Necesario
Por Naru Nishihara
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Es una cuestión biológica,
Son las acciones de la psicología masculina.
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No es extraño, el voltear y encontrarse con que lo está mirando resulta ya algo normal.
Ella siempre lo observa: en el almuerzo, las horas de clase, los recesos; su mirada verde nunca le deja en paz.
Y le molesta, porque para él ella no es una buena chica.
Le fastidia el que sea tan gritona, que critique a los demás, que se crea superior a todos. Pero, por sobre todo, la cree estúpida, porque piensa que tiene una oportunidad con él. A tal grado que rechaza a sus prospectos de manera grosera y lo prefirió antes que a su mejor amiga; acciones totalmente inútiles, porque a final de cuentas para él no significan nada.
- ¡Sasuke-kun! - es ella, por casualidad en un oportuno momento. No puede ver que tan próxima esta, pero el sonido de sus pasos se oye cada vez más fuertes mientras se dirige a su ubicación: la esquina más oscura del pasillo.
Sakura tiene la costumbre de ser la primera en llegar a la clase siempre, él a veces también lo hace, pero por motivos que no tienen nada que ver con conseguir el mejor asiento.
- ¡No creí que llegaras a la clase tan temprano, ¿qué haces aquí Sasuke-kun?! - la escucha nuevamente, justo unos metros a sus espaldas. No le responde, sus labios están ocupados desde antes de que ella llegara en algo muchísimo más importante.
Sin embargo, intuye que a la peli-rosa le debe parecer raro que no le responda, y que además, este recargado en la pared de manera extraña.
- ¿Sasuke-ku…?! - el ahogado grito de Sakura le da indicios de que ha descubierto lo que pasa. La oscuridad se lo había puesto difícil, pero era imposible -estando ahora tan cerca- que no se diera cuenta de los brazos (enfundados en una chamarra anaranjada) que le rodean el cuello.
Da gracias porque Naruto no se da cuenta; su rubio tiene los ojos cerrados y no puede escuchar nada debido a los audífonos en sus oídos. Si se enterara de lo que está pasando lo reprendería por no detenerse. Sobre todo porque si abriera los ojos podría ver perfectamente la imagen de Sakura, parada no muy lejos, inmóvil, en etapa de negación y a punto de estallar en llanto mientras no deja de observarlos. Y esto definitivamente lo conmovería, porque a su dobe le cae extrañamente bien Sakura Haruno (aunque generalmente es porque le tiene lastima a las chicas que pertenecen al “Sasuke Fan-club”).
Debió ser el límite para la ojiverde cuando no muchos segundos después se oye un fuerte portazo. Tan ruidoso que incluso Naruto, con todo y sus audífonos alcanza a oírlo y se separa bruscamente de él.
- ¿Qué fue eso, Sasuke? - pregunta sorprendido mirando por sobre el hombro de Sasuke como la puerta del salón bota aun con fuerza. Sasuke se encoge de hombros haciéndose el desentendido. “Tal vez fue el viento”, da a entender.
- ¿Crees que alguien nos haya visto? - sigue insistiendo Naruto, al fin y al cabo los otros salones que están en el piso tienen clase y algún estudiante pudo verlos.
- No te preocupes, de todos modos algún día se tenían que enterar. - resuelve de manera sencilla Sasuke mientras le sonríe seductoramente, y aunque Naruto no se queda convencido del todo decide pasar las cosas por alto, no sin olvidarse de reprenderlo por “atacarlo” sin aviso y tan imprudentemente. Sasuke le devuelve el regaño con un buen beso francés, antes de que un sonrojado Naruto le conduzca hacia su salón de clases; sus demás compañeros están por llegar.
Al entrar para ambos no es raro que Sakura ya esté ahí, aunque solo Sasuke comprende porque tiene los ojos llorosos y mira a un confundido Naruto con gran rencor. Al menos ahora Sakura lo sabe, y es probable que ya no lo mire más.
Sin embargo, a la próxima que hay que abrirle los ojos es a Hinata Hyuuga; su mirada también es muy molesta.