Running Up That Hill.
Sasuke povs.
Crees que no me duele.
Pero no sabes cuan profundo llegan tus palabras… Al igual que la bala miente acerca de cuanto dañan.
Itachi… ¿Sabes lo que se siente?
¿Quisieras sentirlo?
¿Quisieras intercambiar de lugares?
“No es mi intención esto…”, eso es lo que me dices siempre.
Me doy cuenta de que no quieres herirme…
Pero, la pregunta es: ¿Yo si quiero?
Quiero lastimarte.
Vamos, después de todo, ¿tú y yo?
Por favor, jamás seremos felices.
Esta es la razón… Es cierta, Itachi.
Sí. ¿Cómo puede ser posible algo entre tú y yo?, somos hermanos. Somos hermanos.
Y, a menos de que se encuentre un documento de adopción, lo seremos hasta morir.
Lo cual creo que será algo bueno, lo único que no duele es estar muerto.
Creo en eso.
Me duele demasiado simplemente verte…
Me lastimas inconscientemente, eso me da gracia, porque yo, ni siquiera proponiéndomelo, puedo lastimarte…
Todo era tan sencillo cuando era un niño.
Decía cualquier tontería, pero era la verdad, siempre, y todos lo tomaban a juego…
¿Recuerdas que te dije:“Te amo, hermano, ¿tú me amas?”?
Y tú solo sonreíste y me revolviste los cabellos.
Lo malo es que ahora, aunque ya tengo 14, igual te lo tomas a juego, al parecer.
Necesito silencio… Es algo de lo que ya no estoy seguro, ¿Palabras, palabras; silencio, silencio?
Si te digo “me duele”, no es un juego, y si te digo “te amo”, mucho menos juego, Itachi.
Necesito silencio.
Podría intercambiar lugares contigo.
Claro, solo tengo que estar muerto en vida.
Vamos, si eso es lo que me haces.
No prestas atención a lo que te digo.
Desde hace una semana, o más, que no te dirijo la palabra, la verdad no llevo la cuenta de cuánto tiempo ha pasado. Es doloroso para mí…
Las palabras hieren, pero el silencio aún más.
¿Quieres sentir como se siente?
Pues entonces deja de lastimarme para sentirlo.
Escucho un pequeño golpeteo en la puerta de mi habitación.
¿Necesito silencio?
Me extraña ese sonido. No porque sea desconocido, sino porque nuestros padres salieron, entonces, bueno, por lógica tiene que ser tu persona la que está al otro lado de la puerta, ¿no?
¿Por qué sigues tocando? Tú y yo seremos infelices. No importa como intentemos cambiarlo, así será.
Eso lo supe a edad corta, pero más vale despertar y morir que dormir y vivir…
Al menos ya sabía que no existía el “y vivieron felices para siempre”
Creo en “y vivieron bien por ¿dos meses, una hora, cuatro días?”.
No te preocupes, que no pienso abrir la puerta.
Necesito silencio.
Insistes y escucho el golpeteo.
Estoy trabajando en algo importante. Un gran proyecto…
¿Quieres saber qué es?
Bueno, me has convencido sin palabras, abriré la puerta.
Dicho y hecho, me levanto con pesadez de la cama y abro la puerta.
-Eres tú.- Es lo que sale agriamente de mis labios al verte parado frente a mí, mirándome con indiferencia.
-¿A qué juegas Sasuke?
¡Mira que eres estúpido!
Siento de pronto mis ojos arder y las lágrimas bajar por mis mejillas.
Es a todo lo que me refiero.
Me esfuerzo tanto en herirte, en tratar de ocultar algo inmenso dentro de mi mente, en guardarme las palabras, en guardarme las lágrimas…
Y tú crees que es un juego.
Indignado, bajo la mirada y empujo la puerta con un manotazo potente y seco.
De igual forma, tú la detienes con tu mano y entras a mi habitación.
Me duele.
Me invente sentimientos por ti como odio, desprecio, asco…
Pero son lo que son: inventados. Completamente inventados.
No le doy importancia. Si tú crees que todo lo que hago, o trato de hacer, es un juego, entonces creeré lo mismo de lo que hagas.
Si pudiera hacer algo… algo... para mejorar este absurdo proyecto…
¿Qué cuál es el magnífico proyecto del que hablo?
