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Orgasmos Pasajeros por alechan

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“Orgasmos Pasajeros”



 


Ayer soñé contigo…


Soñé con canela atrayente, espejos de esmeraldas, ríos de azul rey.


Tú aroma de bosque, tu sonrisa de miel.


¿Eres tú, soberano, que será el emperador de estas tierras perdidas?


¿Eres tú, centinela de Dios, que escalará la Torre, interrumpirá el desorden, se adentrará en mi claridad fingida?


Si eres tú, Caballero galante, no temas, solo di tu nombre.


Deseo encontrarte…


Porque no basta con soñar contigo.



***



-¡ABRAN PASO!-


Un grito inundó la sala de hospital, paramédicos y enfermeras iban al lado del recién paciente que ingresaba. El joven había llegado por la puerta de urgencias. Al parecer iba inconsciente.


-¿Nombre?- El Doctor de guardia, Aioria Low, se acercaba hacia la camilla que se había detenido en medio de aquella sala algo transitada. Se detuvo en seco cuando reconoció esos cabellos rubios, cuando vio aquel punto rojo en la marmoleada frente.


-Shaka Shahani, 19 años, de nacionalidad Hindú. No presenta ninguna lesión grave, sólo algunos hematomas, se le encontró inconsciente en media calle-


Aioria le reconoció. ¿Casualidad de la vida? Algo infortunado se sentía. No es que no deseara verlo nunca más, pero debido a las circunstancias en las que se encontraba, hubiera preferido que no se diera el encuentro. Más ya era inevitable, ahí estaba, ese joven, aquel al cual había abandonado hace un año. Aquél que le había dicho amar y al cual le había jurado permanecer a su lado. Más su cobardía se lo impidió. Aioria Low, especialista en Neurología, de raíces griegas, poseedor de unas jades oscuras, su cabello castaño ondulado caía a la altura  de su oreja, de piel canela. Un año atrás se encontraba en una relación justamente con el joven de ojos turquesa…


Lo tenía de nuevo…


Como noches enteras lo había soñado, anhelado.


Se sintió enfermo. Ahora tenía que encarar el pasado.


-¿Qué pasó?- pronto fue a inspeccionarlo, checó los ojos, ciertamente, había perdido el conocimiento. Checó el pulso, sudó… El contacto con esa piel caliente… Le recordó a esa última noche. La última noche que se unieron, la misma en la cual lo dejó.


-No sabemos exactamente, personas que iban pesando comentaron que el chico se empezó a sentir mal, se apretaba el vientre y desfalleció minutos después-


-Llévenlo a piso, yo me encargaré de él-


Aioria se quedó pensando, Shaka de nuevo estaba presente en su vida, por más que quisiera borrar el pasado, por más que quisiera olvidarlo, darle vuelta a la página… Simplemente no podía. El joven rubio seguía apareciendo, y aunque su cabeza le dijera que no era correcto, su corazón aún lo llamaba. Fue directo al cubículo para llenar algunas formas sobre el ingreso de Shaka al hospital, sabía perfectamente que no tenía familia en Grecia, por eso puso su nombre como responsable argumentando que era un conocido de varios años.


Llegó al cuarto que se le había asignado, todavía seguía inconsciente. Dormía. Aioria caminó hasta él llenando unos formularios. Se colocó a su lado y empezó a examinarlo. Checaba su respiración. Shaka se encontraba tranquilo, se preguntaba que le habría pasado, seguro no se alimentaba bien, traía anemia, se le veía en los ojos. Llamó a la enfermera en turno para que le tomara una muestra de sangre.


-Permiso Dr. Low- la enfermera de cabellos violáceos entraba a la habitación.


-Saori… Tómale dos muestras de sangre y llévalas al laboratorio. Quiero estudios completos-


-Sí Dr.- la chica entonces sacó la aguja y buscó la vena de donde extraería la sangre. Aioria miraba atentamente el procedimiento, checando que no cometiera algún error. No iba a permitir que por un descuido le pasara algo. Terminó de extraer la sangre y llevó los tubos al laboratorio. Sólo quedaron ellos dos…


Lentamente respiraba.


Aioria seguía observándolo.


Lentamente despertaba.


Aioria no dejaba de verlo.


Fueron pocos los minutos que tardó en recobrar la consciencia. Shaka se sentía mareado, sus ojos estaban desorbitados, quería encontrar un punto en el cual concentrarse. Su visión borrosa le impedía ver claramente alrededor suyo. Se llevó una mano a su cabeza, traía una fuerte migraña. Le tomó unos segundos en asentarse a la realidad.


