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Cielo azul ... lazo de sangre por rexivaj

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Notas del fanfic:

 

Notas del capitulo:

Pues bueno, creo que este es un buen comienzo cuando se retoman proyectos que hace mucho fueron abandonados por su creador (myself) ...

no se ni por donde empezar, puse mucho empeño en este capitulo y para los que ya lo leyeron, el principio puede ser exactamente igual. pero me esforze mucho para realizar un gran cambio en la trama al darme cuenta de una enorme cantidad de errores que cometí que le quitaban el sentido a todo.

sin mas que decir, me despido de ustedes por ahora... ^^

Rexivaj...

Siento como la sangre empieza a brotar de mi cabeza, seguramente poco a poco comenzare a formar un pequeño charco rojo carmesí... e visto mi sangre muchas veces... pero hoy estoy seguro que se cumplirá mi deseo... el deseo de morir... yo no tengo razón para quedarme en este mundo, 4 personas en mi vida que me han lastimado hasta lo profundo... pero ahora que se que voy a morir no me importa, todo el dolor que siento sale junto con mi sangre, y todo gracias a algo que muy pocas personas se detienen a observar, un cielo tan azul. Cuanto hubiera deseado terminar aquel poema que empecé a escribir esta mañana... pero ahora se el final perfecto... la línea final

"me alegra mucho haber visto algo tan hermoso antes de morir..."

Admitiré que jamás pensé que moriría de la misma manera que lo escribí, todo es exactamente igual... parece que escribí mi propia muerte... ahora solo me queda esperar el frió que sentirá mi cuerpo antes de que mi alma baje a consumirse en la llamas del infierno...

Mis ojos se cierran poco a poco... este es el final de mi vida... como deseo ahora que las palabras que me dijiste ayer no fueran una mentira.
Después de eso... todo a mí alrededor es de color negro...

No se cuanto tiempo a pasado desde que estoy en esta oscuridad, solo se que se siente muy bien, el espacio es reducido, pero no estoy incomodo, al contrario, es acogedor. Siento como si me transportaran a otro lado... también siento el calor de las llamas que se están formando a mi alrededor... me están quemando, están quemando mi cuerpo, ... duele mucho, las quemaduras me duelen, esto es horrible...

...

Muy cerca de ahí, otro chico se dedicaba a observar el humo que salía por una chimenea, sus ojos, color de la noche, observaban detenidamente las formas de aquel humo gris, poco a poco, las lagrimas lo comenzaron a invadir, el jamás pensó que este día llegaría tan pronto, su deseo de estar siempre juntos jamás se cumpliría... a partir de ahora estaría solo, hasta que su corazón esté listo para amar de nuevo.

Detrás de el había un grupo de personas que, al igual que el, lloraban al pensar en el gran vacío que ahora se encontraba en sus corazones.

-Es doloroso perder al primer amor, y mas de esta forma tan terrible -un hombre alto, se acerco al chico, lo único que se le podía ver era un ojo, ya que la mayoría de su rostro la ocupaba una bufanda de color azul -lo mejor para ti en estos momentos estos momentos para ti es ir a tu casa y desahogarte.

-Volver a esa casa me causara mas dolor del que siento, tumbarme en esa cama me hará recordar que el ya no esta a mi lado, y al poner mi cabeza en esa almohada notaré que su aroma a desaparecido -dijo el chico sin dejar de observar esa columna de humo

-"..." -esa fue la respuesta de aquel hombre ante ese comentario

-Pero tiene razón, de nada me sirve estar aquí y lamentarme por aquello que e perdido para siempre -terminando de decir esto dio media vuelta y se fue.

-Realmente es doloroso perder al primer amor de una manera tan dolorosa-dijo aquel hombre en voz baja mientras observaba la espalda de aquel joven que se marchaba con una gran herida en el corazón.

Caminando en aquel hermoso día hacia que aquel joven se pusiera aun mas triste, aquel sol brillaba tanto como la sonrisa de aquella persona, las nubes que se dejaban llevar por la mas suave brisa eran igual que su alma; libre, blanca y pura. Realmente el dolor que lo invadía era enorme.

Sin darse cuenta llego a una heladería donde solía pasar tardes alegres, antes odiaba todo lo dulce, pero aquella persona le demostró las increíbles cosas que uno puede sentir gracias a esa comida azucarada.

-Me he enterado de lo que le paso a el -dijo el señor que estaba detrás del mostrador -realmente es algo lamentable, el no solo era mi mejor cliente, lo consideraba como a mi propio nieto, a pesar de su pasado y de todas las cosas que hizo, es una gran persona.

-Querrá decir que "fue" una gran persona -lo corrigió el chico.

-No, aunque el este muerto, mientras lo mantengamos en nuestra memoria seguirá vivo para nosotros.

-"..."

