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Ti amo, mio caro Shura por KING-OF-THE-DARK

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Notas del capitulo:

Me está saliendo un poco profundo, y sinceramente creía que iba a ser un one shot, es la primera vez que escribo algo de Saint Seiya, pero me he dado cuenta de que la historia da para más, doy las gracias al review que he recibido, ayuda el saber que alguién por lo menos, hace algo más que leer la historia y hacer sus opiniones para si mismo en lugar de decirlas abiertamente.

Aqui va el segundo capitulo, me he ido por las ramas, pero me está gustando el resultado, y como es mi historia y quiero que acabe con todos felices y contentos, he decidido, ya que pongo al caballero de cáncer de bueno y noble, que el italiano va a hacerle un favor a uno de sus compañeros y no volverá solo de su paseo por el infierno.

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-POV DEATH MASK-

Una tenue luz anaranjada brillando tras la protección de mis parpados cerrados, resguardando mis ojos azules de la claridad de un nuevo día. La sensación de pesadez y frio recorriendo cada fibra de mi ser, envenenando por completo mis sentidos como si del veneno de Escorpio se tratase, conciencia suficiente dentro de mi cabeza como para comprobar que mi cabezonería me había mantenido vivo.

La suavidad de unas sabanas acariciando cada uno de los poros de mi piel expuesta, perlada y cubierta por un sudor tan helado como el ataque que me mantenía atado a la cama donde seguramente yacía mi inerte cuerpo. Y el preciado oxigeno que nos hace a todos ser lo que somos y vivir como vivimos entrando en unos pulmones agotados, sintiendo en aquella oscuridad en la que me encontraba cada molécula de mi propia sangre recorriendo lenta cada una de mis arterias y venas, la palabra hipotermia martilleando en mi cabeza cada segundo que lograba permanecer consciente dentro del sueño, y la seguridad de que no me hallaba solo en ese cuarto rugiendo feroz en lo más profundo de mi mismo.

-¿no hay ningún cambio?-escuché una voz grave, tenue en mis oídos debido a mi estado, en mi fuero interno pensé que a Aioria se le notaba preocupado.

¿Por mi?, ¿por el caballero de cáncer o lo poco que quedaba de él?.

-no- ¿acuario?, ¿qué hacía Camus de acuario conmigo?.

Y entonces, veloz como un rayo, el recuerdo atravesó mi cabeza, lanzándome las imágenes de aquella mañana.

MI  Shura, mi capricornio entrenando con el señor de los hielos mientras Kanon de géminis me utilizaba de saco de boxeo. Y todo porque yo estaba más pendiente de sus ojos que del combate de entrenamiento que mantenía con el menor de los gemelos, ¡maldito ex general marina¡.

Caí al suelo, su maldita y perfecta “explosión de galaxias” me había enseñado a recorrer volando más de medio coliseo, ante la mirada preocupada de mis doce compañeros restantes, y aún así cuando conseguí volver a ponerme en pie, tus españoles ojos estaban clavados en mi persona, más sin embargo, no me dio tiempo a disfrutar de la sensación de que me estuvieses mirando.

Mi compañero, el guardián y custodio del undécimo templo, haciendo un alarde de fuerza, intentaba frenar su ataque descontrolado, un “polvo de diamantes” que atentaba contra el hombre al que yo amo, completamente ajeno por mi causa a los gritos que le profería Camus de acuario, y si mi cuerpo no estuviese ya lo suficientemente dañado, golpeado y maltrecho, antes de que unos compañeros que se acercaban a ver en qué estado me encontraba lograsen llegar a mi lado, yo conseguí superar las barreras impuestas por los limites humanos y divinos, emprendiendo una carrera que te apartaría del peligro que ahora mismo suponía un caballero de los hielos que miraba aterrorizado como su propio ataque se le iba de las manos.

Tantas ocasiones hemos luchado, tantas muertes y batallas impuestas nos han pasado factura Shura, nuestros cuerpos están cansados y nuestras mentes agotadas, soy consciente de que hace poco, quizás unos días o puede que semanas, el mismísimo Aioros, dueño y señor del arco de sagitario, falló un tiro certero de su flecha en un entrenamiento, que incluso Milo, que entrenaba con un muro de piedra levantado por Mu de aries, tuvo que detenerse un momento por que no recordaba a ciencia cierta cuantos de sus aguijones venenosos había lanzado contra aquella pared.