-¿Dónde estoy?- veía una figura extraña.


-En el hospital…-


Shaka se quedó paralizado. Esa voz… Esa voz no la podría olvidar. Voz suave pero varonil, tan sutil a sus oídos… Esa voz. ¡¡DIOSES!! No quería levantar la cabeza, temía por lo que se fuera a encontrar. Latido del corazón… Entonces recordó su sueño… ¿El caballero era él? No podía ser… Pero esmeraldas había visto. El destino le estaba jugando de nuevo. No supo ni en que momento la mano de aquel se postró en su mentón. Le obligó a levantar su rostro. Zafiros que se encontraron con jades preciosos. Se sonrojó… Aún su corazón latía sonoro.


-Aioria…- musitó el hindú.


-Hola Shaka…-


Una sonrisa. Sonrisa que era de las más bellas que había visto. Más se reprimió por eso que empezaba a sentir. Se suponía que Aioria había quedado en el pasado… Ya no formaba parte de su vida. Pero ahí estaba… ¿Destino? Lo era…


-¿Qué hago aquí?- Decidió desviar la mirada. De cierta forma le incomodaba la forma que el castaño le observaba.


Aioria se dio cuenta de la acción. Tampoco esperaba que se le lanzara a los brazos después de lo que entre ellos había pasado… Pero tenía esperanzas.


-Te trajeron de emergencias…- checó el suero que le habían colocado. –Al parecer te desmayaste en plena calle transitada…- se alejó de la cama para sentarse en uno de los bancos. –¿Quieres decirme que pasó?-


Shaka no dejaba de observarlo. Suspiró cansado. ¿Qué le había pasado? ¡¡DIOSES!! El señor del karma de seguro no lo quería. ¡¡DEFINITIVAMENTE LO HABIA ABANDONADO!! Se sonrojó al extremo, no nadamás el problema era “ese”, sino contarle a “ese” lo de su problema “ese”. ¡¡PERO TENÍA QUE HACERLO!! Al parecer era el Doctor que lo atendería. Se mordió los labios.


-Aioria…- el castaño lo miraba atentamente…- ¿Tú serás el Doctor que me tratará?-


El castaño se sintió dolido. Era una suerte que el rubio le dirigiera la palabra, tal vez se sentía incómodo con su presencia…


Le iba a contestar cuando de pronto escuchó un quejido de parte de Shaka. Se alarmó… El hindú apretaba su vientre con ganas… Como si ocultara algo.


-Shaka… ¿Qué tienes?-


-¡¡DIOSES!! ¡¡YA VIENE!! ¡¡NNGHHNN!!- mordía fuertemente sus labios, hasta el punto de sangrarlos. Se quejaba, jadeaba extasiado… Aioria no comprendía… ¿Lo veía excitado? Las mejillas nacaradas estaban completamente sonrojadas… Respiraba entrecortadamente, aceleradamente. Se removía en la cama… Sus pies los estrujaba contra las sábanas… Llegó al punto de ladearse y encorvarse… -¡¡¡OHHMM!!! ¡¡DIOSSS!!-


Aioria no se movía. Sólo miraba como se removía el rubio.  ¿Le escuchaba gimiendo? ¡¡SI!! Shaka gemía, trataba de acallar sus gemidos pero no podía. Sus manos tocaban más debajo de su vientre… Aioria palideció… Pronto Shaka metió las manos por debajo de la bata…


-¡¡MMHNN!! Sal… Aio… ria ¡¡¡Nnhnn!! ¡¡¡VETEEE!!!- Shaka gemía mordiendo la sábana, sus manos seguían masturbándose. La cabeza le daba vueltas por la aceleración que presentaba. Aioria sólo podía verlo.


Jadeando…


Todo suspirado.


Mordiendo sábanas o labios…


Sus manos trabajando.


Gimiendo ahogado.


No pudo evitarlo, pero su miembro empezó a despertarse. ¡¡¡POR TODOS LOS DIOSES GRIEGOS!!! ¿Cómo no excitarse ante tal situación?... Shaka aceleró más la velocidad. Llegaba… el orgasmo llegaba… Sus manos trabajaban con alevosía y ventaja. Aioria no podía articular palabra. Sudaba… sudor que bajaba de la frente griega… Daba gracias a Dios que las paredes no dejaban salir aquellos gemidos. Shaka ya no carburaba como quería, su fiebre aumentaba… Sus ruidos inundaban la habitación.


