Ya han pasado algunos meses desde que terminó aquella terrible mudanza, sin duda alguna fue un trabajo muy arduo y en algún momento pensé que nunca terminaríamos de acomodarnos, pero al final resultó ser muy beneficioso para ambos. Ahora es mucho más fácil para Nowaki realizar todas sus actividades, ya que no pierde tanto tiempo en los traslados y yo tengo más espacio para guardar mis valiosos libros.
Debido a que el departamento que tenemos es más amplio que el anterior, tuvimos que comprar algunos muebles nuevos, sobre todo para la recamara, ya que la cama que teníamos era muy pequeña y me obligaba a estar muy junto de él, y también se requirieron un par de libreros nuevos y un escritorio para las tareas de Nowaki.
A una semana de haber concluido con la mudanza, los vecinos del lugar nos dieron la bienvenida de manera muy discreta y sencilla, son personas muy amables y cuidadosas, sobre todo la señora Hitomi, que es la administradora del lugar, en una ocasión comentábamos con ella la gran demanda que tenían los departamentos, y que fuimos afortunados en haber obtenido uno de éstos.
Desde un principio resultó fácil adaptarnos a nuestra nueva vida, la ubicación del lugar nos favoreció mucho y con respecto a las citas en un inicio éstas solían ser como antes, salíamos a comer o cenar en algún restaurante familiar, de compras o me acompaña a la tienda de libros usados, aunque últimamente hemos estado saliendo a lugares que él selecciona o simplemente nos dedicamos a hacer las cosas que a él tanto le gustan. n\n
Ahora más que nunca me siento muy comprometido con él, no tengo ninguna duda de nuestra relación y de mis sentimientos, confieso que en aquella noche bajo la luna no sólo le entregue completamente mi corazón, de cierta forma también le entregue las riendas y el control de nuestra relación, ya no es necesario que levante esas barreras con él, ya no es necesario que le impida avanzar, porque, yo…………. lo amo con toda mi fuerza b29;b29;b29;b29;b29;b29;.
Sin embargo, este último mes ha sido terrible, los dos hemos estado muy ocupados con nuestras responsabilidades, Nowaki se encuentra trabajando arduamente en el hospital, pronto se convertirá en un gran pediatra y requiere concentrarse al máximo en este último periodo, y por mi parte, ahora que comenzó el ciclo escolar en la Universidad, se abrieron grupos adicionales a los que ya tenía originalmente, y por consiguiente aumentaron mis horas de trabajo. u___u
Y digo terrible porque lamentablemente han sido pocas las ocasiones que lo he visto, la mayoría de éstas únicamente lo puedo contemplar mientras duerme, entre las emergencias, las guardias y los turnos de 48 horas en el hospital, Nowaki se queda tan cansado que sólo le queda tiempo para dormir cuando llega a la casa. Sería muy egoísta de mi parte hacerle algún reclamo, yo se que está luchando por su sueño y cuenta con mi completo apoyo, por mucho tiempo el ha pensado en mí, ahora es el momento que yo piense en él, tengo la esperanza de que pase pronto.
El día de hoy por la mañana cuando nos despertamos, Nowaki amaneció con una sonrisa picara, como la de un niño que está a punto de cometer una travesura, susurrando en mí oído dijo que me tenía una sorpresa, se metió a bañar mientras yo preparaba el desayuno, estaba tan distraído por la espontaneidad de sus palabras que por poco quemo los alimentos, ya hacía mucho tiempo que no despertábamos juntos y teníamos una de esas pláticas, confieso que ya lo extrañaba y que me emociona mucho :3, tengo que pegarle para que no se dé cuenta.
Antes de irse al hospital, Nowaki me citó a las 8:00 p.m. en un restaurante al cual siempre he querido ir, salió como siempre de prisa y se despidió con un caluroso beso. Es una lástima que en domingo tenga que hacer guardia en el hospital, tenía la esperanza de estar todo el día juntos, seguramente su sorpresa se tratará de algo cursi o romántico para compensar este abandono, típico de mi Nowaki, además note que salió con una maleta diferente a la que siempre acostumbra llevar, esta era un poco más grande, como si llevara algo más escondido entre el equipaje, ¿Qué será lo que lleva ahí?.
A unas cuantas horas de la cita, instintivamente me dirigí a una tienda de ropa, ¿pero qué estoy haciendo?, me veo al espejo y no lo creo, siento una extraña sensación de nervios, un extraño cosquilleo en mi abdomen mientras trataba de elegir un atuendo que sea de su agrado, diablos, es demasiada la emoción y la espera, estoy haciendo cosas que no acostumbro, ¿Qué me está pasando?, ya no soy el mismo que antes, en otras circunstancias jamás aceptaría salir a ese lugar para una cenar junto con Nowaki, y hacer demostraciones de amor en público.
Son las 8 en punto, mi corazón comienza a palpitar muy fuerte, como si tratara de salirse de mi pecho, me encuentro de pie en la entrada del edificio donde se encuentra el restaurante, siento que me desvaneceré, y un sentimiento de miedo comienza invadir mi cuerpo, lentamente abro la puerta principal del edificio, me dirijo al sitio donde se encuentra mi gran amor.