En un departamento se encontraban nuestras 2 parejas preferidas aunque como siempre discutiendo sobre algo que Usami-sensei quería dejarle claro a Misaki pero éste como siempre se negaba a aceptarlo.
- Misaki entiende de una vez por todas que ¡Tú eres mío!, ya te lo he dejado claro las veces que te he hecho el amor - las palabras eran dichas con total seguridad por el mayor.
- ¡Urusai! Te he dicho que no soy de nadie y menos de ¡alguien como tú! Además quisiera no sentirme como un objeto - toda lo que decía Misaki era inevitable, quería dejarle en claro a su "seme" que no le gustaba para nada como lo trataba, se sentía usado; lo cual no le agradaba.
- Entonces tendré que demostrarte que eres mío - Usagi-san se dirigió hacia el menor cargándolo en el acto para luego agarrar rumbo hasta su habitación.
- Usagi-baka ¡suéltame! No soy un saco de patatas para que hagas lo que se te dé la gana -claramente para el mayor todo lo que decía su uke era digno de reírse pero las ganas de marcarlo como suyo eran aun más grande como para detenerse.
- Misaki ¿Por qué no entiendes que yo solo quiero demostrarte que realmente eres mío? Y que nadie tiene el derecho de tocar algo que ya tiene dueño - sus palabras eran dichas sin saber que causaban dolor en el menor.
- ¡¡¡¡¡¡¡Baka!!!!!!!! ¡Usagi-san detesto que me trates como un simple objeto! - a pesar de que había dicho lo que desde hace tiempo resguardaba dentro de sí, sabía que el mayor lo ignoraría; pero aun así él lo aceptaba... Después de todo; Usagi-san era su amante y él lo amaba
---------------En la habitación de Usami-sensei--------------
- Debo admitir - continuo con su voz ronca rozando la mejilla temblorosa de Misaki - Que eres odiosamente bello - murmuro y lamió con placer la cara de Misaki que tembló mucho más ante este contacto y apretó fuertemente los ojos y los labios.
Sus blancos dedos empezaron a quitarle a Misaki lentamente la camisa, sonriendo malévolamente, al ver al muchacho con los ojos cerrados, aguantando todo, y afrontando valientemente lo que vendría, a pesar de ello no podía evitar excitarse; su uke era demasiado violable en todos los sentidos.
Sus dedos llegaron hasta aquel dulce cabello, suave y delicado, mientras aspiraba el olor que desprendía su adorable Misaki, dulce y delicioso. Akihiko lo sobrepasaba por unos cuantos centímetros, pero eso le encantaba, ver tan sumiso a Takahashi era excitante.
Bajo sus manos, casi como si estuviera tocando un juguete nuevo. Metió sus manos dentro de la camisa y acaricio la firme espalda de Misaki, para luego subir y sacarle la camisa hacia atrás tirándola al suelo, pudo apreciar con demasiado placer el plano de su abdomen.
Miro lascivamente al chico, que mantenía los ojos cerrados. Y lamiéndose el labio, se acerco a él. Rozo su nariz por la mejilla de este, luego bajo lentamente hasta la cavidad entre el cuello y el hombro y aspiro lo que más pudo el embriagador olor de él.
Misaki no hacía nada más que suspirar, él sabía que cuando Usagi-san quería algo él hacia lo imposible para obtenerlo así que el menor tuvo que dejar que Usami-sensei hiciera lo que quisiera.
- ¡Aaah! ¡Usagi, por favor! Ya no me tortures - no podía evitar sentir aquel placer, aunque se negara sabía que su cuerpo y mente no pensaban lo mismo.
- Me sorprende Misaki, pensé que te harías el difícil pero veo que el día de hoy si estas algo cooperativo -Akihiko empezó a lamer los rosados pezones de Misaki mientras este tan solo lanzaba ligeros gemidos.
- Usagi ya no soporto, ¡por favor hazme tuyo de una buena vez! - susurró bajito el excitado uke, mordiéndose el labio inferior al sentir que Usami le desabrochaba el cinturón, lo desnudaba, tocaba, lamia, mordisqueaba y besaba con pasión y en una actitud totalmente posesiva.