¿Crees que no soy consciente de que las rosas de Aphrodita están perdiendo su veneno?, nos hacemos viejos Shura, irónico entre los dorados cuando el mayor de nosotros, sin contar ni a Dokho ni a Shion acaba de cumplir los treinta y cinco junto con su hermano gemelo, pero hemos muerto y resucitado en tantas ocasiones, que incluso los veintiuno de nuestro más joven Aioria parecen setenta años cargados a nuestras espaldas.

Muchas son las ocasiones en las que olvidando por completo la promesa y juramento hechos a Atenea, nos hemos preguntado a nosotros mismos si no va siendo ya la hora de que vayamos cediéndoles el puesto a los caballeros de bronce, al fin y al cabo, ¿no son ellos cinco los que más han luchado?, ¿los que han demostrado en mil y una ocasiones que su fuerza supera con creces la nuestra?.

Sinceramente creo que nos mueve el egoísmo Shura, no conocemos otra vida que esta que nos ha sido impuesta desde nuestro nacimiento, y tampoco tenemos muchas expectativas de conocerlas.

Camus, por ejemplo, que pasa más tiempo en el templo de escorpio que en el suyo propio, que ha encontrado un lugar seguro y protegido al lado de nuestro Milo, él mejor que nadie de todos nosotros, podría mandar a la mierda a la armadura de acuario y dársela a Hyoga, ese rubio de ojos azules la ganó hace mucho tiempo, y sería un perfecto y nuevo señor de los hielos, y nuestro acuario, podría vivir en paz y tranquilo entre los brazos de un escorpio que le ama más allá de todo razonamiento y lógica, que le protegería contra todo y de todos, e inevitablemente, haría feliz a nuestro francés.

Pero Camus es demasiado listo, y los diecisiete años de Hyoga son apenas un suspiro comparado con sus veintiséis, ese ruso está empezando a vivir, a conocer ahora un nuevo mundo en el que no tendrá que levantarse una mañana y saber que hay una nueva guerra, ahora, ese que es su alumno, tiene la oportunidad de hacer lo que le venga en gana, y simplemente nuestro acuario, es incapaz de arrebatarle ese derecho a Hyoga simplemente por cansancio, desea, aún a costa del sacrificio de su propia mente y de su cuerpo, que aquel que para él es como su propio hijo, sea feliz y conozca, la libertad de una vida que a él mismo le arrebataron el mismo día en que nació bajo el signo de acuario.

Y así también les ocurre a un Aioros que se pasó trece años muerto y que ahora, no es capaz de pedirle a Seiya que ocupe su puesto para tener la oportunidad de recuperar esos trece años perdidos, al lado de un Saga que está en sus mismas condiciones aunque él, no tenga alumno. Pero el mayor de los gemelos se niega en redondo a abandonar a su recién encontrado hermano gemelo, a aquel que ahora, se aferra al de géminis con todo ese amor fraternal que se destilan el uno al otro.

Y sin embargo Kanon es el más libre de marchar de todos nosotros, le envidio por eso, pero el antiguo general del mar ha decidido por voluntad propia quedarse al lado de su hermano y de su cuñado Aioros, mientras a él, le consume el recuerdo de la única persona a la que realmente ama, esa vida con la que el mismo Kanon tuvo que acabar, dejándole en un estado de mutismo absoluto y una desesperanza comprendida por todos y cada uno de nosotros, no somos tontos Shura, los trece que habitamos en el santuario sabemos de sobra que el menor de los gemelos amaba con todas sus fuerzas al juez rubio del averno, y tras la muerte de Radamanthis por sus propias manos, una parte de nuestro Kanon se fue muy lejos de nosotros, para ya no volver.

