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Decode por hikari_senshi

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Notas del fanfic:

¡Hola! ¡Saludos!

La verdad, este pequeño One Shot, nació cuando venía de un mandado a mi casa, encontrandome con una escena algo bizarra, que no contaré pero me inspiró.

Ha decir verdad, le tengo un cariño extraño a este escrito, por que muestro como a veces, la vida no es tan rosa, ni es negra.

Simplemente es eso, vida.

Sin mas disfruten.

Notas del capitulo:

*ADVERTENCIA: CONTIENE VOCABULARIO QUE PUEDE RESULTAR OFENSIVO*



¡A Leer!

“Decode”

 

Sasunaru

 

POV´S Naruto

 

El cielo es azul, el sol siempre sale por las mañanas, y el claxon de los autos me despierta día con día.

 

Si. La vida es una mierda.

 

Soy Naruto Uzumaki; se podría decir que estoy estudiando, la verdad, estoy en preparatoria. Vivo en un complejo de departamentos llamado “Konoha” la verdad, supongo que el dueño no tuvo mucha originalidad respecto al nombre.

 

Soy guapo. Tengo cabello rubio, una mirada, que según me han dicho, es un tanto traviesa.

 

Tengo buen culo. Si, lo tengo, el muy amargado de mi ¿pareja? me lo dice cada bendita noche.

 

¿Amargado novio? Sasuke Uchiha.

 

Lo conocí porque desde pequeño, al igual que yo, vive en este lugar, su hermano, reparó alguna vez mi motocicleta que le había pertenecido mi padre.

 

Ahí, más precisamente en el taller de la esquina, le conocí.

 

Apenas tenemos un año de relación, pero, no tenemos un calificativo de “amantes”, “novios”, “pareja”.

 

Jamás nos hemos dicho “te amo”, “te quiero”, para nada, se acabaría el puto mundo antes de que el dijera algo así.

 

Me cela muchísimo. Me cago de risa cuando él lo niega, que él me deja ser libre y que puedo hacer con quien yo quiera.

 

Maldito mentiroso.

 

¿Qué si lo quiero yo?

 

Pues…la verdad sí. Mi vida no es de color de rosa, es real. Así que no podría decir algo muy cursi pero tampoco algo muy profundo.

 

El taller que pertenecía a su familia, donde su hermano, Itachi, era quien manejaba todo aquel lugar, había una banda que se hacía llamar “Akatsuki”

 

No, no sé por qué jodidos tiene ese nombre, y jamás preguntaré.

 

Son amigos, no sé desde cuando, pero todos parecen llevarse bien, aunque el hermano de Sasuke no pertenece del todo, les da trabajos y oportunidad de estar ahí.

 

Yo también me paseo de vez en cuando, platico con ellos, me divierto muchísimo con sus historias o anécdotas de hace unos años.

 

Es increíble la verdad.

 

Aunque, bueno, en particular, ya no me paso como antes.

 

No desde que Itachi me encerró en su oficina, esa que esta al fondo.

 

Quería tener sexo conmigo, la verdad, no puedo mentir, esta como quiere, ese cuerpo te puede dar un infarto si se lo propone.

 

Pero ahí precisamente tuvo que fastidiarme la culpabilidad y un sentimiento que desconocí hacia Sasuke.

 

Fidelidad.

 

¿Qué si él me la tenía? No.

 

Pero yo no podía engañarle.

 

Separé a Itachi de mí; mientras me vestía de nuevo rápidamente, dejándole en claro que no quería que esto se volviera a repetir.

 

Aunque con el paso de los días no desistía, ni tampoco los demás.

 

Por alguna razón comenzaron todos a querer eso conmigo, y no quería.

 

Maldita culpabilidad, estúpido Sasuke.

 

Yo vivía prácticamente solo.

 

De mi padre no sabía nada; según me enteré se marchó dejando sola a mi madre Kushina cuando yo aún era muy pequeño.

 

Mi madre fue un ángel, la amé demasiado lástima que tuvo esa enfermedad tan difícil, el cáncer.

 

No resistió más que un año, y falleció.

 

Lo único que tenía en este mundo, era mi hermano Deidara.

 

El muy cabrón me salió que quería ser artista.

 

¿Artista? ¿En estos tiempos?

 

Pero ahí yo, como pendejo, apoyándolo y verlo que se marchaba a Italia. A un país lejano, desconocido, y yo aquí.

 

Me mandaba cada mes un poco de dinero que el conseguía trabajando, pero me negaba en ocasiones, sabía que era muy difícil mantenerse en aquel lugar, mas la Universidad.

 

Yo tenía beca, así que por la escuela no me mortificaba, al menos, no tanto como mi hermano.

 

Habían pasado dos años desde entonces, y le pedía a mi madre desde donde fuera que estuviera, que nos ayudara a vivir.

 

Vivir, dicen que si tienes vida puedes lograr muchas cosas.

 

Lo dicen personas con puestos importantes, el futuro comprado.

 

¿Y nosotros qué? ¿Las personas de la vida real pueden con esa basura?

 

Fin POV´S Naruto

 

-Naruto-

 

Llamó un pelinegro al ver al otro con mirada perdida. El rubio levantó la mirada al ver aquellos ojos negros que le miraban fijamente.

 

-Sasuke, ¿Qué haces tan temprano?-

 

-Pasé a verte, anda, vamos al departamento…te llevaré a ese puesto…a eso que llamas comida-

 

-¡Ramen!-

 

Gritó emocionado tomando de la mano al otro arrastrándolo hacia unas cuadras adelante. Por alguna razón, habían terminado juntos, pero, a veces uno se quedaba en la casa del otro y viceversa, pero jamás vivirían juntos.

