El albino asintio,engulliendo el miembro del mayor con su pequeña boca, dejando que el rubio marcara la velocidad de las lamidas, la intensidad y la profundidad, y era que a esas alturas, Nate se habia rendido frente a los encantos de Mihael.
Pasado unos minutos en aquella situacion,el gemido ronco del ojiazul lleno la habitacion,dando a entender que habia llegado al ansiado orgasmo,manchando el blanquesino rostro del albino,con aquella sustancia pegajosa.
Se relamio los labios,mirando al mayor con picardia inusual en el.
-Veo que tu tambien quieres ser atendido eh?-una sonrisa macabra se formo en sus delgados labios,haciendo que el albino se rocostara contra el piso,apresandolo contra su cuerpo.No te asustes pequeño,pero yo no tengo piedad....-murmuro jalandole fuertemente de los cabellos plata,para dejar expuesto su cuello y mordelo con voracidad,hasta hacerlo sangrar.
Un quejido salio de los labios palidos de Nate,pero nada mas,porque estaba totalmente a su merced esa noche.
-Eres un buen chico...-susurro a su oido,mordiendolo fuertemente,rebuscando en sus bolsillos su amada navaja.
De movimiento agil la abrio,cortando sadicamente una de las mejillas rojizas,haciendo paralizar al menor de susto-
Tranquilo...no te matare...aun-una carcajada sonora afloro,para acallarla en los labios agenos mordiendolos con rudeza,clavando la navaja en el vientre del pequeño,conteniendose de presionar mas a fondo.
Y asi transcurrio, el albino,se dejo hacer por el rubio,sin importar si le mutilaba,le golpeara o le matase,porque el amaba con desesperacion al rubio y era capaz de cualquier cosa por el,aunque el sentimiento no fuera reciproco.
Los pantalones de cuero aflojaron rapidamente y en cuestion de segundos estaba dentro de Nate,desgarrando su interior sin piedad alguna,pero el lo disfrutaba entre lagrimas y gritos lo hacia,porque era la unica manera de tener al rubio y la unica oportunidad de sentirlo de nuevo.
El amanecer aparecio y con ello el sueño perfecto de Nate marchito,viendo como su amado Mello partia,a brazos de otra persona,al cual si amaba.
-M-mello...-sollozoso al verle arreglarse-N-no t-te v-vayas...m-me siento mal....-gimoteo mirandole,esperando rescatar ese amor perdido que se tenian-
-Lo siento enano,Hayami me espera, y mi chica no puede esperar-sonrio,dulcemente,sonrio enamorado, y eso le partia el alma al albino. Su silueta se perdio entre el resplandor del sol,dejando al pobre peliplateado,en el piso,como cada vez que se encontraban.
Se quedo alli un par de minutos,quizas horas,realmente no le importaba,no se arreglo la ropa, ni se limpio la sangre ni los restos de semen.Se levanto llorando,como siempre lo hacia,ahogado en sus lagrimas,palpando las murallas para no caer,hasta llegar al baño para seguir con su rutina.
Vomitar,meterse a la ducha y dejar corriendo el agua,mientras el lloraba desconsolado hasta casi perder el conocimiento,cortaba el agua y se quedaba sentado en los azulejos frios,hasta entumirse.caminaba a su habitacion y buscaba algo de ropa,se vestia,bajaba a limpiar la sangre y el semen del piso,para luero regresar a su cuarto y sentarse en la cama,a esperar que algo pasara.
Pero hoy simplemente no tenia ganas,llego a su pieza y se vistio,para dejarse caer al piso, y quedarse ahi,mirando la puerta,esperando a que la muerte entrase y se lo llevase de una vez por todas.
Transcurrieron las horas y se hizo de noche, y Nate, seguia en el piso,se habia determinado, para que levantarse si volveras a caer?
Sonrio ante aquel pensamiento y cerro los ojos,esperando su inminente muerte.
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Toco la puerta un par de veces,pero nadie respondio, era extraño,el siempre atendia la puerta y si no era el estaba su madre,pero cierto,la señora River habia salido de viaje.
Suspiro pesadamente,estaba preocupado,mas que nada angustiado,porque ultimamente el albino no habia estado bien.
