In my heart por SuzukiMatsumoto

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Notas del fanfic:

Aquí vuelvo con un oneshoot después de ausentarme 11 días les traigo "In my heart".

Esta vez es un fic dedicado a una persona que no he vuelto a ver en mucho tiempo y que si llega a leerlo sabrá porque lo escribí.

Aviso desde ya que es MUY triste la historia pero aún así espero que les guste y me lean ^^

Soy Takanori Matsumoto o como todos me conocisteis Ruki, el vocalista de The GazettE. Soy o fui un miembro más de aquel grupo de 5 jóvenes, contando conmigo que amaban la música y llevaban mucho tiempo luchando por ellos.

Somos o éramos grandes profesionales y queríamos satisfacer al público que nos escuchaba a nuestros fans.

¿Por qué hablo en pasado y a la vez en presente? Porque fuimos y somos. Lo explicaré mejor.

Flashback

(30 años atrás)

Estamos en el año 2010, actualmente tengo 28 años de edad y llevo una vida, relativamente hablando, normal.

Llevo 4 años casado con el bajista de mi grupo, Reita y tengo una niña de 3 años de edad adoptada, llamada Sakura.

Dentro de poco vamos a sacar un nuevo single donde incluimos la canción de Shiver la cual será el opening para el anime Kuroshitsuji II. Estamos contentos con el progreso en The GazettE y el PV de dicha canción ha dado unos buenos resultados.

Hoy es día 9 de julio del 2010 un día bastante entretenido ya que tenemos muchos planes que hacer y ninguno resulta ser aburrido.

Son las 8 de la mañana, recién nos acabamos de despertar Reita y yo aunque la niña sigue durmiendo, duerme demasiado.

- Buenos días mi vida. – Reita me miró, yo estaba tumbado en su pecho.

- Buenos días cariño. – Le sonreí y besé sus labios.

- ¿Has dormido bien?

- Perfectamente, soñé bonito.

- Me alegra saberlo pequeño. – Besó mi frente y me abrazó.

Se abrió la puerta despacio y apareció mi pequeña acompañada de nuestro perrito Koron-chan y yo la miré.

- ¿Ya te despertaste nena? – Me incorporé y le sonreí. – Ven, anda.

Extendí mis brazos y ella vino hacía a mí tumbándose en medio de Reita y yo.

- ¿Qué te pasó? – Reita le acarició el pelo.

- Tuve… una pesalilla papi. – Se abrazó a Reita.

- Ya esta pequeña, un sueño malo es solo eso. – Le besó la frente y la dejó dormir.

Al ratito ella volvió a dormirse y la dejamos dormir tranquila. Reita también se durmió el muy gandul sabiendo todas las cosas que teníamos que hacer.

Me levanté de la cama y me puse el albornoz blanco que tenía detrás de la puerta y me dirige a la cocina a preparar dos café y leche y un colacao para la pequeña.

Una vez preparé los desayuno fui hacia la habitación de Sakura y ahí cogí su vestidito rosa y negro que le quedaba precioso.

Después de todo eso fui directamente a la habitación de mi marido y mía a despertar a la bella durmiente y al compañero de la misma.

Al principio se me resistieron un poco pero conseguí despertarlos a los 5 minutos y que se fueran a tomar el desayuno. Era las 8 y cuarto cuando todos desayunamos en la cocina.

- ¿Qué tenemos que hacer ahora? – Me preguntó la iguana dormilona y despistada.

- ¿Ah? ¿Te olvidaste? – Negué con la cabeza – Tenemos ensayo.

- Es verdad ¿Dónde llevamos a Saku-chan?

- A casa de mi madre, ya hablé con ella anoche. – Dije de mal humor.

- Vamos no te enfades pequeño. – Me abrazó por la cintura y me besó.

- Bueno pues ve a vestirte ya. – Jugueteé con sus labios.

- Papi… ¿Me vaz a vestí? – La niña me miró.

- Voy Saku. – Le sonreí

Reita me hizo caso y fue directamente a vestirse y yo le coloqué el vestido a mi hija y peiné su largo pelo con dos coletas, parecía una princesa como siempre, era la niña de nuestros ojitos.

