Primero que nada les voy a contar algunos datos sobre mí, me llamo Sasuke Uchiha y tengo 15 años y en poco tiempo cumplo los 16 años. Tengo el pelo azabache y ojos negros. Mido 1,68 metros y peso unos 52 kilos. Soy serio de naturaleza y me considero bisexual, aunque prefiero a los varones de mi edad.
Mi historia comenzó cuando me tuve que cambiar de colegio. Era nuevo y tenía pocos amigos, bueno no me puedo quejar en mi anterior colegio Hebi solo tenia a dos amigos. Pero cuando llegue a la colegio Konoha, en cuando lo vi por primera me enamoré en seguida de él. Antes no creía en amor por primera vista, pero ahora no estoy tan seguro.
Él se llama Naruto Uzumaki y tiene mi misma edad. Es algo bajo, unos 1,66 metros, pesará unos 5o kg, cabellos rubios y rebeldes, piel acanelada, unos hermosos ojos celeste, tres curiosas marquitas en sus mejillas y es sumamente hermoso. Pero lo que más llama la atención es su sonrisa. Es una de aquellas que hace derretir a cualquiera. Es muy gracioso y amable y cuando hace caras raras me derrito, como sus lindos pucheritos por cualquier cosa.
En las clases de gimnasia siempre me quedaba para observarlo cuando se desvestía. Tiene un cuerpo bastante bueno, con un abdomen bien definido. No tiene mucho bello en el cuerpo, pero tiene unas piernas perfectas, bien definidas y hermosas.
Lamentablemente él estaba en otra clase y solo compartíamos una. En ésta siempre me intentaba acercar a él y me senté delante de él. Nos hicimos amigos rápidamente y me enamoré aún más de él. Constantemente tenía sueños de él, en los que compartíamos momentos de gran felicidad. Una vez casi me vuelvo loco, porque Naruto faltó y no lo vi durante un día.
Cuando decía mi nombre lo decía de una forma tan maravillosa que pensé que no iba a aguantar más, pero yo evitaba decir su nombre. Siempre me masturbaba pensando en él y mis ansias de confesarle mi amor crecían y crecían. También me alejaba constantemente de él, para amortiguar las ansias. Nunca lo fui a visitar ni él vino a mi casa. Él me invitó varias veces, pero siempre inventaba una excusa para no ir. Pero el destino no lo quiso así.
En nuestro colegio hay un programa para ayudar a los alumnos a mejorar sus calificaciones. Consiste en que un alumno bueno es una materia le ayude a estudiar a uno que no es tan bueno. Como yo no era muy bueno en literatura, me asignaron a uno… a Naruto. Cuando llegó el día en el que tenía que ir a su casa casi enloquecí. En Konoha no me podía concentrar y cuando Naruto fue a hablarme me quedé callado.
- ¿Que te pasa, Sasuke? Estás algo raro hoy. ¿Estás bien?
- Sí, eso creo.- respondí, para decir algo. - Bueno, entonces nos vemos más tarde.
Y se alejó. Todo el día no me podía concentrar. Cuando llegué a casa me encerré en mi cuarto y empecé a llorar. No sé porque. Cuando llegó la hora para irme a la de él mi madre me ofreció llevarme ya que era mi cumpleaños y no lo poníamos festejar como deberíamos por que mi padre y hermano esta fuera por asusto de la empresa familiar y además yo tenía que ir a tomar clases particulares con Naruto, así que decidí ir caminado.
Cuando llegué a la dirección que él me había dado me quedé como paralizado en frente de su puerta. Tomé todo mi coraje y toqué el timbre. Él apareció y me invitó a subir a su cuarto. Vestía pantalones jeen y una camisa celeste que combinaban muy bien con sus hermoso ojos y para mi estaba súper sexy.
- No están tus padres.- pregunté.
- No, se fueron al cine.- respondió, con lo que yo creía algo de agrado.
Ante la idea de quedarme a solas con él mi bulto creció un poco. Él pareció no notarlo. Él se acostó en su cama y me invitó a hacer lo mismo. Pude notar que se le subió un poco la camisa y pude apreciar los pelitos que le crecían en la zona bajo el ombligo. Tuve que tapar disimuladamente mi erección para que no lo notara.
- A ver. ¿Cuál sería tu primera duda?- dijo él para romper el silencio.
- No se, podemos empezar con lo que tú quieras.- dijo tímidamente.
- Voy a buscar mi cuaderno.- dijo Naruto y se levantó.
En ese instante pude ver su hermoso culito perfecto, como todo para mí. Se sentó otra vez en la cama y me preguntó:
- Estás algo raro últimamente. ¿Te pasa algo?
Se acercó a mi cara y me miró a los ojos. Nunca había estado tan cerca de él. Pude verle directamente a los ojos. Puede notar sus lindos bigotes en sus mejillas que me parecía un lindo zorrito. Ante eso no pude más. Mis ojos se llenaron de lágrimas y lo besé en los labios.
