Volviendo a creer por Kiira

- No me quiero levantar… 5 minutos mas…

- Uzumaki…

- ¿Inu-chan? ¿Cuándo aprendiste a hablar? –Dijo completamente adormilado-

- Uzumaki…

- Cinco minutos mas….

- ¡YA LEVANTATE NARUTO!

- ¡AHHHHHH! –el impacto de su cuerpo cayendo al suelo a causa de la sorpresa ocasiono la risa de sus compañeros de clase mientras que el solo sobaba su cabeza mientras que su profesor de turno lo miraba que una vena saliendo de su frente- ¿Iruka-sensei?

- Naruto… -la vena de su frente se agrando y un tic en su ceja empezó- ¿Hace cuanto que estas dormido en mi clase?

- Ehhh… digamos… -empezó a contar las horas con sus dedos- ¿Desde que empezó? –Sonrío tontamente-

- ¿¡TU CREES QUE MI SALON DE CLASES ES SITIO PARA DORMIR!?

- ¡NO TIENE PORQUE GRITARME! –Se coloco de pie, retando a su profesor con la mirada-

- ¡CASTIGADO! –Dijo por fin separándose de su estudiante con camino a su escritorio-

- ¿¡QUE!? ¿¡Y PORQUE!?

- ¡YA BAJA LA VOZ! –El Uzumaki se cohibió mientras que sus compañeros empezaban a reírse de forma baja-

El rubio solo podía mirarlos con rabia mientras que levantaba la silla de su asiento escolar, para luego sentarse como si nada hubiera pasado, hizo una expresión de fastidio mirando de mala cara a su sensei y luego a su vecino del lado.

- ¿Tu de que te ríes? –Dijo en voz baja, ya no quería mas problemas-

- Eres un idiota –dijo con una sonrisa-

- ¡Tu si eres un idiota Sasuke!

- Dobe… -dijo aun con su sonrisa superior-

- ¡TEME!

- ¡NARUTO! –Dijo el sensei- ¿¡Quieres estar castigando hasta fin de curso!?

El rubio trago saliva y negó con la cabeza, para luego desviar disimuladamente su mirada a su compañero del lado.

- Maldito teme… -pensó el Uzumaki- Lo que daría por… -apretó sus puños con rabia, ese chico si que le molestaba-

Desde el día que lo había conocido en primer año, Sasuke Uchiha tenia que ser el chico mas desagradable, pedante, idiota, teme, que jamás había conocido, lo fastidiaba, le ponía apodos y siempre todo terminaba en peleas en la que siempre la interrupción de un profesor impedía saber quien era el mejor.

Acto seguido, relajo sus pensamientos y sus brazos en la tabla de su pequeño escritorio, no había porque preocuparse por eso ahora, mientras que recargaba su cara en una de sus manos. Al siguiente segundo algo en su bolsillo vibro llamando su atención, de forma discreta saco su teléfono celular, revisándolo.

Mensaje recibido de Sasuke-Teme:

Después de clases, a la hora de tu castigo, Quiero verte ¿O eres un miedosito?

El Uzumaki sonrió superior, justo lo que había estado esperando, ¿Por qué no se le había ocurrido? Humillar a Sasuke, aunque no estuvieran los demás alumnos para verlo, era una victoria personal, rápidamente comenzó a marcar las teclas de su teléfono respondiendo el texto

Date por muerto…

Guardo el teléfono mientras que miraba al teme revisar el suyo para luego dedicarle una mirada de desafió que el rubio respondió de igual manera.

Las horas pasaron lentas y tranquilas por el resto del día hasta que la campana dio el aviso del fin del días de clases.

- Bien supongo que es todo –Dijo concluyendo el día- Vayan a sus casas y descansen… ¡Excepto tu, Naruto! –Dijo señalándolo acusadoramente- ¡Tu castigo!

- Si, si, ya se… -dijo con fastidio-

Desvió su mirada a los asientos mientras que Iruka-sensei le daba las ultimas indicaciones, acto seguido la puerta se cerro, dándole a entender que se encontraba solo, o al menos en ese momento.

Paso su mano por su cuello relajándose, esperando la llegada de cierto bastardo, se sentó en la mesa del escritorio principal dándole un aire rebelde.

