ÿþCapítulo 1: El comienzo de una obsesión.
Y ahí estaba él, la persona que me robó el corazón... El profesor Ryo Takeshi de matemáticas del departamento de enocomía en la Universidad de Tokyo. Cada vez que le veo pasar se me paraliza el cuerpo, cada vez que lo mira en clase me da un vuelco el corazón... Y es algo que no logro controlarlo...
¡Perdón! No me he presentado... Soy Akira Nishimura, estudiante de primer grado de economía en la Universidad de Tokyo con solo 18 años. Tengo un pequeña obseción con mi profesor de matemáticas, así lo llamo yo... Obsesión... Porque creo que otra cosa no puede ser... O eso pensaba en ese entonces...
Vivo con mi mejor amigo, Shuji Moriosuke, en un pequeño apartamento cerca de la Todai. Shuji-kun fue muy amable al dejarme vivir con él sin cobrarme alquiler después del problema que tuve con mis padres el año pasado... Estoy eternamente agradecido... Algún día le pagaré el favor ^^
Ahora al punto, estoy aqui para contar mi historia, mi gran travesía es esta muy prestigiosa Universidad y lo que me ocurrió en ella... Todo empezó el primer día de clase, como cualquier nuevo me sentía completamente perdido, hasta que por distraído choqué con la persona que cambiaría mi vida por completo...
- ¡Perdón! Siento ser tan torpe, no quería chocar con usted! ¡Lo siento! Deje los libros que ya me encargo yo... - Fue lan primera vez que crucé palabras con él, dije eso mientras trataba de limpiar los libros de tierra para dárselos, en ese momento estaba tan ocupado en no caer mal que en fijarme a quién ayudaba...
- No te preocupes, procura ser más cuidadoso... - Fue entonces cuando escuché una dulce voz grave y profunda que invadió suavemente a mis oídos... De la parálisis que me dio no pude pronunciar palabras... Solo un balbuceo inentendible mientras me levantaba y mis ojos se cruzaban con los suyos... Su mirada plateada me dejó hipnotizado, el roce de sus manos por su cabello azabache me cautivaba, hasta que sus labios se movieron produciendo un sonido que me despertó de mi trance...
- Me voy que llego tarde a mi clase.
Cuando recobré la capacidad de razonar ese hombre se alejaba de mi vista.... De casualidad miré el reloj y me di cuenta que, ¡¡¡Llegaba tarde a clase!!! Poniendo en movimiento mis piernas corrí lo más rápido que pude, llegando a clase con suerte antes que el profesor. Me senté en el único lugar que quedaba libre al frente de la clase a esperar que empezara mi primer clase del año... Me pregunto quien sería mi profesor....
Instalandome tranquilamente en mi lugar me di vuelta y vi entrar a la persona que compartiría conocimientos conmigo y toda la clase el resto del año... era un hombre de alrrededor de unos 26 años... Un momento, ¡¡¡Ese cabello negro y esos ojos plateados los conocía!!!
- Buenos días alumnos, mi nombre es Ryo Takeshi y seré su profesor de matemáticas este año. Empezaré pasando lista para ir conociendo sus caras - No pude prestar atención a sus palabras, me concentré en su fría voz que tanto me encantaba...
- Akira Nishimura - esa voz de nuevo zumbaba en mis oidos como mariposas...
- Akira Nishimura! - Ahí estaba de nuevo...
- ¡¿Está Akira Nishimura en clase?! - Entonces fue cuando me di cuenta que ese era yo...
- ¡¡¡¡¡AQUI!!!! - Casi se salen mis pulmones por la boca de lo fuerte que logré gritar... de repende observo que todos mis compañeros de clase se virán hacia mi riendo... desvío mi mirada hacia el frente de la clase para encontrarme con un rostro que no reflejaba emoción alguna... No se que estaba esperando, pero no iba a llegar... Dedicí esconderme bajo los papeles de ecuaciones de 4to grado.... Mis rostro casi alcanzaba el color de las manzanas que se come Ryuk...
