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He is our sin por Meli Grimmjow Uchiha

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Notas del fanfic:

Bleach no es mío. Es del gran Tite Kubo-samaXD

Notas del capitulo:

Wuen, este es un trío, algo descabelladoXD Espero que las/os convensa mi fundamento de como Grimmjow, pues ya veranXD Los deo leer, avlaro otras cosas al final:F

Ese Getsuga Tenshou  lo había herido, o algo así. Ese maldito de Ulquiorra no le había advertido sobre esa técnica.  Le parecía muy extraño que ese intento de shinigami lo hubiera podido herir. Era débil, o por lo menos no era tan fuerte como él. Lo ponía furioso en todo sentido, se creía mejor que su persona, inaudito. Además, esa mirada… Esos ojos desafiantes, que parecían no entender lo que es el perder, el ser derrotado, ese chico era exasperante, definitivamente.

Pero después de ese ataque ese despreciable pelinaranja ya no estaba bien. Se notaba más vulnerable. Como si ya no pudiera controlar una parte de su cuerpo. Ese humano o lo que fuese era verdaderamente extraño, y su poder también lo era, no había ninguna duda sobre eso.

 

-¡Oye shinigami! Esa técnica… Ya no puedes usarla, ¿verdad?- Una sonrisa burlona se formó en su rostro. El chico parecía preocupado, aun así el arrancar prosiguió con su “análisis”.- A lo sumo podrás utilizarla una o dos veces más, pero por lo que parece no te conviene que lo hagas. No estás bien, eso es obvio.- En ningún momento su expresión cambió. Era despreciable, disfrutaba burlarse de la condición del ojimarrón. Después de todo era más fuerte que él.

 

Esas palabras sorprendieron a Ichigo. ¿Cómo era capaz de saber algo, que ni siquiera él mismo sabía? Pero ahora que lo pensaba, después del ataque, su hollow interior estaba molestándolo más de lo normal. Igualmente se sentía raro… Una opresión en su pecho lo ponía incomodo… Desde hacía poco tiempo Shirosaki lo hacía sentir extraño en cierta forma. Su mente, su corazón, sus instintos, todo él, le pedían a gritos que de una vez por todas sus cuerpos y esencias se hicieran uno. Pero no era momento de pensar en eso, tenía a un enemigo a pocos metros, con cara de sicópata, que no sabía por qué todavía no lo había matado. La verdad es que desde su punto de vista, el arrancar era muy hermoso, un físico y un rostro verdaderamente perfectos… ¿Pero qué? Una cosa era decir cosas así de su hollow interior, ¿¡pero del espada!? ¿¡En qué rayos estaba pensando!? Seguro era un problema de hormonas, por la edad y eso…

 

Un toque brusco en su cabeza, lo sacó rápidamente de sus pensamientos. El espada había posado la palma de su mano en su frente mientras que sus dedos se enredaban con rudeza en sus cabellos naranjas. Su tacto era cálido y reconfortante… pero el dolor que el ojiazul ejercía sobre él era casi insoportable. Su reiatsu, imponente, era el que le proporcionaba inmovilidad momentánea, desesperación era el único sentimiento que lo invadía, su poder era sofocante, verdaderamente abrumador.

 

De pronto una voz demasiado familiar, resonó en su cabeza.

-¿Qué sucede mi rey? ¿Es que acaso le tienes miedo a ese hermoso hombre?- Algo andaba mal en la última pregunta, ¿hermoso? ¿Su hollow le había dicho hermoso a otro hombre? Y decía a otro hombre, porque en muchas ocasiones ese maldito lo había intentado acosar. Verbalmente claro, porque si hablamos de acoso físico, jamás había llegado a lograrlo, si es que ese era su objetivo. Pero igual, extrañamente, se sentía de acuerdo con su contraparte. De verdad que ese arrancar era bello, pero eso no era de lo que se tenía que preocupar.

 

-Cállate, no es momento para que andes molestando.- Ichigo realmente se sentía agobiado, la energía espiritual del espada era mucha. Se sentía perdido, y podía percibir como el reiatsu enemigo se colaba en su mente, directo a su mundo interno. Parecía que el poderoso hombre estaba buscando algo. Pero no sabía qué. La preocupación aumentaba a medida que el peliazul avanzaba en sus pensamientos y recuerdos.

