Cogí el teléfono y respondí con voz adormilada.
-¿Quién es?
-KAAAAAAAAAAAAAAAAAAI -Se oía el grito de Uruha retumbar en el telefóno- ¿Se puede saber dónde narices te metiste? Hace una hora que llevo esperándote. te recuerdo que tenemos una conversación pendiente.
-Sí, lo sé. Me dormí, lo siento, llego enseguida.
Miré a Asagi que dormía a mi lado. Me levanté rápido de la cama, me arreglé y salí a la calle. Caminé a paso rápido y divisé a Uruha tomandose un café en un banco del parque.
-Lo siento, Uru... Ya sabes como anda Asagi ultimamente. Anoche llegó borracho y.. -Suspiré al ver la forma en la que Uruha me miraba. Sabía que él odiaba a Asagi. Odiaba ver como me trataba. ¿Por qué? Uruha es mi amigo. Por eso mismo.
-Kai... Sabes que no es bueno para ti. Deberías dejarle.
-Lo intenté, creeme, pero le amo, Shima. Además... No sé que me haría.
-Bueno, olvídalo, tira, nos vamos de compras con Ruki~~
-FU. Está bien.
Caminamos un rato hasta llegar al centro comercial, donde Ruki no estaba. Así que decidimos esperar, aunque ya hacía una hora que Uruha había quedado con él allí.
-Nee, Uru, no va a venir. Por qué no vamos a hacer algo? Estoy empezando a aburrirme.
-Vamos a mirar guitarras!
Uruha me agarró del brazo, tirando de mi hacia la tienda donde vendían las guitarras que más le gustaban. Hacía tiempo me dijo que quería regalarle una a Aoi por su cumpleaños, supongo que... como es el mes que viene le comprará una. Entramos a la tienda y al segundo, Uruha ya no estaba. Suspiré y miré las guitarras detenidamente. Realmente, algunas me encantaban.
-Kaaaaaaai~~ -Apareció alguien detrás de mi y se me subió a caballito.
-Miya, hola. ¡Cuanto tiempo! -Sonreí al verle.
-Sí. ¿Qué haces aquí? Viniste a comprarme una guitarra, a que sí?
-Tus ganas. Vine con Uru, pero desapareció entre guitarras -Me reí.
-¿Qué tal si vamos a tomar un helado? Me dijo Maya que abrieron una heladería italiana hace poquito y quiero ir -Puso cara de cordero degollado.
-Vale, vale, iremos. Pero bajate antes de que nos caigamos.
Salimos de la tienda, me supo mal por Shima, pero él me dejó tirado antes, de todas formas, le enviaré un sms. Llegamos a la heladeria, realmente era genial. Miyavi me cogió del brazo y se dirigió hacia una mesa.
-No sé por qué todos haceis eso. -Dije sentándome.
-¿Hacer qué? -Dijo mirando a la camarera que se acercaba.
-Tirar de mi así. -Llegó la camarera, así que pedimos los helados.- Yo quiero un de...
-¡Kai! ¿Por qué narices te fuiste sin avisar?
No... No era Uruha.
-A-asagi... Yo... Había quedado con Uruha y estabas tan tranquilo durmiendo...
-Sí, Uruha, no? y dónde está, eh? -Apareció Uruha, con una guitarra a cuestas.
-Estoy aquí, Asagi. Vinimos Miyavi, Kai y yo a pasar la tarde. Pero vinieron a tomar un helado mientras yo compraba una guitarra para Aoi. El mes que viene es su cumpleaños! -Sonrió.
-¿Sabes, Uruha? me da igual. Kai, levantate de ahí. Nos vamos a casa.
-Asagi, Kai no es tu hijo. Dejale que haga lo que le de la gana -Dijo Miyavi, a lo que le miré suplicante para que callara.
-¿Perdona? Es MI novio así que nos vamos.
Asagi me tomó la mano bruscamente, a lo cual me quejé levemente. me hizo levantarme y tiró de mi lejos de Miyavi y Uruha.
-Asagi! ¡Me haces daño!
Asagi me ignoraba por completo. Me llevó a su coche y me obligó a entrar. Se subió al asiento del conductor y condujo hacia la casa, nuevamente. Salió del coche y abrió la puerta de casa, esperándome. Así que di un largo suspiro y bajé del coche, yendo junto a él. Me agarró de la camisa y me empujó dentro de la casa, cerrando la puerta tras él y se acercó a mi mirandome con enfado.
-Asagi... ¡Puedo explicarlo, joder! Sólo me desperté y fui con Uruha y Miyavi de compras. Lo siento, la próxima vez te avisaré y si quieres ven con nosotros. -Intenté arreglarlo.
-No me gustan tus amiguitos, Kai. Además, siempre te vas sin avisar. ¿Cuando narices comprenderás que no puedes ir a ningún lado sin mi permiso? -Me miró aún con su cara de enfado y me propinó un bofetón en la cara.
-Asagi, por favor... Lo siento, de veras... No volverá a pasar.
Iba a propinarme otro bofetón cuando sonó el timbre, lo cual le cabreó más. Quizás llegó al límite. Se dirigió a abrir la puerta.
-Quedate ahí -Me dijo-
-¿Quién es? -Abrió la puerta-
-¡Hola! -Dijeron al unísono dos chicas.- Está Kai?
-No. -respondió secamente.
Decidí salir a saludar, seguramente Uruha habia llamado a Clara para que viniera a verme.
-¡Clara, Misa! Cuanto tiempo sin veros -Me tapé la cara con el pelo para que no vieras las marcas del bofetón. Quizás lo ignoraron.
-Kaaaaaaaaaaaaaai! -Gritó Misa tirandose encima de mi y mirandome con cara de saber lo que Asagi me andaba haciendo.
Clara entró y Asagi cerró la puerta, mirandola con desprecio.
-Podeis iros? Estabamos hablando y debeis saber que no es un buen momento.
-Pero pero pero acabamos de llegar a la ciudad y queriamos verle! -Dijo Clara mirando tristemente a Asagi. Lo cual, yo bien sé que le molesta muchisimo. Optó por propinarle un bofetón a ella también. Misa se giró rapidamente.
-¿Pero se puede saber que haces?
-Iros. ¡Ya!