Aioria no se movía.


Shaka gemía.


Y aceleraba, y el orgasmo llegaba… La corriente lo asaltó.


-¡¡¡MMMHHGGGGNNNNNNNN!!!-


Se descargó en sus manos. Respiraba agitado… El sudor bajaba por su blanca frente. Se escondió tras la almohada…


A Aioria le había provocado. Su león había despertado. ¡¡NO ENTENDÍA NADA!! ¿Qué había pasado ahí? ¡¡ ¿Qué le pasaba a Shaka?!! Eso había estado completamente fuera de serie. Quiso acercarse pero no podía… El silencio reinaba entre ellos, solo escuchaba el latir de su corazón y la respiración entrecortada de Shaka.


-Orgasmos…- no le quiso dar la cara… -Desde hace un par de semanas me vienen dando…- se abrazaba…-Sin razón alguna los tengo… Salí a comprar esta mañana… ¡¡NO HUBIERA SALIDO!!- su orgullo estaba caído… -¡¡Tuve uno en plena calle!! Pierdo la cuenta de cuántos son al día- al fin levantó su cara, miró esas jades que le observaban… -¡¡ES TERRIBLE!!-


El castaño no sabía que decir… La excitación le bajaba al sentir la impotencia del de ojos zafiro. Le miraba contrariado… Shaka bajó la mirada… Se sentía incómodo, extraño. La presencia de Aioria era terrible… ¡¡QUERIA UN CAMBIO DE DOCTOR!! Estaba en presencia de su ex pareja, aquél que lo había abandonado… Eso era más que suficiente para desear que no llevara su caso…


-Creo…- al fin había hablado –Creo que necesito hacerte…- la mirada del rubio le desarmaba. –Unos estudios…-


-¡¡NO COMPRENDES!!- Shaka se incorporó de la cama –Es humillante…- musitó


-Soy neurólogo…-


-Lo sé…-


-Entonces hablaré con un colega… El se encargará de hacerte los estudios necesarios…- volteó para no ver esos ojos azules… Sentía que veía a través de él… -Mandaré a una enfermera para que te cambie-


Shaka no dijo nada.


Aioria salió de la habitación.


Después de haber entrado la enfermera que momentos antes le había tomado las muestras de sangre, y que le hiciera cambiarse y a su vez cambiar las sábanas de la cama, Shaka se encontró solo en aquella habitación… Maldecía su suerte. Pareciera que su don lo hubiera abandonado…



***



El Doctor Low entraba al laboratorio para saber como marchaban los estudios de Shaka. Estaba algo distraído, confundido por lo que había pasado momentos antes. Después de salir de aquella habitación fue directo al baño… Aunque ya se le había bajado la excitación no podía quitarse de la mente la imagen de Shaka excitado… con esas manos ayudándose, jadeando… sonrojado. Tuvo que masturbarse pensando en él… Aun seguía adorándolo…


Eso era incorrecto…


Los análisis todavía no estaban, tenía que esperar una hora, salió del laboratorio pensando en el Doctor Cheyenne, el podría ayudar a Shaka con su problema. Cheyenne es de los mejores Urólogos que tenían en el país, especializado en Andrología, éste era su caso, Aioria por más que quisiera atender a Shaka no podía, tenía que dejar esto en manos de su colega.


Entró al consultorio del  griego, hubiera tocado antes de entrar. ¡¡MAL KARMA TENIA!! Kardia Cheyenne estaba siendo arrinconado por su Jefe…¡¡ El Jefe de todo el Hospital!! Degel D’patie, el mejor Medico Cirujano que había en toda Europa. Éste tomaba la gruesa pierna del griego, enredándola en su cintura, Cheyenne jadeaba extasiado por el beso “francés” que recibía del francés.


Iba a salir de ahí cuando la voz griega lo detuvo.


-¿Qué quieres Low?- todavía no deshacían la posición… D’patie le miraba de reojo dándole la espalda… -¿Vienes en busca de orgasmos?- Cínico. Kardia Cheyenne era un total cínico.


Si supiera que lo que tenía era una máquina de ellos…


-Tengo un paciente…-


-¿Y?...- Kardia le había interrumpido… -¿No puedes atenderlo? ¿Acaso del León Aioria no puede curarlo?- se había soltado de tan cómoda posición. Degel tomó lugar en la silla de escritorio, sin inmutarse, siempre con el porte estoico que usaba ante todos.