 

Para Grimmjow era todo un deleite. Todos esos pensamientos absurdos, además de que esas memorias tan trágicas y tristes, le causaban una gracia inmensa… De repente, encontró un lugar, aislado, cerrado, rodeado y protegido con una barrera de energía espiritual alrededor. Aparentaba ser importante aquel espacio. La curiosidad invadió al de ojos azules. Se dispuso a romper la muralla. Tardó un rato en lograr hacerle una grieta, definitivamente esa zona era sumamente importante para el shinigami.

Con parte de todo el reiatsu que había utilizado para la inspección, dedicó un tiempo más a poder agrandar la fisura. Finalmente se filtró en el territorio deseado. Por medio de su energía, observo cada parte de aquel espacio. “Interesante…” Pensó el arrancar. Verdaderamente extraño, rascacielos, un cielo lleno de nubes, apunto de llover. ¿Qué era lo que pasaba con ese chico? O más bien, ¿Qué era lo que pasaba con su mente? La primera impresión que daba ese lugar, era que Ichigo tenía su mundo un tanto desordenado. Al igual que sus emociones. Desequilibrio total. A decir verdad al arrancar no le molestaría poner orden a todo ese lío, pero no debía, no en ese momento… ¿O tal vez si?...

Qué más daba, ya estaba metido hasta las manos con el de cabellos naranjas. ¿Qué mal le haría tirárselo? El shinigami no estaba nada mal, su físico era muy bueno y su cara era bastante linda a pesar de ser solo un mocoso. Una sonrisa apareció espontáneamente en su rostro, dejando ver que su idea no había sido desaprobada. Ni un poco.

 

Mientras tanto, el vizard se dignó a aparecer en su mundo interno al sentir como el de ojos azules había logrado penetrar en el mismo. Aun que no veía rastros del cuerpo del espada, si podía notar su presencia en forma espiritual. Buscó rápidamente a su hollow interno. Cuando lo encontró, enseguida hizo que se callara para poder explicarle como eran las cosas. Ichigo suponía que no habría ningún peligro en ese sitio, ya que supuestamente el de cabellos azules no podría aparecer en su forma concreta ahí adentro. Pero se equivocaba. Si bien Grimmjow no era bueno en eso, Aizen le había enseñado a él y a los demás espadas como materializarse por medio de su reiatsu, si es que no podían entrar o salir de alguna barrera espiritual. Un recurso muy útil en ese instante. Entonces, el arrancar comenzó despacio, de pies a cabeza. Le costó, pero pudo hacerlo sin mucha dificultad. Una vez concretada su materialización, se encaminó en la búsqueda del shinigami, y la otra presencia, muy parecida a la suya, que había detectado.

Juró haber buscado por horas en ese lugar tan amplio. Pero por fin lo había encontrado. Al de cabellos naranjas y… el otro ¿quién demonios era? Es decir, ¿Qué demonios era? Su apariencia era exactamente igual a la del humano. Salvo que el otro, tenía su piel y cabellos blancos, su traje blanco y la cinta que sostenía su hakama negra, al igual que la vestimenta de los espadas, y sus ojos eran amarillos y negros. Que tipo tan extraño, se parecía un hollow en síntesis…

“¡Claro! ¿Cómo no darse cuenta antes? …l es un hollow… El hollow del shinigami. Por eso es que tiene un aura casi idéntica a la mía.” Por fin Grimmjow había descubierto lo que el alvino era. Aunque se le hacía raro el porqué el de ojos marrones tenía una contraparte interna, le hizo caso omiso por el momento. Tenía algo más importante que hacer, que averiguar sobre la estúpida vida del mocoso.

