Mu miraba al bebé mientras dormía en su cuna. Le sonreía y le acariciaba la frente con cariño. Shaka se acercó a él y con un poco de timidez puso su mano en la cintura de Mu y lo miró unos segundos mientras este seguía concentrado en el bebé.
- ¿Cómo le vamos a poner, Shaka? - miró al rubio un momento.
- No lo sé... - le respondió algo nervioso y con una risilla tonta - ¿Cómo quieres ponerle?
- Bueno... me gustaría ponerle Jacob o Ethan, o algo exótico como Efigenio, aunque ahora que lo pienso me gustan los nombres japoneses y me gustaría ponerle Kurosaki o Aoki, mientras que nada como los nombres estadounidenses, algo extraño como Lasan, que se pronunciaría Leisan, pero nació en Grecia así que su nombre debería ser griego, algo como Lander o Nestor, ¿tú qué piensas?
- Que deberías tomar agua, ¿quieres que te traiga un poco? - le sonrió.
- No tengo sed pero eso sería súper híper mega genial y maravilloso porque el agua le hace muy bien al cuerpo.
- Claro... -_- iré por un vaso - Shaka se fue un poco desesperado a buscar el vaso de agua; ya se estaba dando cuenta de por qué nadie más se ofreció a cuidar el bebé con Mu; de no ser porque el peli lila le gustaba tanto ya hubiera salido corriendo de la casa de Aries. Llenó un vaso con agua y respiró bien profundo antes de decidirse al volver - aquí está - se lo ofreció con una sonrisa en los labios.
- Gracias - Mu lo tomó y bebió un par de sorbos.
- Bueno... ya que el bebé está dormido podemos jugar a "la casita" - le insinuó con un tono provocativo y haciendo unas líneas con las manos dibujando una casita de esas que dibujábamos cuando éramos niños y solo sabíamos hacer un cuadrado con un triángulo arriba.
- ¿La casita? - le preguntó un poco desconcertado mientras ponía el vaso de agua en cualquier lado.
- Sí, Mu, lo que hacen mami y papi mientras los niños están ocupados... - abrió los ojos solo para lanzarla una de esas miradas matadoras únicas del rubio.
- ¿Trabajar? - Preguntó inocente.
- No, lo que hacen solos en su cama cuando es de noche - se acercó a él y comenzó a dibujarle unos círculos en el pecho con su dedo índice.
- Ahh... ya entiendo... - le sonrío de la misma manera pícara que estaba usando el rubio y pasó su dedo por la punta de la nariz de Shaka - descansa para cuando el bebé despierte - asintió con la cabeza - una excelente idea.
- ¡No! - Respondió un muy exasperado Shaka - la otra cosita que hacen ¡cuando están solos en su cama y es de noche!
- ¿Te gusta leer de noche? Pues sí, pareces de esos.
- ¡NO! ¡SEXO, MU! ¡NADA DE TRABAJAR, NI DORMIR, NI MUCHO MENOS LEER! ¡SOLO SEXO! - gritó más que enojado, se puso como un energúmeno. Luego se dio cuenta de cómo trató al corderito y bajó mucho más el tono - ¿quieres, por favor? - tomándolo de los hombros y mirándolo con ojos suplicantes.
- Por su puesto, Shakita, lo hubieras dicho antes - le dio un fuerte empujón a Shaka en la cama y se puso de rodillas encima de él mientras aprisionaba los brazos del rubio con sus piernas. Mu se retiró rápidamente la playera roja que llevaba puesta y desabrochó con habilidad la camisa de Shaka, quien se encontraba muy sorprendido por aquello y se quedó casi paralizado al ver la pasión del peli lila demostraba con sus movimientos.
Mu se acercó al rostro del rubio y besó su frente para bajar en línea recta hasta su boca; una vez que se encontró allí, ambos comenzaron una serie de movimientos eróticos con sus labios, besando, lamiendo, entrando y sacando.
- ¡¿Qué se supone que hacen, par de sin vergüenzas degenerados?! - Gritó Afrodita muy enojado al entrar a la habitación.
Shaka y Mu se detuvieron en sus acciones y se quedaron en seco. Mu sonrió de esa manera inocente al ver a Afrodita, mientras el hindú se le caían los pantaloncillos de la pena (de cualquier modo Mu se los iba a quitar XD).
- Estamos teniendo sexo, Dita-Chan - le respondió Mu con la mayor naturalidad del mundo y con una bondad que brillaba en sus orbes.
- ¡¿Delante del bebé?! ¡¡Y no me digas Dita-Chan!! - Le gritó enojadísimo y con las mejillas un poco rojas.
- No, no, más bien al lado del bebé, Dita-Kun.
- ¡¡Pobre niño!! ¡¡Va a ser un pervertido como ustedes dos!! ¡No! ¡Cualquiera que los ve los compra! Bueno... a Shaka no tanto porque está como medio desnutrido y ya se le cuentan las costillitas, ¡pero como sea! ¡Uno piensa que dejó al bebé en manos de personas decentes y responsable y resulta que son unos degenerados! ¿Qué sus madres no les enseñaron nunca que no se tiene s-e-x-o delante de los bebés? - dijo mientras iba y la cubría las orejas al bebé.