Resopló frustrado. ¡¡MALDITO ALACRÁN!! Si no fuera por que Shaka era el paciente no le pediría ayuda. –No está en mi poder ayudarlo…- Kardia lo miró atento... –Por lo que vi necesita de un especialista en tu rama…-


Enarcó una ceja intrigado, el era Urólogo. ¡Y UNO MUY BUENO! Pero también estaba su primo Milo Sharjis, que era Oncólogo… -Pídeselo a Milo… Soy especialista en Androlo…-


-¡¡ESO LO SE!!- Aioria estaba rojo de impotencia. El alacrán se hacía del rogar. Nunca tuvo una buena relación con él… -¡¡¡MI PACIENTE TIENE ORGASMOS A CADA RATO!!!-


Soltó. D’patie que hasta ahora permanecía callado, había alzado la cabeza para ver la expresión de los griegos. Aioria casi rugía y Kardia…


Kardia ardía… Lo percibía en su olor…


Sangre, semen, sexo… Todo eso destilaba Cheyenne…


Una mueca parecida a una sonrisa surcó los labios del griego mayor… Aioria y Dégel supieron que tomaría el caso…



***



Los recuerdos agolparon su cerebro. Rememoró…


Fue hace un año… Hace un año que había terminado con Aioria… ¿Terminado? Creo que ese término no iba… Abandonado, era lo correcto. Aioria lo había abandonado, una noche antes se habían entregado de nuevo a la pasión. Nunca entendió por qué lo había dejado. Tampoco lo buscó… ¿Para qué hacerlo?... Creyó que Aioria era el de su sueño pero terminó equivocándose… Por eso decidió salir de su país, dónde lo había conocido. Haciendo su servicio social…


Se mudó a Grecia…


No tenía esperanzas ni deseos de encontrarse con él… Atenas era una ciudad que desde siempre había querido conocer, de la India salió a su aventura…


Dos años amó a Aioria…


En un año obligó a su corazón a olvidarlo.


Pero ahora, de nuevo se lo topaba. Eso sí no lo había visto venir. No sabía que debía hacer, seguir con su problema no era una opción, aparte se sentía más cansado de lo normal… Sufría de migrañas y todo eso llevaba a que no pudiera trabajar como lo tenía que hacer. Su vida era un total desorden desde hace más de un mes… Y ésta había empeorado cuando “sus inconvenientes” aparecieron…


Quería dormir…


Quería olvidarse de todo…


Abrió los ojos desmesuradamente…  ¡¡DE NUEVO!! ¡¡No le podía pasar de nuevo!!… ¡¡DIOS!! No sabía por qué motivo sentía ese ardor en su vientre, ese que provocaba sensaciones sumamente de placer, que le hacía revolverse, que mandaba corrientes a su cerebro, a sus piernas y al resto del cuerpo, que hacía que se le parara súbitamente… De nuevo sudaba, de nuevo el placer se agolpaba… ¡¡EXCITADO!! De nuevo excitado, se removía en la cama… Ya no quería hacerlo de nuevo… ¡¡QUERIA QUE PASARA SOLO!! Pero era más doloroso… Tenía que buscar la manera que fuera más rápido, por eso se masturbaba…


Se paró de la camilla, se quitó el suero de su brazo… Necesitaba ir al baño… ¡¡NECESITABA IR RAPIDO!! Su vientre palpitaba hinchado, húmedo se sentía… le costaba caminar con el ardor en su vientre… ¡¡¡ESE ARDOR QUE LO CONSUMIA!!! ¡¡¡LO QUEMABA!!!... No pudo… Cayó al piso, hecho un ovillo… Tuvo que usar sus manos…



***



El Doctor Kardia Cheyenne había dejado la habitación con prisa… ¡¡¡EL PACIENTE DE AIORIA PADECIA DE ORGASMOS!!! Eso lo tenía que tratar especialmente él… ¡¡SOLO UN MALDITO CASO SE TENIA CONTADO!! El no iba a dejar pasar la oportunidad de presenciar tal acontecimiento. Su ego como el mejor se lo pedía… Dejó atrás a Dégel y a Aioria… El paciente por lo que le comentó el otro griego, era un joven de 19 años… ¡¡¡ESO ERA AUN MAS EXCITANTE!!!  Pronto divisó la habitación 202…