 

 

Si bien el de ojos azules estaba cerca de ellos, guardaba la distancia necesaria como para atacar o defenderse. Era precavido, sin embargo no lo parecía. Ichigo miró a Shirosaki, eso significaba que llevarían a cabo el precario plan que habían podido idear antes de que el arrancar se les plantara en frente. Por primera vez en toda la existencia del hollow, estaba de acuerdo con su rey. No tenían otra opción que pelear contra el intruso. En equipo, como nunca nadie los hubiera imaginado. Tal vez así lograrían que el espada saliera herido y regresara a Hueco Mundo.

Invocaron el bankai al mismo tiempo. A lo que Grimmjow respondió poniéndose en posición defensiva. No se esperaba que estuvieran dispuestos a luchar, después de la inmensa paliza que le había brindado al shinigami. Ahora que lo recordaba, el de cabellos naranjas estaba aun muy dañado. Por su condición, no duraría mucho tiempo más en pie y dudaba que el otro lo defendiera o protegiera cuando ya no tuviera energías para seguir.

El momento de arremeter contra el enemigo había llegado. Tal y como habían acordado, Ichigo atacaría por la izquierda y Shirosaki por la derecha. Desde una corta distancia le lanzarían un Getsuga Tenshou desde ambos lados. Y así fue. Solo hubo un pequeño inconveniente. El espada esquivo el doble ataque sin ningún problema, haciendo que las energías chocaran entre sí. Esto provocó una gran nube de humo. En ese momento, Grimmjow, aprovechando la poca visibilidad, utilizó sonido para quedar detrás del hollow, para así tomarlo en un fuerte “abrazo”, que lo dejó inmovilizado. Ese agarre tomó por sorpresa al alvino, quien no pudo hacer nada para liberarse. El de ojos amarillos solo pudo sentir como los brazos del arrancar rodeaban su cuerpo. Al reaccionar, buscó casi al borde de la desesperación, la mirada de su rey. No la encontró. ¡¿Dónde rayos se había metido el desgraciado?! Se calmó un poco y comenzó a mirar a sus alrededores. No lo veía en ningún lado. Lo único que pudo razonar fue que el muy cobarde había huido. Pero pensándolo mejor, el de cabello naranja no era de esa clase de personas. Entonces, ¿Dónde estaba? No había tiempo para idear una estrategia o algo por el estilo. Si siempre actuaba por instinto, ¿Por qué cambiar eso ahora? No le gustaba admitirlo, pero lo necesitaba. Necesitaba de la ayuda de Ichigo urgentemente.

 

 

Repentinamente sintió como unas manos se posaban en su cintura. Instintivamente miró hacia abajo y encontró lo que tanto buscaba, Ichigo, su rey que estaba… ¡Estaba a punto de despojarlo de la parte inferior de su vestimenta! Dejó de pensar en ello en cuanto una mano, grande y brusca, se abría paso dentro de su camisa, abriéndola más y más. Esos dedos jugaban, insistentes, con uno de sus pezones. Era una de las manos del peliazul. ¿¡Pero qué rayos les pasaba a esos dos!? …l no era juguete de nadie. ¿¡En qué diablos estaban pensando!?

El nudo de la cinta que sostenía su hakama se desató. Y su parte inferior quedó completamente al descubierto. “Maldición, estoy en problemas… ” Pensó el hollow. Su rey estaba besando y lamiendo su abdomen, mientras que el arrancar lamía su cuello y mordía su hombro, al mismo tiempo que jugaba con uno de sus pezones, al igual que el de cabello naranja con el otro. Todo esto sin que Grimmjow aflojara su agarre. Juguetearon un rato más con las tetillas del peliblanco. Ichigo ascendió por todo el torso desnudo del de ojos amarillos, hasta quedar justo del lado de su oreja derecha. Mientras que el arrancar había lamido prácticamente toda su espalda y ahora estaba del lado de su oído izquierdo.

 

-¿Estás listo para qué te violemos?- Dijeron Kurosaki y Grimmjow al unísono. Los ojos del alvino se abrieron a más no poder. No sabía que pensar. …l… ¿Pasivo? Jamás se había imaginado así, pero dada la situación, no tenía otra opción que dejarse hacer. Pero eso no quedaría así, eso lo juraba. No hablaron más. El espada deshizo por fin el aferre. Dejando libre a Shirosaki. Este no se movió, solo se quedó ahí, parado, esperando por la próxima tortura.

