Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Y nos dieron las diez. por Mirelle

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Esta vez nada me pertenece, ni la canción, ni los personajes xD

Notas del capitulo:

Espero que les guste, la canción de Joaquín Sabina es muy buena ^^

Y nos dieron las diez.

 

 

Prov’s Itachi.

 

 

 

El concierto había sido todo un éxito.

 

 

 

 

Habíamos ido a un pueblo con mar a tocar nuestra última canción mientras estábamos de gira por algunas ciudades. Deidara, nos ofreció ir a tomar unas copas para celebrar el éxito que habíamos tenido. Los demás miembros, Kisame y Sasori no tuvieron ningún inconveniente. Yo tuve mis dudas, pero finalmente me convencieron. Al fin y al cabo, era eso o aburrirse en el hotel.

 

 

 

Fue en un pueblo con mar
una noche después de un concierto;

 

 

Fuimos andando hasta la zona más alejada y olvidada, donde sólo encontramos un pequeño pero acogedor bar abierto.

 

Ahí estabas tú. Limpiando la barra como si hubiese algún motivo por el que tus angelicales manos tuviesen que ensuciarse con grasa. De tu sedoso pelo azulado caían algunos mechones que ocultaban tus oscuros ojos  y tu pálida piel salía a relucir entre el moho del edificio.

 

 

Tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto

 

 

Me acerqué lentamente, procurando que mis movimientos fuesen lo más atrayentes posibles. Me acerqué a la barra y te sonreí. Observé con deleite tu sonrojo.

 

-Te he visto. Eres el cantante de ese grupo que ha hecho el concierto hoy… - tú voz me fascinó desde el primer momento. - ¿Qué te trae por aquí…?

 

 

 

-”Cántame una canción
al oído y te pongo un cubata”-
-”Con una condición:
que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gato”-


 

 

-Simplemente, queríamos algo para beber… - declaré mientras señalaba a mis amigos, un poco desubicados observando atentamente a su alrededor detrás de mí. Tú sonreíste de manera felina acercándote a mi rostro.

 

                                -Cántame una canción al oído y te pongo un cubata

 

-Con una condición: que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gato.

 

 

 

loco por conocer
los secretos de su dormitorio
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.

 

 

 

Esperando ansiosamente la hora de cerrar el maldito local, me puse en el piano y canté todas las canciones que pasaron por mi mente, la mayoría de amor, debo admitir. Observaba de tanto en tanto como me sonreías detrás de la barra y te pasabas la lengua por los labios. Nunca sabrás como me calentaba eso.

 

 


Los clientes del bar
uno a uno se fueron marchando,
tú saliste a cerrar,
yo me dije:
“Cuidado, chaval, te estas enamorando”,

 

 

 

A las nueve y media empezaste a echar a los últimos borrachos dormidos que quedaban. Lo hacías tan bien… En el local sólo quedábamos nosotros dos. Mis compañeros se habían ido mucho antes a dormir al hotel. Yo únicamente me quedé por ti.

 

Vi como cerrabas con maestría las puertas y me acerqué a tú lado, a ver las estrellas. Era increíble, pero sentía que por ti haría cualquier cosa.

 

 

 

luego todo pasó
de repente, su dedo en mi espalda
dibujo un corazón
y mi mano le correspondió debajo de tu pantalón;

 

 

 

Te fuiste un momento a la barra y noté derepente un dedo en mi espalda. Estabas dibujando un corazón.

 

Sonreí satisfecho y me giré, observando tu rostro un poco avergonzado. Sin pensarlo dos veces, metí mi mano por tu pantalón, acariciándote los muslos. Sé que tal vez fue una acción un poco forzada, pero la situación lo requería. Estaba muy caliente y tú lo sabías y lo entendías.

 

 


caminito al hostal
nos besamos en cada farola,
era un pueblo con mar,
yo quería dormir contigo y tú no querías dormir solo…

 

 

 

Intentabas dirigirte al hostal más cercano que conocías, pero sabía que te costaba un poco ya que no dejaba de besarte el apetecible cuello que poseías. De tanto en tanto te hacía alguna caricia en la tripa que te hacía sonrojar.

 

Poco a poco fuimos llegando.

 

 


Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.

 

 

El sol entraba inquieto a través de las ventanas semiabiertas. Observé tu cuerpo desnudo a mí lado y te acaricié las caderas. Todavía recuerdo cómo te movías sobre mi miembro perfectamente erecto.

 

¡Encajábamos tan bien…!

 

Despertaste lentamente, posando tus hermosos ojos en los míos.

 

 

 

Nos dijimos adiós,
ojala que volvamos a vernos
el verano acabó
el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,

 

 

 

Nos despedimos con un beso en el puerto. Yo debía continuar mi gira y tú no podías acompañarme. Tenías que quedarte.

 

-Sasuke, te deseo lo mejor.

 

Asentiste.

 

-¡¡Volveré!!

 

 


y a tu pueblo el azar
otra vez el verano siguiente
me llevó, y al final
del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente,

 

 

 

Feliz de haber vuelto al pueblo donde te conocí un año después hice el concierto. Mientras cantaba, me imaginaba tu cara entre la gente, tus gritos de alegría y tus ronroneos cariñosos cuando te penetraba la última noche.

 

Canté con todas mis fuerzas y ganas, deseando que las palabras llegasen a ti.

 

 


y no halle quien de ti
me dijera ni media palabra,
parecía como si
me quisiera gastar el destino una broma macabra.

 

 

 

Cuando terminamos de cantar mis compañeros empezaron a firmar camisetas y pechos. Yo te busqué entre la gente pero no te encontré. Pregunté a todas las personas que encontré, pero ninguno sabía decirme nada de ti. Parecía como si nunca hubieses existido…

 

 


No había nadie detrás
de la barra del otro verano.
Y en lugar de tu bar
me encontré una sucursal del Banco Hispano Americano,

 

 

 

Llegué desesperado al sitio donde la última vez estaba tu bar. Corrí como nunca por las calles e intentaba acordarme del lugar exacto para no desesperarme más.

 

Horrorizado, descubrí que en su lugar había una sucursal del Banco Hispano Americano.

 

 


tu memoria vengué
a pedradas contra los cristales,
-”Se que no lo soñé”-
protestaba mientras me esposaban los municipales

 

 

Recordé entonces la noche en la que nos habíamos encontrado. Cada recuerdo que venía a mi mente me servía para tirar una piedra contra el banco.

 

Pensaba en tus ojos.

 

Piedra.

 

Tus labios.

 

Piedra.

 

Tus gestos al hablar.

 

Piedra.

 

Tu rostro sonrojado.

 

Piedra.

 

Penetraciones.

 

Piedras.

 

 

 

 

en mi declaración
alegué que llevaba tres copas
y empecé esta canción
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa

 

 

 

Le dije a la policía que iba bebido cuando me detuvieron. Al día siguiente, me dirigí al hostal donde fuimos la última vez. Creo que todavía ahora, sentado en la cama observando la habitación, puedo verte besarme en la mejilla.

 

 


Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.

 

 

 

Sasuke….

 

 

 

 

 

 

The end.

Notas finales:

Muchos besos!!

¿reviews?


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).