"No puedo creer esto...
No puede estar pasando...
No quiero creerlo...es mentira...
No puedo conternelo...
Este deseo...Estas ganas...
¿Qué ha pasado...?"
No podía creer lo que estaba pasando, las lagrimas salían de mis mejillas sin darme cuenta, no podía estar pasando...
ahora él...
lo sabía, aquel día, su tono...no era como siempre, el beso que me dió, sin decirme nada..me dió ese sentimiento...pero ahora no..
no queda nada...
"esta muerto...y no pude hacer nada..."
fueron las palabras que salieron con mis lagrimas, al enterarme de su muerte...
No sabía que Mello sería capaz de hacer eso, por mí...
Ahora todo era de otro color, "¿me estaré volviendo daltonico?", me preguntaba, ahora nada tenía sentido, sin él...
Pensé varias veces abandonar mí vida, suicidarme, pero recordé las palabras que escuché que Mello le dijo una vez a una persona a punto de tirarse a un río...
"Suicidarse es de cobardes, la vida es para disfrutarla, conseguir lo que deseas, ser feliz!"...
Cada vez que recordaba eso, abría mas la herida que tenía en mi corazon roto y ya sin sentimientos, cada vez que lo recordaba...
"Olvidalo...tampoco es para tanto" Me decía mí mente...
pero no lo hacía...no podía..
"Olvidar es engañarse a uno mismo, una trampa...no te mientas" Era lo que le respondía...
No quería, no quería olvidarlo...
Hasta que un día...
Decidí ir a la casa de Mello...a revisar sus cosas por última vez...
No lo había hecho nunca...volver a estar en la casa de Mello fue una de las cosas que nunca hubiese pensado hacer, pero este sentimiento era más fuerte que yo...
Así que cuando llegé por fin a su casa, mí mundo casi se derrumba, no encontrarlo me dolía más que todo lo que el me hacía...
Aún recordaba sus últimas palabras antes de morir...
Cuando, por mí bien, Mello dejo de verse conmigo diciendome..."Te dolerá menos así, no espero verte. Hasta Nunca Near.."
Me dió la última sonrisa que veré y el último beso que recibiré de él, y se fué por la puerta, para siempre, se fué de mí vida..no entendía lo que ocurría en ese momento, pensaba que se había olvidado de mí, pero..al final resultó que no era así, siempre me quizo..y ahora..no puedo hacer nada.
Concentrado en mis pensamientos, no me dí cuenta que en la mesa había una carta escrita, cuando la agarré, recibí una punzada en el pecho de dolor, la carta decía: "Para Tí, Mi Querido Near..."
Lentamente, con lagrimas de nuevo en los ojos, abrí la carta...
"No espero estar vivo cuando leas esta carta Near, pero tengo que decirte muchas cosas..., cada vez que estes triste, recuerda, que la vida es como un chocolate, a veces maravillosamente empalagosa, y otras veces horriblemente amarga, pero tienes que terminarlo, también debes saber, que no nacimos en esta Tierra para estar tristes, nacimos para ser felices, no se que me impulsó a escribir esto, es estúpido lo sé, nunca he sido bueno expresando mis sentimientos, pero sí dejandome llevar por ellos, solo 2 cosas antes de terminar mi carta..., te extrañaré mucho a pesar de que no te vea más, te extrañaré, me arrepentiré de mi desición, pero será lo mejor, por que asi no te haré sufrir más, lo siento por todo, la ultima cosa...
Quiero que a pesar de todo, seas feliz, estamos en esta tierra para ser felices, no enrredarnos con problemas del pasado, no sufrir por cosas sin importancia, como repetí arriba, así que...por favor, se feliz...por mí, por tí, por favor...
Creo que aún me quedaron cosas que te quería decir, pero que sé muy bien que tú las sabes...Ya no puedo continuar...esta es mi despedida que sepas que siempre, a pesar de que diga lo contrario, y en contra de todo y de todos, Te Amo, nadie lo puede negar, y lo sabes, más que nadie...
Hasta nunca Near, como dije ese día..."
Sentí como se iba lo poco de mí que quedaba, pero también sentí un apoyo, sabía que estaba muerto, pero también sabía que estaba conmigo, que no se iba a ir...Eso me animó...
Después de todo...en esta vida aprendí que nacimos para ser felices, y lo logré, en esos momentos que estuve con Mello, fuí feliz...
Lentamente guardé la carta, la cual me ayudó mucho cuando no sabía que hacer, y seguí adelante...
Por él...