“Te espero en casa” decía el mensaje que entro en el celular de Reita hace tan solo dos segundos, el ensayo había terminado hacia masomenos unos cinco, pero él estaba esperando ese mensaje con tantas ansias que se le había hecho eterno, sin dudarlo el rubio se coloco la campera y tomo sus cosas con una rapidez inesperadas después de un arduo ensayo, mirando a sus compañeros y haciendo un gesto, pero antes de poder despedirse en silencio y escaparse para ese encuentro deseado, la voz autoritaria de Kai se hizo presente en su tímpano.
- Reita quédate! Que aun no termine y debo aclararles algo del nuevo tour
- Etto… pero estoy con prisa- afirmo el rubio mirando de reojo a sus compañeros buscando una ayuda, por insignificante que podría llegar a ser. Pero ninguno de ellos se inmuto a su mirada desesperada.
- Cuál es tu prisa? Olvidaste la leche en el fuego? O te espera alguna chicas de esas que sueles tener- afirmo el batero mirando las hojas que el manager les había entregado en la mañana.
- Está bien Kai, olvídalo, di lo que tienes de importante- dijo tratando de no llamar la atención de los demás.
- Perdón, perdón!- agrego el castaño guitarristas de piernas bien formadas- que es lo que ocultas Rei~chan?, digo jamás estas tan apurado como hoy! Acaso esa persona se está convirtiendo en algo vital en tu vida?- termino diciendo esto en el lóbulo derecho del rubio bajista dejándolo erizado por completo.
- Que dices?- lo empujo suavemente, pero buscando sacárselo de encima- ni siquiera eh dicho que es una persona-
- Oh dios esta con un extraterrestre- afirmo el moreno, mientras se mataba de la risa ante el color rojo del rostro de Reita
- Seguro que habla de su loro, te olvidaste de darle de comer?- agrego el vocal con una sonrisa cómplice
- Etto…si, es que tanto ensayo olvido hasta de bañarme- agrego sonriente, pero sin entender el motivo por el cual Ruki lo había ayudado, pero era mejor eso a que se enteraran
- Oh que Sucio!- dijeron al unisonó los demás.
- Ahora entiendo porque tanto perfume- señalo el batero- pero bueno ya es hora de hablar lo importante, debo informarles…
Y la voz de Kai se volvió difusa en la estación, el rubio bajista de GazettE no escuchaba nada, ni siquiera cuando lo nombraban, solo pensaba en esa persona que mediante ese mensaje lo había vuelto loco, y su mente viajaba tanto que solo se lo imaginaba, y visualizarlo lo estremecía, pensar en ese aliento cálido susurrando su nombre, en el perfume dulce de su piel, en sus delicados labios cerezas, si aunque no lo puedan creer gracias a esa persona al bajista de GazettE se olvidaba de su mundo. Expectante de que sus compañeros por fin terminaran de arreglar los asuntos que en este momento poco le importaban su celular volvió a sonar dentro de su campera, lo que hizo a su piel erizar, volviéndose vulnerable al tacto.
“Si me haces esperar mucho, me enojare y sabes cómo soy cuando estoy de malas”
Su corazón palpito, y es que hace meses que esta con esa persona, pero fue quien le cambio la visión de su mundo, fue quien calmo sus necesidades y sus tempestades, ahí siempre estaba completamente para él. Se sentía tan abrumado por no poder contestarle, en cuanto lo intentara Kai le gritaría y más tiempo seria aquella anhelada espera.
Por fin las palabrerías de Kai se terminaron, todos se dispusieron a arreglar sus cosas para irse a descansar o a la espera de algún nuevo bar, pero él solo esperaba llegar a casa, jamás anhelo tanto ese momento. Agarro rápidamente sus cosas y llego cuanto antes a la calle, mirando a ambos lados, tal como si ese encuentro se convirtiera en algo subversivo frente a los demás, solo eran decisiones propias, lo mejor era no llamar la atención, abrió su celular y escribió:
“Ya estoy llegando, me sigues extrañando?” camino solo unos pasos tratando de tranquilizar sus pulsaciones que parecían haber aumentado y su celular vibro dentro de su campera, sin esperar lo reviso
“Siempre lo hago, no te puedo esperar mucho mas, necesito verte” eso lo volvió a dejar volado, hacia días que estaban distanciados por temas laborales, eso les dolía profundamente, pero sabían que eran cuestiones manejables y mantener la postura, aunque la desesperación era inmensa, los pasos de Reita frente a la imponente ciudad de Tokio que se estaban volviendo inmensamente pequeña, al igual que su corazón agigantado desbordando de deseos. Unas ultimas cuadras y llego, por fin llego.
Nada más al abrir la puerta, aquel mundo intransitable de las calles pobladas se apago el ruido de la ciudad se opaco y un silencio demencial lo abrazo. Sintió incertidumbre, habría sido un sueño, o es que él no estaba dentro? Su respiración comenzó a elevarse paulatinamente, aquel silencio atroz le estaba carcomiendo gran parte de sus sentidos, y es que la casa se encontraba tal cual él la había dejado.
Nuevamente el celular vibro dentro de su campera, y en menos tiempo que el mismísimo Flash lo abrió:
“Busca bien Aki, o piensas que seré tan fácil de encontrar?” ese mensaje corto hizo que en el rostro de Reita una sonrisa malévola se dibujara.
