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En ese momento supe que esto era... Destino por NitroGirl

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Notas del fanfic:

Esto es un nuevo proyecto el cual no se parece a anteriores trabajos míos, con eso quiero decir que no es una historia que se podría leer todos los días, dado que no lo escribí con la intención de ser superficial, sino que la historia tiene un contenido entre líneas y es basada en experiencias personales propias.

Notas del capitulo:

Disfrútenlo

Siempre me consideré una chica normal, común, promedio, adaptada, uniforme o como lo quieran interpretar. Jamás fui la reina del carnaval ni la favorita del maestro, tampoco el payaso de la clase o la niña sport. Mi vida se resumió en dejarme llevar por la corriente, siempre y cuando esta me llevara hacia adelante, pero existió un día que en mi tranquilo río de la vida un verdadero huracán arrasó con todo lo que yo pensaba que conocía.

 

Cada cierto tiempo nacen personas cuyas vidas son fragmentadas, yo soy una de esas personas.

 

La chica que describo era aquella del principio, a quien le incomodaba sobresalir y captar la atención del público, la que solía ser yo antes del día en que todo eso comenzaría a cambiar.

 

 

 

Mis amigas eran Ana, Julieta y Vanessa, estudiábamos juntas en el mismo salón de clases.

 

Yo sentía la hierba fresca debajo de mí y el sol de la mañana sobre mi cara ¡Qué bueno era estar así de relajado! Mis manos en la nuca recordaban a un campesino descansando a pie de un árbol con su sombrero de paja bajo.

 

Las cuatro pasábamos el descanso de clases sobre el patio del instituto, mis tres amigas desayunaban sentadas, yo en cambio, sólo escuchaba.

 

 

 

-          Por mi sector repartieron pancartas, decían que el circo viene y se quedará unas tres semanas no muy lejos de aquí – dijo Julieta.

 

-          ¿De verdad? – preguntó Ana - ¿Dónde?

 

-          Tomamos dos autobuses que suban y llegamos.

 

-          ¿Te refieres al pueblo más cercano?

 

-          Exacto, el 12 de Febrero ¿vamos? – Invitó Julieta.

 

 

 

***

 

 

 

Entonces yo había dejado a las muchachas dentro de la carpa rayada de rojo y blanco viendo a los trapecistas y el show, para comprar algodón de azúcar.

 

El pueblo donde estábamos era en las montañas, por lo tanto, frío y nublado a tal punto de no ver nada en la carretera, además, el sol se había ocultado, así que calculaba la hora y eran más o menos las seis de la tarde.

 

De pronto pasé frente a una tienda de campaña muy curiosa que engalanaba un color verde oliva y púrpura, y despedía un aroma a incienso de sándalo y rosas. Cuando entré mis ojos lagrimearon con el humo y una luminosa espectral y azul bola de cristal se hizo visible.

 

Di un salto al iluminarse un rostro moreno detrás de la luz azul cielo, la mujer usaba innumerables collares y pulseras de cuentas y esos ojos de miel eran tan tristes que hacían imaginar todos los años de penurias que ellos habían observado.

 

Como una muñeca vacía, colgó su cabeza en un hombro y me miró, un escalofrío vino a la parte de atrás del cuello. Ella me sonrió:

 

 

 

-          El amor llegará a ti del cielo, pero yo me encargaré de que seas feliz – susurró.

 

 

 

Con un estruendo todo lo que estaba dentro de la tienda se comprimió al extremo, yo sentía que me ahogaba, moriría asfixiada, aplastada por un truco de circo.

 

 

 

Y entonces todo lo que me rodeaba… Estalló.

 

 

 

Y se disolvieron transformándose en mil mariposas amarillas que aleteaban frenéticamente hacía un cielo de mediodía totalmente despejado encerrado por un círculo de copas de pinos, en aquel momento me di cuenta que estaba en medio del bosque viendo cómo desaparecía volando una nube de mariposas. Esto no era normal.

 

Levanté mi mano izquierda para dispersar un poco la luz.

