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Simón Dice... por Jaelinna

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Notas del fanfic:

espero sea de su agrado ^^

Quien no había jugado de niño a “Simón Dice…”, donde el líder pedía hacer cosas y el resto los seguía como fieles devotos a las palabras de su rey, un simple e inocente juego de niños…pero no todos son niños…y  mucho menos inocentes…

Todo comenzó con el término del semestre en la universidad. Tras ellos, unos jóvenes se juntaron en el departamento de uno de ellos a celebrar el término del primer periodo educacional del año en la universidad.

Mu, el dueño de Casa llevaba estudiando dos años de estudio en la carrera de administración y marketing, junto con sus dos amigos Shaka y Shura, quienes eran amigos de Camus y Kanon, estudiantes de segundo año de Ingeniería en negocios internacional, el ultimo, Amigo de Aioria, Milo y el hermano mayor del primero, Aioros… en pocas palabras…un grupito poco pequeño de conocidos o …

-¿Vas a prestar la casa Musito?

-Si Milo, esta vez será en mi casa

-Vaya ¿y el cambio de idea porque es?  -y la pregunta era muy cierta, ya que era conocido que el de cabellos lavanda pocas veces prestaba su casa para sus “juntas”. El era el primero siempre en protestar cuando se trataba de reuniones, ya que siempre terminaban en borracheras, insinuaciones o uno que otro que siempre terminaba quejándose por violación que era una simple broma del momento, pero esta vez, el peli celeste tenía otras intenciones…

-¿En serio prestaras tu casa Mu?

-Porque no me crees Shaka, si lo voy a hacer.

-Y Mu, dime la verdad, a qué va esto de pasar ahora la casa, nunca lo has hecho y ahora por arte de magia te bajan las ganas, ya cuenta puntos.

-¡Ok!, está bien, está bien Shaka, te lo diré, pero guardaras silencio

-como siempre mi buen amigo, ahora suelta la sopa

-Ahora  contéstame algo, si te digo que el maestros Aspros vendría a la fiesta, ¿Te le declararías?-la pregunta descompuso al rubio que rápidamente desvió la mirada de su amigo para ocultar el sonrojo.

-Que…que tiene que ver con la fiesta

-Solo contéstame

-mmmm…si-contesto con un murmullo, mientras una sonrisa salía del rostro de Mu-pero como sé que no va, estoy tranquilo, ahora dime que te traes Mu.

-Ok...-Suspiro resignado ante la presión que ejercía su amigo-¿recuerdas que siempre jugamos mientras bebemos?

-Sí, bueno, los demás, y el resto terminamos siguiéndolos.

-Bueno, esta vez quiero ser yo el que juegue sea el que mande.

-Algo tramas Mu…y prefiero descubrirlo cuando estemos haya.

Todos se juntaron en la casa del mejor alumno de Administración, con lo indispensable, según algunos, para pasarla bien: Cigarrillos, cervezas, ron, vodka, whisky, y como siempre, una buena baraja de naipes.  

Legaron los de siempre, algunos ya emotivados para dar inicio a sus jueguitos…

-¡Bueno muchachos, como siempre, debemos celebrar que ninguno reprobó alguna asignatura este semestre así que les invito a tomarse hasta el agua del florero si es necesario!-las palabras de Kanon encendieron los ánimos, muchos tomaron sus copas y las llegaron hasta sus bordes, total, era viernes y ninguno tenía algo especial al día siguiente.

Mientras se daba por iniciada la celebración. Mu tomo su celular y comenzó a hacer llamadas. Tras esto, llamo a sus amigos: ya era hora del juego

-Bueno muchachos, ya es hora de Jugar “Simón dice”

-vaya Mu, hoy si que das sorpresas

-ya verás Camus, bueno, las reglas son las siguientes-y se que ya se las saben, pero estas tiene un pequeño cambio-todos se miraron asustados, cada vez que se le hacia algún cambio al juego, mas de alguno resultada perjudicado.-comenzaremos asi, cada uno sacara una carta, el que tenga la carta mayor será el que pida, y los demás obedeceremos, el que no cumpla la penitencia o se niegue, tomate uno de estos tragos-poniendo sobre la mesa de centro las botellas de Vodka y Whisky, ambas muy costosas-¿entendido?.

Todos aceptaron y se dio por comenzado el juego. La primera ronda dio como ganador a Milo, y eso significaba distorsión.

-bueno, Simón dice que Aioria le saque la camisa a Shura con los dientes-El resto puso atención a lo sucedido, era un secreto a voces que el griego estaba loco por el español, pero este no se determinaba a declararse.