Por favor, ¿Por qué te lo diría?, tú crees que juego.
Bueno, si lo crees, entonces, es un juego, así que no tiene importancia, Itachi.
Caigo en la cama sin prestar atención, me doy cuenta de que mi nuca se golpea fuertemente con algo.
Siento como algo baja por mi frente, es algo tibio y espeso.
Me miras horrorizado y te acercas.
Comienzo a reír como un demente.
Tratas de hablarme, de razonar.
-¡Esto es un juego!-Exclamo con una carcajada.
Rio como loco.
Estoy loco… Es lo mas probable.
Me miras preocupado, mi risa es cada vez más histérica.
Incluso esto me da miedo a mí… Pero definitivamente ya sobrepase a mi límite.
No puedo controlarme. Solo puedo patalear para que no me sujetes mientras rio como poseso.
-Sasuke, Sasuke, Sasuke…-Llamas una y otra y otra vez.
Ni una contesto. ¿Por qué debería?
-¡Estoy jugando!-Exclamo con voz perturbadora y otra carcajada.
-¡Cállate, Sasuke!-Dices entrando en pánico, me tapas la boca con tu mano y yo aún sigo riéndome como loco.
Me miras y veo tu rostro lleno de preocupación.
-Esto no es un juego.-Dices con voz firme.
¡Claro que sí!
Si yo digo “me duele” tu no me prestas atención, si yo digo “te amo”, menos lo haces.
Ahora, que tengo una contusión en la cabeza y estoy sangrando, ¿Por qué no aplicar el juego?
¡Estoy jugando! No me duele aunque tú veas que me desangro… Vamos, ignóralo como siempre lo haces.
Comienzo a reír de nuevo. Estoy loco, demente, y me alegra que eso te de miedo.
Siento tu mano sobre mi frente, tu rostro se turba aún más y cuando alejas la mano, veo que esta manchada de sangre.
Eso, sin saber porque, me provoca aún más risa, creo que incluso doy saltos de felicidad y vueltas por la cama.
¿Quieres curarme? ¿Quieres?
Te inclinas sobre mí y me cargas en brazos:
Quieres.
-¡Juega conmigo, Itachi! ¡Es lo que siempre haces!, ¡juguemos!...-Grito con voz infantil, eso tiene un significado cruel para mí, pero ¿porque pensar en eso ahora, ¡si estoy jugando!?
Mientras meneo de un lado a otro la nuca, como un niño pequeño y enredo mis brazos alrededor de tu cuello.
Comienzo a reír histéricamente.
Me recuestas apresuradamente en el sofá de la gran sala.
Te pierdo de vista un momento y aun así sigo riéndome como un idiota drogado.
Siento como la sangre ya escurre hasta mi sien.
Me duele el estómago de tanto reír.Pero que importa.
-¡Es solo un juego!...
-Sasuke, cállate, necesito que estés quieto, tengo que vendar eso…-Me explicas mientras sujetas mis antebrazos con tus manos.
Me rio y niego con la cabeza.
Me acerco a tu oído y susurro:
-Shhh, Itachi, juguemos…
Vamos, vamos, vamos, reacciona, hermano.
Quiero herirte.
Quiero que pierdas los estribos. Anda, un poco más.
-¡¿Qué carajo dices?! ¡Esto no es un juego!
Bingo.
Al menos ya estas comprendiendo algo.
Igual no me conformo mucho.
-Claro que si… ¡Es divertido!-Exclamo yo mientras comienzo a reír de nuevo.
-Sasuke, ya basta…-Comienzas a decir pero yo me levanto de golpe y comienzo a dar saltos de emoción.
-Es un juego: juguemos, querido hermano. Yo digo “te amo” y tú me ignoras, ¿Te parece?, es sencillo y sé que ya tienes experiencia en esto, vamos, juega conmigo.
Me miras aturdido.
Me rio de nuevo y me dejo caer pesadamente en el suelo de un sentón. Te sonrió y hablo a voces:
-¿Qué te parece si me quito la ropa, jodemos hasta quedar exhaustos, y al siguiente día me tratas como a tu hermano menor? ¡Será divertido!...
No hace falta aclarar lo mucho que me dolía decir eso, aunque mi risa y mi rostro reflejaban lo contrario.