Estuve toda la clase pendiente de Ryo-san... Que lindo es pensar su nombre así... pensaba que ojala llegara el día que pudiera llamarlo así... sería un sueño... Cuando bajé de las nubes la clase ya había terminado y yo sin saber en que página del libro ibamos, y encima la clase estaba vacía, menos por el profesor que estaba limpiando la pizarra.
Era mi momento perfecto para entablar conversación con él!!
- Ehh... Disculpe Takeshi-sensei... - Mi voz parecía mi olla de hervir agua para el te de lo mucho que temblaba...
- Nishimura-kun, ¿No? - Nunca me había parecido tan hermoso escuchar mi nombre como en ese momento...
- S-s-si... Me sorprende que se acuerde de mi nombre habiendo tantos alunmos en clase sensei - ¡Por fin mi voz parecía más la de un humano!
- Por suerte tengo buena me memoria y me acuerdo de cada nombre de cada clase señor Nishimura, el suyo no es el único que me se como podrá observar. - en que estaba pensando... sería algo tonto pero su comentario me dolió...
- Si, por supuesto, entiendo...
- Si no tiene nada más que decir me retiro. - Su voz me parecía cada vez más distante...
- ¡¡Espere!! Lo que yo quería decirle es que me disculpara por lo de hoy, me sentí mal por haberlo molestado, se fue tan rapido que no me pude disculpar adecuadamente... Si no le importa me gustaría invitarlo a un café algún día que tenga libre señor... - Por fin! me había animado a invitarlo!!! Aún no entendía porque esas ansías de que hubiera más confianza entre los dos... Tampoco entiendo por qué tenía esa repentina obsesión con él... Pero no me importaba, yo me dejaba llevar por lo que sentía que era lo correcto para mí.
- Lo de el incidente de hoy ya lo había olvidado, no le di importancia a tu torpeza. Pero disculpas aceptadas, no hace falta tener que ir contigo a algún lado para aceptar tus disculpas, ya con esto es suficiente. Ahora, si no le importa me retiro. -
Quizás me estaba preocupando demasiado, pero eso sonó a rechazo... Si, rechazo... No existía otra palabra para describir sus palabras... Aún así no podía darme por vencido tan pronto, era el primer día, aún me quedaba un año por delante.. Pero... ¿Un año por delante para que?... Que más daba, eso no era importante... Mi cabeza daba vueltas alrrededor de sus dañinas palabras que afirmaban mi torpeza... Eso fue lo que más me había dolido... Pero yo tenía razón... Le daba demasiadas vueltas al asunto.
Cuando llegué a casa después de un trayecto movidito, me encontré con Shuji-kun preparando la comida, con la TV encendida para cambiar la rutina.
- Bienvenido a casa Akira-kun! ¿Como te fue en tu primer día de clase? - No tenía ganas de contarle, no estaba de humor para hablar... Y menos con Shuji-kun, si le llego a contar que estoy obsesionado con Ryo-san me manda a un psicologo... No, pisocologo no, me interna en un sanatorio por demencia completa....
- ¿Tan mal te fue que ni me saludas? - Esas palabras me hacían sentir un poco culpable por mantener mi silencio...
- Perdón Shuji-kun, es que fue un día duro, llego cansado y con pocas ganas de hablar... - Traté de darle mi mejor sonrisa, aunque no fuera real...
- Je, ¡pensé que te habías quedado mudo! Venga, ven a comer que me he esforzado con una nueva receta occidental y perdería toda su gracia si se enfría.
Ya se lo que estan pensando, si, Akira-kun es el típico chico que le cae bien a todo el mundo, no solo por su comportamiento agradable y cordial, si no por tener la capacidad de entender perfectamente las situaciones de los demás, sobretodo a mi... Y no falta mencionar que es un joven muy apuesto, de facciones marcadas levemente, de pelo gris plata al estilo cubiertos de mi madre, y unos ojos azules tan relajantes como el mismo oceáno... Mejo amigo que él no existe!