- A mí me crió mi maestro Shion - le volvió a responder con inocencia, dando muestra de que de verdad no entendía la situación.
- Bueno, yo siempre supe que Mu no servía ni para botarse, ¡¡¿Pero cuál es tu excusa, Shaka?!! ¿El más cercano a Dios? ¡Querrás decir el más cercano a la prostituta de la esquina! - Afrodita gritaba como una fiera, estaba completamente indignado.
- Ah... yo... bueno... - tartamudeaba el rubio muy nervioso aún debajo de Mu.
- ¡No me explique nada! ¡Eres un... un... gigoló! ¡Y ahora mismo hablo con Shion sobre esto! ¡No puede ser que ustedes se hagan cargo del bebé!
- ¿Ósea que tú te vas a hacer cargo del bebé, Dita? - Le preguntó Mu con una sonrisa cariñosa.
- ¿Qué? - le respondió un poco sorprendido porque la pregunta lo había agarrado desprovisto, después de todo, si pensaba armar un escándalo para que Shaka y Mu no fueran los padres alguien tenía que hacerse cargo del bebé. Se relajó un poco e hizo un esfuerzo inhumano por fingir una sonrisa - que por otro lado, un descuidillo cualquier lo comete, ¿no? U... ustedes hacen un maravilloso trabajo jiji - respondió muy nervioso - sigan así, yo ya me voy y me hago como que no vi nada jeje - se preparó para salir despavorido de ahí.
- Pero Dita, ¿no crees que sería súper híper mega genial que nosotros tres cuidáramos al bebé? ¡Seríamos la mejor familia del mundo! Podrías mudarte aquí con Shaka y conmigo y nos divertiremos mucho, ¿no crees, Shakita? - dedicándole una miradita tierna.
- ¿Queeeeeeeeeeeeé? Ya por fin se te fundió el cerebro, yo ni loco me mudo contigo, eres el ser que más odio sobre este inmundo planeta - le respondió Afrodita con cara de asco.
- ¡Sí! - Le apoyó Shaka - además, compartir nuestra "casita" con Afrodita ¡wakala!
En ese momento el bebé comenzó a llorar a causa de tantos gritos y peleas. Todos se acercaron corriendo a su cuna a ver qué le sucedía. Shaka y Afrodita se miraron unos a otros preguntándose con las miradas qué debían hacer, estaban un poco nerviosos, nunca en su vida habían tratado con bebés, Mu solo lo miraba con una sonrisa y le acarició la frente.
- ¿No les parece que es lo más lindo? - le preguntó a ambos al tiempo que los miraba y luego miraba al bebé.
- No, yo creo que ya lo rompimos... - dijo Shaka casi sudando de los nervios.
- No seas tonto, Shaka, no pudimos haberlo roto, ni siquiera lo hemos tocado - le respondió Afrodita con una venita roja que se le estaba saliendo de la frente por el enojo que había soportado desde que llegó a la casa de Aries - lo que sí le dañaron fue la infancia - respondió con un tono de acusación en la voz.
- Tal vez necesite ver algo bonito para calmarse - propuso Shaka.
- ¡Cierto! - Exclamó el peli celeste - ¡Voy por una foto mía! - Salió corriendo a buscarla pero al pasar al lado de un espejo se detuvo a verse y abrió la boca y los ojos mostrando una enorme sorpresa - San... to... Dios... ¡Estoy buenísimo! Hola guapo - se saludó en el espejo y se dedicó a sí mismo una sonrisa pícara - la verdad es que soy un papi champú. Si pudiera saldría conmigo - se dio la vuelta para darse cuenta de que los otros dos no le estaban prestando atención porque estaban atendiendo al bebé. Mu tenía al niño en sus brazos y luego se sentó en la cama, Shaka lo acompañó y luego se le unió Afrodita, los últimos dos estaban paradotes como unos idiotas viendo a Mu arrullar al bebé.
- ¿Alguno podría traerme la mamila del niño, por favor? - Preguntó Mu a sus dos acompañantes.
- Yo voy por ella - salió casi disparado a la cocina para buscarla, luego se la entregó a Mu quien comenzó a alimentar al niño, que se calmó casi inmediatamente mientras succionaba el contenido de la botella. El rubio y el peli celeste quedaron sorprendidos y admirados al ver cómo el chiquillo había cesado en su llanto - wow, Mu, eso fue increíble, ¿cómo supiste qué hacer?
- Pues tengo experiencia con Kiki.
- Espero que tengas mucho de eso - dijo el peli celeste señalando al biberón.
- Sí, hay bastante - sonrió amablemente.
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And the next day... (Día siguiente).
Eran las nueve de la mañana, Shaka se levantó de la cama con unas ojeras que le llegaban hasta el piso, Afrodita estaba durmiendo a su lado con unos tapones de oídos y un antifaz que había conseguido por ahí botado, y Mu estaba parado acurrucando al bebé.
- ¿Todavía no... ahh... no se duerme? - Preguntó Shaka lanzando un gran bostezo.
