntando.
-Si? Quien habla?- estaba tan mareado q no podia distinguir quien me hablaba.
-Como estas Bill?-
-Quien habla??- me apoye en la pared.
-Alguien que te vio en la fiesta.- su voz parecio hacerse mas gruesa.
-¿A si? ¿Quién habla maldito acosador?!- no iba a soportar que se burlaran de mi.
-Importa mi nombre? –
-Voy a colgar ahora mismo...Imbecil- aleje el telefono de mi oreja.
-Cuelga si quieres, pero no escucharas lo que quiero decirte.- no pude resistirme.
-¿Qué?- talvez estaba demasiado ebrio, o talvez soy demasiado curioso. Pero queria oirlo ahora.
-¿No colgaras?- parecia tomarme el pelo de cierta manera.
-Di lo que tengas que decir, Señor Misterio.
-Bill, no seas asi conmigo. Solo queria expresarte lo que tengo en mi mente ahora mismo...-
-Si eres tan imbecil como para llamarme sin conocerme, supongo que no tienes nada en la cabeza. Habla o cuelgo.
- Ya veo...- me quede callado esperando que el dijera algo.
-Esta noche, te vi en la fiesta, bebiendo y comence a carcomerme la cabeza contigo. Tus labios rozando el shot de tequila, lamiendo tu mano...dejando tu boca salada.- le interrumpi.
-MALDITO ENFERMO!! VETE AL DEMONIO!- no pude creer que alguien le diera mi telefono de mi cuarto a ese enfermo. Podia estar en peligro!!
-Bill, tranquilo. Escuchame.- su voz parecia tranquila, sedada. Al contrario de mi situación.
-¿Tranquilo? Eres un maldito psicopata!
-Escuchame, solo escuchame.- una pausa se hizo entre ambos.
-Esta bien.- su voz me relajo por un momento.
-Apaga la luz Bill.- me dio una orden firme y tranquila.
-¿Po...por...que?- y si yo apagaba la luz y esa persona entraba y cortaba la garganta con un abre cartas de la recepcion? No iba a apagarla.
-Hazlo Bill.- otra vez la orden.
-Esta bien.- me tambalee hacia la toma de corriente y la apague. El efecto del alcohol continuaba haciendo efecto, pero este se iba yendo de a poco.
- Bill, ¿quieres saber que estoy pensando ahora mismo?- su voz cambio de pronto. Una sonrisa se dibujo en mis labios, no sabia porque, pero asi fue.
-¿Que estas pensando?-
- Te encuentras en tu habitación, la luz esta apagada, tu boca esta seca, estas deshidratado por tanto alcohol. ¿tienes sed Bill?- llegue mi mano a los labios, estaba muerto de sed.
-Estoy sediento...- mi corazon comenzo a latir con mas fuerza.
-La cama esta cerca de ti, asi que te acercas a ella. No la ves bien pero sabes que esta alli.- su voz se volvio tenue, seductora.
-Ok...-
-Bill, no hables. Escuchas unos pasos detrás de ti...-
-¿Qué?!- me aterre.
-Shh, solo escucha...- le hice caso.
-Te pusiste nervioso por un momento, al sentir unas manos sobre tu cadera, tiemblas.- un escalofrio recorrio mi cuerpo.
-¿Qué manos? sigue soñando amigo...- aleje la bocina del telefono para colgar, pero cuando estaba apunto de hacerlo, no pude. Realmente queria oir lo que tenia que decir. Acerque el telefono a mi oido.
-Sabia que no colgarias, Bill.- su risa me sono tan familiar que hizo que sonriera.
-Continua...- dije de forma seria.
-Quiero que solo pienses en lo que digo, solo eso...- su voz me tranquilzaba, no lograba reconocerla, creo que por lo ebrio que estaba, pero era como si la conociera de siempre.
-No tengo toda la noche Sr. Misterio..- me interrumpio.
-Y no hables Bill.- hice caso omiso.
-Puedo continuar?- pregunto. No respondi.
-Puedo continuar Bill?
-Supongo que eso es un si.- su risa sono otra vez atravez del telefono.
-Por tu cuerpo atraveza un escalofrio, jamas te habias puesto a pensar lo exquisito que se siente- mi respracion se altero al sentir el escalofrio recorrer mis pernas, mi espalda hasta el cuello y tenia razon, era delicioso.
- Te sientas con cuidado en la orilla de la cama, tus nervios te traicionan por eso tus rodillas tiemblan un poco. Sabes que esa persona esta frente a ti, esperando tu proximo movimiento.- le hice caso y me sente en la cama, mire al frente, no habia nadie en la habitación salvo yo y la voz de aquel hombre misterioso. Sin embargo, me imagine aquello.