- ¡Vamos! ¿Cuando piensas llegar, teme?- su impaciencia duro poco, en cinco minutos Sasuke, estaba entrando por la puerta del salón, en donde hace poco habían recibido clases-

El Uchiha no dijo nada, solo entro con su particular sonrisa dejando sus útiles en el piso.

- ¿Y bien, teme? ¿De que querías hablar? –dijo sonando sus nudillos, apenas dijera que le sacara la paciencia, le rompería la cara a golpes-

El Uchiha levanto una ceja, aunque no estaba tan sorprendido, conocía la aptitud del rubio y en su pequeña cabeza no cabía otra razón mas que el lo había llamado para pelear.

- No vine a esquivar tus patéticos golpes, vine porque necesito hablar contigo –exclamo seriamente-

- ¿¡Patéticos!? ¡Ya vas a ver lo que es patético. Uchiha!

- ¡Naruto, esto es serio!

El rubio se cohibió ante esas palabras. ¿Serio? ¿Qué podía tener que decirle ese bastardo a el?

- ¡No me digas! –Dijo con burlesca sorpresa- Déjame ver si adivino….Mmm, ¿Necesitas dinero? No, pero que digo si eres uno de los ricachones de Japón, así es que eso no puede ser ¿Verdad? –Lo miro para confirmar su cara baja- Lo sabia… así que continuemos ¿Te hace falta un amigo? Quizás, pero honestamente no quiero ser tu amigo, la verdad te odio y me caes mal –dijo de manera simple-

- ¿En serio me odias, Naruto? –su cara baja no permitía ver sus ojos pero su tono provoco que el rubio volteara a verlo, no podía ser que se sintiera mal por eso ¿O si? El Uzumaki se volteo y se sentó en el escritorio principal frente al Uchiha-

Eso no podía ser verdadera tristeza… No podía…

- Respóndeme… -replico- ¿En verdad me odias?

El rubio continúo en silencio.

En un movimiento rápido, el Uchiha lo empujo posicionándose sobre el, atrapo sus muñecas colocándolas encima de el, tomando el control de la situación, el Uzumaki solo abrió sus ojos, sorprendido ante su reacción.

- Te preguntare una vez mas –dijo mas serio, la tristeza se había ido, cerco su rostro al del rubio rozando sus labios, saboreando sus palabras- ¿En verdad me odias?

- Además de teme, sordo –sonrió ladinamente- ¿Qué aun no te queda claro?

El pelinegro miro profundamente al rubio, sus ojos no demostraban odio, no demostraban nada, las palabras de Naruto simplemente eran lanzadas sin motivo, sin importarle las consecuencias de estas, ¿Para que de todas formas? Lo conocía, era el mejor amigo que pudieras tener, pero el corazón del Uzumaki era de piedra, era una dura barrera difícil de penetrar.

Un verdadero reto. El Uchiha no puedo evitar sonreír.

- Entonces habrá que cambiar eso ¿No crees? –las manos del rubio continuaban atrapadas pero esta vez por una sola mano, mientras que la otra obligaba al Uzumaki a ver al Uchiha directamente a la cara-

El pelinegro rompió descaradamente la distancia entre ellos, uniendo sus labios es un beso, un beso de uno, el rubio no correspondía, ni lo rechazaba.

- Maldito, eres una piedra –dijo el Uchiha al separarse de el- Haré que te doblegues, sea –la mano que hasta hace segundos obligaba a Naruto verlo, ahora bajaba descaradamente por su pecho, hasta llegar a su vientre- Como sea…

El Uzumaki por fin reacciono.

Movió sus piernas hacia arriba propinando que su rodilla impactara con el estomago del Uchiha, liberándolo en el acto, el rubio se levanto rápidamente mientras que el pelinegro trataba de recuperar el aire en el piso.

- ¡Si me vuelves a tocar! ¡¡Te arrancare las manos!! ¿¡Me oyes!? –El Uzumaki tomo sus pertenencias y se fue inmediatamente del salón, aun sin haber cumplido su castigo-

En el salón, el Uchiha ya había recuperado el aire y se encontraba mirando la puerta por la que se había ido el rubio. Sonrió complacido.

- Si es una piedra… una piedra virgen al parecer.

Esto va a ser muy divertido…