El despertador de Naruto llevaba sonando diez minutos y aun no se dignaba a apagarlo. El sonido ensordecedor del aparato no era suficiente para sacar al chico de los brazos de Morfeo. Después de un par de minutos más, ese incesante sonido surgió efecto y la cabeza del rubio salió de debajo de las sábanas. Estiró la mano tratando de alcanzar el molesto objeto, pero el día anterior había tenido suficiente precaución de colocarlo lejos de su alcance de forma que tuviese que levantarse para tomarlo.
Bostezó ampliamente, se quitó su gorra de dormir y se levantó con toda la pereza encima. Sin darse cuenta de que parte de las sábanas se habían enredado en sus piernas cayó de cara al suelo. Si el sonido irritante del despertador no continuara, se hubiese dormido nuevamente ahí mismo… Pero no fue así.
El chico de ojos azules miró molesto al aparato, se puso de pie de un solo salto y lo apagó. Su día no había empezado de la mejor manera. Pero al menos podría tomarse un buen desayuno y terminarlo lo mejor posible.
Se quitó el pijama, se puso su ropa habitual después de un refrescante baño y se colocó el protector ninja en la frente, que había guardado en un cajón. De hecho el protector era lo único que siempre estaba bien guardado.
No comería mucho, ya que, si la suerte lo acompañaba, tal vez Iruka-sensei lo invitaría a Ichiraku. Necesitaba hablar con alguien y desahogarse un peso que llevaba en el pecho…aunque pensándolo mejor no le gustaría contarle eso.
Tomó el cartón de leche y lo agitó, asegurándose de que aún contuviese algo. Estuvo a punto de beber de su contenido, pero antes se fijó en la fecha de vencimiento, no quería acabar descompuesto como la última vez. Todo estaba bien, así que con eso terminó de desayunar. Se lavó los dientes y salió a dar una vuelta por ahí, si tenía suerte encontraría algo con que distraerse un poco.
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Sasuke caminaba en dirección al campo de entrenamiento, quería practicar y mantener su mente ocupada en algo que no tuviese cabello rubio y ojos azules. Además tampoco quería toparse con alguna chica y que comenzara a acosarlo, un par de buenos ejemplos: Sakura e Ino.
Resopló con molestia de solo pensar las voces de ambas chicas. Eran insoportables y sobretodo cuando comenzaban a discutir. Más que nunca quería estar tranquilo.
Pero no estaba en sus planes que al llegar a su destino alguien ya se encontrase allí.
-vaya, vaya. Miren nada más quien es? El novato número uno nos honra con su presencia- escuchó decir de la persona que menos debía encontrase si quería tranquilidad.
El chico del clan Uchiha cambió su expresión seria por una de molestia total, maldiciendo internamente su suerte. Aun así reprimió las ganas de insultar al otro chico y le hablo con tranquilidad.
-venia a entrenar un poco. Pero creo que llegué en mal momento- sonrió- parece que es la hora en la que los niños vienen a jugar y yo no quiero perder mi tiempo- dijo para finalmente darse media vuelta dispuesto a marcharse.
Kiba apretó los puños y Akamaru bajó de un salto de la cabeza de su dueño dispuesto a atacar al chico de cabellera azabache. Pero fue detenido por el muchacho de ojos feroces que lo tomó en brazos para colocarlo dentro de su chaqueta.
-haces bien en irte Sasuke. Porque si venias a entrenar para tener una revancha- el chico más alto detuvo su marcha- Shino y yo tampoco queremos perder nuestro tiempo- agregó remarcando la última frase en forma despectiva y burlona.
Esa fue la gota que rebalsó el vaso. No se había tomado la molestia de caminar hasta allá para ser insultado y mucho menos para que ese imbécil le fregara en la cara su derrota, como si una sola victoria fuese el fin de la guerra.
Sasuke estaba hecho una fiera. Dio media vuelta y se dirigió a gran velocidad hacia Inuzuka dispuesto a hacer que se tragara una a una sus palabras. Estaba tan furioso que no había notado que su sharingan se había activado.
Pero al estar a solo un par de pasos de distancia de su objetivo se encontró de frente con Shino, quien se había interpuesto entre los dos… justo a tiempo.
Kiba se sorprendió ante la repentina aparición de su novio, tal como siempre aparecía silenciosamente de la nada. Luego de algunos segundos salió de detrás de su escudo humano para colocarse junto a él, al mirar a los otros dos enfrentados le daban ganas de irse por donde había llegado. Sabía que Sasuke era fuerte y que su novio, a pesar de ser tranquilo era una persona de cuidado…para colmo estaba molesto.
Sasuke mantenía la mirada fija y sin pestañear, tratando de ver a través de los lentes del joven frente a él. Por otro lado debería sentirse agradecido de no poder verlo directo a los ojos, porque Shino lo estaba matando con la mirada…nadie le tocaría una pestaña a su chico y viviría para contarlo.
Cansado de ese ambiente tan pesado Kiba se aclaró la garganta para desviar la atención de los otros dos.
-ya vámonos Shino- le dijo después de tocarle el hombro- no perdamos el tiempo aquí- lo decía tratando de sonar tranquilo cuando en realidad estaba sudando de los nervios. Una pelea entre esos dos no iba a terminar bien.
Kiba dio media vuelta, comenzó a caminar con una mano en el bolsillo y la otra acariciando suavemente la cabeza de Akamaru. Shino no lo seguía, aun estaba frente a frente con Sasuke.
-te pido disculpas por la actitud de Kiba- dijo tranquilamente el ninja de los insectos, al escucharlo Inuzuka detuvo sus pasos- pero esa es su forma de ser. Lo conoces, así que, no deberías perder el control.
Los ojos del chico volvieron a su estado habitual. Dio un paso al frente y metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.
-lo estas cuidando?- preguntó con sobrada molestia- debe aprender a tomar responsabilidad por sus palabras y tú no deberías pedir disculpas por él.
Shino se acomodó los lentes y esbozó una pequeña sonrisa, prácticamente imperceptible.
-si no proteges las cosas que tienen gran valor para ti…nadie más lo hará- dijo para finalmente marcharse junto al chico que lo esperaba avergonzado más adelante. Ese era el problema de tener un buen oído.
Por su parte Sasuke se quedó inmóvil, en estado de shock… las palabras de Aburame habían llegado a un punto clave. Proteger a quien fuese valioso y sólo un nombre tenia en mente, se llevo una mano al pecho mientras pensaba “Naruto”