¿Crees que a Shaka, nuestro Buda reencarnado, no le corroe la consciencia de saber, que el chiquillo de Andrómeda es el próximo guardián de virgo?, cuando ese pobre muchacho de verdes cabellos, ha pasado incluso por la experiencia de ser poseído por un dios malvado que nos mato a todos y cada uno de nosotros. ¿Cómo no darle a ese chiquillo, la oportunidad de vivir en paz y tranquilo, ahora que incluso su orgulloso hermano a decidido quedarse y vivir a su lado. Envidio al fénix por eso, él de entre todos los de bronce, fue el único que cogió la oferta de ser el próximo caballero de leo y la mandó a la mierda, dejando al pobre Aioria sin la oportunidad de renunciar a todo y largarse bien lejos de todo este mundo corrupto que nos ha tocado vivir.

Y sin embargo, Aioria de leo lo aceptó con una sonrisa, con la presencia de su hermano mayor, y con la consciencia de saberse enamorado y correspondido por uno de nuestros compañeros de batalla, y que felices fuimos todos cuando gracias a unos enamorados Saga, o Aioria, o Camus, Milo, Aioros y Shaka supimos y entendimos que dentro de estas que son las paredes de nuestra prisión, había una mínima esperanza de ser felices para nosotros, para estos santos de oro acostumbrados a muertes y batallas.

Curioso que en lo más profundo de nuestro dolor, se respire el amor desde Aries hasta el templo del patriarca, curioso que el mismísimo Dokho, después de doscientos cuarenta y tres años esperando una oportunidad con Shion, decidiera darle a Shiryu la oportunidad de ser libre, y permaneciese a nuestro lado guardando el templo de libra con la misma dedicación de antaño.

Todos moriremos definitivamente algún día, puedo jurarte Shura, que consigo imaginarme a los dos gemelos luciendo una blanca y canosa melena, a Shaka luciendo unos apagados y envejecidos ojos, e incluso a Milo perdiendo ese toque seductor bajo el que todos y cada uno de nosotros hemos caído, se que moriremos juntos, temprano unos otros más tarde, y lo haremos en este mismo santuario, acompañados por la presencia de aquellos que son nuestros hermanos, y el recuerdo de nuestra historia perdurará, de generación en generación, hasta que llegue el momento en que nombres como el de Aioros, Aphrodita, Mu o Aldebarán sean olvidados siguiéndoles de cerca los nuestros.

Me imagino cómo será la vida de los catorce una vez nos reunamos en los Elíseos, y simplemente puedo decir, que lo único que quiero es pasar esa eternidad contigo a mi lado.

-POV SHURA-

Pese a que han transcurrido siete días, una semana completa viéndote tumbado e inmóvil en ese lecho que alberga tu cuerpo, tu piel morena sigue estando pálida bajo los efectos del frio que alberga tu cuerpo, marcas moradas adornan ahora tus ojos cerrados, morados son también tus labios finos y resecos.

Y no es sino mi corazón el que se ha parado por completo, nunca supe que me amabas hasta que el mismísimo Shaka que tradujo esa carta que tú mismo me escribiste, y ahora, permanezco impotente por no poder hacerte llegar mi respuesta.

¿Cómo has podido tener tanto miedo y ocultarlo?, ¿no darme ni una sola muestra del amor que me profesabas?, ¿mantenerme ignorante de que no soy yo el único que te desea con cada fibra de su cuerpo?.

Sabes de sobra que yo estoy solo, que solo es amistad lo que tengo con Aioros, y aún así, guardaste silencio, ¿tanto miedo tenía a mi rechazo Death?.

-¿Shura?-es la voz de mi amigo la que me saca de mis pensamientos, sabe de sobra que estoy agotado, al menos Milo de escorpio ha conseguido a base de gritos y alguna que otra amenaza que Camus duerma un par de horas, el de acuario está agotado debido al arrepentimiento, por mucho que le digamos, el sigue culpándose por no detener su propio ataque, por haber mostrado debilidad y haberte hecho daño, pero los dos hemos comprendido que tú quisiste protegerme, que por más que ese ataque estuviese destinado a mí, yo jamás lo hubiese recibido.