-Aun estas mareado por el alcohol que te tomaste en la fiesta, aun estas atrevido por su efecto.- rei al escucharlo, tenia toda la razon. Al instante escuche su risa tambien, hizo que mi corazon se frenara y comenzara una carrera a toda marcha.
-Lames tus labios, aun saben salados.- lami mis ladios, era una mezcla de sal con limon que me erizaba.
-Sonries y te recuestas boca arriba sobre la cama, tienes muchas ideas en mente no?- quede petrificado al escucharlo, era una pregunta o una afirmación?
-Demasiadas...- se me salio de la boca, no queria hablar y menos decirle aquello. Pero que podia perder? Una diversión after party no me vendria nada mal.
-Lo se, a mi tambien se me vienen muchas ideas a la mente, fantasias Bill.
-Continua.- no queria dejar de oirlo.
-Tus manos bajan por tu abdomen, sintiendo cada uno de tus dedos, el alcohol despierta tus sentidos, asi que tocas con sensualidad tu pecho y bajas...- su respiración ya no era la misma, habia cambiado casi tan precipitada como la mia. Le hice caso.
Mis manos bajaron por mi pecho, a pesar de la camiseta podia sentir el tacto.
-Tu cinturón esta muy ajustado, asi que lo sueltas.-
-Sientes que tu pene esta mas firme, te encantaria que aquella persona que te esta observando se acercara y lo comprobara.- Baje mi mano y roce mi entrepierna, no estaba firme, estaba que ardia. Un gemido se escapo de mis labios mientras rozaba con mi palma mi pene.
-Lo sientes verdad?- ya no importaba nada, que me escuchara, que se diera cuenta.
-Si... dios- cerre los ojos, y me imagine toda la escena.
-Bajas tu pantalón hasta los muslos, solo necesitas un poco de espacio para complacerte y complacer a tu publico que mira atento tus movimientos.
-¿Y lo complazco?- dije con tono travieso, sentia un deseo incontenible por ser sucio, provocador.
-Eso lo veremos, Bill. ¿Aun tienes sed?- asenti, y recorde que el no podia verme.
-Si, demasiada- mire a mi alrededor y recorde que tenia una lata de cerveza en el minibar.- Tomare una cerveza.
-Perfecto, ve y buscala.- me pare algo tambaleante, la cogi y comence a beberla mientras regresaba a donde estaba.
- Rescuestate otra vez Bill. Tus labios ya no estan secos, sientes la cerveza pasar con rapidez por tu garganta y piensas ¿No he bebido lo suficiente por esta noche?- rei al escucharlo, era un reprenda?
-Yo dire cuando es suficiente.
-Lo se y me encanta.- su voz me excitaba mas de lo deseado.
-Introduces tu mano debajo de tu boxer, el contacto de tu mano fria gracias a la cerveza hace que saltes y te agites- al tocarme senti todo aquello, su voz me influenciaba.
-Tu mano rodea tu pene, lo tocas cuidadosamente, deleitandote con cada roce.- un gemido entre roces escapo otra vez de mi boca.
-Comienzas a mover tu mano de arriba a bajo- escuche como trago saliba y prestaba atención a mis sonidos.
-Lo haces mas rapido...- escuche su gemido, realmente lo estabamos disfrutando ambos.
-Bill?- dijo con la voz entrecortada.
-Si?- no podia modular bien ya que me estremecia por mis caricias.
-Pon el altavoz del telefono, Bill.- Hice caso omiso y pude escuchar con mayor detenimiento su respiración.
-Listo.- espere por unos minutos que volviera a hablar, mientras escuchaba sus gemidos, su respiración, pequeños monosílabos que se escurrian por el altavoz del telefono
-Bill...hazlo mas rapido...- parecia una suplica, sabia que el estaba haciendo lo mismo que yo. Trague saliba y continue satisfaciendome de una manera voraz.
-Haaa dios- no pude lo pude evitar, estaba a punto de correrme, no solo mis manos se movian sino que con la pelvis un moviendo involuntario nacia.
-¿Te gusta Bill?- su respiración cada vez era mas dificultosa, sonrei al saber que eso lo habia causado prácticamente yo.
-Me encanta...aaaaaah- tome un trago rapido de cerveza y cerre los ojos para que mi imaginación volara mas aun de lo que ya estaba.
-Aaaaahh Bill!!!! diooos! aaaah- al escucharlo mi excitación se fue a los cielos. No soportaba mas.
