La vida es sinónimo de inesperado. No puedes dar nada por sentado en ella, porque cuando menos te lo esperas todo cambia para bien, para mal o para peor…y cuando digo peor me refiero a “¡¡Oh por todos los santos ha llegado el Apocalipsis!! ¡¡¡Vamos a morir!!!”. Si, puede sonar catastrófico y un poco dramático quizás, pero ustedes bien saben que es correcto, porque cuando estás completamente feliz y todo va bien en tu vida llega algo de la nada y te cae encima como un balde de agua fría que te congela hasta los huesos para luego pulverizarte…o más bien te aplasta completamente en forma de un piano caído del cielo.
Al fin y al cabo lo único seguro al momento de nacer es que moriremos algún día, pero lo que sucederá desde el día de nuestro nacimiento hasta aquel fatídico día de nuestra defunción permanecerá como un misterio que deberemos descubrir día a día y vaya que es cierto, lo comprobaran en la historia que estoy a punto de relatarles y les advierto de antemano que lo que leerán en los siguientes párrafos puede llegar a ser ridículamente estúpido y estúpidamente ridículo pero no es más que una prueba de lo retorcida y sarcástica que puede llegar ser esa perr* traicionera a la que llamamos vida.
Toda historia tiene un comienzo y el de esta historia en particular se encuentra en el vientre de dos mujeres que fueron desde la infancia, han sido y seguirán siendo mejor amigas. Si BBF´s (Best friends forever – Mejores amigas por siempre) pero no al estilo Paris Hilton.
Park In Hee y Shim In soon son los nombres de estas dos mujeres quienes adoptaron el apellido de sus esposos luego de casarse. Y ¿Qué tienen de especiales sus vientres? Simple respuesta…Hace 18 años en ellos se gestaba la vida de dos jóvenes, Park Yoochun y Shim Changmin respectivamente, dos de los protagonistas de este relato.
Puedo imaginarme que algunos pensarán “¡qué lindo!, se criarán como hermanos, serán mejores amigos, terminarán enamorándose el uno del otro y ¡¡¡vivirán felices por siempre!!!” y teniendo en cuenta que esto se trata de un relato homosexual es una opción válida…pero si de verdad piensan eso están más equivocados que el doctor de Michael Jackson a la hora de administrar una dosis de medicamentos y teniendo en cuenta que el rey del pop se encuentra a 2 metros bajo tierra y completamente muerto… notaran la imposibilidad de que los sucesos se desarrollen de esa forma.
Muy al contrario de lo que puedan pensar y de lo que las mismas In Hee e In Soon pensaron durante sus embarazos, sus hijos nacieron, no para convertirse en mejores amigos por siempre, sino que para ser rivales eternos.
Sus madres si intentaron criarlos como hermanos, ya que pasaban la mayor parte del tiempo juntas. Fue así como Yoochun y Changmin se llevaron bien, nada más allá de una pelea infantil por un juguete…hasta aquel fatídico día de escuela en el cual les entregaron el primer examen de sus vidas ¿Resultados?
Yoochun: 6.
ChangMin: 10.
Y aunque sus madres no hicieron ningún comentario al respecto esto marcó un antes y un después en la relación de estos dos pequeños. Aquel día solo bastó una mini sonrisa displicente de parte de ChangMin para que los sentimientos de Yoochun cambiasen y naciese en él la enorme necesidad de superar a su contrincante a como dé lugar, desde ese día Changmin se convirtió en su némesis.
- Competencia de atletismo, 100 metros planos, verano del ’98 ¿Resultados?:
ChangMin: 1er lugar, tiempo 10 seg .
Yoochun: 5to lugar 11,2 seg.
- Competencia de Matemáticas, nivel avanzado, marzo del 2000 ¿Resultados?:
ChangMin: 1er lugar, 1000 pts.
Yoochun: 3er lugar, 920 pts.
- Física, termodinámica nivel avanzado, julio del 2008 ¿Resultados?:
ChangMin: 1er lugar, 1000 pts.
Yoochun: 2do lugar 980 pts.
Si evaluamos los resultados notaremos que quien siempre lleva la delantera y las de ganar es nuestro querido Shim Changmin, un chico de piel levemente bronceada ojos castaños y cabellos del mismo color, un chico que sin siquiera esforzarse demasiado logra siempre lo que se propone…él es, es…digamos que él es una de esas personas que nacen para destacarse y sobresalir de entre los demás en todo aspecto ya sea belleza o inteligencia, no importa en qué, siempre se destacaran de entre los simples mortales (alias: nosotros). Yoochun de piel blanca, cabello negro y ojos tan oscuros como la noche, comprendía la situación a la perfección, sabía que desde el principio, desde pequeños Minnie siempre había sido mejor en todo y hubiese podido aceptarlo sin problemas de no ser por la maldita actitud de aquel muchacho, quien siempre le hacía sentir inferior con tan solo una mirada.
Yoochun también comprendía que él no era uno de esos seres que vienen al mundo para destacarse, ¡demonios!…sabía muy bien que si no fuese por su maldito espíritu competitivo sería uno de los peores en todo o como Chagmin le dijo cuando tenían 10 años, sería el peor en lo que mejor hiciese.
