**Últimamente las están aburridas por aquí, Usagi-san no esta en casa por estar en la editorial y cuando esta, solo se la pasa dormido todo el día,
Ya ni siquiera trata de tocarme... Eso está bien pero... bueno… (Sonrojo de menor)
Como decía al principio eso me preocupo, pero Aikawa-san me dijo que era normal por tanto trabajo, además dijo que si Usagi-san se encontraba todo el día en la editorial entregaría más rápido el manuscrito y no se distraería como siempre lo hace. Por eso creo que está bien…
Por mi parte, solo voy a la universidad por las mañanas… No he podido conseguir un trabajo de medio tiempo… (Suspiró profundamente el joven castaño)
En fin no puedo quejarme, tengo más tiempo para mí, aunque he de confesar que el que no este en casa Usagi -san hace que me sienta un poco inquieto… **
-Ahhh ¡¡¡ ¿Qué cosas dices Misaki?!!! Ahh ¡¡¡Deja de pensar en Usagi-san y enfócate en terminar tu tarea!!!-
Después de decir esto el menor movió su cabeza de un lado a otro agitándola para borrar sus pensamientos, pero aun así no podía. Tenia que aceptarlo, ya había pasado cerca de 15 días donde el mayor solo se limitaba a comer y dormir.
Sin duda extrañaba la presencia del escritor, la misma que siempre le amenazaba en hacerle algo pervertido, sus frías manos que tenían la costumbre de pasearse por su cabello y reconfórtalo con tan solo sentirlas, su olor a tabaco mezclado perfume que inundaba cada centímetro de la casa y que decir de su seductora y perfecta sonrisa, así como esas caricias que lo volvían loco.
Pero lo que más echaba de menos era ese “Misaki te amo” que al final de cada acto amoroso el mayor le pronunciaba tiernamente en uno de sus oídos, al tiempo que enredaba con sus fuertes brazos en su cuerpo dejándole saber que nunca escapara de él
Poco a poco la ausencia afectaba más a Misaki, y aunque estaba consciente de esto, jamás se lo diría al escritor, ¡¡Jamás!!. Era preferible suspirar todo el día por él y constantemente distraerse, que decir “Usagi-san te extrañe mucho, ¿Cuándo vas a estar conmigo?”
**Otra vez se esta haciendo tarde y es probable que Usagi-san llegue hasta la noche… mejor voy a hacer la cena, de seguro va llegar hambriento**
Con un gesto triste el oji-verde dejó sus cuadernos sobre la mesa y se dirigió hacia la cocina para empezar a preparar lo que sería la cena de esa noche.
Prontamente del refrigerador sacó un par de vegetales, algo de carne y un trozo de mantequilla, mismo que después de unos instantes empezó a picar. Mientras avanzaba los preparativos el menor empezó a untar un poco de mantequilla en la carne para que esta tuviera mejor sazón al cocinarse.
Ya con los ingredientes preparados a la perfección Misaki se dispuso a poner un sartén al fuego, pero antes de que lo pusiera a calentar, el ruido del teléfono lo distrajo de su objetivo.
RINGGG…. RINGGG…. RINGGGG
Dejando a un lado su labor, el castaño fue a contestar.
-Hola… Está hablando a la residencia…-
-¿Misaki?-
-¿Ah? Hola Usagi-san-
-¿Qué haces?-
-Mmm la comida ¿Por qué?-
-Misaki apaga los encendedores, acerca una silla al teléfono y siéntate- Mencionó el mayor con un tono agitado que hizo dudar al estudiante.
-¿Eh? ¿Para que quieres que haga eso?-
-Tú solo hazlo-
Sin saber el ¿Por qué? Y ¿Para qué? hacia eso, Misaki obedeció al novelista, tomó la silla más cercana y se sentó al lado del teléfono.