En esos hermosos y varoniles labios. Él se quedó quieto, como petrificado. Después me di vuelta y me tiré al suelo llorando. Lloré y lloré, ante la idea de que no me volvería a hablar. Cuando sentí su mano en mi brazo dejé de llorar. Él me levantó suavemente y acercó nuevamente su cara a la mía.
- ¿Qué es lo que me querrías decir? – dijo suavemente.
Los ojos se me llenaron otra vez de lágrimas y dije:
- Te amo Naruto. Te adoro, te quiero… no sé que voy a hacer.- y nuevamente quise darme vuelta, pero él agarró mi cabeza.
- Yo también te amo, mi extranjerito.- dijo y me besó en los labios.
Yo no podía creer lo que estaba pasando. Me quedé quieto mientras él exploraba mi boca con su lengua. Entonces yo también lo agarré la cabeza y lo empecé a besar. Nos besamos como si el mundo se estuviera pronto a acabar. Él también estaba llorando.
Nos abrazamos y juntos caímos a la cama. Me puse arriba de él y le empecé a besar toda la cabeza. Le besé la barbilla, las orejas, las cejas y sobre todo la nariz. Él hacía lo mismo conmigo pero mordía tiernamente mis orejas y nariz. Mi pene estaba a mil. Me apoyé completamente sobre él, y nuestros bultos se tocaron.
Entonces él me sacó la camiseta y me pasó sus manos por los pechos. Empezó a lamerme mis tetillas y morderlas suavemente. Pararía como si tuviese ya práctica, porque sabía perfectamente lo que le excitaba a un hombre. Que rico se sentía. Levanté mis brazos y él pasó sus manos por mi cabeza. Las acarició, lamió y tiró de mis cabellos.
Entonces empezó a acariciarme la espalda y me presionó aún más a él. Nuestras erecciones eran tremendas. Lentamente le fui desabrochando su camisa mientras seguíamos besándonos. Se la saqué y fui haciéndole lo mismo que me hizo a mí. Le lamía esos pequeños pezones y me pasé mucho tiempo oliendo y lamiendo su pecho. ¡Que delicioso olor tenía él en todo!
Me incorporé un poco y presioné mi boca en los pocos pelitos que tenía debajo del ombligo. Era una fina raya de vello, pero me excitaba de sobremanera.
Como no sabía como seguir él me dijo:
- Levántate un poco, por favor.
Yo le hice caso y él se tiró sobre mí. Nos comenzamos a besar de nuevo como verdaderos amantes (lo que en verdad éramos). Entonces él fue sacándose lentamente el pantalón. Con sus perfectas piernitas me envolvió y me comenzó a besar. Le indiqué que parara y me saqué también mi pantalón. Mi miembro estaba a punto de salirse del bóxer y pude ver su pene que abultaba enormemente el suyo. Su miembro debía de ser más pequeña que la mía.
Nos quedamos un rato así, solo mirándonos todo el cuerpo. Él era tan hermoso. Su pene me atraía completamente y me abalancé sobre ella. Le bajé el bóxer de un solo tirón y pude contemplar su herramienta. Era marrón con la punta rosadita. Los testículos eran lampiños y rosaditos. Su pelo púbico era rubio, fino y rizado. Quise metérmela en la boca, pero él me detuvo.
- Sasuke deja que yo empiece, como un regalo de cumpleaños mi amor.
- Como lo sabes.- dija algo apenado.
- Así que es verdad.- dijo algo serio y después me abrazo y beso.- ¡Feliz cumpleaños mi amor!.- dijo muy feliz y agregó.- Voy hacer que sea su mejor cumpleaños de tu vida.
- Muchas gracias Naruto.
- Bueno Sasuke, yo iniciare.
- Está bien.- dije.
Se me acercó y me fue lamiendo el abdomen. Entonces agarró firmemente las nalgas y me bajó el boxer. Mi miembro estaba a su máximo tamaño.
- ¡Que grande que la tienes!, Sasuke.- exclamó.
Empezó con darme un beso en la punta de mi glande y una sensación de extremo placer me inundó. Siguió besándola hasta metérsela completamente en la boca. La chupada como loco y yo movía mi cadera rítmicamente, como si fuese a cogerme su boca. Soltó mis nalgas y comenzó a tocarme mis testículos. Yo gemía como loco.
- Ahhhh. Siiiii. Narutooooo. Te amo. Seguí. No pares. Ahhhhhhhh. Que placeeeer. No puedo maaaaaaaaaaas. Me corrro. Me corrro. Ahhhhhhh.
Mi instrumento estalló en una explosión de semen. Es intentaba tragarse toda mi leche, pero gran parte se le salió de la boca y le ensopó la cara y cuello. Cuando por fin seso mi eyaculación, me caí exhausto y sudando en la cama.