-Toma, te hará bien -el señor le dio un helado de chocolate con chispitas de colores -el chocolate no sanara tus heridas, pero le hará bien a tu alma

Caminar por el parque realmente era deprimente, le traía tantos recuerdos felices que le daban ganas de llorar. Fue entonces cuando escucho un sonido que hizo que su corazón se sacudiera y le empezara a doler.

Muy cerca de donde estaba el, cerca de una fuente estaba un chico de cabello castaño tocando el violín por unas cuantas monedas. Lo que le llamaba la atención no era el muchacho, ni mucho menos el violín, lo que realmente le importaba era la canción que estaba tocando.

-Kanon und Gigue in D-Dur (Canon y Giga en Re mayor) -dijo aquel chico, la primera vez que escucho esa canción, se enamoro perdidamente del violinista, esa canción, esa hermosa canción le hacia recordar aquel momento como si hubiera sido esta mañana... recordar lo que ahora su corazón quería olvidar, un doloroso recuerdo, un lazo que había formado con su propia sangre.

Y ahí, enfrente de todos se derrumbo entre llanto y lagrimas gritando el nombre de su amado antes de ser silenciado por una bala. El sonido de la ambulancia no tardó en escucharse por la ciudad.

Aquel chico ahora tirado en el suelo cayó en un sueño, un profundo sueño. Poco a poco una imagen se empezó a formar a su alrededor, un recuerdo que se quedaría en su mente para siempre... llego el momento de revivir la historia desde ese punto. Excavar en sus recuerdos hasta hace exactamente un año, el 10 de Octubre, el día en que todo comenzó.




Hace un año

El pasear por el parque siempre es una linda actividad, y más si no te tienes que quedar en la escuela por la limpieza ó por actividades extra escolares. Un lindo lugar, de eso no había duda. Pero el parque no solo es un lugar de diversión, también es un lindo lugar para que uno pueda pensar, y es por eso que el estaba aquí.

Un chico que fue abandonado a su suerte por su propia madre, obligado a adentrarse en el mundo de los adultos antes de tiempo, aun con ese cuerpo de 15 años, su mirada era igual a la de un niño perdido, con un corazón lleno por lagrimas en vez de sangre y sentimientos puros.

Aquel 10 de octubre el clima estaba algo frío, realmente se notaba que el otoño estaba presente, la ciudad estaba de un color algo grisáceo debido a las espesas nubes de contaminación, aunque es algo natural, la luz en la ciudad y el campo es totalmente diferente. Pero sin importar el clima, los niños se divierten, aquel dulce sonido de la risa de los niños se escuchaba por doquier.

Aquel chico de ojos oscuros al igual que el cielo nocturno caminaba con la mirada dirigida hacía el piso, no le importaba pasear tranquilamente por aquel parque, simplemente haba tomado un atajo para llegar antes a casa. Casi nunca salía de su casa, le gustaba mucho la soledad y tranquilidad de su cuarto y el no cambi
aria por nada.
Y por un pequeño accidente, lo conoció a el.


No se como pasó, pero acabé en el lago de aquel parque, y lo peor de todo era que no sabía nadar, agitaba mis manos desesperado, el agua estaba helada, y para empeorar las cosas, las plantas se enredaban en mi cuerpo, pensaba que iba a morir, aunque eso me tenia sin cuidado, mi vida era un asco, pero por un acto divino de dios acabé salvado por aquel chico de ojos vacíos.

-¿Se puede saber en que estabas pensando al nadar en ese lago y con este frío? –su voz no mostraba ningún signo de enfado, yo por mi parte, no contesté a su pregunta.

Una ambulancia llego al lugar mas rápido de lo que yo esperaba, la parecer alguien había tenido la decencia de llamar a emergencias justo cuando me estaba ahogando, al menos no se quedo a esperar a que me ahogara y reaccionó de inmediato, el día en que la conozca le daré las gracias.

La cosa no duro mucho y la gente se dispersó, nosotros dos íbamos rumbo al hospital mas cercano, supongo que nos harían un chequeo rápido para luego pedirnos que llamemos a nuestros padres para pedir un cambio de ropa y que vengan por nosotros. El chico que me salvó permanecía en silencio, su mirada estaba completamente vacía, pareciera que me estaba mirando a mi, pero realmente no le hacia, solo se dedicaba a observar un punto que no existía.

Al llegar al hospital nos pidieron que nos quitáramos la ropa y nos ofrecieron unas batas, ahora lo único que nos separaba era una cortina, escuche como se empezaba a quitar la ropa, una pequeña descarga invadió mi cuerpo y mi respiración se agitó. Por un momento me dieron ganas de masturbarme en ese lugar, pero debía de controlarme, no debía hacerlo, y pronto llegarían a revisarnos, lo mejor era que me pusiera aquella bata.

La cortina de pronto se abrió, por suerte ya me había cambiado, eran las enfermeras, me empezaron a meter mano en todos lados, sin otro pensamiento en su mente que verificar que estuviera sano, al menos eso quiero pensar y que no sean unas pervertidas.