-Ya Usagi-san ¿Ahora me vas a decir para que quieres que haga eso?-
-¿Ya estas sentado?-
-Si-
Después de saber que su niño había obedecido todas sus peticiones, el peli-plata pronunció con una voz tan sensual y sumamente seductora que de inmediato hizo temblar al joven
-¡Misaki te extraño! ¡Me estoy volviendo por no tocarte!, ¡Necesito sentirme dentro de ti!-
- ¡¡¡NO DIGAS ESO!!! ¡¡USAGI-SAN BAKA!! ¿PARA ESO HABLASTE? ¡¡¡PERVERTIDO!!!-
-Ya no aguanto, estoy en mi límite, quiero hacerte el amor en este instante-
-¡¡Cállate tonto Usagi-san!! ¡¡No digas esas cosas por teléfono!!-
-Misaki quiero besar cada centímetro de tu delicioso cuello una y otra vez hasta que aparezcan mis marcas en el.
-¡¡Usagi-san!! ¡No digas eso!-
-¿Por que no? Hace mucho que no lo hacemos y sé que tú también lo deseas. Quieres que te toque posesivamente y que te haga gemir violentamente-
-¡¡No, no es verdad, no lo es!!-
-No sabes como deseó bajar por todo tu pecho saboreando cada espacio. Ya puedo imaginármelo mi lengua recorriendo lentamente tu ardiente piel mientras te sonrojas y me observas inocentemente deseando que continúe. Mi boca no puede dejar de probarte eres tan adictivo y más cuando llego a tu delicado botón que esta semi-erecto. Con un dulce gesto empiezo a besarlo varias veces, te sonrojas y me dices que no, pero no puedo evitarlo, es tan delicioso que necesito estimularlo y provocarte más. Mi lengua con pequeños círculos lo va delimitando, primero desde afuera y luego hacia dentro, dejando por todo su camino un húmedo rastro de saliva. Sin duda te encanta que haga eso. Después de haberte lubricado, con mis labios, empiezo a morderlo fuertemente, gimes de placer al sentir mis movimientos, es tan excitante oírte de esa manera que no soporto y hago lo mismo con tu otro pezón.-
-¡No no Usagi-san! ¡No sigas por favor!- Interrumpió el castaño con una tímida y a la vez excitada voz, deseando muy adentro de su ser, que su seme no le hiciera caso y siguiera con tan lascivo relato.
Sin duda las provocativas palabras de su casero estaban haciendo efecto en su cuerpo. Poco a poco sus delicados botones se ponían más duros, al igual que el color carmín aparecía en su cara.
-Misaki, recarga tu espalda, cierra tus ojos y solo escúchame… Ya no me detengo en tu pecho y bajo despacio por todo tu estómago y vientre, puedo notar como tiemblas ante mi contacto, eso me incita más. Prontamente llego a la entrada de tu pantalón y mis deseos crecen tanto que con mis dientes empiezo a desabrocharlo. Al sentirme en tan delicada parte suspiras entrecortadamente mi nombre y pides indirectamente que no te torture y lo baje por completo. Yo complazco tus ansias y lo quito al igual que tu apretado bóxer, poco a poco voy notando que tu erección esta mas avanzada de lo que pensé, pero eso no importa, lentamente la introdujo en mi boda sintiendo lo dura que esta-
Con cada palabra del escritor Misaki sentía como un fuerte escalofrió recorría su cuerpo. Y no era por demás, si cada sonido que pronunciaba lo hacía imaginar cosas que en su vida pensaría. Prontamente el oji-verde noto, como su miembro se encontraba erecto, deseoso de las caricias de su seme.
-¿Misaki?-
-Ah ¿S-si Usagi-san?-
-Bájate tu pantalón y saca esa parte de ti-
-Ahhh ¿Qué? ¡¡No!! ¡¡No lo haré!! ¡¡Es vergonzoso!!-
-Nadie te está viendo así que no hay problema, solamente ve lo sacando y acarícialo-
- No puedo, no-
El castaño estaba más que sonrojado, el tocar su miembro no era algo que acostumbrará, de hecho, solo el oji-violeta lo había tocado y posesionado de el. Pero la excitación lo estaba matando y sabía perfectamente que ante esa ronca voz sus fuerzas eran en vano.
Tímidamente sacó esa, ahora dura, parte, soltando en el contacto un fuerte gemido que hizo saber a Akihiko que su pequeño lo había obedecido.
