Si hoy es el dia en el cual por fin le diré cuanto le amo que desde el primer dia que lo vi no dejo de pensar en él, por que cuando le vi me perdí en esos hermosos ojos miel tan expresivos; esa linda sonrisa que me regalo al darme mi cappuccino, porque si así lo conocí cuando pasando un dia por ese Café, por suerte, se me antojo uno. Ah hay esta sirviéndole a esa joven.
Miro mi reloj no falta mucho para su hora de salida. Boto el cigarrillo recién terminado suspirando una vez más ojala y me dé una oportunidad para conocernos, niego con la cabeza con una sonrisa, ni siquiera me he atrevido a hablarle ni una sola vez pero la fe es lo último que muere ¿no? O eso es lo que dicen. Meto las manos a los bolcillos, ya está saliendo junto con unos compañeros, empiezo a caminar y él va a cruzar la calle; ¿pero que demo…? No detente viene un auto, él no se ha dado cuenta se está despidiendo viendo hacia atrás, ¡No!, empiezo a correr y escucho los sonidos del claxon avisándole que voltee, llego justo a tiempo y le empujo el auto impacta en mi costado y… nada oscuridad, escucho a lo lejos voces empiezo a abrir los ojos y le veo pero no me gusta, no está sonriendo, está llorando porque no lo entiendo ¿Me tiene miedo?, trato de levantar una mano, acariciarle su rostro decirle que no llore, pero al hacerlo ¿Está cubierta de sangre?, ¿Qué ha pasado?, no puedo hablar me siento débil… ha ya recuerdo le he salvado, si, pero porque llora ¿se ha hecho daño?. Oigo sirenas, han llegado la ambulancia lo veo por última vez, me siento cansado quiero dormir un rato – Me… alegro,… ¿Estás bien?... – logro decirle para después cerrar los ojos.
El hospital está repleto pero a causa de la gravedad lo pasan directamente a cirugía, Shinji que fue quien subió a la ambulancia para acompañarlo ya hacía en la sala de espera abrazando sus piernas sin dejar de sollozar. ¿Cómo pudo haber pasado esto? Se preguntaba, Takeru estaba ahí por su culpa, porque no se fijo bien si él iba exactamente a saludarlo a decirle que le gusta y que le quería conocer más, acaso el destino no los quería juntos tenía que separarlos de esa manera “¿Por qué no a mí?” se culpaba.
-¡Kuroki Takeru!, ¡¿como esta?! – escucho que preguntaban a una enfermera, una señora junto a unos jóvenes, “tal vez su familia” pensó.
-Déjeme preguntar, disculpe – ofreció la enfermera educadamente. La señora sentó en una de las butacas parecía querer llorar, claro que madre no lloraría sin saber que le ha pasado a su hijo.
-Mamá, llamare a Kaoru – le dijo el que parecía ser el mayor, la señora solo asintió mientras se abraza al más pequeño comenzando a llorar.
Shinji se sintió aun más culpable, vaya forma de conocer a la que pudo haber sido tu “suegra”, hiriéndola, se levanto secándose las lagrimas por lo menos tenía que estar un poco decente si le iba a pedir disculpas, se acerco hasta quedar frente a ella inclinándose y cerrando los ojos.
-Lo siento… por mi culpa él ha salido herido… fue mi indiscreción no fijarme al cruzar – sin dejar la inclinación, la señora se sorprendió habían dicho cuando le hablaron que fue a causa de un accidente pero no de cual, sonrió sin muchas ganas, “solo salvo a este joven, no merece morir…” pensó, ayudo a Shinji a levantar el rostro - yo debería estar ahí y no él… por favor, discúlpeme – termino de decir mostrando las lagrimas que corrían por su rostro.
-No tienes porque disculparte, no ha sido tu culpa… solo fue un accidente – negando con la cabeza, Shinji no supo que mas decir asintió y se volvió a su lugar anterior.
