El timbre de la primera hora sonaba con fuerza, aturdiendo a todos los presentes, quienes comenzaban a refunfuñar y caminaban con paso lento a aquella comunidad escolar, hoy era el primer día de clases del segundo trimestre, nada fuera de lo común, aún todos querían dormir hasta tarde como lo hacían en vacaciones.
Pero hoy algo era diferente, aunque a simple vista parecía que nada salía de lo común, hoy un nuevo chico ingresaría al Instituto, varios rumores se habían corrido sobre eso.
La verdad, el salón de 9no grado seguía igual que siempre, lleno de gritos y desacuerdos, insultos de un lado a otro, algunas pequeñas risitas por parte de distintos grupos, pero en sí, todo seguía siendo igual
Kiku, uno de los más reconocidos chicos del grupo seguía dibujando, como siempre algunos pequeños encargos que le habían encomendado días atrás, y es que el chico tenía gran talento para el dibujo.
Siempre se sentaba junto a Alfred, uno de los más populares del colegio, lo conocían por su bien acordado alias " El Hero" , el cual, repetía cuantas veces podía, sin importarle que tan agobiante fuese para los demás, pero, de cierta manera, lograba que la atención se centrase en él, y no en su hermano gemelo Matthew, al cual siempre ignoraban, se olvidaban de su existencia, o simplemente era invisible para los demás.
Claro, que también estaba Ivan , que era uno de los más altos de todo el colegio, y que se caracterizaba, normalmente, por ser alguien capaz de darle miedo incluso a los maestros, de todas formas, juntarse con él te garantizaba protección segura, sin embargo, se llevaba profundamente mal con Alfred, pero, por irónico que pareciese, se trataban con cordialidad, y más de eso, no cruzaban las miradas nunca.
Además estaba Francis, uno de los "galanes" de la clase, Gilbert, uno de sus amigos, que vivía dependiente de un teléfono celular a la moda con cual pudiese tomar fotos y publicarlas a su blog al segundo siguiente , y también debía incluir a Antonio, que junto a los dos primeros se hacían llamar "El Bad Friends trio"
Las chicas también se hacían notar, Elizabeta y su amiga de Taiwán, que siempre se la pasaban platicando acerca de sus chicos soñados, como cualquier adolescente, era obvio.
De todas formas, aquél instituto siempre se había caracterizado por sus locos alumnos, pero también del alto rendimiento de muchos de ellos, y era por esa razón que él iría a ese lugar.
Unos 10 minutos después, ya todos estaban en sus respectivos salones, esperando a sus profesores, aún así todos platicaban animadamente de que aventuras habían vivido en vacaciones, bastante distraídos.
-Alfred-san, ¿Cómo crees que será el nuevo alumno? - preguntó entonces Kiku, que seguía dibujando unos doujinshis que le habían encargado del verano pasado , y que por fin iba a terminarlos.
-No lo sé, ¡pero le dejaré en claro quién es el Héroe! - exclamó felizmente, sin siquiera prestar mucha atención a los demás amigos suyos que le contaban cosas que en verdad no le interesaban.
-Pues, yo solamente espero que no se meta conmigo, o se las verá mal, Koru Koru - musitó Ivan desde su asiento.
-Oh, Será bueno que venga uno nuevo, así le mostraré las cualidades de Francis-Onii-san, y le repartiré mucho amour - dijo Francis Bonnefoy, que seguía con sus dos amigos.
-Le ofreceré tomates, tío, que quizá y le agraden - Dijo Antonio, con ese acento español que tanto le caracterizaba.
-Y Ore-sama invadirá sus regiones vitales, Kesesesese - rió el albino de ojos rojos, que era llamado "conejo" por sus mejores conocidos, sin embargo, como respuesta, recibió un sartenazo por parte de Elizabeta.
Alfred solo rió levemente y pasó la mirada a la puerta, con cierta impaciencia, de todas formas, pronto tendría que entrar alguien, ya estaban retrasados.
Aún así, pasaron muchos minutos, y nadie llegaba, todos los alumnos disfrutaban de aquél retraso, y obviamente el Héroe también se unió a eso, poco a poco todos se centraron más en hacer desorden que en cualquier otra cosa.
La verdad, es que aquél grupo era muy nuevo, la mayoría llevaban solamente un año en el instituto, y habían formado sus propias reglas, como si fuesen un continente nuevo en aquél mundo, hacían lo que les daba la gana, porque, nadie les diría que eso no era así, después de todo, ninguno estaba informado de nada.