-Muy bien Misaki ahora poco a poco ve lo acariciando. Primero empieza por la punta, siente lo caliente que esta y lo duro que se encuentra, después ve deslizando suavemente tu mano por lo largo hasta llegar a la base-
Ante esto Misaki no pudo evitar cerrar fuertemente sus ojos por la vergüenza que carcomía su mente, pero sin protestar empezó, como lo había especificado el novelista, a acariciar su miembro, soltando a la vez algunos gemidos y jadeos mientras se estimulaba.
Lentamente fue moviendo su mano por toda su virilidad sintiendo como la vergüenza lo invadía, pero al paso de los movimientos las caricias se hicieron intensas y la sensación demasiado agradable, tanto que empezó a disfrutar del roce.
-Ahora imagina que tu mano es mi boca la cual lentamente va introduciendo tu miembro en ella… Puedo sentirlo está muy duro y caliente por lo que no puedo evitar lamerlo de arriba a bajo mojando con mi saliva cada parte de ti, pero mi excitación es más y lo meto de un solo movimiento y por completo en mi boca. Gimes de placer y me haces saber que eso te gusta y te fascina. Aumento mis movimientos lo meto y lo saco, una y otra vez deteniéndome extemporáneamente a saborearlo.
Mientras que el mayor pronunciaba su erótico relato el castaño, con sus ojos cerrados, imaginaba cada movimiento que le decía, al tiempo que agitaba fuertemente su sensible parte. Durante el relato Misaki dejaba salir gemidos y jadeos como si lo estuviera haciendo Usagi.
-Así continúo hasta que no puedes más y gritas que estas a punto de tener un orgasmo, tratas apartar mi cabeza de tu entrepierna pero no puedes, mis labios se aferran deseosos de probar tu esencia. Tu cuerpo se contrae, sientes un fuerte espasmo y dejas salir tu semen dentro de mi boca, eso me llena de satisfacción. Sin embargo no puedo desperdiciarla, no sabiendo que soy el único a quien se la has regalado, así que bebo toda sin dejar un rastro de ella.
-¡¡Usagi-san por favor no continúes!! ¡¡¡Me voy a venir!!-
-Entonces deja salir tu líquido y no te reprimas
-¿Continuo?-
-…………….s-si-
-Tu te abochornas, no puedes creer que lo haya tragado, pero aun así sigues queriendo que te acaricie. Me miras con lujuria y te muerdes tu labio inferior provocándome. Yo no puedo dejar por desapercibido eso y empiezo a tratar de dilatar tu entrada. Pero para mi sorpresa, estas muy dilatando y mojado, así que no hace falta que te prepare más. Sin duda me llena de dicha el saber que mis movimientos te excitan y te enloquecen tanto que deseas mi intromisión.
Me aparto despacio de tu cálido cuerpo para después sentarme en una silla. Lentamente voy desabrochando mi pantalón mientras te observo completamente desnudo y sonrojado, eso me vuelve loco. Prontamente saco mi ansioso miembro, deseoso de entrar en tu cuerpo. Te sonrojas más y tratas de apartar tu mirada, pero no puedes también me deseas y quieres que entre ya. Tímidamente te colocas sobre de mí, evitándome. Se lo apenado que estas y con una mano te abrazo hacia mí, mientras coloco la otra en tu cadera separando tu hermoso trasero para que permita mi admisión. Gimes un poco al sentir mi mano fría pero no le das mucha importancia, ya que quieres y exiges que te haga mío. Poco a poco voy bajando tu cuerpo, sintiendo como mi miembro se hace camino entre tus estrechas entrañas mismas que me aprietan y aprisionan con un calor placentero. Misaki me haces gemir de locura y sentirme en el paraíso. Tú también sientes lo mismo, aunque ese placer esta mezclado con un poco de dolor. Yo lo entiendo a la perfección y te doy un minuto para que te acostumbres, pero mis ganas son más y al paso de un rato empiezo a embestirte lentamente calmando tus ansias. Poco a poco mis penetraciones son más fuertes al igual que tus gritos de placer, ya no puedo contenerme, quiero hacértelo rápida y salvajemente. Tú no te opones a mis anhelos y en un mar de lujuria te fundes conmigo una y otra vez. Colocas tus finas piernas alrededor de mi cadera y recargas tu cabeza hacia tras por el sentimiento experimentado. Eso da pauta a mis fantasías y comienzo a recorrer tu cuello con la punta de mi lengua, nuevamente tiemblas ante mi contacto pero lo permites. Después de un rato, la curiosidad también te mata y empiezas a besar dulce y tiernamente mi cuello dejándome al contacto algunas marcas, mismas que me hacen de tu propiedad. Saber que soy completamente tuyo provoca que me excite y traté de entrar más en tu seductor cuerpo. Así lo hago por varios minutos observando tu cara inocente, jadeante y llena de satisfacción, hasta que no puedes más y me gritas que no vas a aguantar mucho y terminara en mi abdomen. Prosigo mi trabajo y en menos de 10 estocadas te vienes violentamente en mí. Instantemente siento como tu cuerpo me absorbe y me apresa deliciosamente, exigiéndome que termine dentro de ti y te marque con mi esencia. No me puedo resistir esa tentadora oferta y lo hago, dejando salir mi semilla. Tú me abrazas fuertemente y gritas mi nombre.