Tu expresión es de horror y pánico ante mi repentina locura. Intentas acercarte a mí y sujetarme, te aparto y me levanto de un salto, quedo frente a ti.
Miras mi herida y yo me carcajeo.
-¿Quieres ver que no me duele?... Vamos, juguemos, ¡juguemos!, ¡no me duele!...
¿Te duele?
Dime que si, a ti te tiene que doler. Vamos…
-Pero a mi si, Sasuke.
¡Si!
¿Te duele?, eso espero, ¿Quieres sentir como se siente?
Ya lo haces y me alegra.
Veo una lágrima correr por tu mejilla e, inusitadamente, me siento mareado, siento una punzada en la nuca y siento que voy a vomitar.
Toda la morfina y anestesia se pasan y vuelvo a la realidad en la que estoy sangrando y con una contusión en la cabeza.
Pero lo que me quito la droga fue tu llanto…
¿Porque me interesas?... ¿Estás bien?
Ya no es un juego, ¿cierto?
Siento vértigo y me sujeto firmemente de ti, mis piernas fallan.
El olor a sangre me marea y de pronto todo se nubla.
¿Pero qué paso? Se supone que no me duele.
Todo se oscurece y, definitivamente, me duele.
******
Abro pesadamente los ojos…
Logro vagamente divisar tu rostro frente a mí.
Siento un dolor en la nuca y aprieto fuertemente los parpados, suelto un quejido.
-¿Te duele?...- Escucho en tu voz cierta ironía y reproche.
No quiero contestar, cállate, Itachi.
Cierro los ojos y siento las lágrimas correr de nuevo por mis mejillas y bajar hasta mi mentón.
Me siento tan humillado.
Hace probablemente una hora o menos estaba tan arriba, tan feliz, tan bien de verte sufrir.
No me dolía. Ahora si me duele.
Ahora mi cuerpo yace de nuevo en mi cama y no puedo levantarme.
Entreabro los ojos y descubro los tuyos clavados en los míos.
Siento tanto dolor al verte…
Entonces comprendo algo. Una inusitada explicación:
Tú sufres más que yo.
Tú no me ignoras. No juegas…
Te das cuenta de que me duele…
No solo ahora, también tiempo atrás…
Hablando en tiempo pasado:
Cuando te decía “me duele”, no lo tomabas a juego, intentabas ignorarlo porque te dolía.
Cuando te decía “te amo”, más me ignorabas, te dolía pensar, al igual que yo, que esto jamás podría ser.
Y volviendo a momentos atrás:
Fuiste a mi habitación para verme, ¿para sufrir más?
No lo entiendo.
Y cuando sangraba:
Tú... lloraste…
¿Por qué?
-Itachi, ¿Por qué eres tan masoquista?-Es lo primero que sale de mis labios y tú no logras reprimir una sonrisa.
-Vamos, Sasuke, no puedes ser el único que sufre de los dos ¿o sí?...-Me respondes con tono calmado.
Bueno, esto está mejor, al menos compartimos el peso de la relación fallida.
-Perdóname…-suplico, esforzándome por no llorar.
Soy un estúpido.
Igual, creí que no te dolía y quería hacerte sufrir… más.
-¿Te duele?-Pregunto, me miras sin emoción alguna y asientes.
Te abrazo y tú susurras en mi oído:
-¿A ti?
-Si…-Respondo.
Si a los dos nos duele, ¿Por qué no arreglamos esto?
-¿Cuál es tu proyecto?-Preguntas con curiosidad, aun abrazándome, y pasas tus dedos entre mis cabellos.
Sollozo y respondo:
-Tú y yo. Pero creo que tendré que cambiar el patrón. Ya no es un juego ¿cierto?- Reitero con sorna.
Te separas de mí, yo casi lloro de nuevo, el dolor regresa, y quiero estar junto a ti.
-Para mí nunca lo fuiste…-Escucho tu respuesta, por debajo de mis sollozos, y siento tus labios sobre los míos…
De pronto escucho de nuevo algo golpeándome con furia el pecho.
¿Quieres saber?, ¿saber que no me duele?
¿Me duele? No, no me duele, pero, ¿se puede estar bien por siempre?
¿Te duele?, ¿Me duele?
Tú y yo.
Hasta la muerte, no sufriremos.
♥ Fin ♥