-Estoy....yo....- continuaba arduamente mi trabajo. Comence a sentir esas cosquillas tan caracteristicas que te avisan que el orgasmo esta a punto de tocar tu puerta.
-Si...aaa Bill...hazlo- sus palabras fueron ordenes que segui al pie de la letra, mis caricias fueron intensificándose hasta que por fin llego el momento.
-Aaaaaaaaaaah- me habia corrido sobre mis manos, sin darme cuenta que no fue solo mi gemido el que sono en la habitación, el tambien habia terminado. Extendi mis brazos sobre la cama para disfrutar un poco mas de aquella sensación.
Luego de unos minutos, me pare de la cama a la fuerza y tome el telefono quitando el altavoz.
-Espero no haber despertado a nadie- dije de forma divertida.
-Fue excelente- dijo luego de reir por mi comentario.
-Creo que dejare que duermas...- me dijo algo pausado todavía.
-Creo que sera lo mejor- A pesar que de todo aquello no lo habia esperado, no estaba seguro de querer colgar.
-Buenas Noches Bill.- sonrei con su voz, era tan familiar, una voz que ya habia escuchado antes, que no reconocia del todo pero que causaba ese efecto en mi.
-Buenas noches...¿como te llamas?- pregunte esperando que no hubiese colgado.
- Buenas noches Bill- dijo enfatizandolo, era mejor asi, sin nombres.
-jajaja Buenas noches.-aleje el telefono de mi oreja y colgue.
No podia creer que habia sido todo aquello, pero no me arrepentia en lo absoluto
Me recoste y trate de dormir, lo cual pude lograr solo dos horas después de todo aquello. Al despertarme, solo tenia aquella charla con el Sr. Misterioso y todo lo que causo. Mi rostro estaba a la miseria. La resaca hacia sus estragos en mi, un dolor me taladraba la cabeza pero aun asi no me hacia mucho drama, con lo ocurrido tenia en que pensar.
Baje a desayunar al restaurant que habia en el Hotel, alli de seguro me esperaban los chicos. Al entrar al salon, ubique a Georg y Tom sentados en una mesa, me les acerque y me sente junto a Georg, frente a Tom.
-Hola chicos.- trate de no sonreir, habia sido una buena noche pero nadie debia enterarse.
-Hola Bill- me saludo Georg sin levantar la mirada de el periodico.
-What’s Up Bill?-al oirlo, recorde que asi habia saludado al extraño por telefono y no pude evitar sonreir. Le segui la corriente.
-Whaaat’s up? jajaja- le respondi, entre risas. Tom me respondio con una sonrisa que oculto con la tasa de café.
-¿Cómo dormiste hermanito?- me pregunto poniendo una antencion que jamas me habia prestado.
-Excelente, hacia mucho que no descansaba asi- trate de actuar normal, seleccionando unos panecillos de la bandeja.
-Si? me alegro...- lo mire al escucharlo, se comportaba de forma rara. Georg se paro de su lugar.
-No puedo ni leer, el dolor de cabeza me esta matando ¿les molesta si me voy a dormir otra vez?- ambos lo miramos y reimos.
-Ve, Geo, te ves fatal jajaja- le dije de broma.
-Tu no te ves muy bien jajaja- me contesto y siguió su camino.
- Creo que tuvo algo de actividad extra anoche- dijo tom refiriendose a Georg.
-Y tu no? jaja pense que estabas en la habitación anoche, pero te desapareciste. ¿en donde estabas?- lo mire mientras comia un panecillo.
-Mmm... estaba...haciendo unas llamadas- dijo sonriendome.Sabia que me mentia, de seguro estaba en la habitación de alguna chica.
-Que divertido para un Sabado en la noche, Tom.
-No sabes cuanto...- me acorde de mi pregunta al Sr. Misterio “¿y lo complazco?”, rei.
-Y la pasaste bien?- dije entre risas, no podia soportarlo. Tom se paro, para irse y se acerco a mi por detrás, acercando su rostro a mi oido.
-Me complacio totalmente- su voz seductora recorrio todo mi cuerpo, esa voz...Abri los ojos como platos al darme cuenta, era el...el Sr. Misterioso.
Me di vuelta para verlo parado detrás de mi, tenia sus ojos puestos en mi y una sonrisa en sus labios.
-Nos vemos Bill- dijo sonriendo, y se alejo lentamente hacia la escalera del hotel.
Habia sido el, su llamada, era su voz. Me di cuenta que sin saberlo anoche cada vez que cerraba los ojos, su imagen me venia a la mente.