CAPITULO 2:
Casi no dormí esa noche. Aun confundido por lo sucedido en mi habitación el día anterior, no tenía intención de ir al instituto. Deje que el agua de la ducha despejara un poco mi cabeza y me quitara la somnolencia antes de salir de mi casa.
Llegué al instituto corriendo para poder llegar a clases -como de costumbre iba atrasado- Con la respiración entrecortada de nerviosismo de que Sasuke me esperara en la entrada como siempre lo hacia. Pero me lleve una gran sorpresa al ver que por primera vez, no estaba.
Intranquilo de que el profesor ya estuviera en la sala de clases apresuré el paso. Pero al entrar encontré a todos mis compañeros de clase en los pasillos con cara de preocupación y hablando entre grupos.
Intrigado me acerqué al grupo más cercano que al verme una compañera me dijo:
- ¡Naruto! Menos mal que llegas.
- ¿Qué pasa Sakura?
- ¡Sasuke, se acaba de desmayar en la entrada del instituto! Lo acaban de llevar a la enfermería, el profesor Kakashi está con él.
- ¡¿Qué?!- dije con un sobresalto en el pecho y sin pensarlo Salí corriendo hacia la enfermería.
Mientras mis pensamientos me asaltaban << ¿estaba en la entrada? >>
<<Entonces… me estaba esperando cuando se desmayó…>>
Con el corazón latiéndome a mil, llegue a la enfermería. El profesor conversaba con el doctor cuando abrí la puerta y le grité sin pensar:
- ¡Kakashi-sensei ¿Cómo está Sasuke?!
- Calma Naruto, el se encuentra bien. Esta durmiendo en este momento- dijo señalando el lugar en donde estaba.
- Sensei… ¿puedo…?- se me atragantaron las palabras, era incapaz de hablar en ese momento.
- Si quieres, después de todo es tu mejor amigo- me dijo con una sonrisa. Se volvió hacia el doctor y añadió- Gracias por todo Iruka-sensei.
- De nada- dijo con una sonrisa amable hacia Kakashi y después volviéndose a mi dijo- Él está bien, solo necesita descansar, puedes sentarte a su lado si quieres. Yo debo ir al hospital en este momento así que te lo encargo
Solo pude asentir, estaba en un estado demasiado confuso. El doctor salió de la enfermería y me quedé solo con Sasuke.
El dormía profundamente sobre una de las camas blancas. Me senté en la silla que estaba a su lado y tomé con mi mano una de las suyas. Me recosté a su lado mientras lo miraba dormir y de pronto el cansancio de una noche de insomnio se hizo presente en mí…
No se cuanto tiempo estuve dormido en la enfermería pero cuando desperté… Sasuke no estaba.
Miré rápidamente a mí alrededor pero estaba solo. En eso Iruka-sensei entraba leyendo unas hojas, al verme despierto me dijo con una sonrisa:
- ¡Naruto! ¿Ya te sientes mejor?
- Si sensei pero… ¿Dónde esta Sasuke?- pregunté preocupado de que le hubiera pasado algo más grave.
- No te preocupes, Sasuke está bien. Se fue hace unos momentos, las clases ya terminaron.
- ¿Por qué no me despertó?
- Me pidió que no lo hiciera. Tú también te veías muy cansado- dijo con tono de preocupación.
Aún confundido por lo que hizo Sasuke, el sensei añadió:
- Deberías ir pronto a casa, antes de que oscurezca.
- Si, gracias sensei- dije casi en un susurro.
Salí de la enfermería con un enredo en mi cabeza:
¿Por qué Sasuke no me despertó? ¿Qué estaba pasando? ¿Acaso me estaba evitando? No…no permitiría eso. Era mi mejor amigo…era…
Con una desesperación incontrolable al no tener respuestas corrí lo más rápido posible al departamento de Sasuke. Si alguien tenía que darme respuestas era él.
Mientras mis pensamientos me atacaban “¿Era por lo sucedido ayer en mi casa?”…
Ahora caía en la cuenta. Me había dicho que le gustaba y me besó. Al recordarlo sentí un leve calor en mi rostro.
Detuve mis pasos al seguir pensando: Y si voy a su casa ¿que le voy a decir? ¿Acaso estoy de acuerdo en que estemos juntos?... No lo sabía. Pero de lo único que estaba seguro era saber si Sasuke estaba bien. Se había desmayado en el instituto y quería saber como estaba… quería verlo.
Al poner un poco de orden en mi cabeza, seguí corriendo por las calles, hasta que llegue al departamento de Sasuke. Toqué el timbre a pesar de que no había ninguna luz y no se oían pasos. Toqué por segunda vez y nadie abría. Comencé a golpear con mi puño y a llamarlo ¡“Sasuke, abre, soy Naruto”!… pero aún así, nadie abrió la puerta.
Apoye mi espalda en la pared y por un momento mis piernas se volvieron débiles ante el peso de mi cuerpo. Deslizándome caí sentado en el suelo con las rodillas flexionadas. Las abracé como si pudieran protegerme del dolor que sentía, mientras mojada mis pantalones con mis silenciosas lagrimas.
Esperé sentado en el mismo lugar hasta las doce de la noche, pero él no abría la puerta… o no volvía.
¿Dónde estas Sasuke? Le pregunté a la puerta como si pudiera responderme. Sabiendo que no volvería me puse de pie para irme a mi casa. Mañana lo vería en el instituto.
Pero Sasuke no se presentó en el instituto al día siguiente… ni el siguiente… ni en una semana. Lo fue a visitar todos los días a su casa, pero nadie salía y el correo se amontonaba en el buzón.
Fui nuevamente a su departamento al salir del instituto. Me senté a esperarlo como el primer día.
Al pensar en la última semana- en los días sin él a mi lado- las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas. No entendía lo que estaba pasando…pero me sentía más solo que nunca…Sasuke por primera vez desde que lo conocía no estaba a mi lado y eso me dolía más de lo que hubiera podido imaginar.
Pero su abandono me hizo entender lo que realmente significaba para mí y tener claro el sentimiento que tenia por él.
Las lágrimas nublaban tanto mi visión, que por un momento pensé que lo que veía era una alucinación. Caminó lentamente hacia mi dirección, y se acercó hasta estar frente a mí y dijo en casi un susurro:
- Naruto…
Esa ronca y melodiosa voz era inconfundible, pero mis ojos solo veían una sombra borrosa. Me los froté para limpiar las lágrimas y pude verlo claramente. Se veía cansado y pálido, pero se veía tan genial como siempre.
- ¿Por qué estas aquí?- me preguntó.
Abrí los labios para contestarle, pero no supe qué decirle.
Se dirigió a la puerta de su casa que estaba a mi lado, la abrió con la llave y mirándome dijo:
- Entra, debes estar congelado.