Quiero que despiertes para reñirte, para acusarte de cometer una locura y poner tu vida en juego para salvarme, pero al mismo tiempo, quiero que despiertes para ver esos que son tus ojos azules y decirte cuanto te amo, y explicarte, sin miedo ni vergüenza alguna, que cuando se rinden ante mi cabezonería y me dejan a solas contigo, yo me tumbo a tu  lado en la cama y me quedo dormido en tu pecho, dándote el calor que necesitas con mi cuerpo, mientras mi canción de cuna es el latido de tu propio corazón, reconozco que esos momentos que estoy contigo son los únicos en los que descanso, es entre tus brazos cuando me siento seguro, cuando puedo atestiguar, lo mucho que deseo que despiertes y te quedes a mi lado, para siempre.

-dime Aioros-le he preguntado a mi amigo desviando la vista de tu cuerpo por unos momentos, me escuecen los ojos, me siento cansado, y hambriento pero tengo un pánico absoluto a dejarte solo aunque sean unos segundo y tu despiertes solo en tu cuarto, mareado, perdido y tan frágil como el pétalo de una flor.

-estás horrible-me ha dicho Aioros al mirar mi aspecto, ya no sé ni cuánto tiempo sin tomar un baño o cambiarme de ropa, y seguramente la sombra de una barba adorna mi rostro, sé que mis ojos deben estar cubiertos de rojo por la falta de sueño y del llanto.

-yo también te quiero-le he contestado algo cínico y muy cansado.

-ves a darte un baño, dudo mucho que si Death despierta le haga mucha gracia verte con este aspecto-me has dicho sabiendo que palabras debes utilizar para que yo reaccione.

-pero….

-yo me quedaré con él mientras te aseas y comes algo-me ha contestado sin dejarme terminar la frase.

Reconozco que no me he molestado en subir a mi templo, con toda la confianza del mundo he abierto tu propio armario, con cansancio he comprobado si tienes por un milagro, un poco de ropa que pueda servirme, he encontrado unos pantalones de chándal cómodos en color negro, y una camiseta d manga corta de color gris, he cogido ropa interior de uno de los cajones, y de otro las blancas y esponjosas toallas, ojalá pudiese decir que he ido caminando hasta el cuarto de baño de tu templo, pero prácticamente me he arrastrado hasta esa habitación.

Llenando la bañera grande después de comprobar la temperatura del agua, mientras con una lentitud pasmosa y un dolor generalizado en el cuerpo me he ido desnudando, el vapor del agua impregna la habitación, y sé que cuando mis músculos se relajen con el tibio liquido, voy a tener que hacer mi mejor esfuerzo para no dormirme y ahogarme en el agua, pero se sienten tan bien esos minutos de paz que me permito, esa mente en blanco durante una hora.

Sé que tu cuerpo está prácticamente congelado amor mío, pero de ir yo descalzo por el mundo, simplemente por comodidad, hacía días que no sentía los dedos de mis pies, que ahora están sumergidos.

Tras una hora completa, en la que el agua se ha enfriado y a quedado bastante plagada de la suciedad que llevaba mi cuerpo, he conseguido con éxito salir de la bañera sin dormirme y secarme el cuerpo y el pelo, afeitándome por el camino con una de tus navajas, me he puesto tu ropa, impregnándome de tu olor, aspirando tu aroma, sintiendo de alguna manera, el roce de tu propia piel en mi cuerpo, provocando que mi cuerpo reaccione de mala manera, y a pesar del cansancio extremo que me corrompe, eso que nos hace hombres a los catorce se haya medio despertado entre mis piernas, por debajo de la tela de tu propio pantalón.

Genial, tu medio muerto en la cama por salvarme la vida, y yo con una erección de campeonato simplemente por ponerme tu ropa en mi cuerpo y aspirar tu aroma mezclado con el del detergente con el que lavaras tu ropa, cierro los ojos e intento concentrarme para que “se baje”, pero la mayor putada de todas, es que cada vez que este español cierra los ojos, te ve en persona en su cabeza, con esa sonrisa tuya de medio lado, ese andar altanero y seductor, y esos ojos azules destilando una pasión suprema.