 

Comenzaron. Más bien, siguieron con sus acciones, pero ahora un poco más encendidos que antes. El pelinaranja por el frente y el ojiazul por detrás. No quería ni imaginarse lo que le harían, así que solo se dejaría llevar. El vizard empezó lamiendo sensualmente el cuello, recorrió absolutamente todo su pecho y abdomen. Mientras tanto, el espada transitó a pequeño mordiscos cada parte de la espalda del hollow. Inclusive mordió salvajemente su trasero un par de veces, acto que obligó al de cabellos blancos a gemir incontrolablemente. Ambos estaban estimulando al alvino para que se excitara. No necesitaron muchos recursos para lograrlo.

Una vez que su entrepierna se despertó, el siguiente paso por parte del shinigami fue comenzar a masajear el miembro de su contraparte, lenta y continuamente, para así poder llevárselo a la boca sin ningún asco. Mientras tanto Grimmjow seguía arrancándole gemidos, terriblemente excitantes para él y para Ichigo. Se dirigió con su lengua hasta la entrada de Shirosaki. Lo siguiente fue rodearla dejando un poco de saliva, y luego entrar en ella. Increíblemente el alvino se sonrojo al sentir el contacto en esa área.

A todo esto, el ojimarrón, lamía con lujuria el miembro del de ojos amarillos y estaba a punto de metérselo de lleno en la boca, cuando vio como el arrancar se paraba. Esperó para ver qué era lo que iba a hacer. Observó cómo le daba a lamer dos de sus dedos a su contraparte, y enseguida entendió porqué que lo hacía. Aguardó hasta que se volvió a agachar. Y cuando lo hizo, solo se miraron, y uno se metió con sus dedos en la entrada del alvino, y el otro dejó que toda su cavidad saboreara el miembro del susodicho. El vaivén del humano fue haciéndose más rápido a medida que el ojiazul iba agrandando, ahora con tres dedos, la entrada del de cabello blanco.

Por fin llegó el momento. Shirosaki no aguantó más la estimulación del pelinaranja, y se corrió en su boca. Inmediatamente Kurosaki se tragó absolutamente todo el semen que había en su boca y el que había sido salpicado en su rostro. Era delicioso, pero prefirió no decir nada. Después de todo no valía la pena hacerlo. Entonces, el hollow tuvo la ilusa esperanza de que toda esa situación hubiera terminado. Pero no fue así. De eso se dio cuenta cuando sintió como el miembro del shinigami se acercaba peligrosamente a su entrada. No se percató de cómo o cuando el pelinaranja y el espada habían intercambiado lugares. Aunque tampoco lograba ver donde se encontraba el peliazul. Eso no importaba en ese entonces, su rey ya estaba dentro de él, y le dolía a horrores, pero no gritaría. Mucho menos le pediría que se detuviera. Porque si bien sufría, también disfrutaba de lo que le estaban haciendo. Y no lo negaría.

Después de que empezaran las feroces embestidas, el ojimarrón lo forzó a tirarse al suelo y, a darse la vuelta. Así, de estar con rodillas y codos apoyados en el piso, pasó a estar acostado boca arriba, con sus piernas enredadas en la cintura de Ichigo. Ahí, es cuando descubrió donde se había metido el arrancar. Tal y como lo había hecho con él, ahora le estaba dilatando la entrada a su rey. Luego de un rato de silencio, escuchó un grito desgarrador proveniente del shinigami que tenía encima, seguido de un fuerte empujón.

 

-¡Maldición Grimmjow! ¡Hazlo un poco más despacio!- Las lagrimas brotaban de los ojos de Kurosaki. Los movimientos cesaron unos minutos… Desde el punto de vista del de cabello blanco el chico sufría como si lo estuvieran atravesando con una katana, y no dudaba que lo que le estaba introduciendo el arrancar no fuera algo parecido.