El menor cerró los ojos y suavemente se le colgó del cuello, saboreando la blanca y pura piel de Usagi-san, mientras el moreno apretaba entre sus dedos el miembro del chico que comenzaba a masturbarlo.
- Usagi ¡aaah! ¡Ahh! -jadeaba sin parar Misaki debido a la forma en que el sensei lo masturbaba.
El incontrolable Seme continuo con la tarea de masturbar a Misaki buscando que este llegara pronto al clímax, a pesar de que su hombría palpitaba -indicio de que quería entrar dentro de su uke-.
- Usami-sensei ¡por favor! Ya no puedo más... hazme tuyo ya -pedía con fervor el menor.
- A tus órdenes - escuchar por los labios de su amante "Usami-sensei" era el momento en el que tenía que entrar por completo dentro de este, rara vez eso pasaba; pero al parecer aquella noche era una de las mejores de toda su vida.
Así que introdujo sin más su ya excitado y duro miembro, sin preparación y sin nada. Misaki sentía como el miembro de Usami se introducía dentro de él, el dolor al principio fue desgarrador pero Usagi-san lo empezó a masturbar y con eso fue calmando el dolor para así convertirse en completo placer.
Sin más preámbulos Usami Akihiko empezó con las embestidas primero lentas para luego empezar a embestir tan rápido como pudiera.
- Usagi-san ya no puedo más ¡aah! ahh! Mmmm....
- Misaki que te quede claro ¡aah!..... qué... eres ¡¡mío!! -decía con total posesividad Usami a Misaki.
- ¡¡¡Ahhhhhh!! - Misaki no pudo mas, llegando así al tan ansiado clímax.
- ¡¡¡¡Misaki!!!! ¡Ai shiteru! - el mayor no soporto mas, y luego de que el menor se corriera el también lo hizo viniéndose dentro de este.
Al día siguiente luego de tan tremenda noche Misaki se despertó para preparar el desayuno, bajo las escaleras y se dirigió a la cocina para realizar la misma rutina de siempre. Luego de que preparo el desayuno le quedo algo de tiempo y quiso acomodar los osos de Usagi para así evitar de nuevo la avalancha que una vez le ocurrió, una vez que llego al cuarto de Osos....
- ¡¡¡WAAAAAAAAAAAAAA! ¡¡¡Usagi-san!!! Deja de traer tantos osos... no entiendes que ya no hay lugar - decía con impaciencia el menor sin percatarse que detrás de él se encontraba Usagi.
- No entiendo que es lo que te molesta de mis osos ¬¬' no te hacen ningún daño - no pudo evitar abrazar a su adorable y sexy amante.
- ¡¡Waaaaaaaaaaaaaaaaaa!! ¡¡¡Usagi-baka!!! No me des esos sustos... ¿acaso quieres matarme? - respiraba agitadamente por tremendo susto y tratando de librarse de aquel embrasador y asfixiante abrazo.
- Te quiero Misaki - sus palabras fluyeron con total naturalidad, como si aquello siempre estuviera siempre presente.
- Etto.... - Takahashi no sabía que contestar, a veces quería dejarle en claro a Usagi-san que también lo quería pero nunca podía.
Sin esperar alguna respuesta por parte de Misaki, Akihiko lo agarro de un brazo, lo saco del cuarto de Osos y lo llevo hasta su habitación ya que era la más cerca.
Cuando llego hasta su habitación aventó al menor a la cama y luego de ello, este se empezó a aflojar su corbata; en cambio Misaki al ver las pervertidas intenciones de su pareja prefirió poner en marcha su plan.
- No lo creo.... Usagi-san es un completo pervertido... si no es ahora no es nunca, a poner en marcha mi plan - Así que sigilosamente se estaba preparando para correr, cuando.....
- ¿A dónde crees que vas Misaki? - antes de que Misaki lograra su cometido Usagi lo había agarró de su camisa y lo volvió a aventar a la cama.