- Te gustó, ¿verdad? – dijo Naruto pícaramente.
Me levanté y nos volvimos a besar. Le lamía el semen que tenía en la cara. Nunca había probado semen antes y no me gustó demasiado el sabor. Pero como era su cara, así que la lamí hasta que quedó limpia.
- Tú ya tuviste tu mamada, ahora me toca a mí. Estoy a mil y casi me corro por tus gemidos. –
Nos miramos y nos empezamos a reír. Entonces me le acerqué y comencé lamerle y succionarle los testículos. El comenzaba a gemir lentamente y cuando le besé el glande se le escapó un gemido algo más fuerte.
- Ahh. Ahhh.
De repente me agarró la cabeza y me introduce todo su miembro en la boca. Casi me atraganto, pero luego se empiezo a mamar. Se la chupo rápidamente, mientras él hace los mismos movimientos como hice yo con la cadera. Empieza a gemir más fuerte y a moverse más rápido.
- Que ricooooooo. Eres excelente Sasukeeeee. Si, si. Ahhhh. Que bueno que mamas pene. Ahhhh. Que placer.
De repente siento como su líquido preseminal toca mi boca mientras él grita:
- Me corrroooo. Tragá toda mi leche. Todaaaa. Me corrrro. Ah, ah. Ahhhhhhhh.
Y un rayo de semen atravesó mi garganta. El siguiente estallido lo intenté retener en mi boca. Pero salía tanto que tuve que dejar salir un poco. Él estaba sudando también. Su cara mostraba extrema satisfacción. Nos abrazamos y nos besamos, compartiendo su semen. Nos acostamos abrazados y nos miramos. Nuestros miembros querrían más. Nos volvimos a besar y él me dijo:
- ¿Quieres cogerme?- preguntó Naruto.
- Si, por su puesto.- dije sin pensar.
Él se puso en cuatro patas y le agarré el culo.
- Todavía no. – dijo él sonriendo.
Buscó algo en su mesa de luz y extrajo un poco de crema para manos.
- Pásamela por todo el culo, que quede bien lubricado.
Le hice caso y se la pasé por todo su culo. Estaba hermosamente peludito, como el de cualquiera a nuestra edad. Me puse crema en los dos dedos y le los metí lentamente dentro de su culo. Había leído que había que hacerlo, para que el miembro entrara más fácilmente.
- Al menos sabes algo, virgencita. – Sonrió Naruto – Ahora siéntate que me voy a sentar encima de ti.
Le hice caso y pasé algo de crema en mi enormemente herramienta. Él se fue sentado lentamente en mi miembro, hasta que estuvo completamente insertado. Cuando se empezó a mover rítmicamente me dolió un poco el pene, pero el dolor fue reemplazado por una extrema ola de placer. Esto era mil veces mejor que la mamada. Agarré a Naruto por el pecho y le la acariciar. Entonces él me agarró la mano y la depositó en su instrumento. La agarré y lo empecé a masturbar. El placer era infinito. Cuan do estuve a punto de correrme en su ano le avisé.
- Entonces mastúrbame más rápido – dijo él.
Yo le hice caso y los dos gemimos como locos.
- Ahhhh. Que rico. Más rápido. Ahhhhh. Me corro- gemía.
Entonces él se levantó, me tiró a la cama y me puso en posición de 69. Le mamaba el pene, devorando su líquido preseminal mientras le pasaba las manos por los muslos. Él me la mamaba a mí y jugaba con mis testículos. Cuando él se arqueó no pude más y grité como nunca.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhh.
Chorros de leche salían de mi miembro y cuando me la agarró más fuerte él vació toda su leche en mi boca. Eran montones. Como la primera ves no pude retener todo su semen en mi boca, pero puede hacerlo con la mayoría. Era algo celestial. Mi semen en su boca y el suyo en la mía. Nos levantamos y nos besamos, intercambiando nuestra leche.
*****
Esa fue la primera vez que tuve sexo, y como él dijo fue el mejor cumpleaños de todos. El día de hoy cumplo 28 años, soy el presidente de mi propia empresa y tengo a un gran esposo, si Naruto y yo nos casamos hace 5 años y estamos muy felices.
Él es un gran profesor de literatura y escritor de novelas de misterios, además tenemos a dos hermosos niños que adoptamos hace poco.
Desde nuestra primera vez, ya no nos pudimos separar, y les puedo asegurar que nos seguimos amando como la primera vez.
- Mi amor, te estamos esperando para partir el pastel.- dijo un rubio desde la puerta.- Recuerda que sin el festejado no lo podemos hacer.
- Hay voy Naru.- dijo el azabache con una gran sonrisa.
- Apúrate que los niños se han a ir con los abuelos y vamos ha tener una gran noche.- dijo Naruto quitándole un ojo y con una sonrisa picarona.
*-* Fin *-*