 

-¡Cállate shinigami! ¡Y deja de tensarte de una máldita vez! ¡Si no lo haces te dolerá más!- Por extraño que sonara, esas palabras hicieron que la mayoría del dolor se fuera en unos instantes. La sexta, aunque no se diese cuenta, estaba demostrando algo de compasión o preocupación tal vez, por el dueño de ese mundo cuando le dijo esa última oración. Relajó un poco su cuerpo y en segundos, Grimmjow comenzó a moverse lentamente de atrás hacia adelante, al mismo tiempo que Ichigo realizaba el mismo movimiento embistiendo a Shirosaki. El ritmo se aceleró pronto. Los gemidos del rey y el “caballo”, resonaban por doquier. Eso hacía que el espada fuera aun más rápido, al igual que el vizard por efecto secundario.

Dos manos rodearon el miembro del hollow. Una del peliazul y otra del de ojos marrones, ambos comenzaron a masturbarlo a la misma velocidad con la que embestían. Demaciado placer conjunto formaba el ambiente. Un sol resplandeciente cubría el cielo celeste, sin una nube. Hichigo sonrió, ya que lo único que se le vino a la mente, fue el pensar en que su contraparte estaba disfrutando de aquello que estaba haciendo.

 

Era todo todo un sueño. Los tres se sentían en la gloria. Aun así, estaban consientes de dos cosas. Una que eso no duraría para siempre, siquiera duraría unos minutos más. Y dos, que eso que estaban haciendo, no volvería a ocurrir, al menos eso creían. Los tres hombres estaban ya muy cansados, y al punto de alcanzar al tan ansiado clímax. El primero en llegar, fue el de ojos amarillos. Dejando escapar todo el líquido blanquesino que salía de su hombría, manchando las manos del arrancar y el shinigami, el rostro y abdomen de este último también. Pasaron alrededor de siete minutos y el siguiente fue el de cabellos naranjas, que se dejó correr en el interior de su “caballo”.

Transcurrieron un par de minutos más, y dando unas últimas, duras y feroces embestidas, el sexto espada acabó en el interior del de ojos marrones. Estuvieron un rato en la misma posición, ninguno quería moverse de donde estaba. Finalmente, la fuerza de voluntad de Grimmjow hizo que muy a su pesar, empezara a sacar su miembro de aquella cálida entrada. Suspiró, y se colocó el hakama lentamente. Kurosaki copió las acciones del enemigo, y se colocó junto a él. Ambos miraron a un agotado hollow postrado en el piso, así que recojieron sus ropas y lo cubrieron con ellas, lo miraron nuevamente. Entonces el de cabellos azules se dispuso a irse, diciendo algo como “No te tardes shinigami, que quiero decirte algo antes de irme…” Después de decir esto, su imagen solo desapareció.

 

Por su parte, el de ojos marrones no tardó mucho en esfumarse de ese lugar. Dejando sola a su contraparte. Una vez fuera de su universo, no dudo en preguntar que es lo que quería el arrancar.-¿Qué es lo que querías decirme?- Frunció el seño en forma de enojo, solo para aparentar la enemistad.

 

-Solo te diré esto una vez… No creas, que porque esto pasó, tu ya no serás mi enemigo.- Una sonrisa de psicópata se formó en su rostro.- Al contrario, ahora, cuídate mocoso, porque esta no será nuestra última batalla.-

 

-¡Já! ¿¡Qué te hizo pensar, que yo creería eso!? Es más, estaré esperando por nuestro proximo encuentro.- Sus ojos se mostraron desafiantes, pero luego recordó que debía preguntarle una cosa…-¡Oye!¿Cuál es tu nombre?-

 

-Grimmjow… Y recuerda esto…- Al mismo tiempo que dijo esas palabras, abrió un garganta y se metió en ella.- Reza por no volver a oír ese nombre. Porque la proxima vez que lo oigas… ¡Será tu fin!- 

           

 

                                                                                                                                                                                           Fin.

 

 

 

Notas finales:


Bueno, espero que les haya gustado. Ahora sí, espero que les haya convencido de como Grimmjow se coló al mundo de IchigoXD Nose el final es algo..raro. Y por último, él word tenía un problemita, entonces escribí sin correccion, si alguna palabra está mal no duden en decirmeloXD Bue eso es todo, nos leemos pronto y porfis DEJEN REVIEWSXD


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