En el momento que Narcisa entró al bar, sintió todas las miradas clavadas en ella. Quiso ignorarlo. Había muchas mujeres vestidas de hombre, bueno, no de hombre pero se veían muy masculinas. Eso la incomodó un poco, ella estaba vestida demasiado… de princesita. Se rió por lo bajo por ese término nuevo que había inventado. Chocó con varias personas para llegar a donde vendían bebidas.
—¿Me da una piscola por favor?. — No tenía ganas de tomar hasta morir y emborracharse ni nada de eso, pero tenía ganas de tomar un poco. Más que nada para pasar el tiempo. Una rubia alta se cruzó en su camino cuando iba a sentarse en alguna mesa desocupada. Extrañamente le hizo conocida.
—Así que tú eres la asustadiza y a la que acosan en el metro….— Dijo esa mujer con una voz extremadamente sensual, pero Cissy no se fijé mucho en eso, más que nada me asombró que ella me dijera eso ¿Acaso la espiaba?.
—No, no es lo que tú piensas. No soy una psicópata espía, solo que te vi en la noche caminando, volteaste, gritaste y te fuiste casi corriendo. ¿Doy miedo? Después te vi de nuevo en el metro y un hombre se te acercó. Debo decirte que defendiéndote eres un fiasco.— Una risa sarcástica salió de sus carnosos labios.
Cissy quedo sorprendida pero se sonrojó de repente, el mayor miedo de ella se había cumplido. ¡La vieron en esa faceta extraña que ella tenía! Narcisa miró a su alrededor para ver una salida de esto. No quería seguir hablando con ella. Dejó su vaso en cualquier lado despreocupadamente.
—Yo… tu no das miedo solo que…. Me puse nerviosa, solo eso.—Titubeó mirando cualquier otra cosa menos a ella.
—En fin… ¿Cómo te llamas?— Esa pregunta la saco de sus pensamientos. ¿Acaso quería conocerla? ¿A ella? ¿A Narcisa Xaviera Gil Stay? ¿A la fea-peliroja-aburrida?.
—-Ehmm yo…. Me llamo Narcisa, pero no me gusta. Puedes decirme Cissy. — La miró por primera vez examinándola. Era alta, muy pálida. Rubia, con el pelo para atrás casi en un mohicano. Algunos mechones rubios caían por su rostro perfecto. Tenía una nariz respingada y unos labios muy lindos. Narcisa notó que a pesar de tener una cara de ángel, en sus ojos, que eran celestes, había una extraña frialdad, sarcasmo y odio. Intentó ignorar eso sin éxito.
Justo cuando aquella desconocida iba a decir su nombre, empezó un lento para bailar. Era Coldplay, con la canción The Scientist. Amaba esa canción, sus ojos brillaron extrañamente, como una niña. Aquella chica notó instantáneamente eso.
—Ven… bailemos.— Ni siquiera preguntó, quizá era demasiado segura de si misma. Tomó a Cissy del brazo derecho y la apretó contra si. Cissy estaba aturdida. No entendía mucho.
—Mi nombre es Talía…— Talía era su nombre. — Que hermoso nombre…— Cissy pensó que no la había escuchado, pero la rubia no era sorda, y estaban muy cerca por la canción, bailando al compas de la música.
—Gracias… el tuyo es poco común, eres la primera persona que conozco con ese nombre…— Talía aunque no lo quería admitir estaba fascinada con esa chica bajita.
Era hermosa, aunque no era el tipo de mujeres que había estado. Ella siempre estaba con mujeres altas, pelo corto, etc. Aquella chica se veía tímida, tierna. Talía no estaba acostumbrada a mujeres a si, solo sensuales y atrevidas. Aunque le recordaba un poco a como ella era antes. También recordó por que se lo corto, ya que lo tenia hasta la cintura. Frunció el ceño por esos tormentosos recuerdos.
Ahora todo el bar estaba algo romántico, y comenzaron a tocar Angels, de Robbie Williams.
Cissy se sonrojó notoriamente, por que conocía esa canción, y claro, conocía sus pensamientos sobre Talía, había pensando que era un ángel. Un ángel con ojos fríos. No se dio cuenta pero tomó de la cintura a Talía y la acercó mas a ella, Talía no tenia cintura. También por tanta cercanía se dio cuenta que era plana. Era como un hombre. Eso la confundió. A ella no le gustaban los hombres. Solo Esteban. El era una excepción. Rara, pero lo era. Se esfumaron todo pensamiento de inseguridad cuando Cissy sintió una mano acariciando su pelo.
—Que linda eres— Talía era cortante y directa. Talía esa noche solo se dejaba llevar.
Cissy solo sonrió, amaba que le dijeran linda.
Talía de repente se tenso mucho cuando vio algo detrás del hombro de Cissy. La soltó y eso descoloco a Cissy. —"Que habré hecho mal ahora…"— pensó Cissy apenada.
—Me tengo que ir. Nos vemos…— Se dio media vuelta y se fue a paso rápido. La vio perderse con la gente. Algo le dijo que no podía dejarla ir. No sabía porque. Odió en ese momento ser impulsiva.
Corrió hacia ella. Esperaba no perderla de vista. Ella era un ángel. Un ángel exclusivamente para ella.