-Ahhhhh Usagi-san ahhhhhh- Misaki gemía sin pena alguna, esa voz, esas ideas y las ganas que invadían completamente su mente eran suficientes para llevarlo al fin de su cordura.
Una y otra vez pasó su mano por el lubricado miembro, sintiendo, para su mala, suerte como la mantequilla que anteriormente había utilizado para la cena lubricaba y masajeaba a la perfección su piel.
Así continuaron las cosas hasta que alguien, le retiró su mano y lo interrumpía de su labor. Asustado abrió los ojos notando al momento que ese intruso era el mismísimo Akihiko Usami-sensei.
Por un momento trató de esconder su desnuda virilidad, al igual que su mirada, pero no pudo, Akihiko estaba lleno de deseo y el ver a su uke de esa manera masturbándose al compás de su voz lo incitaba más.
Rápidamente el mayor dejó su celular, tomó las muñecas de su amado para impedir que este lo apartará de su objetivo y con su ardiente boca se posicionó en medio de la entrepierna de Misaki besando esa piel ardientemente una y otra vez.
Misaki estaba más que excitado ya que sin oponerse permitió la violenta intromisión de su casero. Solo se dispuso a sentir el lascivo contacto y a gemir fuertemente como si su vida dependiera de ello.
Prontamente su erección no soporto más y estallo en la boca de su acompañante, avergonzándose al momento de ello. Sin embargo esto le importó muy poco a Akihiko ya que la bebió y lamio completamente el caliente semen, ante los atónitos ojos del menor.
-Usagi-san ahhh ¿D-desde ha-ce cuánto que me estabas observando? ahhh- Mencionó en un tono bajito Misaki mientras seguía experimentando los efectos del orgasmo que había vivido.
-Desde que te ordene que te tocaras y veo que eres muy obediente- Respondió seductoramente el mayor a la par que besaba el cuello del estudiante y empezaba a bajar sus pantalones.
Indignado por tal comentario, el estudiante trató de pararse de la silla donde se encontraba pero no pudo, su seme ya lo había aprisionado con sus fuertes brazos y en menos de lo que se daba cuenta ya se encontraba semi desnudo encima de el mayor a punto de ser penetrado
-Ahh Usagi-san espera ahhh-
-No puedo Misaki, me estoy volviendo loco, quiero hacerte el amor toda la noche-
Después de comentar Akihiko empezó a adentrarse en el cuerpo del menor quien solo se limitaba a sentirlo y estimularlo con sus lindos gemidos de placer.
Poco a poco la intensidad fue aumentando haciendo que el castaño ya no gimiera sino gritará por el placer experimentado. Sus sentidos ya no racionaban y menos después de aquel sugestivo relato. Misaki solo quería unirse con su casero y que la pasión consumiera cada célula de su frágil cuerpo.
Por su parte Akihiko solo se limitaba a pronunciar una y otra vez Misaki… Misaki, mientras seguía envistiéndolo. Prontamente el contacto se hizo más intenso y los besos no se hicieron esperar. Apasionadamente los labios de aquellos dos hombre se juntaron una y otra vez hasta que el mayor no pudo más y toco lascivamente el trasero de su uke por lo cual este gimió fuertemente.