Al rato salimos de mi casa en el coche de la iguana y nos dirigimos a la casa de mi madre. Tocamos la puerta al llegar.

- Buenos días. – Le dije cuando mi madre abrió la puerta.

- Hola Taka, Ue-chan y Saku-chan – Nos dijo contenta y nos dio paso.

- Te dejamos a la niña un rato, sobre las 3 y media la venimos a buscar, en su mochila tiene juguetes y ropa por si acaso. – Le sonreí.

- Tan previsor como de costumbre, no te preocupes, es muy tranquila.- Me dijo ella.

- Arios papiz. – La niña nos dio un beso a cada uno y fuimos hacia la PSC a los ensayos.

Reita conducía tranquilamente, mientras oíamos música y hablábamos pero no tardó nada en darme un espeluznante escalofrío y un muy grave presentimiento.

- ¿Estás bien? – Me preguntó.

- S-Sí… Es solo… Un horrible presentimiento. – Mi voz temblaba.

- Eh chibi, tranquilo, los presentimientos no tienen porque pasar, ahora iremos a ensayar y a las 3 y media llevamos a Sakura al parque y vamos a hacer la compra y el día acabará bien como siempre. – Dijo para tranquilizarme.

- Sí… - No estaba tranquilo.

Tenía mucho miedo de que pudiera pasar algo ya que mis presentimientos siempre acertaban o casi siempre, solo esperaba que esta vez fallara bajo cualquier concepto.

Llegamos a la PSC, sin ningún problema y vimos que ya todos estaban allí.

- ¡Ohayo! – Dijo un animado Kai.

- Buenos días Kai. – Le saludamos Reita y yo al unisono.

- ¿Qué tal estáis? – Nos dijo Aoi.

- Muy bien. – Les miré.

Uruha y Aoi al igual que la iguana y yo habían contraído matrimonio hace 3 años.

Empezamos los ensayos y todo fue muy bien, no hubieron problemas pero… Ese mal presentimiento no salía por mucho que yo quisiera de mi cabeza.

Los gazettos pasamos un ensayo más que perfecto, reímos y nos divertimos mucho ese día creo que ha sido de los mejores ensayos que hemos pasado hasta el momento.

Se nos hizo un poco tarde pero rápidamente salimos de la sala de ensayos y fuimos a buscar a nuestra pequeña.

Mi madre nos dijo que no había dado ningún problema y que se había portado muy bien ese día, aunque normalmente me decía lo mismo cada vez que se quedaba con ella.

La senté en la sillita del coche y le puse el cinturón de seguridad. Me despedí de mi madre y me subí al coche.

Akira conducía tranquilo y hablábamos. Sakura nos pedía que pusiéramos música ya que ella estaba tranquila con eso así que le poníamos la que ella pidiera.

Mientras hablábamos y sin esperarlo un coche que iba a una velocidad que no debía nos daba por el maletero y hacía que nuestro coche girara.

- ¡Ruki! ¿Estás bien? – Reita me miró enseguida.

- S-Sí… - Me giré rápidamente a ver a Sakura, estaba llorando, muy asustada.

Para cuando Reita quiso reaccionar ya era demasiado tarde, un camión al cual no le dio tiempo de frenar nos daba de lleno y el coche giraba y nos dábamos contra las vallas de hierro de la carretera. Miré a Reita, su cara estaba llena de sangre y estaba bastante herido.

- Cariño… - Reita me miró. - ¿Cómo… estás?

- A-Asustado… - Sin darme cuenta, lloraba.

- ¿Sakura?

Me di la vuelta.

- No está grave… - Estaba temblando de miedo.

Vi como Reita desviaba un poco la mirada y cerraba un poco los ojos.

- Escúchame pequeño, ahora tienes que ser fuerte ¿Vale? Quiero que saques a Sakura del coche y te vayas de aquí a un hospital.

- No sin ti. – Lo miré llorando.

- Busca ayuda y después vuelve a por mí, pero por favor, vete ya Ruki.

Terminé accediendo y me desabroché el cinturón y me giraba a sacar a Sakura de su sillita y la cogí en brazos.