“Cálmate Shura”, me digo a mi mismo cuando sin poder evitarlo, mi mano derecha desciende hasta mi entrepierna, “no quiero” me digo a mi mismo cuando mis dedos chocan con la cintura del pantalón que te pertenece y que en algún momento, cubrió tus caderas, tus esbeltas piernas, “no lo pienses”, pero ya es tarde cuando me doy cuenta de que en mi imaginación, tu estas como tu madre te trajo hasta esta mundo y yo, inconsciente, he bajado las dos prendas que cubren esa parte de mi anatomía y me estoy acariciando en tu cuarto de baño mientras muerdo con fuerza mi labio inferior para no emitir sonido alguno.

Y mientras en mi cabeza, la imagen clara de ti haciéndome el amor, tú acariciando todas y cada una de las partes de mi cuerpo, y yo, con la prueba de que eres un hombre enterrada en mis entrañas, unas lágrimas ruedan por mis mejillas ante la impotencia de no aguantar mi propio deseo y estar masturbándome mientas tú te debates entre la vida y la muerte, pero te juro vida mía, que no puedo evitar llegar al orgasmo mientras en mi cabeza tu voz clara me pronuncia un te amo dicho en ese italiano tuyo que me vuelve loco.

Voy escurriendo mi espalda por la pared que alberga todo el peso de mi cuerpo, y aún con mi propia semilla manchando mi mano, y la parte inferior de mi cuerpo desnuda, caigo al suelo rendido a las lágrimas de mi propio sufrimiento.

 

 

-POV AIOROS-

Viéndote cono te veo, a las puertas de la muerte, no puedo evitar sentir cierto dolor en el pecho, no te confundas, te aprecio pero no tanto, pero aún conservo parte del sentimiento que un día me uniese al hombre al que amas, considero a Shura mi mejor amigo, prácticamente mi hermano, y ver en el estado en el que se encuentra es algo que no soporto, Shaka nos lo contó, se que te enfadaras cuando seas conocedor de que los trece sabemos tus sentimientos por el de capricornio, te apreciamos todos lo suficiente como para estar tremendamente preocupados por tu suerte, pero ahora que conocemos la naturaleza de tus sentimientos por el español, no podemos evitar que nuestras plegarias se extiendan a los dos.

Me he pasado tanto tiempo en el mundo de los muertos, que se que ahora que tu estas a mitad de camino, debes estar sufriendo, es lo bastante testarudo como para estar peleándote con la mismísima muerte para poder despertar de nuevo, y sé que tu razón para volver no es otra que mi mejor amigo.

¿Por qué estas tardando tanto entonces en volver?, ¿acaso quieres que Shura decaiga tanto que se rinda y decida acompañarte en tu camino al mundo de los muertos?, ¿ya no puedes luchar más y has decidido rendirte a pesar de tener en este mundo, una razón de las más grandes para seguir viviendo?, ¿acaso pretendes matar dos pájaros de un tiro?.

Ojalá te conociese mejor de lo que lo hago, pero tu mejor amigo siempre ha sido Aphrodita que en estos momentos ha entrado en la habitación medio asfixiado por lo que parece haber sido una carrera desde el templo de piscis hasta el tuyo, que ha pasado de mi olímpicamente cuando le he preguntado que ocurrí y ha puesto su pálida mano de largos dedos en tu frente, mientras peleaba consigo mismo para recuperar el ritmo de su respiración y posiblemente de sus pulsaciones cardiacas.

He visto como el guardián de las rosas envenenadas cerraba sus ojos y encendía suavemente su cosmos, inundando tu habitación con esa suave energía suya que ha recorrido todo mi cuerpo, al igual del de un Shaka que también ha entrado a la carrera con el rosario que portaba en la última batalla en las manos.

-¿Shaka?-le he preguntado a mi rubio compañero.

-hemos sido necios-me ha respondido sin abrir sus ojos azules mientras en el suelo, tomaba la postura de la flor de loto y encendía también esa pura energía suya que te embarga por completo en un momento, haciéndote perderte en una tranquilidad absoluta que te embarga.

