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Koron-chan Vs Reita por Amnesiaa

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Notas del capitulo:

Hola diviis! :D

 

Se me ocurrió este two-shot.

¿Alguna vez se han preguntado que piensan los perros?... ¿Ni siquiera cuando los miran de esa manera tan intensa?.


 


 


Yo tampoco.


 


 


Y no seria hasta algunos días atrás cuando sentado desde el sofá, sus profundos ojos negros como un pozo seguían cada uno de mis movimientos. Pero como soy una persona que se basa en principios lógicos, eso no podía ser sino mi imaginación y como tal no debería darle trascendencia.


 


 


Así fue como di riendas sueltas a la pequeña bola de pelo que a pocos metros de mi no hacia mas que ceñir sus ojos sobre mi, como si maquinara el plan perfecto de lo que seria el asesinato mejor ideado por un criminal que no dejaría huellas y tampoco testigos que pudieran señalarlo como el culpable. Si, muchas películas de acción.


 


 


Sacudí mi cabeza a ambos lados en un tonto intento de apartar esas imágenes de mi mente, sino fuera por la resplandeciente pantalla en frente de mí eso no hubiera sido posible. Pocos segundos después en los que creí que de verdad todo había sido producto de mi perturbada mente, pude oír como un par de afiladas pezuñas rasgaban las pulidas tablas del piso.


 


 


Un sonido por demás chirriante, un escalofrío recorrió mi espina dorsal dejando a lo largo todos y cada uno de los bellos de mi brazo electrificados. Algo similar a como me vería de haber metido mis dedos en un enchufe, una imagen por demás shockeante. Moví mi cabeza unos pocos centímetros hacia el costado izquierdo en un radio de 40 grados solo para ver un par de puntiagudos colmillos, similares a una aguja de vacuna, esas por las cuales de verdad evitarías ir al medico.


 


 


Toda esa linda imagen acompañada de aquel reconocible sonido, típico de un animal que padece rabia, si, pero este no padecía rabia también conocida como enfermedad aguda del sistema nervioso. Oh no, aquel pequeño demonio tenía rabia pero una muy distinta.


 


 


Tan distinta que solo se le notaban los síntomas cuando yo y solo yo, venia de visita.


 


 


Pero se agudizaba y a niveles realmente preocupantes cuando aquel enano que tiene por dueño meneaba su perfecto y bien formado trasero en frente de mi y si eso fuera poco, soy humano y no de palo, cuando ponía mis manos a ambos lados de su cadera solo para juntar su cuerpo al mío podía ver gotas de saliva del tamaño de una burbuja salir de la comisura de sus oscuros y húmedos labios. Algo que de verdad uno podía ver solo en las pesadillas y solo ahí.


 


 


Sin dudas era un espécimen buscado por los productores de Scream y porque no de The Ring.


 


 


Pero no para su dueño. Oh no, para el era toda una belleza, pequeño y peludito como un peluche que pasea de aquí para allá con orgullo por la compañía y que incluso lleva consigo a todas las giras de la banda que a veces duran mas de un mes y si, después de cada concierto corre en puntitas de pie hasta su camarín solo para ver a su hijito.


 


 


Si, su pequeño perrito que comparte tardes frías de invierno con el en su cama y que esta de mas decir no puedo ni moverme medio centímetro, de lo contrario rawr y esa mirada que de verdad borra toda tentativa de abrazar a mi enano.


 


 


Me levante estirando mis brazos en cuanto oí las llaves en la cerradura de la puerta, tenia como dos horas sobre aquel sofá y no por estar bajo la custodia de ese perro, no sino porque su dueño me había encargado quedarme con su hijito mientras hacia las compras para la cena. Y hacerlo, fue toda una prueba de amor.


 


 


Apenas me gire el sonido burbujeante de la garganta del perro me detuvo, había que ser una persona imprudente para seguir. Mire por sobre mis hombros para ver aquel par de ojos negros ceñirse sobre mi, como alguien que se esta por disputar el duelo de su vida cuando todo lo que quería era ir en busca del dueño del pequeño demonio.


 


 


-          ¿Koron? –


 


 


Pregunte estando muy seguro de que mi salud mental estaba llegando a un límite preocupante incluso para mí. Los labios de la bestia se ensancharon dejando a la vista un par de colmillos que nada le envidian al de los legendarios monstruos de libros que nunca me tome la molestia de leer. Pequeñas gotas de aquel líquido blanco hacían charcos sobre el piso antes inmaculado, en tanto que su imagen se podía ver a través de las orbes dilatadas de mis ojos.


