Mi anhelado sueño
Diez años han pasado desde que perdió a su persona más importante, prometiéndole algo que era absurdo para mí. Watanuki había prometido a Yuuko, la bruja de las dimensiones, esperarla, sacrificando sus sueños y su tiempo en este mundo. Juro esperarla en aquella enigmática tienda; haciéndose el dueño y condenándose a esta… porque al no poder salir del interior de esta, se había vuelto un prisionero.
Yo era su único contacto con el exterior; trayendo sus recatos para realizar la cena… no podía negarlo, aun cocinaba magníficamente. Ambos habíamos cambiado, adquiriendo y eliminando algunos de nuestros vicios; ahora el no demostraba aquella felicidad y espontaneidad que en su juventud lo habían caracterizado; se había transformado en un hombre serio y calmado, por lo cual, muy raras veces sonreía.
Al igual que yo, había tomado la manía de beber sake; lo hacíamos todas las noches junto con el extraño ser oscuro… Mokona.
En estos diez años habían cambiado muchas cosas; en vez de las ciencias me interesa mas por el folclore, Kunogi se había casado y se mudo a otra ciudad; pero aun seguía preocupada por Watanuki.
Maru y Moro junto con Mokona eran las únicas acompañantes de Watanuki; hasta que yo llegase de mi trabajo.
- Bienvenido *dijo Mokona*
- Sabes que no vivo aquí, no tienes porque dármelas
- Eso no importa, igual eres bienvenido
- Y Watanuki?, está dormido?
- No, acaba de despertar porque tu venias
- Mmm, ya veo
A pesar de tantos años nuestra relación seguía tal cual; preocupándonos el uno por el otro pero sin necesidad de demostraciones. Ninguno de los dos decía mas allá de lo necesario… nos daba temor lastimarnos; las verdades pueden llegar a ser mas lastimeras que las mentiras.
- Te he dicho que antes de venir llames Doumeki
- Lo hice y contesto Mokona
- Trajiste lo que te pedi?
- Aquí esta
- Vaya esta cebolla es de muy buena calidad… estas aprendiendo
- Como no quieres que lo haga si todos los días hago las compras
- Es verdad
Hubo un silencio incomodo entre los dos; siempre sucedía cuando alguno de los dos pensaba en decir algo pero mejor lo callábamos; Mokona era quien siempre nos liberaba de estas monótonas situaciones.
- Bien Watanuki se una buen esposa y has la cena
- Mokona, no soy la esposa de nadie * dijo en tono serio*. Esperen en la antesala mientras cocino; Maru, Moro necesito que me ayuden.
- Si Watanuki
Mientras esperábamos; Mokona y yo hablábamos; Watanuki aun no perdía la esperanza de que Yuuko regresara, al igual que yo, no perdía la esperanza de volver a mirar al Watanuki de antes… si tan solo yo fuese lo más importante para él.
La cena estuvo esplendida y el sake que traje fue el perfecto concluyente; Maru y Moro se desplazaron a dormir y Mokona tan perceptiva como siempre se marcho dejándonos solos.
- Cuanto piensas seguir esperando Watanuki?
- Lo que sea necesario; creo que ya habíamos hablado de esto
- Si y aun no logro entenderlo; ella jamás querría verte así; porque no lo entiendes? * en tono sereno*
- Si es todo lo que querías decirme mejor me voy a dormir; puedes amanecer en la sala de invitados, buenas noches.
Así siempre terminaban nuestras discusiones; pero yo ya estaba más que harto de esta situación; lo tome bruscamente del brazo y lo arrastre… el Watanuki de antes hubiera objetado y hasta me hubiese gritado un “IDIOTA”, pero este se dejo arrastrar sin objeciones. Llegamos a la habitación de huéspedes y ahí lo arroje al futon.
- Que pretendes Doumeki? * espeto sin alterarse*
- Estoy cansado de callar durante diez años, no lo hare mas.
Me posicione encima de su cuerpo y con mis manos contuve las suyas; las estreche fuertemente para que no intentase escapar.
- Suéltame Doumeki, no sé en que piensas pero esto no me agrada
- Te quiero Watanuki y sé que por mucho que lo escondas tu también
- Que estupideces dices
- Sabes que no son estupideces; nuestro destino es estar juntos y la mejor prueba es el ojo que compartimos… con el tú tienes una parte de mí y yo de ti; y será así por siempre.
- Doumeki, sabes que decirme esto no hará que cambie de decisión?
- Lo sé; no podía callarlo por más tiempo.
Ladeo su rostro y por un instante vi de nuevo aquel maravilloso brillo en esas orbes turquesas y el tono carmín en sus mejillas… se veía tan inocente.
Deje caer mi cuerpo sobre el suyo; haciendo que ambos jadeáramos placenteramente; me dirigí a sus níveos labios y los bese con parsimonia… tanto había esperado para este roce?.
Con mi lengua hice presión en sus labios para poder entrar en su boca; lo sentí resistirse pero poco a poco fe dejándome entrar en su húmeda cavidad, me deleite con su sabor y el choque de nuestras lenguas. Al final la falta de aire pudo liberar nuestros labios.
