Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Lo que se necesita... por Mirelle

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, como siempre, los personajes no me pertenecen a mí. U^U

Hola. ^^

Bueno, esta idea se me ocurrió por casualidad, pero me parece que el fiki quedó divertido xD

¡¡Disfruten!!

Lo que se necesita

 

 

 

 

 

Por que Naruto, hasta el momento, no se había dado cuenta de que su novio, Sasuke Uchiha, no reía. Sonreía, eso sí, dos veces al año contadas, pero Naruto nunca le había visto ni oído a su “teme” reírse a carcajada limpia, ni tirarse al suelo llorando de la risa. La simple imagen daba grima, sí, pero él quería ver a Sasuke siendo así de feliz.

 

 

 

¡Pero había llegado el día! Le demostraría al mundo que su teme también era capaz de revolcarse por el suelo a carcajadas. Bueno, quizás eso sería ser demasiado optimista, pero a Dios ponía por testigo de que Sasuke ese día reiría.

 

 

 

Salió de la casa que compartían en el barrio Uchiha rumbo a la torre de la Hokage, donde trabajaba como guardia personal de la quinta. Eran las nueve de la mañana y seguramente estaría ayudando a la rubia con el papeleo matinal.

 

 

 

Al cruzar la esquina, se encontró con Itachi y su amigo Kisame.

 

 

 

-¡Hola! – saludó efusivamente como siempre. Y, también como siempre, Kisame le sonrió e Itachi le fulminó con una mirada envenenada.

 

 

 

Al no tener familiares vivos, el mayor de los Uchiha había adoptado el papel de suegra gruñona y se oponía a la relación que su inocente hermano mantenía con ese maldito zorro pervertidor de menores. Para él, Sasuke valía muchísimo más como para estar con él. Pero eso no echaba atrás al rubio, si no que sentía ganas de demostrarle al mayor que él podía llegar a ser, y era, el mejor de los pretendientes.

 

 

 

-Ey, Itachi… ¿Qué le hace reír a Sasuke? – preguntó Naruto un poco ruborizado. Itachi le lanzó una mirada helada.

 

 

 

-Te diré yo lo que me hace reír a mí… - gruñó en tono de amenaza. – Ver como un chico como tú le ha podido conquistar…

 

 

 

-Bueno, ¿Has probado en contarle un chiste? – interrumpió Kisame con una sonrisa amable y sus ojitos brillantes. – Los chistes hacen reír a todos…

 

 

 

-¿Y qué puedo contarle? – preguntó dudoso el rubio mientras pensaba que él hacía reír a sus amigos por ser patoso, no por saber contar chistes. Bueno, de hecho se le daban muy mal…

 

 

 

-Um… Puedes probar con este: Un hombre siempre entraba en un bar y le pedía lo mismo al camarero. Decía: “Póngame tres cafés: uno para mí, otro para ti y otro para tu puta madre”. Y siempre le decía lo mismo. Un día, el camarero, cansado del maldito hombre, cuando le vio aparecer salió de la barra y lo molió a golpes. Al cabo de unos cuantos días, volvió el hombre con muletas y lleno de vendas y pidió: “Póngame dos cafés; uno para mi y otro para tu puta madre, que a ti el café te sienta muy mal”.

 

 

 

Al acabar la narración, Itachi se empezó a reír a carcajadas, igual que el rubio. Terminaron los dos en el suelo, llorando de risa.

 

 

 

-Pues sí que funciona… ¡¡Gracias, Kisame!! – exclamó orgulloso el rubio mientras se despedía con la mano.

 

 

 

-A saber qué pervertida idea tiene en la cabeza… - gruñó molesto Itachi imaginándose a su pequeño sumido entre profundos dolores y tinieblas gracias al rubio. Kisame lo miró con una sonrisa.

 

 

 

-Estás dos tomates en la nevera y uno saluda al otro con un: “hola” a lo que el otro grita: “¡¡Coño!! ¡¡Un tomate que habla!!” – Y dicho esto, Kisame disfrutó viendo como Itachi se partía de risa. – Pues sí que es eficaz…

 

 

 

 

 

Mientras tanto, Naruto seguía su camino con alegría. Tal y como había visto que funcionaba con Itachi, seguro que en menos que un gallo cantaba, tenía a Sasuke carcajeándose a sus pies con su sexy voz entrecortada. Una imagen deliciosa…

 

 

 

Al llegar a la plaza no se pudo resistir. Se desvió un poco de la ruta y se sentó en la barra del Ichiraku Ramen.

 

 

 

-Un descanso nunca viene mal. – añadió.

 

 

 

A su lado se encontraba Neji mirándole indiferente. Y al lado de Neji, estaba su novia, Hinata. Ella le miró sonrojada pero con una sonrisa cariñosa.

 

 

 

-Qué extraño verte por aquí… - dijo irónico Neji, llamando la atención del rubiales, que aún no se había dado cuenta de su presencia.

 

 

 

-Bueno, es que iba a buscar a Sasuke pero me he parado para descansar. – Naruto observó a Neji detenidamente de arriba a bajo. – Oye, Neji, tú que eres tan callado como Sasuke… ¿A ti qué te hace reír?

 

 

 

Naji le fulminó con la mirada y estuvo tentado a decir algo tipo: “Tú careto” pero se resistió por que tenía a la fan número uno del rubio como novia al lado.