Y así crecieron estos dos…amigos. Sus madres se empeñaron siempre en reunirlos y decirle a todo mundo que eran los mejores amigos y ellos fingían en ocasiones pero cada uno sabía en realidad que jamás podrían llegar a ser simples mejores amigos, sus personalidades no se lo permitirían nunca, mucho menos su orgullo.
¿Resultados de la prueba de selección universitaria?, ¿Es necesario que se los diga?...Changmin recibió la calificación perfecta mientras Yoochun se equivocó en un par de preguntas, pero obtuvo un muy buen resultado de todas formas, siendo aceptados ambos de inmediato en la universidad de corea.
¿Quién lo diría? Un estudiante mediocre logró entrar a la mejor universidad del país gracias al desprecio que sintió siempre hacia su “amigo” quien despertó en él las ansias de superarlo o al menos intentarlo… como mínimo debería agradecerle, de no ser por esa competitividad Yoochun de seguro estaría trabajando en algún McDonald y ni siquiera como cocinero o cajero...con suerte de conserje.
In Hee e In Soon con el corazón roto vieron como sus hijos dejaban sus hogares para vivir en un lugar que quedase a una distancia razonable de su nueva universidad, se mudaron un mes antes de comenzar sus estudios para adecuarse al nuevo ambiente. Estas dos mujeres de apariencia inocente y frágil… en realidad son de temer y de armas tomar y sus adorados hijos aprendieron aquella lección el mismo día de su mudanza y vaya manera de aprender.
Shim Changmin caminaba hacia la entrada de su nuevo edificio cargando algunas cajas en las que había empacado parte de su colección de libros de física, química y matemáticas (¡Alerta Geek!).
Park Yoochun caminaba hacia la entrada de su nuevo edificio sosteniendo en ambas manos unas maletas en las cuales traía su peculiar colección de animé (¡Alerta friki!).
Shim Changmin se distrajo al oír una voz peculiar que siempre lograba que se le retorciera el estómago.
Park Yoochun quien había comenzado a cantar el estribillo del opening de Gravitation se detuvo al percibir aquel aroma…que siempre lograba que se le retorciera el estómago.
- Chang…min… -Murmuró el muchacho de tez blanca mientras sus ojos se abrían de par en par, sus pupilas se dilataban y sus fosas nasales cambiaban de tamaño al olfatear…era una escena digna de animal planet.
- Yoochun… - susurró el chico de cabellos castaños mientras su rango auditivo se agudizaba, percibiendo cualquier sonido que se hiciese presente, calculando en su mente a qué distancia se encontraría el sujeto X…era una escena digna de discovery channel.
- ¿Qué demonios haces aquí? - él más bajo (porque ¡Carajo! Hasta más alto tenía que ser el condenado) preguntó al detenerse justo en la entrada, observando de pies a cabeza a su peor pesadilla, quien se encontraba a menos de un metro de distancia y con lo que parecían ser cajas de mudanza.
- ¿Cuántos idiotas se necesitan para preguntar que hace una persona frente a un edificio y con cajas de mudanza? – Changmin sonreía de oreja a oreja…imagínense la sonrisa más hipócrita del mundo ¿Ya se la imaginaron?...pues bien ahora multiplíquenla por mil y luego elévenla al cubo, así tendrán una idea de cómo se veía Minnie en esos momentos. – Ohh…al parecer un solo idiota.
- aja…ja…ja…me matas de la risa – La paciencia de nuestro amigo de cabellos negros era muy escasa siempre que se encontraba en presencia de Minnie.
- Si tan solo eso fuese posible…matarte de la risa… - Changmin contestó de manera amarga mientras ingresaba al edificio.
“¿Qué más puede suceder?...¡ay dios! ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tengo que vivir en el mismo edificio que este idiota con complejo de perfección?!” Pensaba Yoochun mientras las puertas del ascensor se cerraban frente a él dejándole a solas con su enemigo de toda la vida.
“De seguro este idiota de Yoochun le reclama a algún tipo de deidad por lo sucedido…mentes primitivas…pero de entre todos los edificios cercanos al campus ¿Teníamos que elegir el mismo?...carajo tal vez si existe un dios, uno al que le gusta joder a las personas que no creen en él ¡Es así ¿no?! ¡Maldita sea me hago católico, judío o la mierd* que quieras! Pero ¡¡¡saca a este imbécil de mi edificio!!!” aunque Changmin jamás perdía la calma en apariencia, Yoochun era el único capaz de lograr en su mente un caos verdadero.
Y cuando no parecía existir una forma de que todo empeorase, Yoochun extendió la mano para presionar ligeramente con su dedo índice el botón cuyo número impreso era el “13” y en ese mismo instante Changmin sintió como aquel dios vengativo le otorgaba una magnífica y divina patada justo en los huev*s, no bastaba ya con que vivieran en el mismo edificio…también compartirían el mismo piso.
- …genial – murmuró el moreno mientras soltaba una carcajada repleta de desprecio.
Continuará...