 

Sasuke se negaba a perder su “libertad” además, que a veces llevaba compañía nocturna.

 

Por algún motivo conocer esto, a Naruto le provocaba un malestar inmenso en su estomago.

 

Había ocasiones que deseaba con todas sus fuerza, no haber aceptado aquello que le propuso el pelinegro, hacer todo como pareja sin serlo.

 

Naruto tenía que dejar su espacio al otro, pero este si exigía derechos al rubio.

 

Dar y no pedir.

 

Sabía que hasta su propio hermano quería tener a Naruto para él, siempre era un tema de discusión, reclamos, algunos golpes, corridas de casa.

 

Y ahí estaba. Lo tenía delante de él y según, su hermano, no lo aprovechaba.

 

¿Tenía que serle fiel? ¿Decirle “te amo”? Jamás exigieron nada.

 

Nunca se reprocharon, pero, aquellas miradas vacías y tristes que el ojiazul le daba, eran tan transparentes.

 

Como está que ahora le da al ver como se acercaba una mujer y le robaba un beso.

 

-¡Sasuke! ¿Cuándo salimos al antro? ¡Tengo muchas ganas de ir!-

 

-El viernes Sakura, yo paso por ti-

 

Sonrió provocativamente arrancando un jadeo de aquella peli rosa y se marchó.

 

Naruto perdió el apetito rápidamente. No podía negarlo, ya no quería compartir.

 

La vida es una mierda.

 

Pero la mierda lo haces tú. Repitió aquella vocecita en su interior.

 

-¿Sucede algo?-

 

Preguntó el otro, el rubio solo sonrió levantándose, le miró fijamente.

 

-Se acabó-

 

Dijo decididamente, aunque se encabronó al escuchar aquella risa de superioridad por parte del otro.

 

-Por supuesto que no, yo decidía cuando termina…-

 

-¡He dicho que ya terminó! ¡Adiós!-

 

Si ahora lo entendía.

 

Si era celoso, estaba enamorado.

 

Del maldito e inconsciente de Sasuke, el que fue su amigo, el que le propuso aquel “free” y el de idiota acepto.

 

Porque sabía que jamás lo hubiera tenido de otra manera.

 

Llegó como pudo a su departamento dejándose caer en la cama, no sabía si llorar, echarse a reír, o no sabía.

 

Deidara había mandando una carta diciéndole que podía irse con él a Italia, a vivir con él.

 

Había conseguido un pequeño aumento en su trabajo y podrían vivir los dos.

 

No era mala idea, ¿Qué lo ataba en esta ciudad?

 

Este país.

 

Suspiró rodando en la cama; llevó sus brazos detrás de su cabeza, pensaba y pensaba.

 

El tuvo la culpa por aceptar, pero, espero demasiado.

 

-Me he cansado de esperar-

 

Un día llegó.

 

Era jueves, pero no le apetecía ir a la preparatoria, así que faltó. Eran las diez de la mañana y fue hasta el taller, saludó a un peli gris y fue hasta donde estaba Itachi, que se encontraba debajo de una camioneta.

 

El se sentó apoyándose en una mesa metálica, observando.

 

-Itachi, necesito tu consejo-

 

El pelinegro salió mientras observaba aquel semblante del ojiazul.

 

-Te ves serio, ¿Qué sucede?-

 

-Quiero irme de Japón-

 

Un silencio se hizo presente, pareciera que duro una eternidad por que Naruto se incomodo por aquella mirada penetrante de esos ojos ébano.

 

-¿Estas seguro?-

 

-No lo tomes a mal pero, ya nada me queda aquí, me iría con mi hermano a Italia-

 

El otro se levantó para ir a lado del menor, tomó un trapo para limpiarse las manos, hasta que con un brazo rodeo aquellos hombros.

 

-Como amigo, te apoyó…como amante frustrado me duele, pero ante todo, como si fueras mi pequeño hermano, solamente puedo decirte, que hagas lo que sea mejor para ti-

 

-Gracias-

 

Murmuro abrazándole también, se sentía herido, feliz, contento, triste pero sobre todo confundido.

 

Llegó el fin de semana.

 

Tramitó todo lo que era necesario, y por fin, ya la escuela no sería un problema.

 

Había preparado las maletas, le había dicho a Itachi que no quería despedirse de nadie.

 

No quería ver a nadie, mucho menos a Sasuke.

 

Si lo viera, todo su valor se esfumaría.

 

Un taxi se paró delante de aquel complejo y el bajó con una sola maleta, quizás regresaría en un año, pero ya con una nueva vida, sin un pasado atrás.

 

Una vida que no fuera una mierda para sí mismo.

 

El chofer subió la maleta al portaequipaje y él en los asientos traseros.

 

Sasuke le miraba fijamente desde el departamento, nunca tuvo intenciones de detenerle.

 

Pero por alguna razón le dolía el pecho.

 

Levanto de nuevo las aspirinas y las observó.

 

-Han de ser esto lo que me causa eso-

 

Para Naruto, su vida no daría cambios ni giros. Seguiría igual pero en otro país.

 

Sasuke, vivía en la ignorancia de no saber diferencias la libertad de la soledad.

 

Ninguno de los dos quería esa vida, pero era la única que había y conocían.

 

Pero al rubio, al alejarse de su niñez, adolescencia, no pudo evitar que una lágrima cayera por su mejilla.

 

Quizás el dolor era lo único que lo ligaría a su pasado…y a su vida.

 

 

 

FIN

Notas finales:

¡Un comentario me haría muy feliz!

¡Saludos y ojala haya sido de su agrado!

¡Un beso!


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