 

En ese instante despejé mi vista, y vi una cesta de mimbre llevada por muchos globos de colores que comenzaba a aterrizar. Yo miraba congelada sobre mi hombro la cesta en el piso, era una hermosa fantasía ver tantos colores, podría ponerme a bailar por siempre alrededor de aquellos globos.

 

Con la punta de los dedos acaricié uno de los globos y en consecuencia la tierra y el cielo rugieron con un trueno.

 

Lo que supe después, fue que yo era un niño perdido en medio de la niebla, hacía tanto frío que mi aliento se vaporaba en el aire. Caí sobre el pasto desmayada.

 

Finalmente al despertar me incorporé, froté mis ojos, contemplé mis manos un rato, cuando eché un vistazo a mi alrededor, di un suspiro de alivio, pues al parecer dormía sobre “la colina del amanecer”, pertenecía a unos terrenos de mi tío Armando destinados a la plantación de vid para elaborar vinos (un pasatiempo de mi tío, aunque ganaba una buena pasta con eso), a pesar de quedar en el campo, la finca no quedaba lejos de mi casa, así que me ha gustado desde siempre pasar por allí a dedicarme al ocio.

 

Todo fue un sueño, pero tan bonito que desearía que hubiera pasado en verdad. Ni siquiera tengo amigas llamadas Ana, Julieta ni Vanessa… un momento… ¿Cómo sabía los nombres? ¿Vida pasada? ¡Genial!

 

 

 

En estas cosas pensaba cuando quedé en shock.

 

 

 

Mi mente ya era un hervidero de cosas fantásticas mientras dormía como para que en la vida real mis ojos vieran cosas increíbles también.

 

Voy a dar mi escusa desde el principio: mi colina no era una colina, al menos no de aquellas redonditas donde puedes rodar como un tronco sin hacerte daños, mi colina era como un precipicio. Subes por la parte inclinada, llegas a lo plano y adelante no hay nada más que una caída hacia un terreno que ya no le pertenece a mi tío Armando.

 

Por lo tanto, al yo estar sentada en mi “colina-precipicio”, la mandíbula casi me llega al piso cuando vi un globo aerostático… UN GLOBO AEROSTATICO… en el cielo (como si no fuera suficiente los globos en mis sueños). Allí me quedé, mirándolo fijamente, cuando descendía yo me arrastré por el suelo y me asomé; me preguntaba quién o qué saldría de allí, abajo dos figuras oscuras esperaban también. Ahora que lo pienso, en aquel entonces o era muy tonta o muy inocente paro no darme cuenta en ese momento.

 

No fue posible ver los rostros de las personas de abajo, pero noté que eran un hombre y una mujer. En mi cabeza la música del circo sonaba a todo volumen (tutururututurú…). Del globo aerostático salió una menuda figura pero ¡Ohh! ¡Qué cabellera tan larga y rubia tenía esta muchacha! Ondeaba con el viento y deslumbraba todo alrededor.

 

Corrí como un desgraciada en busca de alguien, por el camino encontré a Felicia, l el ama de llaves de la casa, una Trinitaria que me regañaba siempre en inglés, y la arrastré hasta la colina. Cuando las dos asomamos las narices ¡Todo había desaparecido! ¡Incluso el globo aerostático!

 

 

 

-          ¿Para esto me sacaste del trabajo niña loca? - yo sonreí.

 

-          No estoy loca.

 

-          ¿Y qué era de todos modos? – pensé un rato mi respuesta.

 

-          Un globo aerostático – le dije en forma soñadora, tan soñadora que sonó a mentira, y Felicia me dejó sola murmurando palabra en inglés molesta, pro yo sabía que en el fondo ella se reía de mis ocurrencias.

 

 

 

Pero había algo más en mi mente ahora, sé que tengo sueños desquiciados, sin embargo, aún distinguía la realidad de la imaginación y esa cabellera rubia me conmovió.

Notas finales:

Bien, aprovechando este espacio, debo decir de nuevo que esta no es una historia típica... ni muy rosa ni muy ácida... es más o menos. Gracias. n.n


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