Un silencio se formalizó entonces, de repente, al oír el chirrido de las botas del profesor aventurarse al salón, todos , sin moverse de sus lugares (ya fuesen sus mesas, si estaban levantados hablando, golpeándose, en el escritorio del profesor) dirigieron la mirada a Roderich, quién los veía serio e impasible como siempre.
-Buenos días. - Dijo entonces con formalidad, a lo que los alumnos solo repitieron la frase y fueron a sentarse, aún esperando algún regaño, el cual nunca salió de los labios del mayor.
-Como sabrán, hoy un alumno se nos sumará a nosotros. - comenzó a hablar, y todos sonrieron de lado imaginándose al nuevo. - De parte del Director y mía, les pedimos, que sepan aceptarlo, y no se burlen de él ni le falten el respeto como suelen hacerlo- culminó, y todos rieron levemente, era obvio que harían caso omiso a esa petición.
-¿Y cómo se llama? - preguntó con tono de voz baja Matthew, pero nadie le respondió, a lo que solo siguió jugando con su pequeño oso.
-Pase por aquí , por favor- le dijo el profesor al chico nuevo, el cual carraspeó un poco y entro nerviosamente al lugar, se colocó frente al profesor, y todos le miraron con curiosidad.
Era rubio, no era alto, delgado, de ojos verdes , unas grandes cejas, cabello revuelto , y con una pinta algo Punk, aún con uniforme y todo.
-...- Todos mantuvieron silencio, se quedaron examinando al chico de arriba abajo, mientras este solo les dedicaba una profunda mirada de molestia, Alfred solamente sonrió de lado , parecía alguien divertido, nunca había conocido a un Punk.
El Bad Friends trio comenzaron a hablarse entre susurros, diciendo algunas cosas "divertidas" que podrían hacerle a ese.
China y Japón no hicieron más que dirigirse la mirada y después posarla nuevamente en el rubio que estaba al frente. Mientras que Russia solo le dedicó una profunda sonrisa algo siniestra al "niño punk", el cual solamente pudo desviar la mirada algo incómodo.
-M-my name is...- Pero el mismo se interrumpió, acababa de recordar que allí solo hablaban en español, lo cual le hizo molestar un poco. - Mi nombre es Arthur Kirkland. -saludó entonces, por fin, antes de oír a su profesor mandarlo a sentarse a un puesto que seguía vacío, por suerte.
Y así lo hizo, el chico se dirigió en silencio a su lugar, se sentó algo molesto, aunque nadie entendía la razón.
-Parece que no es feliz, déjenme darle un poco de Amour francés para hacerlo sentir mejor - pidió Francis, que tenía origen del país europeo y que por esa razón presumía mucho su romanticismo.
-Tal vez se siente molesto porque no conoce a nadie, aru - dijo Yao, mientras observaba al "héroe" que posaba la mirada en Arthur.
-Well...Se ve que es punk, de seguro ellos son así y listo.- Se encogió de hombros, aún le parecía curioso que el rubio al saludar hubiese hablado inglés, sin embargo, tenía un acento algo británico.
En cuanto a Arthur, simplemente se la pasó dibujando en su libreta, al entrar a mitad de año lo hacía perder un poco, además hoy no estaba de ánimos para prestar atención.
Las clases continuaron su curso, en todas había mucho alboroto, pero el nuevo simplemente miraba a los demás y se volvía a hablar con la nada, cosa que a muchos les hacía reír.
Ya había llegado la hora del recreo, todos salieron de sus salones con paso apresurado, después de todo hoy servirían Pasteles de crema en el desayuno, cuando Alfred y sus amigos terminaron de comprar sus cosas se fueron a sentar la mesa de los populares, como siempre.
Él nuevo simplemente compró aquél pastel y un té caliente, y se fijó en una de las mesas que estaban solas, y se propuso a comer tranquilamente. - ...Nada es igual ahora. - murmuró entonces, pero algo lo sacó de sus cavilaciones, para ser más concretos, alguien, que sin aviso previo se había colocado tras el rubio y había pasado sus manos por el cuerpo de este, causando que el pequeño reaccionara de forma brusca, golpeando con el codo al sujeto que tenía tras él.