 

 

 

-¿Y a ti qué te importa?

 

 

 

Hinata sonrió y empezó a tocar con los dedos al chico en la barriga, provocando la risa de su novio, que reía entrecortado y un poco sonrojado. Molesto. Neji se levantó y se fue avergonzado.

 

 

 

-Las cosquillas siempre funcionan, Naruto-kun…

 

 

 

-Has sido de mucha ayuda. – respondió contento el rubio mientras pagaba la cuenta y se iba también. – Muchas gracias, te debo una. ¡Voy a conseguir que ese estreñido se ría!

 

 

 

Siguió su camino aún más contento, así que casi saltaba de la emoción. Al llegar a la torre, subió a toda prisa las escaleras y entró al cuarto de la mujer sin llamar. Pero se encontró a Tsunade sola, estirada en una hamaca con gafas de sol y una piña colada en la mano en la terraza.

 

 

 

-¡Ey, vieja! ¿Y Sasuke?

 

 

 

-¿Yo te llamo enano? ¿Verdad que no? ¡Pues más respeto! – gruñó la mujer. No, el niño hiperactivo no le arruinaría el momento de descanso dentro de su “ajetreada” vida.

 

 

 

-¿¡Pero dónde está?!

 

 

 

-¿Tú lo ves aquí? – el rubio negó efusivamente. – Pues aquí no está. ¡¡Largo!!

 

 

 

Naruto salió enfurruñado de la sala. Una cosa era molestar a Tsunade y la otra que lo tratase mal. Salió al patio y se encontró con Konohamaru, que observaba con una sonrisa a su madre escondido entre matorrales.

 

 

 

-¡Ey! ¿Qué estás haciendo?

 

 

 

-Nada, gastarle una broma a mi madre. – rió. Luego los dos fueron testigos de cómo, la mujer, al abrir la puerta, se quedaba empapada de agua gracias al vaso que el chico había dejado encima de esta. Los dos terminaron riendo a carcajadas.

 

 

 

-Eh, las bromas son graciosas, ¿no? – preguntó Naruto con una sonrisa mientras se sacaba una lágrima. Konohamaru asintió mientras pensaba en otra broma para hacer. – Gracias. ¡¡Seguro que a Sasuke le gustarán!!

 

 

 

Naruto siguió su paso hasta el bosque, donde gracias a sus evolucionados sentidos pudo percibir como alguien le seguía. (De “evolucionados sentidos” nada, que la otra persona le estaba gritando algo…)

 

 

 

Menuda sorpresa se llevó cuando vio que al girarse, Sasuke le miraba con una ceja alzada.

 

 

 

-¡¡Sasuke!! ¡¡Por fin te encuentro!! – exclamó con alegría Naruto mientras corría a abrazar a su novio El otro le miró interrogante. - ¡¡Van dos y se cae el del medio!!

 

 

 

Sasuke le miró sin moverse. Ni siquiera fingió una sonrisa. Nada.

 

 

 

-Cuando van dos no hay nadie en medio, dobe…

 

 

 

-¡¡Eso se sobreentiende, teme!! ¡¡Es un chiste!! A ver... ¡¡Va uno y se muere!! ¿Moraleja? No vayas. – pero ni aún así. Sasuke simplemente le fulminó con la mirada. Decidió pasar al plan B. (B de Burro…)

 

 

 

-¿Y bien?

 

 

 

Naruto se tiró sobre su chico, cayendo los dos al suelo con el rubio encima. Empezó a tocar con alegría todas las partes del Uchiha, pero no le encontró las cosquillas. Si acaso se llevó un coscorrón por tocar partes que no debía.

 

 

 

-Naruto, sé que eres raro y eso, pero… ¿¡Qué se supone que estás haciendo?! Hoy estás mucho más raro de lo normal. – Naruto decidió pasar al último plan. Cogió a Sasuke de la nariz y le enseñó su dedo.

 

 

 

-Sasuke, mira, te he robado la nariz…

 

 

 

-…

 

 

 

-¿No la quieres?

 

 

 

-…

 

 

 

-¿No te ríes?

 

 

 

-…

 

 

 

Sasuke se levantó lentamente, apartando de sobre él a Naruto. Sacó un cuchillo de su bolsillo y apuntó con él al rubio.

 

 

 

-¿Quién eres tú y qué has hecho con mí Naruto? Eres Sakura, ¿verdad? O es que eres Orochimaru que vienes otra vez a por mí… ¿Um? ¡¡Contesta!!

 

 

 

-Soy yo, teme, pero es que… Quería hacerte reír a carcajadas… - explicó triste, bajando la cabeza. – Como sonríes muy poco y nunca te he visto reír…

 

 

 

Entonces unos extraños sonidos entrecortados llegaron a los oídos del rubio. Al levantar la cabeza, se encontró con la imagen más hermosa que hubiera visto nunca. Sasuke se encontraba riendo, con los ojos cerrados, un poco sonrojado y con sus dientes blancos a relucir. Reía… ¡¡Estaba riendo!!

 

 

 

-Pero mira que eres dobe… Anda, volvamos a casa…

 

 

 

Por qué, que para que Sasuke sonría sólo hace falta que tenga un dobe en su vida.

 

 

 

Fin.

Notas finales:

Espero que les haya gustado.


 


¿Review???


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).