Minutos después llego apresurado un joven como de la edad de Takeru, “Debe ser el tal Kaoru” pensó Shinji al verlo, este abrazo a la señora dándole apoyo y antes de sentarse a su lado le vio sentado en el fondo de la sala con las manos apretando sus rodillas llorando, se acerco al que había hablado por teléfono y este le explico quien era aquel joven, Kaoru asintió bajando la cabeza con que aquel era el chico del cual Takeru nunca dejaba de hablar, ¡maldita mala suerte! Se acerco a Shinji sentándose a su lado este le vio y le pidió perdón por haber causado eso a su amigo, Kaoru negó con la cabeza abrazándolo, reconfortándolo.
Después de una hora y media sin saber nada de Takeru, como podía ser que ninguna enfermera tuviera información algo para dar aun más esperanzas. Y por fin salió el doctor, Kaoru se acerco a la madre de Takeru que ya estaba interrogado al doctor, Shinji se acerco un tanto quedando un poco alejado no quería ser impertinente.
-Lo siento… hicimos todo lo que pudimos, pero sufrió una grave contusión en la cabeza además de los daños internos que sufrió – dijo el doctor bajando la cabeza – no pudimos hacer mucho…
La señora negó con la cabeza llorando desgarradoramente sus hijos, quienes también lloraban, la sostuvieron ya que estuvo a punto de caerse, Shinji cayo arrodillado al piso sin creerlo negando con su cabeza recargándose en la butaca que le quedo cerca llorando al igual que la madre, Kaoru agacho su cabeza apretando los puños vio de reojo a Shinji, “pobre chico…” se dijo a si mismo antes de acercársele y levantarlo ayudándolo a salir al patio.
-No te culpes… - le pidió sentándose con él una banca.
-N-no, como podría n-no hacerlo… - decía con trabajo gracias a los sollozos – le he matado y ni siquiera le p-pude decir… c-cuanto lo amaba… - tapándose la boca, sollozando más fuerte.
-¿Qué? – pregunto Kaoru sin creerlo, no era cierto era un amor correspondido uno que ahora nunca se cumplirá, ¡Maldito destino que les jugo sucio!
-S-si, nunca le alcance a conocer n-no de frente solo cuando… l-le atendí un dia – le explico – pero hoy se l-lo iba a decir, siempre l-le veía en la calle de enfrente y hoy m-me decidí a confesárselo… p-pero ahora…
-Él también…
-¿Hm?
-Él también te… amaba, él siempre iba a verte por qué no se atrevía a decírtelo en persona – sonriendo levemente, mirando al cielo – hoy te lo iba a decir… por eso te salvo, el siempre quiso tu bien todos los días me lo decía – volteando a verlo con una sonrisa, Shinji no lo creía su amor era correspondido y ahora nada….
-… - no sabía ni que decir eso no podía estar ocurriendo todo era un mal sueño… no, no lo era todo es real su amado ahora esta… muerto y sin saber sus sentimientos.
-no te debes desmoronar, tienes que vivir que valga la pena el que te haya salvado… - le dijo Kaoru antes de levantarse e irse.
Al dia siguiente fue el velorio sin fuerzas para asistir pero aun así lo hizo sin poder ver siquiera a la señora y sus familiares se mantuvo en el fondo de la sala, sollozando en silencio viendo la foto rodeada de flores de un Takeru serio. No aguanto más y salió de ahí respirando profundamente y viendo al cielo tratando de tranquilizarse.
Cuantos días habían pasado ya ni los contaba, solo no podía olvidar a Takeru, ni Kaoru había logrado sacarlo adelante tratando de ayudarlo ya había ido a su casa, al parecer había preguntado en su trabajo, un par de veces preocupado y ni siquiera había querido hablar con él, solo en su habitación culpándose por su muerte, si tan solo no hubiera sido tan descuidado pero él hubiera no existe… Hasta parecía que el viento le jugaba una broma cada vez que sentía una brisa, en su habitación completamente cerrada de puertas y ventanas, que parecía susurrarle “te amo” sin haber nadie a su lado.
Ahora en su cama con un bote de pastillas para dormir, ya que no lo ha podido hacer desde ese dia, y una nota “lamento los problemas que he causado” era todo, todo para terminar su vida y tal vez reunirse con Takeru y al fin decirle cuanto lo ama. Las dejo caer en su mano sin contarlas, a punto de ponerlas en su boca una mano le detuvo… era Takeru, no podía ser cierto Takeru ya no estaba ahí y aun así sin importarle si era verdad o no se arrojo a sus brazos pidiéndole perdón llorando, él correspondió a su abrazo acariciando su cabello.