Insistio con el toque de la puerta,pero nadie atendio.
Molesto y decidido a entrar,rodeo la casa en busca de alguna ventana abierta,entrando por la cocina,de manera dificultosa.
-Near!? Nate!? estas aqui pelusita?-cuestiono el pelirrojo,mirando la cocina,que parecia limpia e intacta; se encamino por el largo pasillo que conducia hacia la sala comun y lo que vio no le agrado.
Estaba todo revuelto,habian manchas de sangre en l piso y de otra sustancia que daba sospecha de lo que era, torcio la boca frunciendo el ceño,ya que al parecer,el menor jamas aprenderia.
Subio los escalones de dos en dos,hasta llegar al segundo piso,donde yacia la habitacion del ojioscuro,abriendo rapidamente la puerta,en busca del menor.
-Pelusita?-inquirio al verle en el piso,sus labios tenian un leve color violaceo y su piel estaba mas palida de costumbre.
-Cariño que haces ahi?-pregunto acercandose,preocupado al cuerpo del menor,levantandolo en brazos,sintiendo como el hielo del cuerpo ageno traspasaba su polera a rayas-Hey, estas bien?-le acomodo los cabellos,pero no recibia respuesta del susodicho.
Lo sento en la cama y el se arrodillo frente a este,mirandole interrogante con sus ojos verdes.
-Matt....M-matty.....p-perdon....-murmuro casi sin voz,abriendo lentamente sus ojos negros-que ahora estaban rojos de tanto llorar-,descubriendo su rostro del resto del cabello,dejando ver la cortada de su mejilla-
-Nate...quien te hizo eso?-la voz del mayor se profundizo,mirandole con el ceño fruncido-Fue el cierto? fue Mello?!-le agarro del menton para que le mirara y no desviara la mirada-Nate responde,fue Mello?
El menor se encogio sobre si mismo ante la pregunta y dos lagrimas resbalaron de sus orbes-Y-yo...l-le d-deje....n-no es su culpa Matty...-sollozo cubriendose el rostro.
Al pelirrojo le hirvio la sangre, que acaso el menor no entendia que ver a Mello le hacia daño? que estar con el era un martirio?que acaso no se daba cuenta que se hundia solo al volver a verle,solo para que el idiota del rubio le restregara en la cara cuan feliz era con la puta de su novia.
Sus nervios se crisparon y acudio a la nicotina.-Sacate la ropa-le ordeno calando hondamente el cigarrillo,para exalar el humo lentamente.
El menor le miro desconsertado entre las lagrimas y nego con la cabeza retrocediendo sobre la cama.
-TE HE DICHO QUE TE SAQUES LA ROPA JODER!-grito perdiendo el control mientras lo agarraba de la camisa y se la empezaba a sacar a jalones.
-M-matt!Ma-matty! sueltame!-chillo el albino asustado por la reaccion de su amigo,temiendo lo peor,las lagrimas nuevamentes surcaron su rostro y acabado de un rato y ya al estar desnudo se dejo hacer,al parecer Matt tambien era igual.
Escupio el cigarrillo hacia un lado y miro el cuerpo desnudo del menor,examinando cada rincon de este,con la mirada ceñuda y la boca torcida,porque no era lo que parecia,el queria saber que le habia hecho Mello a su pequeño,porque esta vez,la iba a pagar con creces.
Partio de su rostro,donde habian algunos moretones y la cortada en su mejilla,su cuello blanquecino estaba multiplmente marcado por mordidas al igual que sus hombros,bajo por su pecho lampiño,encontrandose con la estocada en el vientre y mas abajo moretones en las caderas y los muslos rasguñados,era una bestia-penso encabronado-
El albino tiritaba,tratando de cubrirse mientras su llanto cada vez se hacia mas lastimero,el plirrojo recogio la ropa y se la vistio nuevamente,para estrecharlo entre sus brazos al final.
-perdoname pelusita...por comportarme asi....no fue mi intencion asustarte,pero tenia que saber que te habia hecho ese bastardo....-enrredo sus dedos en las hebras plateadas,acariciandolas para que este se quedara dormido.
Asi pasaron las horas y ambos se quedaron en el sueño,deseando pronto un nuevo mañana.