Sin premeditación entró…


Lo que vio nunca se lo imaginó… Le hirvió la sangre…


Un joven de cabellos dorados, largos y lacios, dermis inmaculadamente blanca. Se hallaba tirado en el frío mármol. La bata que traía estaba toda desajustada… Su voz suave pero en estos momentos potente…


Gemía deliberadamente…


Los dedos de sus pies se engarrotaban… Su mano bajaba y subía por el pedazo de carne que veía… Respiraba aceleradamente… Midiéndose los labios… Derramando saliva por la comisura…


Una imagen netamente sensual…


No pudo evitarlo… ¡¡¡DEBIA SALIR DE AHÍ!!! Iba a cometer un crimen si no salía, necesitaba a alguien más en esa habitación.


-¡¡ENFERMERA!!- gritó… Se acercó lentamente al paciente… Kardia sudaba… Ver a ese muchacho sufrir por un orgasmo le despertaba las ansias… -¡¡¡MALDITA SEA QUE NO HAY NIGUNA ENFERMERA!!!- cargó al paciente para llevarlo a la camilla…


Shaka seguía sumido en las sensaciones del casi orgasmo… ¡¡¡TODAVIA NO QUERIA LLEGAR!! Se desesperaba… Cheyenne era consciente de eso, veía la impotencia del joven. ¡¡TENÍA QUE IR POR DEGEL!!...


Salió de aquella habitación rápidamente... No podía controlar esto sólo…


-¡¡¡HEY TU!!!- le gritó a uno de los enfermeros… -¡¡Hermano de Caristheas!! ¡¡¡VE A LA HABITACIÓN 202 Y CUIDA AL PACIENTE EN LO QUE LLEGO!!- Kardia fue a buscar a Dégel o a Aioria.


Se habían asustado con el grito del griego… El enfermero no pudo hacer más que obedecer. No quería tener un reporte en el trabajo… Apenas empezaba su jornada laboral…  Cómo pudo y sin su uniforme blanco fue hacia la habitación indicada…



***



Los ríos de color rey fluyen hacia mí…


El olor a bosque que es más intenso…


Caballero galante dime ¿Dónde te encuentras?


Una explosión de galaxias que proviene de otra dimensión…


 


Llegó a la habitación 202… Se adentró en ella… Un cuerpo chocó con el suyo… Hilos dorados que lucían desaliñados… El cuerpo demasiado caliente… Demasiado ardiente… No pudo retroceder…


Era un muchacho… El cual cayó de lleno sobre su pecho, entre sus brazos… ¡Sintió esa hombría potente! ¡¡ ¿PERO QUE DIABLOS?!!!


-Ayuda… Ayúdame…-


Shaka se retorcía del placer… Había tenido un presentimiento… ¡¡¡QUERIA SALIR DE AHÍ!!! ¡¡ALGO LE DECIA QUE DEBIA HACERLO!! La excitación lo estaba matando, por más que acelerara el vaivén no llegaba el orgasmo…  Se encontró con el hombre que iba entrando… ¡¡¡ERA SINIESTRO!!! ¡¡¡NECESITABA DESCARGARSE!!!


-Por favor…- se afianzaba a la camisa del desconocido… -Necesito que me ayuden…- tomó la mano grande del otro… la llevó a su miembro erguido… -Hazlo… ¡¡¡MMHNN!! Por favor… has…lo-


El enfermero se quedó en shock. Sentir ese cuerpo caliente… el agarrar esa hombría turgente, simplemente no le dejaba pensar… Los ojos turquesas de aquel lo hipnotizaban, el sofoco que sentía el rubio le contagiaba…


Cerró la puerta tras de él…


No supo porque. Tal vez fuera un impulso… Tal vez el estado de aquel muchacho el que lo llevó a obedecerle…


Un toque eléctrico…


Aspereza bajo su mano…


Tibieza en el encuentro…


Gimiendo.


-¡¡¡NNGHHNNNNNNN!!!-


Shaka se sintió complacido. Se afianzo al cuello del otro, el brazo grueso tomaba la cintura, evitando que cayera. La mano empezó a masturbarlo… Sin darse cuenta los dos se dejaban llevar… Disfrutando el momento. Shaka ansiaba terminar, el enfermero aceleraba más, más.


Las paredes el único testigo. Los gemidos el único ruido.


Ahí parado en brazos del desconocido alcanzó el orgasmo.

Notas finales:

¿Rew? ^^

Gracias por leer!!!


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