- No, está muy alterado el pobrecillo. "tranquilo, nene, tu papito está aquí´" - dirigiéndose al bebé cariñosamente y acariciando su rostro con su mejilla.
- El que no lo altera nada es a este hijo de... su santa madre - dijo golpeando la cabeza de Afrodita, no había podido dormir en toda la noche porque el bebé no los dejaba y el pececito no ayudaba para nada con sus patadas nocturnas en la parte baja del rubio - estoy de un humor pésimo - se levantó de la cama halando fuertemente las sábanas para que el otro se levantara pero esto no inmutó para nada a Afrodita. Se acercó a Mu y rodeó su cintura al tiempo que apoyaba su cabeza en el hombro del peli lila - ¿me das un besito a ver si me siento mejor? - le hizo un pequeño puchero. Mu giró un poco su cabeza y besó los labios del rubio, en los cuales se posó una sonrisa inmediata.
Casi al instante Afrodita despertó y se quitó el antifaz y los tapones de oídos. También se levantó de la cama y se sentó a un costado de esta con cara de cansancio.
- ¡Buenos días, Dita-Kun! ¿Cómo dormiste? - le preguntó Mu súper emocionado.
- Mu... - lo miró unos segundos - te odio tanto y de tantas maneras diferentes que creo que no existen suficientes insultos para describirlo - volvió a poner su mirada en el suelo.
Mu le entregó el bebé a Shaka y fue a sentarse al lado de Afrodita, quien lo miró esperando oír una de sus babosadas, pero el peli lila posó su vista en los ojos de Afrodita y tiernamente llevó sus labios hasta los del pisciano, quien se quedó paralizado y mostrando sorpresa en sus ojos.
La mandíbula de Shaka llegó hasta el piso sin poder dar crédito a lo que veía, sintió un hormigueo que le recorría todo el cuerpo y desesperado se lanzó a separar a los otros dos.
- ¡¡¿QUÉ SE SUPONE QUE HACES, MU?!! - Le preguntó el rubio hecho una furia.
- Estaba besando a Dita-kun.
- Ahh... ahh... ¡¡¡AHHH!!! - Gritó Afrodita nervioso y asqueado y sin reaccionar mucho más que con una cara de asombro - ¡NO PUEDE SER! - Tomó rápidamente un florero que Mu tenía encima de su buró, le sacó las flores y se echó el agua en la boca desesperado - ¡ME VOY A MORIR! ¡QUÉ ASCO, QUÉ ASCO, QUÉ ASCO! - Gritaba el peli azul mientras daba vueltas por el cuarto como un psicópata y se raspaba la lengua con todo lo que encontraba.
Shaka miró a Afrodita dar vueltas por la habitación hasta que se dirigió a una esquina a sentarse en posición fetal y a lamentar su situación con unas líneas azules que aparecían encima de él.
- Muchis no me quiere, Muchis no me quiere, Muchis no me quiere y todo porque soy un rubio pobre y mal alimentado - repetía una y otra vez mientras lamentaba su situación.
- ¡wow! ¡Cuántos sentimientos! ¡Esto sí es súper híper mega genial! - Se dirigió a Shaka con el bebé en los brazos y se sentó a su lado - ¿qué te pasa, Shakita? ¡Disfruta de este fantástico día y de cómo te sientes!
- Me siento el más miserable idiota del mundo - le dijo con la cabeza entre las piernas.
- ¡Pues gózalo! ¡No todos los días puedes ser el más miserable idiota del mundo, pero hoy es así, hoy eres tú, es tu día! ¡Vamos a celebrarlo!
Afrodita se detuvo de correr por todo el cuarto semi desnudo y se sentó también al lado de Mu.
- ¿Sabes qué? Hoy lo compruebo, tú sí eres el idiota más gran del mundo - se levantó de nuevo y se echó a correr, brincar y patalear desesperado como un niño pequeño por todo el cuarto del peli lila mientras gritaba lo horrible que era Mu y cuánto y de cuántas maneras diferentes lo despreciaba.
- ¡Súper híper mega genial! ¡Yo también soy el idiota más grande del mundo! ¿No es maravilloso que compartamos esto, Shaki-Kun? - Shaka levantó la cabeza para echarle una mirada asesina y luego volvió a bajarla - Afrodita es un lindo, mira que tomarse la molestia de decírmelo, tal vez de no ser por él no hubiera disfrutado de mi día y poder compartirlo contigo.
- Snif... - con una carita triste - Yo no te quiero compartir con nadie, Muchis lindo, mucho menos con el anoréxico y mariguanero de Afrodita... snif...
- ¿De qué hablas?
- ¡¡DE QUE LO BESASTE, PEDAZO DE CABRA SIN CUERNOS!!
- Es que me dijiste que mi beso te animó y también quería animar a Dita-kun porque él es súper híper mega genial y no me gusta verlo triste, además, ¡ahora con eso sé que seremos la mejor familia para este bebé! ¡Seremos los Arivircis! - levantándose lleno de emoción haciendo un número dos con una mano y cargando al bebé del otro lado.