 


 


Y solo una voz se escuchaba desde la parte mas profunda de mi conciencia, clara y fuerte con un solo objetivo ¡Corre, Corre!.


 


Y lo hice.


 


 


Como en cámara lenta, gire mi cuerpo sobre mis pies dando el primer paso de lo que seria mi salvación. Apreté mis puños con fuerza como un caballero de la edad media que esta decidido a ganar, a dejarlo todo en el campo de batalla incluso su cuerpo si así debía ser. Bueno, podemos omitir la parte del cuerpo, ya que soy muy joven para morir mordido por un perro.


 


 


Un grito desgarrador quebró el silencio con un solo significado, el amanecer seria rojo. Me impulse hacia delante sintiendo paso por paso como las garras de la bestia se prendían de la parte baja de mis jeans, mire por sobre mi hombro para ver aquella húmeda lengua colgar a un lado de su hocico con un solo fin, degustar el sabor de la jugosa carne de mi pierna. Salte por arriba del sofá tirando los almohadones hacia atrás, como flechas que podrían a atravesar el corazón de la bestia pero que por desgracia no hicieron más que darle en la cabeza.


 


 


Sobre el final del corredor pude ver la silueta del único que podía controlar al monstruo. Y no hablo de aquel que vive en la parte baja de mis jeans, no sino del que resbalo por la pulida superficie del piso y que gruño rompiendo mis tímpanos con el sonido de sus aullidos que retumbaron en las cuatro paredes de la casa. Como alerta para que los de su especie me atacaran.


 


 


-          ¡Ruuuuuuki! –


 


 


Grite a escasos centímetros de esconderme detrás de la pequeña espalda de mi enano que no hizo más que hincarse frente a la bestia y con sus dedos acariciar la parte trasera de sus orejas.


 


 


-          ¿Qué pasa hijito, extrañaste a papi? –


 


 


Los ojos negros del monstruo me seguían y aquel par de colmillos rechinantes en la comisura de sus finos labios. Solo me di cuenta de que temblaba cuando Ruki tomo en brazos a su perro y una de sus patas intento rasgar la tela de mi remera. El sonido sordo de mi cuerpo impactando contra la puerta resonó en el vestíbulo, Ruki giro con una mirada un poco extraña.


 


 


-          ¿Reita podes sostener a Koron-chan por favor? –


 


 


Las orbes de mis ojos doblaron el tamaño tanto que puedo jurar que vi una sonrisa de medio lado en los oscuros labios del bicho. Y esa mirada que solo se podía leer como “Te voy a cortar un brazo en cuanto mis garras toquen tu delicada piel”, al mejor estilo Jason de la película de terror Viernes 13 y para darle el cliché que la escena necesita, no tengo salida.


 


 


Ruki me extendió los brazos aun con esa mirada que podía expresar muchas cosas entre las que podía destacar, confusión. Si, me actitud era un poco rara. Talvez estar pegado contra la pared como si un asesino con una cuchilla estuviera a pocos pasos en frente de mi no fuera la mejor manera de actuar pero así me sentía ahora. Talvez el asesino no tuviera un cuchillo cuyo filo limpio durante la noche anterior, no pero si tenia dos colmillos que estoy seguro no había limpiado desde su ultima comida.


 


 


Trague saliva en tanto Ruki colocaba a la bestia entre mis brazos, un segundo después sentí una pequeña mano rozar la piel de mi mejilla. Sonrío dándose media vuelta con las bolsas de las compras, solo necesitó esperar a que su dueño se alejara unos pocos pasos para enterrar sus pezuñas en mi brazo, como un bicho de caza que desentraña a su presa. Solté a la bestia que cayo contra el piso apretando mi brazo en la zona herida.


 


 


-          ¡Ruki tu perro me odia! –


 


 


Incline mi cabeza hacia abajo pero para mi sorpresa, Ruki tenia al pequeño demonio en su regazo.


 


 


-          Ah Reita no seas tonto, Koron-chan no odia a nadie ¿verdad hijito? –


 


 


El perro ladro escondiéndose en el pecho de Ruki que revoleo los ojos. ¡Como si fuera mi culpa!.

Notas finales:

Motivación?

Reviews?

Algo?

 

Besote! :D


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