-Ahhhh Usagi-san ahhhh-
-Tranquilo Misaki solo voy a aumentar más el placer-
Después de terminar de decir esto las manos comenzaron a mover al menor con singular rapidez permitiendo que la pasión se desbordara y la excitación creciera. Al paso de un rato de acostumbrarse, el castaño enredó sus finos brazos alrededor del cuello del peli-plata para así proporcionar un mejor empuje.
Varias veces Akihiko movió el cuerpo de su amado, sintiendo como en el roce de su miembro, con tal caliente piel, se estimulaba y deseara entrar más en su cuerpo. Así lo hizo hasta que Misaki no pudo más y exclamó con severa locura….
-YA YA AHHH NO MAS USAGI-SAN ¡¡¡YA VOY A TERMINAR!!! AHHHHH-
Esto fue el pie para que el novelista comenzará a moverse violentamente tratando de adentrase (sí es que más se podía) en el delicado cuerpo de su amado sintiendo en cada toque estar en el paraíso.
Bastaron solo 5 estocadas para que el menor gritara y dejará salir toda su esencia en el abdomen de su amado, mientras que el mayor hacia lo mismo en el cálido y delicioso interior de su adoración.
Después de una gran noche de actividad sexual, aquellos dos hombres trataron varios minutos en recobrar sus fuerzas y alientos. Al paso de un rato se fueron separando de tan lascivo contacto.
Por un momento la habitación permaneció callada hasta que el mayor pronuncio tiernamente en uno de los oídos del castaño
-Misaki te amo, de verdad me iba volver loco si hoy no te tocaba-
Acto seguido abrazo fuertemente a su pequeño y lo cargo hasta su habitación para que este recobrará sus fuerzas y descasará de tan agotadora actividad. Así mismo él se acurruco a su lado, sintiendo como la agitada respiración de su niño lo arrullaba hasta dejarlo completamente dormido.
------------------------------------------A LA MAÑANA SIGUIENTE---------------------------
En punto de las 7 de la mañana se encontraba un hombre de 29 años dormido plácidamente abrazado de un joven castaño quien reposaba tranquilamente en su pecho
De repente el sonido de un teléfono celular del novelista se hizo presente en tan pacifica habitación.
Con un gesto enojado y viendo que el ruidoso aparato no se callaba se levantó el peli plata con su típica aura de molestia, pero esta prontamente desapareció cuando vio a su castaño dormido entre sus brazos y recordó el por qué Misaki estaba en su cama.
Sin quererse separar de él, tomo su celular y contesto lo más bajo posible para que su pequeño no se despertará.
-¿Qué quieres Aikawa?-
-¡¡¡SENSEI!!! ¿DONDE ESTA EL ESCRITO? SE ENTREGA HOY EN LA TARDE ¿RECUERDA?-
-No te preocupes ya lo acabe-
- ¿Eh? Wow sensei me sorprende que hubiera cumplido con la fecha de entrega… Sin duda alejarlo de Misaki-kun durante 15 días hace que usted trabaje… jejeje creo que lo hare más seguido… en fin ¿Dónde está?-
-Búscalo-
-¿Qué quiere decir con búscalo?-
-Aikawa si quieres el manuscrito completo búscalo por toda la editorial-
-¡¡¡NO ME SALGA CON ESO!!! ¡¡¡DEJE DE BROMEAR Y DEME EL MANUSCRITO!!!-
-Ya te dije, deje una hoja del texto en cada habitación de la editorial como castigo por no dejarme ver a Misaki durante todo este tiempo. Así que si lo quieres, búscalo, pero apúrate a la 9 hacen la limpieza y corres el riesgo que tiren el trabajo-
-¡¡¡SENSEI NO PUEDE HACER ESO!!! ¡¡LA IMPRENTA ESTA…
Sin dejar que terminará su conversación Akihiko colgó la llamada de su editora, apago su celular y volvió a acurrucarse en los tibios brazos de su niño para volver a dormir y soñar con la única persona que le importa en este mundo Misaki….
----------------------------------------FIN------------------------------------------