-¿!Q-que diablos haces!? - gritó entonces Arthur, levantándose de la mesa sonrojado por vergüenza y rabia al mismo tiempo, causando que aquél grupo de tres solo rieran.
-Solo quería hacerte feliz un rato, mon cher- dijo Francis con una perversa sonrisa en el rostro, el haber manoseado al nuevo le había hecho sentir prepotente, más que nada porque este le parecía muy lindo.
-Idiot! - dijo entonces el "niño punk", antes de empujar con fuerza a aquél desconocido para él, sin duda esto no quedaría así. - No sé quién eres, ni quién te crees, pero no vuelvas a tocarme! - puso esto en claro, y muy enojado , sin poder hacer otra cosa más que ver retadoramente a los tres.
-Oh , cierto, no me he presentado, mi nombre es Francis Bonnefoy - le respondió ignorando la orden de alejamiento, le tomó la mano y la besó galantemente, y con suavidad y elegancia la soltó, dejando al chico nuevo perplejo y sonrojado.
-Y yo me llamo Antonio Carriedo - Agregó el castaño , antes de señalar a Gilbert, que había estado tomando fotos discretamente. - Y él es nuestro amigo Gilbert, pero también le decimos Gilbo - sonrió entonces y volvió a ver a Francis.
-.....Te dije que no me tocaras! - replicó molesto cruzándose de brazos. - Any way, sé que soy el nuevo pero no los voy a dejar que me molesten, right? ¡Déjenme en paz ahora mismo!- ordenó bajando la mirada levemente.
-¿O si no qué, mon amour? - preguntó con un tono juguetón el rubio de cabellos largos, antes de acercarse peligrosamente a Arthur , acortando poco a poco los centímetros que los separaban.
-B-basta, aléjate! - dijo demasiado rojo , empujando al Francés bastante lejos de él, para después el mismo alejarse de esos tres, había perdido la primera batalla, lo cual lo hacía molestar demasiado, se suponía que no dejaría que lo molestaran, pero no parecía dar resultado en lo absoluto.
-Ah, es muy lindo - musitó entonces Francis, mientras se iba con sus amigos a otra mesita, dejando por fin en paz al otro chico.
Eso fue observado por cierto héroe, el cual no había dicho nada porqué no era "buena onda" interrumpir momentos tan "divertidos" , aunque tuvo intenciones de hacerlo.
Se acercó entonces por sí solo al chico de cejas grandes y pobladas, que ahora yacía en una de las esquinas del comedor, parecía estar molesto y confundido, a lo que él Americano solamente se agachó y quedó en cuclillas para poder hablarle, seguido por un considerable grupo de amigos, que los veían atentamente
-Hey, ¿estás bien? - preguntó entonces con una sonrisa despreocupada, a lo que solo se gano una mueca molesta.
-¿Qué quieres tú? No te interesa. - respondió cortante el otro rubio, lo cual le borró un poco la sonrisa a Alfred.
-Es qué, vi lo que te habían hecho, y pensaba que tal vez-
-¿Sí lo viste? ¿Entonces por qué no te burlas de mí en otro lado? Solo déjame en paz- le interrumpió cada vez más molesto.
-¡No venía a burlarme de ti! Solo quería ver si te encontrabas bien. - replicó insistentemente.
-¿Y por qué te importaría eso, idiota? - preguntó desconfiado.
-Porqué soy un hero, y eso es lo que hacemos- dijo con una grata sonrisa, antes de levantarse y tomar la mano del más pequeño para hacerlo levantar.
-Suéltame. - le ordenó arisco, mientras hacía una mueca sarcástica y superior. - ¿Un héroe? Por favor, los héroes no existen, y si lo hicieran, estoy seguro que no sería un idiota popular que se cree el mejor, ahora , con tu permiso- empujó levemente al más grande, y se marchó por las puertas, dejando unas risitas burlonas por parte de los amigos del Americano, que ahora parecían disfrutar de aquella situación , nadie había sido capaz de decirle eso a Alfred.
"Maldito niño Punk" fue lo único que dijo Alfred, claramente molesto, sobretodo por aquél comentario altamente sarcástico y ofensivo para su persona, y sí, Arthur se había ganado un enemigo, pero no cualquiera, sino el chico popular del colegio, eso le sería duro, insoportable, y hasta que el "Héroe" no oyera una disculpa por parte del otro rubio, esto nunca cesaría.
-Continuará -