Después de un rato y de que las enfermeras dejaran de tocarnos, me quede con el a solas.

-Lo siento-fue lo primero que dije -si no fuera por mi, ahora mismo no tendrías que pasar este tipo de cosas

-No le tomes importancia, yo no te salve por obligación, lo hice por que deseaba hacerlo -me le quede viendo, su mirada seguía apagada, esa era la mirada de alguien que no le importaba si vivía o moría.

Esa fue toda la conversación que pude tener con el, al parecer su padre había llegado, aunque e de decir que no se parecen en nada. Yo por mi parte me quede un rato mas en el hospital, nadie iba a venir por mí, pero no quería que ese chico supiera lo miserable que soy; pedí mi ropa aún húmeda, me cambie rápidamente, pagué los servicios, y aun en contra de lo que me decían las enfermeras, tomé un taxi para poder irme a casa. Por le día de hoy solo quería descansar.

El día siguiente fue mas tranquilo.

Aquel miércoles hacía un poco de calor, ¿esto es a lo que los científicos llaman “calentamiento global”?, si es así por mi no hay problema de que se siga produciendo, además para mí seria mas fácil trabajar sin tanta ropa encima.

Caminé directo al parque, a pesar de ser un día de escuela el día de hoy no se me apetecía ir, después de lo de ayer, no pude dejar de pensar en ese chico.

Una hermosa melodía empezó a escucharse en aquel lugar.

Ahí, exactamente en el mismo lugar en el que nos conocimos, se encontraba ese chico, estaba tocando un violín, una canción tan hermosa, no se el nombre, pero es hermosa. Durante una hora me quedé embelesado por sus dulces melodías que interpretaba una tras otra.

-Si vas a quedarte parado como un idiota por una hora, al menos podrías cooperar -la voz que me sacó a patadas de mi mundo de fantasía era la de aquel chico.

-Lo siento -saqué un billete de mil yenes y lo puse en el estuche.

-Valla, gracias, es la primera vez que recibo tanto dinero -me dijo mientras tomaba el billete y lo guardaba en su pantalón -por cierto, estas no son horas para que un niño rico esté fuera de la escuela.

-No me apetecía ir, y no te fijes en el uniforme, estoy en esta escuela gracias a una beca -el uniforme era del instituto Rockbell, una escuela elite, conocida por que los hijos de gente importante asistían a estudiar ahí.

-Pues por no ir, perderás tu beca -el chico contó el dinero que le dieron y guardó su violín.

-Lo se, a mitad del camino llame a la escuela, tuve que imitar la voz de mi padre para decirles que estaba enfermo -el chico empezó a caminar, yo lo seguí.

-Si yo tuviera una beca, no faltaría ni un solo día a la escuela, aunque me estuviera muriendo.

Llegamos a por un helado, pues al chico se le antojaba, al parecer conocía el dueño, por que cuando este le vio le saludo y empezó a servirle sin que el dijera nada. nos fuimos sin pagar, el dijo que siempre le daban uno gratis.

-Por cierto …

-Uzumaki Naruto -dijo antes de que terminara la frase -es mas fácil, así la conversación será mas agradable Sasuke-kun

-no te iba a preguntar eso, lo que … momento, ¿Cómo sabes mi nombre? -me quede perplejo, no recuerdo habérselo dicho.

-Lo tienes puesto en tus zapatos, en la parte de atrás -el siguió comiendo su helado.

Como un buen alumno siempre le pongo nombre a todas mis cosas, lo que me sorprende es que el se hubiera fijado en ese detalle, podría simplemente leerlo en mi cartera, pero el se fijo en un lugar en el cual generalmente nadie le pone atención.

-¿Quieres ir a mi casa? -me preguntó -no creo que quieras volver tan pronto a la tuya.

En eso el tenía razón, acepté su invitación y nos pusimos en marcha. No recuerdo en que momento nos sentamos bajo un árbol de glicina, pero era momento de irnos de aquel lugar.

-No es la gran cosa, pero se ve mejor por dentro que por fuera -me dijo al llegar a un viejo edificio de apartamentos ubicado en un barrio pobre -no es barato, pero el casero me hace un descuento por que le ayudo en todo lo que puedo.

Sin embargo no supe si aquel edificio era mejor por dentro que por fuera, Naruto entro a lo que parecía un pequeño garaje. A pesar de que mi habitación es tres veces mas grande que ese lugar, me agradaba mas estar ahí, el ambiente era diferente, se podía sentir el calor de un hogar, un calor que había dejado de percibir el día en que mis padres adoptivos tuvieron su primer hijo propio.

No había mas razones para volver a casa.

 

Notas finales:

Soledad, tristeza, compañia, alegria.

Todo puede cobrar sentido si encuentras a alguien cuyo corazón late al mismo ritmo que el propio

 

 Siguiente capitulo de "Cielo Azul ... Lazo de sangre":

 "El violinista"


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