- Usagi-san ¡por favor! Llegare tarde a la Universidad y sabes que nunca he llegado tarde - decía con total suplicio el uke a su seme.
- No te preocupes por eso, sabes bien que yo te llevare hasta la Universidad así que ríndete - esas palabras siempre eran dichas por el mayor lo cual eran un claro indicio que no podía resistirse más.
El seme empezó a desabrochar la camisa que en ese momento llevaba Misaki y luego de ello se entretuvo lamiendo uno de sus pezones.
- Usagi-san ¡aah! mmm... Onegai... apenas ayer lo hicimos y aparte es de día - suspiraba entrecortadamente a pesar de que las caricias que recibía eran de su total gusto.
- Pero necesito recobrar las energías ya que tengo que entregar la próxima novela y creo que hoy no podre estar contigo en la noche - siguió con la tarea de desnudar a su uke.
Así que empezó a desvestir lentamente a Misaki quitando su camisa y luego empezar a morder el cuello ligeramente de este y dejando uno que otro chupón y remarcando las que anoche había dejado que seguramente al día siguiente seria demasiados notorias, luego de ello empezó a lamer el pecho de Misaki y a jugar con uno de sus pequeños botones rosados lamiéndolos y dejándolos en el acto erectos.
- Usa..gi...san - gemidos incontrolables salían de la pequeña boca de Misaki los cuales excitaban de sobremanera a Akihiko.
- Misaki no sabes cuánto me excita tu voz... tus gemidos... son una melodía que hacen que me encienda mas... hnn.
Y siguiendo con su camino luego de lamer y dejar erectos los pequeños pezones del menor dirigió su mano a la entrepierna de este para darle el placer que tanto esperaba, empezó con movimientos lentos y luego siguió con la masturbación lo cual sin previo aviso se corrió en la mano del seme.
- Usagi-san ya... por favor... no soporto - hablaba entrecortadamente Misaki pidiendo a su adorado escritor que lo hiciera ya suyo.
- Misaki ponte en cuatro - bajándose enseguida los pantalones y sacando su dolorosa erección que pedía ya poder entrar dentro de aquel agujero que tantas noches había hecho suyo.
Sin oponerse a la petición de este, Misaki se puso en cuatro y alzo sus caderas para que Usagi tuviera total acceso a su entrada y antes de que dijera algo la hombría del mayor entro en el en una fuerte estocada lo cual hizo que gritara por tal dolor y sin esperar a que se acostumbrara este empezó a darle pequeñas embestidas hasta que el menor le pidió que fuera más rápido.
- Usagi-san creo... que.. no... puedo ...más..... ahh! Mmmm - en ese momento Misaki llego al tan ansiado Orgasmo mientras que Akihiko seguía dando embestidas logrando así luego llegar de igual forma al orgasmo.
- Misaki te quiero, la verdad no se qué haría si tú te fueras de mi lado... créeme que cuando me hablas de tus amigos no puedo evitar sentirme celoso quizás demuestro que no confío en ti pero es que no quiero que me quiten a la persona que realmente amo así que perdóname por ser tan posesivo y celoso - sus palabras eran dichas con la mayor sinceridad que Misaki haya visto.
- Usagi-san creo que me gusta que seas posesivo porque me hace sentir que tengo a alguien que siempre estará conmigo en todo momento aunque haya veces en la que me molesto contigo eso no impide que aun así yo TE AME y nadie hará que tu dejes el lugar que ocupas en mi corazón - sentía una total libertad por fin decir todo aquello a su amante.
- Misaki sin duda que tú haces que te quiera hacer el amor a cada rato - diciendo esto mordiendo su oreja derecha sacándole un gemido al susodicho.
- Y yo con gusto cumpliré tus caprichos ¡PORQUE SIEMPRE SERÉ TUYO! - no podía evitar que su rostro cayeran lagrimas pero estas eran de total felicidad, ahora no había nada que los separara.
Fin~