Shin caminaba por la calle rumbo a su casa. Llevaba muy mal humor porque Sakuraba había ido con Takami y Wakana a casa de Ootawara para hacer un proyecto de clase y no estuvo dispuesto ese día.
Tenían casi dos semanas de no verse y el linebacker, comenzaba a desesperarse por no tener un cuerpo dispuesto a todo. Aunque, el rubio había insistido una semana antes a que pasaran tiempo juntos, pero el pelinegro estaba ocupado entrenando y no le puso atención. Ante esto, el receptor salió del salón muy enojado [Y terminó en un asunto indecoroso con el Kicker de Deimon].
Suspiró fuerte. Necesitaba desfogarse y Sakuraba no estaba disponible. Alguien más no le serviría, aunque dependía de la persona.
En eso iba tan ensimismado, que chocó con alguien más. Y ese alguien más, era Kobayakawa Sena.
--¡Ah! ¡Lo sien...! ¡Shin-san!-Dijo el castaño.
--Sena...--Bueno, a los ojos del más alto, el niño no estaba nada mal. Era lindo, con un cuerpo pasable y quizás ya tuviera experiencia--¿A dónde vas?
--Eh... A tomar un helado.
--Te acompaño.
--¿Eh?-El running back no entendió nada-Shin-san...
--Yo invito.
Lo arrastró, prácticamente, hasta la heladería. Algunos de los estudiantes del Instituto del castaño, murmuraban por lo bajo la escena, ya que era extraño que alguien del prestigioso y enorme Instituto Privado Oujou [Dígase que todos conocían al gran Shin Seijuurou] caminara con un chico de los recados [Famosamente llamado "Eyeshield 21"].
Llegaron y el menor pidió un helado de vainilla.
--Shin-san, ¿No comerás también?
--No se me permiten las cosas dulces en mi dieta.
¡¿Entonces para qué rayos lo invitó?!-Pensó Sena, comiendo tranquilamente su helado.
--Gracias, Shin-san... Pero, ¿Por qué Sakuraba-san no está contigo?
--Tuvo tarea con Takami, Wakana y Ootawara-Dijo de manera molesta-Vamos a dar una vuelta.
Salieron del local y pasaron por un parque, entonces el mayor llevó a una parte solitaria al chico que todavía no terminaba su helado [No sé por qué, pero esto me recuerda: Boku no Pico].
--Shin-san ¿Qué pasa?-Al fin se terminó su helado.
--Sena, ¿Tienes novia?
--¡¿Eh?! No... Yo no... Tengo...--Respondió el castaño.
--¿Y novio?-La mirada del moreno, era imposible de descifrar.
--¡¿Ah?! Eso... Yo...--No entendía por qué debía decirle al otro si andaba con alguien o no-Pues... Yo... Si...
Eso era interesante, un punto a favor.
--Pero... Shin-san ¿Por qué preguntas?
El mayor no respondió. Lo arrinconó contra una pared y empezó a buscar entre su ropa para quitársela. Acarició por encima del pantalón sus piernas y lo besó de manera desenfrenada. Se iba a quitar las ganas, como que se llamaba Shin Seijuurou [Me gustaba más Seijiirou].
--Shin-san... No... Yo...--Su espalda dolía por el contacto brusco, pero algo en su interior deseaba hacerlo más fuerte-Por... Por favor...
--Necesito relajarme... Tranquilo, la pasaremos bien...
Sus grandes manos quitaron el saco verde y arrancaron los botones de la camisa blanca, mientra lo besaba con maestría, después desabrochó el pantalón y lo bajó hasta sus tobillos. Una mano se metió dentro del bóxer del castaño para estimularlo un poco.
Sena ya no sabía ni qué creer, porque no estaba seguro de si era un sueño o la realidad. Sólo atinó a responder los besos y apretar los hombros del moreno.
--Ahhh... Shin... Por favor... No...
--¿Te disgusta?-Lamía su lóbulo derecho-Si quieres, me detengo.
--Es que... Voy a... A... Co-correrme...
--Aún no.
Quitó una manga del pantalón y se desabrochó el pantalón. Sena aprovechó a abrirle la camisa y poder tocar sus pectorales, siempre le habían gustado. Dos dedos llegaron a su boca, obligándolo a chuparlos. Después fueron hasta su entrada y comenzaron a dilatarlo.
El pelinegro se dio cuenta de que el menor ya no era virgen, pero no estaba tan usado, y eso era quizás por las prácticas que no lo dejaban en paz. Metió sus dedos en el cuerpo del castaño, tensándolo y excitándolo, al menos, eso demostraron los espasmos que dio su cuerpo. Shin estaba muy necesitado y Sena sabía cómo excitarlo inconscientemente. Los gemidos se hicieron fuertes y el running back enroscó sus piernas a la cintura de Shin, logrando que los dedos fueran más profundos y lo estimulara. Los besos no cesaron, entonces Shin sacó los dedos y sobó su miembro para calmar un poco el dolor y penetrar cuando estuvo listo.
--¡¡AAAHHH!!
Iba a partirlo en dos pero no importaba. Sena sentía que si el linebacker se movía, iba a terminar a la mitad. Algo demasiado grande se estaba ajustando a algo muy pequeño y dolía demasiado... Pero de algún modo era placentero.
Como un pequeño muñeco de trapo, el castaño fue pegado a la pared y alzado del suelo, pero, no conforme con eso, Shin lo siguió estimulando y con su boca buscó uno de sus pezones. Las sensaciones contrariaban al castaño y lo hacían suspirar, sentir la boca seca y gemir descontrolado. Los movimientos del moreno se realizaron de manera frenética y constante, tocando con violencia la próstata del running back y provocando gritos del otro.
--¡¡Shin!! ¡¡Aaahhh!! ¡¡No!! ¡¡No puedo!!
El mayor no escuchaba nada de lo que decía, su cuerpo estaba en descontrol con las sensaciones... Sakuraba sabía mover sus caderas de una manera que lo enloquecía pero ese niño era más apretado que el rubio y lo estaba llevando al orgasmo rápidamente. No dejó de chupar uno de sus pezones y masturbarlo mientras lo penetraba. Ninguno supo cómo, pero el orgasmo los inundó cuando Shin rozó la próstata de Sena y mordió pezón mientra acariciaba sus genitales, entones el castaño apretó más el miembro en su interior. Se corrieron al mismo tiempo, entre gritos y gemidos descontrolados.
Sus respiraciones estaban desbocadas y tuvieron que esperar a calmarse para darse cuenta que sudaban profusamente, sin duda, había sido intenso.
Cuando se separaron, Sena, apenas pudo mantenerse en pie porque no sentía bien sus piernas. Se limpió con un pañuelo, se acomodó el uniforme y observó que el mayor cerró su camisa y su pantalón. Se limpiaron el sudor y se quedaron en silencio.
--Nos vemos, Sena.
--¿Ah?... Hasta luego, Shin-san.
El pelinegro se fue por el camino contrario al del castaño. Sena se quedó pensando en lo que había pasado: Iba camino a casa, encontró a Shin, le invitó un helado y después tuvieron sexo... Pero, Shin estaba con Sakuraba... Seguramente estaban peleados y por eso necesitaba eso... Bueno, él le hizo un favor a alguien, así que no estaba mal, pero no comentaría nada, o habría problemas.
Shin pensó lo mismo. Sakuraba no debía enterarse, aunque estaba seguro que Sena no diría nada. El castaño no había estado nada mal... Sin duda, había sido un buen encuentro.
FIN