Mire confusión en sus ojos, acaricie su rostro de porcelana e implante un beso fugaz en sus labios.
- Yo quiero pasar de aquí Watanuki, quiero que lo nuestro sean más que besos
- Do… Doumeki *sonrojado*
- Si no quieres que siga, tan solo detenme
Mis labios recorrieron su cuello, mi lengua subía y bajaba deleitándome con su piel y su dulzor; mis dientes marcaban todo a su paso. Suspiro tras suspiro provenían de su boca; sabia que al caer ante una tentación es difícil sobreponerse; tal vez nunca…. Deslice mi mano por su pecho, abriendo el aori carmesí que vestía; jadeo fuertemente al sentir como mi mano sujetaba uno de sus pezones.
- Ahhh… Doumeki… no
- Ya te lo dije Watanuki; si no piensas detenerme, no cederé
Probé con parsimonia el torso color armiño de Watanuki, me deleite saboreando su piel descendiendo hasta meter mi lengua en su ombligo; sentí como su cuerpo se exalto debajo del mío y eso me encendió aun mas.
Ascendí a su pezón izquierdo; lo succione y mordí con lasciva mientras que acariciaba el otro; sentí sus manos tomar mi cabello, haciéndome descender por su vientre. Mientras descendía choque mis labios contra su miembro que aun yacía con indumentaria, lo bese sobre la ropa sintiéndolo endurecerse más; mi mano palpo sin pudor toda su anatomía mientras que sus jadeos pedían por más.
- Ahhh… Doumeki… continua
Retire por completo su aori y me encamine a su protuberante erección, sin meditarlo ni un solo segundo, me erguí y comencé a degustarlo; mis labios y mi lengua llevaban un compas ameno; probando cada rincón sin dejar nada a la intemperie.
Succione aquel trozo de piel lentamente, quería grabar en mi mente su sabor y contextura al igual que los sonidos lujuriosos de Watanuki.
- Mmm… Doumeki hazlo… mas rápido
Sabia que estaba por culminar, pero yo quería hacerlo junto con el así que me detuve; retire prenda por prenda y quede desnudo ante su expectante mirada. Me hinque de nuevo entre sus piernas y mi lengua se situó en su orificio anal.
- Do… Doumeki no hagas eso… ahhhh
Después de introducir levemente mi lengua opte por cambiarla por mi miembro; sentía la necesidad de explorar aquella cavidad a fondo. Masajee con mi falo su trasero, haciendo que nuestros cuerpos se excitaran aun más.
- Ahhh… Doumeki… penétrame… ahhhh
- Aun no … Watanuki
No podía negar que aquellas palabras me habían encantado, pero sino quería lastimar a Watanuki lo mínimo que tenia que hacer era prepararlo.
Metí tres dedos a mi boca, humedeciéndolos con mi saliva; para sorpresa mía, Watanuki tomo mi mano y llevo mis dedos a su boca… su lengua se enroscaba alrededor de mis dedos; uniendo su saliva junto con la mía de una manera indirecta.
- Mmm… tu lengua es tan cálida Watanuki
- Quiero lamer tu miembro Doumeki
- No… estoy tan excitado que me vendría en tu boca; y lo que quiero es hacerte mío
Introduje uno de mis dedos en su cavidad, sonreí con malicia cuando cruzamos nuestra miradas; otro digito entro sin problemas en su interior y luego el tercero. Sus gestos al principio fueron de molestia; pero poco a poco sus facetas se fueron aligerando, al igual que su presión en mis dedos; sentí como movía sus caderas por más… era el momento.
Saque mis dedos y fui deslizando mi miembro en su interior.
- Ahhh… duele Doumeki… mas despacio
- Así te dolerá mas… solo aguanta un poco Watanuki
Entre de lleno en su interior, de una sola embestida; mi falo ardía en su interior; aquella estreches me quemaba… me enloquecía. Tome su rostro con mis manos, y con mis pulgares limpie varias lagrimas que salían de sus ojos.
- Muévete Doumeki… hazlo despacio
- Si
Moví mis caderas de adentro hacia afuera, sintiendo su cuerpo exaltarse; subí a sus labios y los bese mientras de nuevo lo penetraba.
- Ahhh… Doumeki, mmm mas… mas a fondo
- Que rico estrechas Watanuki… ahhh
Embestí con mas fuerza; tocando su punto de éxtasis; sus gemidos surcaban mis oídos; volviéndose adrenalina para mi; mi cuerpo se auto controlaba, no dejando ni un momento las bruscas embestidas.
- Ahhh… así… así Doumeki…
- Mmmm… Watanuki… ahhhh…
Sentí como Watanuki me apretaba aun mas y luego sentí su semilla en mi pecho; lo estoque varias veces y sin poner contenerme revertí mi semilla en su interior; mi cuerpo caía casi en la inconsciencia encima del de mi ahora amante… ambos tratando de armonizar nuestras respiraciones.
- Do… Doumeki
- Que pasa?
- No solo Yuuko es la persona mas importante para mi… también lo eres tu
- Porque lo dices ahora?
- Porque al igual que tu… no podía callarlo por mas tiempo.
FIN