Era una solitaria noche de invierno. El frío se sentía cada vez más, y los aldeanos se refugiaban en sus casas buscando el calor de un hogar, una familia que te brindase amor y calor, ese calor que para él, nuestro protagonista, no existía.
¿Por qué?, se preguntaba cada minuto de su propia existencia, ¿Por qué un niño siendo tan puro e inocente tiene que pasar por esto?
Nuestro protagonista constaba de 12 años, vestía un amplio chandal color naranja chillón, tenía el cabello rubio en punta, ojos de un zafiro encantador y tres pequeñas marquitas en cada uno de sus cachetes simbolizando bigotitos. De sus ojos caían innumerables lágrimas dolorosas.
La ilusión de todo niño no yacía en él, la había perdido hacía mucho tiempo. No sabía porque los aldeanos lo trataban así, mas sin embargo el, no les odiaba. Pero, aquel día, fue la gota que rebalso el vaso.
Más lágrimas descendieron de sus ojos color mar al recordar lo ocurrido aquel día.
///***Flash Back***//
Un niño de radiante sonrisa y ojos azules se encaminaba a la torre del Hokague para hablar con Tsunade oba-chan, en busca de alguna misión, ya que Kakashi sensei le había dado el día libre, pero como quería superarse y superar a Sasuke teme, pediría una misión con Shikamaru o Neiji.
Al acercarse más, pudo notar como la puerta estaba ligeramente abierta y se podía escuchar como el consejo y la Godaime discutían.
***
-No es no.-dijo la Quinta.
-Hokague-sama, usted sabe que el niño ya puede comunicarse con el zorro maldito, y podría ser de gran ayuda en nuestro escuadrón.-dijo un hombre con muchas vendas cubriendo casi la totalidad de su cuerpo.
-el es un niño por Kami…solo tiene 12 años, Naruto tiene mucho que aprender.-dijo llorando la rubia.
-ya está decidido lady Hokague, mañana mismo, el pertenecerá a la Raíz.- habló otro.
Naruto salió corriendo, no sabía porque, pero sentía miedo, un miedo que nunca antes había sentido, habían descubierto su secreto. El podía comunicarse con Kyuubi nii san, y él le había advertido que nadie se tenía que enterar sino, no podría volver a comunicarse, y al parecer, el no quería ya que era su único confidente y amigo-hermano de verdad.
-Cachorro…escucha, no tengas miedo, yo te protegeré.-le decía una suave pero fuerte vos en su cabeza.
-Lo sé Kyuu nii san, pero ese hombre me da mala espina.-dijo en un susurro entrando en su “casa”.
Al entrar, se encontró con la Hokague, esta, se le acerco y le abrazo, Naruto correspondió un poco dolido, aquella persona que consideraba si Oka san, lo “había vendido” prácticamente al no poder protegerlo de la tal “Raíz”.
-Lo siento.-susurro suave antes de separarse de él y darle un golpe en la mejilla.
Naruto quedó con la cabeza medio inclinada hacia un costado. Las lágrimas no tardaron en llegar y derramarse. Tsunade lo tomó del cuello de su chándal y le dio otro golpe. A ella le dolía lastimar a su retoño, pero era la única forma para que el odiara, odiara y se alejara de la villa.
Naruto solo se dedicó a recibir esos golpes, le dolía no lo negaba, pero él no quería lastimar a alguien importante.
-Cachorro, no dejes que te golpee…has algo maldita sea Ototo…-resonaba en su cabeza la vos del 9 colas tratando de hacerlo entrar en razón.
Al terminar, La Hokague se retiro sin decir una palabra. El rubio teína una mirada vacía y carente de emociones. El grito de un AMBU le hizo enfocar su vista.
-“Reunión, todos los aldeanos y ninjas deben ir con lady Tsunade”
Naruto salió corriendo, tal vez era algo importante. Cuando llegó, la vio con los ojos llenos de dolor.
La Godaime miro a su alrededor hasta posar su mirada miel en su “hijo”…
-“esto es por tu bien Naru chan…si con esto consigo que te vayas y no sufras…que así sea”.-pensaba con dolor la Hokague.-Aldeanos, ninjas y adorable consejo, los eh reunido aquí con el propósito de revelarles un gran secreto guardado por Konoha, pero dadas las circunstancias, se los diré…-hizo una pausa.- hace 12 años, un 10 de octubre, un Zorro de 9 colas llamado Kyuubi ataco la aldea como saben, el cuarto Hokague Minato, sello a la bestia, el contenedor era un niño al que hoy les develaré el nombre…se llama…Naruto Uzumaki.- todos se giraron y lo observaron.
Las miradas que se les dirigía eran de puro odio, no había ni una pizca de asombro. Sus amigos, Shikamaru, Chouji, Neiji, Sakura, Ino, Hinata, Lee y demás, se le acercaron “me apoyaran” pensó el rubio. Pero cuando iba a sonreír, Sakura le propino una bofetada. “maldito zorro por tu culpa mis hermanos murieron” (no había inspiración a sí que le metí cualquiera), los demás comenzaron a darle una paliza, Neiji con su Trigrama,Shikamaru con sus sombras, y demás.
Un chakra rojo cubrió el inconsciente cuerpo del rubio creando una especie de barrera, cuatro colas aparecieron detrás de él y comenzó a moverse ante la asustada mirada de todos, quienes en un acto reflejo comenzaron a tirar piedras, kunais o shurikens.
-Malditos humanos…gracias a Naruto, yo no les eh matado…agradézcanle que están vivos escorias del demonio.- rugió la voz de Kyuubi saliendo del cuerpo magullado del rubio.
-NUNCA.-gritaron todos
-Firmaron su sentencia de muerte.-declaro Naruto-Kyuubi.
El cuerpo avanzo a paso lento por entre las personas que no se creían ni cachito de lo que estaba pasando, se alejaron prudentemente mirando cómo se alejaba cada vez mas.
//***Fin del Flash Back***//
-Naru Ototo...hoy nos largaremos de esta inmunda aldea.-dijo Kyuubi ayudando a Naruto a mantenerse de pie.
-Kyuu nii san…quiero…quiero algún día…vengarme...de esta aldea…ellos no saben…el sufrimiento...que...que me hicieron pasar…-susurro entrecortado, producto del dolor, al viento, quien se encargó de llevarse su dolor por unos instantes.
Kyuubi se encargada de curar las heridas de su cuerpo, queriendo poder apaciguar todo el dolo que le hicieron sentir.
-Te lo prometo…algún día regresaremos…-le abrazó.
Y sin más, salieron de la aldea encaminándose a algún lugar desconocido, donde a ninguno de los dos los reconozcan, donde puedan empezar una nueva vida…como todos dicen…desde cero.
***Continuara…