Me dirige a salir del coche.

- Ne amor. – Me dijo y me giré a mirarlo. – Te amo pequeño.

- Te amo Reita… Enseguida volveré. – Besé sus labios y salí corriendo de allí.

Una vez salí del coche fui corriendo lejos gritando para que alguien me ayudara y cuando quise darme cuenta, después de llamar al número de urgencias, el coche en el que mi marido, mi amor estaba, explotó.

Lo miré atónito mientras gritaba su nombre y lloraba, me quedaba sin fuerzas, sentí que moría, sentí como se alejaba y veía aquella oscura escena, el coche ardía, mi amor que allí estaba, se quemaba… Aun así mi ciega esperanza de volver a verlo sonreír no se desvanecía.

Los bomberos no tardaron en llegar y apagar aquel fuego pero para Reita, ya era tarde.

Vi como sacaban su cuerpo sin vida de aquel auto, estaba quemado. Los propios médicos cogieron a mi hija para llevarla al hospital y a mí me agarraron ya que no sentía nada, solo gritaba y lloraba no podía hacer más. Mi vida se había ido en aquella carretera, aquel día 9 de julio mi mundo se rompió en mil pedazos.

Aquellos días estuve en el hospital, sin querer saber nada de nadie solo de mi pequeña.

Ya todo había terminado en mi vida, solo quería irme con mi amor.

Unas semanas más tarde tuvo lugar su entierro al cual fuimos los gazettos, las familias, amigos, todos… Mientras lo bajaban bajo tierra yo lloraba en los brazos de Kai, con mi pequeña en los brazos y creo que no hay nada que duela más que ese maldito día en que lo perdí.

Éramos felices y todo pasó rápido como una estrella fugaz, todo desapareció como la moneda que se tira al mar, todo perdió color como el blanco y negro de una vieja fotografía… Todo… resultaba doloroso y complicado.

La misma noche del entierro, cuando conseguí dormir a Sakura, yo me duchaba y cuando me secaba miré al espejo y comencé nuevamente a derramar lágrimas.

Pero hay una cosa que esa noche verdaderamente pasó, nadie jamás va a creerme pero pude notar como unos brazos rodeaban mi cintura y el espíritu de mi iguana aparecía en el espejo. Su calor era real, como si de verdad estuviera allí.

- Yo siempre estaré contigo y cuidaré de ti. – Me susurró al oído.

Fin Flashback

(30 años más tarde)

Ahora estoy aquí con 58 años de edad un frío día 9 de Julio frente a tu tumba entregándote bonitas flores que había comprado como cada mes expresamente para ti pero ahora incluso un ramo más bello.

Tenía ganas de que vieras a nuestra pequeña que es toda una mujer. Ya tiene 33 años, esta casada con un buen hombre por eso no debes preocuparte la ama y la respeta aunque si es verdad que es bajista en un grupo Visual como su padre y es realmente buena ¿Sabes también? Lleva una venda en la nariz en honor a ti.

Tiene un hijo así que somos abuelos, ya tiene 5 años de edad y es muy hiperactivo.

Aquel día aquel accidente te arrebató de mi lado, te llevó de este mundo.

Esta noche GazettE dará su último concierto, no hemos tenido otro bajista que no seas tú. El bajo desde tu partida siempre fue con grabaciones porque era imposible sustituir a alguien como tú.

Esta noche cantaré Without a Trace para ti, solo para ti así que espero que me escuches.

He entendido que el día que me dijiste que saliera del coche fue para salvar mi vida y la de nuestra pequeña porque sabías que el coche iba a explotar de un momento a otro… Solo por eso me mantuve fuerte y viví por los dos.

Mi querida iguana, siempre fuiste lo más importante que he tenido y siempre estarás conmigo al igual que yo siempre te amaré pues no ha habido otro amor en mi vida desde que te marchaste. Mis labios y mi cuerpo, mi alma y corazón, mi mente y vida son solo para ti.

Atte: Matsumoto Takanori.

Notas finales:
Dejenme reviews porfa >.< espero que les haya gustado leerlo.

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