Capitulo I – Amigos Sinceros.
Otro nuevo día, pero esté día era diferente… Sí, diferente. Su único amigo, y sirviente, su mayordomo, entro a su habitación, abriendo las enormes cortinas dejando entrar la luz solar.
– Takanori-Sama, es hora de despertar – le dijo de forma calida como lo hacia todas las mañanas.
– Uhm… Cinco minutos más – bostezó – Onegai… –
– No es posible, espero que se levante. Su nuevo Uniforme está colgado y sus mocasines justo al lado de su cama, Con permiso – concluyo saliendo de la habitación.
– Lo único nuevo seré yo en aquel lugar… Como siempre – Sin ánimos dejo la calidez de su cama.
Luego de un corto baño, se alistó y bajo a comer algo, en el enorme comedor de su casa no se encontraban rastros de sus padres, sin darle mucha importancia total nunca estaban, solo tomo un jugo de naranja. Camino a lo que pronto seria una de las miles escuelas en las que ha estado, no le costaba mucho imaginar lo que le esperaba, Una lujosa escuela llena de pretenciosos, pero lo único que a el le importaba era terminar sus estudios y poder superarse, pues el estaba decidido, decidido a cumplir su única meta en la vida, al fin llego, con un – Suerte, Taka-Chan – departe de su mayordomo, abandono el interior de su auto para encaminarse al interior del establecimiento.
Llego a la recepción de la institución, le entregaron una carpeta color Azul brillante con sus horarios dentro y un mapa del establecimiento, cansado busco su salón y al parecer el profesor aún no llegaba, sin darle mucha importancia miro los alrededores buscando un asiento vacío, efectivamente lo halló pero… – ¡Que mierda! – susurro. Al medio de todo el salón donde todos podrían observarlo sin dificultad, ya al ir caminando varias miradas pervertidas se posaban sobre él. Sentado y con su cabeza escondida entre sus brazos que reposaban en su escritorio, sin ninguna esperanza de hacer ‘’amigos’’.
– Muy buenos días – hablo una enternecedora voz – Hoy en la clase de Aristocracia aprenderemos lo básico y más importante… La cortesía – finalizo.
El pequeño rubio alzo su rostro y para su sorpresa – P-pero… ¿C-como? ¡Kamijo! – un rostro conocido entre toda esa multitud.
|__Flashbacks__|
– ¡Kami-Chan!, ¡Kami-Chan! – decía mientras halaba la camisa del más alto.
– Jaja, ¿Qué sucede… Taka-Chan? – le respondió el mayor mientras se inclinaba y acariciaba el mentón del menor.
– Juega conmigo, ¡Onegai! ¡Onegai Onii-san! –
– Claro vamos… Juguemos – termino tomando la mano del menor y yendo hacia su habitación.
|__F/Flashbacks__|
– y eso es todo lo que necesitan saber sobre la cortesía, ¿Alguna pregunta? – termino mientras se recostaba frente a su escritorio.
– ¡Aquí! ¡Yo Sensei! – decían varias voces a tras del salón.
– Muy bien… Ogata – le dio palabra.
– Y… ¿Ud. Tiene alguna novia, oh en su defecto… novio? – dijo posando su manos en su escritorio – Oh… ¡oh! Mi Lord –
– ¿Alguna otra pregunta con respecto al tema…? – prosiguió el mayor ignorando completamente al rubio, ante eso hizo un puchero.
El rubio aún seguía observando su escritorio, observando cada tornillo, cada imperfección de la madera, y pensando… – La última vez que te ví… –
|__Flashbacks__|
– Taka-Chan… – dijo en un tono bajo.
– ¡Onii-san! ¿dime? – le respondió alegre.
– Toma… es para ti – dijo dándole una pequeña bolsa.
– ¡Vaya! ¿Un regalo, para mi? ¡Gracias Onii-san! – termino dándole un pequeño beso en la mejilla al más alto.
– Prométeme una cosa Takanori… – le dijo en tono serio.
– Oh… ¿q-que pasa Onii-san? – pregunto nervioso.
– Prométeme que te cuidaras, que nunca dejaras que te hagan cosas que no quieres hacer, y lo más importante… Promete que no me olvidaras – abrazó fuertemente al pequeño rubio.
– Ahm… Onii-san, Claro que te lo prometo, pero… ¿Por qué dices eso? ¡Tú siempre estarás para cuidarme! ¡Yo quiero mucho a Onii-san! – se aparto un poco y beso su mejilla.
Se levanto y miro al pequeño, sin decir nada le dejo y desapareció por las largas escaleras.
– Onii-san… –
|__F/Flashbacks__|
– Bien y ahora pondremos en practica la cortesía y… – No logro terminar de hablar cuando se abrió la puerta de un golpe, el mayor volteo y se encontró con el rostro de… – ¡Suzuki Akira! ¿Qué horas de llegar son estás? –
– Calmado, es mi hora de llegar – le respondió.
– ¿Sabes? La lección de hoy te hará muy bien se llama ¡Co-te-si-a! –
– Sí como sea… –
– ¿Y que esperas que no entras? – le reto.
– Uhm… Ichi, Ni… San –
…
– Sayonara – le hizo un gesto con la mano y se fue.