No por nada esos dos caballeros, entre todos nosotros, pueden ver más allá de las simples imágenes que nos brindan los ojos humanos, ya sea porque Shaka es la reencarnación de Buda, y Aphrodita el más sensible e intuitivo de todos nosotros, ambos hombres tienen la capacidad de mirar y explorar en el interior del alma humana.

-incluso ahora amigo mío, cuando estas a las mismísimas puertas de la muerte, te estás arriesgando-he oído decir al guardián de piscis en un murmullo, con una voz sedosa y clara, tan pura como los pétalos de sus rosas envenenadas, y sin embargo, serena.

-¿Cuándo te has convertido en un ser lo suficientemente noble como para velar por los deseos de otros?-te ha vuelto a preguntar mientras una lágrima comenzaba a rodar por su mejilla y una sonrisa triste adornaba sus rosados labios.

-¿qué ocurre?-les he preguntado a ambos hombres mientras por el rabillo del ojo he visto entrar a los dos gemelos del templo cercano al tuyo.

-volverá-a dicho de repente Shaka de Virgo abriendo los ojos.

-pero nuestro italiano cabezota-ha dicho piscis mirándonos a todos.

-ha decidido aprovechar su viaje al otro lado para traer a alguien a nuestro lado.

-estamos todos vivos Aphrodita,  los dioses resucitaron a todos los caballeros-ha comentado Saga, el mayor de los gemelos y el hombre al que yo amo, y por algún motivo que yo desconozco, en lugar de mirarle a él como debería estarlo haciendo, me he quedado mirando a mi cuñado, a su hermano gemelo Kanon, como si de un partido de tenis se tratase, te he mirado nuevamente a ti, tendido en tu cama, pálido como la misma muerte y tan frio como los mismos hielos de Camus de acuario, y luego, mirada de ojos azules, ha vuelto a perderse en el antiguo general marina.

Soy conocedor, quizás mejor que nadie, de lo mucho que ese hombre está sufriendo, que intenta olvidar su dolor abrazándose a mi compañía y la de su hermano mayor, que el dueño de esos ojos tan esmeraldas como los de su hermano, dejo su corazón en el mismísimo averno del que resucitamos hace dos años, y que incluso su hermano mayor, acepta y respeta el hecho del que el menor de los gemelos, se enamorase irremediablemente del juez del averno al que él mismo tuvo que asesinar.

Y tú, italiano del carajo, eres de entre nosotros, que tiene poder alguno sobre el mismísimo infierno, tú italiano del demonio, eres el que tiene el poder, la fuerza y la cabezonería necesaria para estando medio muerto, preocuparte por el gemelo menor, que no por nada es uno de tus mejores amigos.

-no todos estamos realmente vivos, falta la mitad de uno de nosotros-he dicho seguro de mi mismo cuando he comprendido, que si no vuelves de una maldita vez, sino despiertas, no es porque realmente estés mal.

Que tú, el más cruel de todos nosotros hayas conocido el significado mismo del amor, lo hayas experimentado, y por salvarle la vida al hombre al que amas, hayas estado a punto de perderlo, te ha hecho comprender por el terrible dolor que está pasando Kanon, me pregunto en qué punto del camino comenzaste a preocuparte por todos y cada uno de nosotros, y debo reconocer, que yo mismo me sorprendí cuando en la última batalla, allá en el muro de los lamentos, tú decidieras por voluntad propia ayudarnos en lugar de mandarnos a todos a freír espárragos.

-¿Qué mitad le falta a alguien?-ha dicho nuevamente Saga que aún no ha conseguido comprender el significado del asunto.

-una con forma humana, más concretamente de un hombre rubio, de ojos dorados y juez del averno-ha dicho tranquilamente el de piscis.

Y he visto en ese momento, como Kanon ha caído de rodillas al suelo, con la mano tapando sus labios para que no escuchásemos los obvios gemidos que producían sus sollozos.

-Ra…Rada…mantis-le hemos escuchado entre sollozos.

-nuestro cangrejo va a intentar traértelo de vuelta Kanon-ha dicho tranquilamente Shaka de Virgo mientras Saga se arrodillaba y abrazaba con cariño a su hermano pequeño, acunándole entre sus brazos mientras le calmaba con suaves susurros en su oído.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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