-P-perdóname, es mi culpa – le pedía sin soltarse.
-No te culpes, yo lo quise hacer por ti lo haría todo… - separándolo para verlo a los ojos – creo que eso te lo he demostrado – sonriendo levemente secando sus lagrimas.
-Te amo… no me dejes de nuevo… - rogándole volviendo a abrazarlo, no quería perderlo de nuevo aunque esto fuera un sueño que fuera por siempre y no volver a despertar.
-Yo también te amo… - dijo sin responder a lo segundo, por más que el también quisiera no podría quedarse ni siquiera sabía cómo es que estaba ahí en ese momento quizás el saber que su niño estaba a punto de caer lo hizo aparecer para salvarlo cuantas veces sea necesario.
Lo beso suave tan delicadamente como si se fuera a romper, hasta parecía que lo haría pronto se había dejado mucho tiempo – quiero ser tuyo… - le pidió en un susurro correspondiendo al beso.
-Siempre lo serás… - recostándolo suavemente en la cama, sin dejar de besarlo tan profundamente sin dejar de ser delicado, tocando cada parte de su ser como si fuera la cosa más preciada y cara en el mundo, pues para él así lo era. Profanando ese cuerpo perfecto y delicado, su piel suave tersa que le hacía enloquecer. Haciéndolo gemir de puro placer, con sus toques gentiles, sus besos llenos de amor y sus palabras dejadas en un susurro ronco con frases de amor. Entregándose al máximo para no volver a despertar.
-Te amo… - volvió a suspirar para después caer rendido a su lado, con la respiración agitada jalando a Shinji sobre él aferrándolo a un abrazo – no lo vuelvas a hacer…
-Yo también te amo, siempre lo hare – apretándose contra él sintiéndose seguro y por fin después de días… feliz – ¿Qué cosa?
-No vuelvas a tratar de terminar con tu vida… - viéndole a los ojos, sobre él – por favor
-… quiero estar contigo
-Pero no así, en ese momento me toco a mi morir el destino así lo quería… tú tienes que vivir y cuando llegue su momento estaremos juntos – acariciándole la mejilla, Shinji ladeo su rostro para tener más contacto con esa mano agarrándola después depositando un beso – Prométemelo… -pidió
-Si te lo prometo… te amo – acurrucándose en su pecho para quedar profundamente dormido.
-… Te amo – susurro segundos después observándolo dormir, aferrándose más a ese cuerpo suave, durmiéndose.
Ya era de dia, el sol entraba por la ventana, Takeru despertó viendo a su niño a su lado haciendo gestos por la luz que caía en sus ojos, sonrió, era hora de marchar, se levanto con cuidado y acomodo su ropa, acercándose a Shinji acomodándole unos mechones de cabellos que caían sobre su rostro el cual acaricio, deposito un leve beso en su frente otro en sus ojos, en su mejilla y al final uno en sus labios, susurrando un “te amo” desapareció. Shinji se removió en la cama después de sentir tantos mimos y al abrir los ojos escucho el nítido susurro desapareciendo, se había ido ya no estaba a su lado quería volver a llorar sus ojos brillaban por las lagrimas abultadas pero no lo hizo, no se volvería a derrumbar y sonrió apretando la almohada y limpiándose los ojos de las lagrimas que luchaban por salir. Se levanto y se ducho, tenía que volver a su vida normal, volver a sonreír y esperar a estar de nuevo con el amor de su vida. Al salir del departamento se topo con Kaoru que de nuevo preocupado había ido a verle.
-Estoy bien, y hasta que el destino decida esperare paciente… - le respondió con una sonrisa demostrando en sus ojos que saldría adelante, Kaoru no sabía que había pasado pero agradeció que no hubiera cometido una locura ya que nunca le abría la puerta, y como le había dicho “… Hasta que el destino decida” le cuidaría por la promesa que le hizo a Takeru en su tumba… “Gracias…” escucho levemente al topar el viento en su cara cuando salieron del edificio, solo asintió y siguió a Shinji.