– Muy bien Alumnos todos salgan de forma organizada y diríjanse al patio principal, evacuen, evacuen…-Ahí Suzuki en que líos te estás metiendo- –
Todos los Alumnos salieron como rayos, ecepto el rubio pensativo, lo cual llamo la atención del mayor.
– Disculpa… Tú, el único que queda aparte de mí… – le hablo.
– … – no dijo nada.
– ¿Pero que te sucede, te sientes bien?... No te había visto por aquí antes –
No dijo nada, se levanto de su asiento y tomo su bolso, no le dirigió mirada alguna y al llegar al marco de la puerta se detuvo – Yo no rompo mis promesas, ninguna… Nunca… – fue lo único que salió de sus labios, seguido de la mano del menor en su cuello, arranco el collar que llevaba dejando su cuello marcado por una línea carmesí, luego paso a lanzarlo e irse sin más – Pero que…? Esa voz… – fue lo único que salio de los labios del mayor.
|__Flashbacks__|
– ¡Kami-Chan!, ¡Kami-Chan! – decía mientras halaba la camisa del más alto.
…
– Juega conmigo, ¡Onegai! ¡Onegai Onii-san! –
…
– Prométeme que te cuidaras, que nunca dejaras que te hagan cosas que no quieres hacer, y lo más importante… Promete que no me olvidaras – abrazó fuertemente al pequeño rubio.
– Ahm… Onii-san, Claro que te lo prometo, pero… ¿Por qué dices eso? ¡Tú siempre estarás para cuidarme! ¡Yo quiero mucho a Onii-san! – se aparto un poco y beso su mejilla.
…
– Onii-san… –
|__F/Flashbacks__|
– Taka-Chan… – dijo para sus adentros, de inmediato recogió el collar y salio corriendo del salón vacío.
Se dirigió al patio principal, luego busco en varios pisos y aún no encontraba al rubio, buscando entre los jardines no encontró lo que buscaba pero encontró algo que podría serle de mucha ayuda.
– Suzuki, Kouyou, Yukata – dijo apareciendo entre el arco de flores.
– … – no salio palabra alguna de los labios de ninguno de los nombrados.
– Veamos, No entrar a clases, encender la alarma de incendios, fumar en los jardines de la institución, creo que veo una boleta de expulsión en su futuro – le hablo cruzado de brazos.
– Muy bien, ¿Qué necesitas? – Hablo el rubio.
– Busquen a un chico – dijo sin rodeos.
– Vaya, deberías dejar de acosar a los alumnos – bromeo.
– Hablo enserio Akira… Es de estatura baja, Rubio, nuevo y se llama Takanori Matsumoto –
– Muy bien –
Los cuatro salieron en busca del rubio, mientras este seguía caminando sin rumbo llego al baño y entro dejándose caer en una esquina, necesitaba pensar, pensar mucho, aclarar su mente, después de todo ese tiempo todo lo que vivió fueron simples y vagas mentiras , al final siempre tubo razón, los amigos no existen.
– Hola – escucho vagamente – ¿Qué haces ahí en el suelo? –
– Nada es que me gusta la vista desde aquí – le respondió aún sin dirigirle mirada.
– Ya veo, bueno, al parecer tienes lindo cabello, no puedo decir lo mismo obre tu rostro pues no lo he visto – una vez a la altura del rubio tomo su mentón y lo elevo – Pues sí, tienes lindo rostro Por cierto soy Sakamoto Takashi –
– Takanori matsumoto… Oye –
– ¿Dime? –
– Ya puedes soltar mi cara – le reprocho.
– Oh si, es que es muy suave –
– Muy bien basta – dijo levantándose.
– ¿Disculpa? –
– Sí basta… ¿Qué crees que soy? ¿Una Fangirl? –
– Jaja no… eres más lindo que cualquier chica –
– Eres muy atrevido ¿no te parece? –
– En lo absoluto, así trato a mis amigos – le dijo sonriente.
– … – el rubio estaba un poco anonadado – ¿Amigo…? Apenas lo voy conociendo será que así trata a todo el mundo, Ja eso debe ser para el la palabra Amigo no significa nada más que un simple conocido – pensó.
– Bueno… ¡Oh cielos! Voy tarde… Takan… uhm, ¿Sabes? Tu te pareces a un anime muy lindo… un chibi, se llama Ruki… ¡Eso es! Ruki-Chan, acompáñame – término mientras le halaba el brazo hacia la salida.
– ¿R-ruki…? ¿Estás loco? No soy ningún perrito… ¿y a donde vamos? – trataba de hablar mientras el castaño le halaba.
– Ya lo se, es un apodo, ¿nunca te han puesto uno? ¿Ninguno de tus amigos te llama de alguna manera? A mi me dicen Saga –
Amigos… Amigo, era la primera vez que el rubio oía esa palabra refiriéndose a el, bueno la verdad no, pero era la primera vez que no callaba de un manotazo oh con sus verdades, se sentía bien al lado de ese ruidoso personaje, ¿será que en realidad tiene un amigo… sincero? No, no podía ser y menos en tan poco tiempo Takanori Matsumoto no se iba a dejar llevar por tontos sentimientos y tontas suposiciones.
– Muy bien Ruki-Chan, aquí estamos, Adelante… – dijo abriéndole la puerta.
– E-esto… esto es… –
– Así es –
– Oh mi dios… – dijo entrando y mirando todos los alrededores.
– Oh yeah, disfrutalo… – dijo mientras dejaba la puerta tras él.