Entonces se volverán a preguntar por qué no le cuento lo de mis obsesiones... que lo del psiquiatra no es excusa... no? Pues muy simple... es un chico que siente empatía hacia los demás, sería egoista de mi parte hacer que se preocupe por mis problemas de menor importancia, y más cuando él ya tiene los suyos...
Akira tiene un año más que yo, no viene conmigo a la Universidad porque dejó los estudios muy joven para seguir con el negocio de su padre, nunca le pregunté que clase de negocio tiene... Su madre murió cuando tenía apenas 3 años por cancer, pero nunca le he visto que le haya afectado mucho. Tiene la costumbre de cuando no se siente muy bien se pone a cocinar platos complicados o desconocidos... Y después el que prueba si son comestibles soy yo...
- ¡Itadakimasu! - dejé de hablar de lo que me parecía la Universidad y me puse a comer lo que Shuji-kun había cocinado, que por suerte estaba delicioso. Shuji-kun no dijo nada en toda la comida, estaba claro que algo le inquietaba...
Cuando terminamos de comer me limité a irme a dar un baño de agua caliente, lo necesitaba... Salí y me dirijí a mi habitación a estudiar un poco, porque no entendía nada de los problemas matemáticos...
- Akira-kun... ¿Hay algo que te incomode? - Me preguntó justo cuando estaba a punto de cerrar la puerta... No tuve más remedio que contestar...
- No, para nada... ¿Por qué?
- Por nada, te veo extraño.... Estás pálido y muy callado, no es normal en ti...
- Ya veo... No te preocupes que es solo cansancio. - Como me dolía tener que mentirle... pero no quería molestarlo...
- ¿Hay alguién de tu clase que te interese? - y eso a que venia? tanto se me notaba en la cara?
- Mmmm no.... - Tecnicamente no mentía...
- Seguro? Akira-kun, antes de que me mientas prefiero mil veces que no digas nada... Además, en tu cara se nota cuando mientes... - Kuso... es demasiado perceptivo... o yo obvio? ... Tenía que haberme callado y no decir nada...
- Hay un profesor al que admiro mucho, pero nada más.
- ¡Ja! Me imaginaba que algo de eso era, ¿Cómo se llama?
- Etto... Mira que no me gusta... ¿Es qué nunca has admirado a alguién sin que implique un sentimiento? - Creo que eso solo hizo mas que empeorar mi situación ante Shuji-kun... había quedado claro que en realidad era más que una admiración por mi forma de reaccionar... ¿Por qué no soy de esos que se quedan callados en vez de abrir la boca para decir solo incoherencias?
- Ya veo... Aunque, nunca dije eso, solo te pregunté su nombre a ver si lo conosco. - Su voz tranquila y pacifica de siempre... A veces me sacaba de quicio...
- Ryo Takeshi... - lo dije con total tranquilidad, pero de repente veo como el buen color de piel de Shuji-kun desaparece y empieza a quedar tan pálido como un onigiri...
¿Lo conocería de algo? Si es así, ¿De qué? ... De querer evitar una conversación sobre el profesor terminó con mi maldita curiosidad de saber de que lo conoce....
- ¿Lo conoces? - Por fin me ganó la curiosidad y le pregunté...
- Para nada, solo quería saberlo. Buenas noches. - ¿"Buenas noches"? ¿Nada más? ... mientras me quedé pensando por qué su repentino cambio de humor escuché un portazo... Era Shuji-kun que se había metido en su habitación con una expresión de furia al estilo Hiroki Kamijou cuando le tira libros a Nowaki Kusama...
Sin entender nada traté de dormir después de ver las malditas ecuaciones algebraicas, pero las horas pasaban y yo ya me había aburrido del paisaje al que llaman "techo"...
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