Tras realizar el pedido, y el evidente rostro rojo de Shura, Milo continúo

-Simón dice que Kanon le baile a Shaka en su silla-tras las palabras, dos personas se miraron directamente y esas fueron Shaka y Mu, el primero porque no tenia ánimos de eso, y el segundo porque la acción le incomodaba de sobre manera. Pero Kanon si se inmuto, se puso de pies y se encamino a donde estaba Shaka, puso las manos en su pecho y comenzó a bailarle, sentándose sobre sus piernas, topándole los ojos con una mano desde atrás, mientras la otra se entrometía entre su camisa.

Gracias a los dioses, el baile solo duraba una canción, algo así de 3 minutos, largos y tormentoso para Shaka que bajo la mirada amenazadora de Mu trataba de hacerle entender que no estaba interesado en el de cabellos azules. Milo prosiguió con algunas penitencias tontas para los restantes.

Así se la pasaron por algunas horas, entre risas, bailes, besos de penitencias, e incluso, uno que otro toquecito, claro, todo esto acompañado de un alto grado de alcohol en sus venas.

Ya avanzada la madrugada, fue el turno de Kanon, quien al ver que sus compañeros se encontraban ya muy pasados de copas, decidió tomar provecho de esto

-Simón dice que Camus beses a Milo y tu le respondas, el beso tiene que ser con todo y debe de dudar más de 5 minutos.

Milo se le subieron los colores al rostro, en ocasiones se había besado con Camus por culpa de estos mismos juegos, pero nuca había pasado de algunos segundos, y solo fugaces, pero ahora le daban la situación de cumplir uno de sus deseos mas frustrados.

En cambio Camus no tenia ánimos de realizar el pedido, así que sin decir palabra alguna, se acerco a la botella de Vodka y de un rápido movimiento se la llevo a los labios y tomo tres largos tragos, dejando a los presentes asombrados

-Pero Camus tu…

-No me voy a besar con Milo, así que ya pague-sentencio dejando la botella en la mesa, bajo la mirada de los presentes.

Milo no pudo con el indirecto rechazo y se puso de pie, excusándose que tenía que ir al baño, pero todos sabían el verdadero motivo de su partida.

-Ok, Ok, después le daré la penitencia a Milo, bueno Simón dice que Shura se le declare con todo y beso a Aioria-los presentes esperaron el movimiento del español que se incorpora de su asiento con dificultad y su arrodillo frente a Aioros, por efectos del Alcohol, Shura confundió a los hermanos, y comenzó con su palabrerío.

-Aioria, se que solo somos amigos, y que gracias a los dioses no seremos más que eso, te considero un hermano pequeño y créeme que en ocasiones he compadecido a Aioros por tu actitud, pero aunque mi corazón es y será solo de Aioros, tengo que fingir que me declaro a ti, pero no esperes un beso, porque ese solo lo tendrá tu hermano Mayor-tras esto, estiro su brazo, tomo la botella de Whisky y se tomo un largo sorbo.

Los presentes se asombraron de lo sucedido, Aioros no daba crédito a lo que acababa de pasar, pero decidió que lo mejor sería conversarlo cuando Shura estuviera sobrio…y el mundo no se le moviera tanto.

Todo trascurría con la naturalidad del evento, en un momento Shaka se acerco donde el dueño de casa

-Hola Mu

-Hola

-¿Aun sigues enojado con migo?

-mejor olvídalo Shaka, se que tu no tenias nada que ver

-menos mal, oye y al final, no me contaste que intenciones tienes con todo esto.

-bueno te diré, solo porque estos borracho y porque necesito que me ayudes, ¿sabes cuantos reyes han salido en las cartas?

-¿Reyes?, por favor Mu, no lo se

-ninguno, y eso es porque los saque

-y eso para que

-en la siguiente ronda lo veras.

Mientras esto pasaba, Camus se levanto y fue a buscar a Milo que estaba sentado en un mueble de la cocina, con el rostro escondido entre sus brazos

-¿Milo?-el susodicho reconoció la voz, pero no contesto, estaba muy afectado por lo sucedido como para sonreír con la naturalidad de otras ocasiones-sé que me escuchas, así que te lo diré solo una vez, no quiero besarte así, solo porque me lo obliga un simple juego, ese no sería el beso que quisiera darte-y sin más retomo su camino de regreso a la sala, mientras atrás quedaba un Milo asombrado y también ilusionado.

De regreso en la sala, la última ronda comenzaba con la normalidad que se le pedía a un grupo de jóvenes borrachos, cada uno saco una carta, pero para asombro de varios, por primera vez en todas las jugadas salía un rey, la máxima carta y esta estaba en manos de Mu…el ganador.

-ho, pero miren que suerte la mía- decía mientras les mostraba su carta, Shaka comprendió todo, cuando su amigo miro detenidamente  Kanon-ahora yo decido que hacer-dicho esto saco su teléfono celular e hizo algunas llamadas, después de unos momentos sonó el timbre de la casa.

Simón dice que vayas Shaka, habrás la puerta y beses a la persona que está ahí, sea quien sea-El rubio lo miro con sus ojitos azules abierto a más no poder, no tenía ya estomago para beber mas, así que armándose de ánimos, se acerco a la puerta y en cuanto la abrió, se lanzo a los labios de quien fuera que fuera.

Nunca supo si cerró los ojos por el grandioso beso que estaba dando y también recibiendo, o porque no quería verle la cara al tipo en cuestión.

Cuando el aire fue necesario, Shaka se separo, para después con asombro, darse cuenta que al que acaba de besar no era nada más ni nada menos que su maestro Aspros, por el cual suspiraba hace algún tiempo.

-ma… maestro

-Shaka yo…-ambos guardaban en silencio, ambos estaban avergonzados por lo sucedido, pero no arrepentidos

-Maestro Aspros, menos mal que llego, mi amigo Shaka no puede irse así solo para su casa, porque no se lo lleva usted por favor-señalo Mu, mientras los llevaba hasta la puerta de su casa.

El maestro abrió la puerta de su auto y metió a Shaka que iba rojo.

-Uno menos- pensó el peli lila. Se encamino a la sala, donde todo el Alcohol ya se había acabado, y aun faltaban personas por sacar…-Bueno Simón dice que tú Camus te lleves a Milo de Aquí y tu escorpión, aprovecha las oportunidades.

Ambos se levantaron se despidieron de sus amigos y se fueron a sus casa, que quedaban cerca una de la otra.

-Dos menos y quedan tres-decía mientras cerraba la puerta de su casa tras despedir a sus amigos-bueno Simón dice que tu Aioria te tomes todo lo que queda de Whisky y te vaya a dormir a mi habitación-ni que lo hubiera pedido el mismo presidente, Aioria desapareció con la botella debajo del brazo.-En cuanto a ti Shura, Simón dice que te lleves a Aioros de acá, y le digas lo que le dijiste a Aioria… ¿o fue a Aioros lo que le dijiste?, va, da lo mismo, solo vete y diceselo.

Shura tomo la mano del griego mayor, y se lo llevo con rumbo determinado…la habitación de visitas.

Estando Kanon y mu solos, este ultimo desocupado la mesa de centro, bajo la mirada analítica del de cabellera azulada

-¿Y yo que Mu?, ¿no me vas a dar alguna orden como a ellos?

-Claro Kanon-este se sentó junto al mayor en el sofá y lo miro directamente-Simón dice que me bese y te quedes con migo-Kanon sonrió de lado y acerco su rostro al del joven

-esas son dos cosas, y solo debo hacer una-sus labios casi se rosaban

-el rey vale doble-la manos subieron hasta el pecho del griego.

-eso no lo dijiste antes-una de sus manos se poso en una pierna, subiendo peligrosamente.

-son nuevas reglas-y el menor acabo la distancia entre sus bocas. Los besos comenzaron a ser mas demandantes, no sabían si era producto del alcohol o de sus cuerpos, pero las manos de ambos no pudieron quedarse quietas, pecando de curiosas, sus cuerpos expedían deseo comprimido, dispuestos a consolar, a satisfacer, no importaba lugar, posición, lo que en el juego de Simón decía, se hacía.

3 meses, ese era el tiempo que llevaba Mu planeando este encuentro cuerpo a cuerpo con la persona que le robaba los suspiros y era el dueño de sus sueños

-¿desea algo mas señor?-pregunto el geminiano cuando acostó en su pecho, después de haber cumplido lo pedido.

-Simón dice que lo hagas de nuevo, como nunca, con más pasión, con más deseo, quiero sentirte de nuevo Kanon

-Eso delo por hecho-y así paso, nuevamente besos,  más caricias, potentes gemidos, no solo de la sala, sino de otras recamara, otros cuartos, otros lugares.

Nada esa noche fue un juego, ¿siguieron jugando?, si, pero de a dos, Kanon era siempre el perdedor, pero no le importaba, ya sabía lo que le pedirían en el juego Simón Dice…

Notas finales:

gracias por leer ...


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