- Así que quieres jugar a las escondidas? Porque te gusta provocarme tanto verdad? – comento en voz alta, grave, para que esa persona lo escuchara, una suave risa de escucho en el recinto
Eso contagio a su boca seca, y mirando para todos lados, intentando no provocar un ruido por insignificante que sea, calculando cada paso, pero todo se volvió negro en un abrir y cerrar de ojos
- Creías capaz de encontrarme?- la velocidad de su pareja era similar a la de un guepardo
- Taka…- respiro casi sin aliento el rubio bajista, sintiendo el cálido respirar de su pareja en su cuello
- Me gusta cuando estas así- agrego el bajista de Alice, tocando con sus manos el pecho agigantado de su pareja, debido a la respiración cortada
- Casi me matas Takashi! Te crees gracioso?- agrego el rubio entre enojado y excitado
- Oh vamos dime que no te ha gustado- pregunto el castaño claro, esta vez dándolo vuelta y dejándolo frente a si, para mirarse mutuamente, admirarse
- Te extrañe mucho Takashi- afirmo el bajista de GazettE.
- Si claro, con todo lo que has tardado en llegar te creeré- dijo dejándolo solo en la inmensa sala, Reita se quedo atónito, usualmente Saga, si el conocido bajista sexy de Alice Nine seguí con su juego guarro, provocándole de mil maneras habidas y por haber. Pero hoy simplemente lo dejo ahí, entre excitado y preocupado, se habrá molestado?
- Etto…Gomen- Reita se quedo sin palabras- es que Kai nos dejo hablándonos de una cosa que ni recuerdo
- Si claro, ahora también olvidas que te dijo!- agrego desde la cocina, y su voz estaba tan distorsionada que Reita no comprendía si era casualmente por su enojo, o simplemente pro la distancia, pocas veces Takashi o Taka para él se enojaba y menos con él, eso lo estaba abrumando un poco
- Pero te juro Taka que no tengo idea de lo que hablo, solo quería verte- agrego sonrojado el bajista, completamente ensimismado.
- Mmm mientes!- agregó el bajista de Alice, trayendo en sus manos unos tragos algo raros en su color- Epa… y ese sonrojo? Que te ha pasado? Te sientes mal Aki?
- Etto… no, que traes?- pregunto esta vez dándose cuenta de su estúpida falsa alarma, Takashi no estaba enojado, simplemente lo estaba molestando, un alivio hizo que su corazón se acongojara cuando el mismo Bajista de Alice se preocupo por él, siempre tan atento.
- Oh Vamos Aki~chan tu jamás te sonrojas por nada, esto que tengo en mis manos son cosas que aprendí, por allá- señalando hacia algún horizonte desconocido
- En el tour?- pregunto Reita, mientras lo probaba y se sentaba junto a Takashi, degustando con el paladar el sabor áspero de la bebida y con sus ojos la belleza de quien lo acompañaba.
- Si, fue tan intenso, pero igual lo disfrute, aunque se me hizo eterno, quería regresar, estar acá- dijo mientras miraba de reojo a Reita, quien seguía degustando su paladar
- Esta muy fuerte! Pero es rico- comento, mientras tomaba otro poco mas, el calor se hizo presente y se quito la campera.
Por fin la calma había llegado, aquel torbellino de días en que no podía estar cerca de él, se habían esfumado, y estar cerca de él era como estar en un mundo alterno, nadie llama, nadie molesta, están solo para ellos, nadie conoce ese escondite, se ocultan solo por necesidad de estar solos para ellos dos, la tarde paso volando, tan rápido como una estrella fugaz. Reita escuchando sobre aquel sofá todas las anécdotas que el castaño claro tenia para contar, y las locuras que con sus compañeros había tenido, disfrutaba esa cercanía, esa profunda tranquilidad. El simplemente tomándolo de la mano, pero un leve quejido de aquel ser tan importante para él, hizo detener el mundo.
- Te sientes bien Takashi?- un miedo recorre la espina dorsal de Reita, acercándose con preocupación a su amante.
- Si, solo tengo hambre- dijo con suma tranquilidad, a lo que se largo a reír
- Si que eres malo me haces preocupar.- dijo Reita sonriendo
- Y sabes que me aburrí! Tu no me has contado nada!- replico él y es que Saga tenía razón Reita no abría la boca, estaba embobado frente a él, y no era la primera vez que le ocurría, solo que había sido demasiado tiempo para él, y solo quería sostener su mano.
La noche llego cubriendo sobre un manto negro el cielo, lleno de estrellas frente a una enorme luna completamente brillante, desde aquella enorme ventana se vislumbrara todo tan perfecto, tan sublime, la ciudad completando sus luces abismales, y su ruido opacándose lentamente sobre las calles. Reita miraba todo aquel paisaje, sintiéndose en paz, evitando su tormento, el saber que mañana debía alejarse de él, aunque sea por unas horas, pero era volver a distanciarse, le dolía de sobremanera, hasta que una débil pero calurosa mano lo tomo con delicadeza de la cintura, recostándose en su hombro
- Dime qué piensas?- pregunto cerca de su oído derecho
- Tonteras, me regalas algo?- dijo Reita mientras se daba vuelta para volver a mirar esos ojos brillosos
- Si, lo que desees, aunque la luna no! Jamás podría cargarla de lo grande que esta
- Jajaja solo un beso- afirmo el bajista rubio
- Qué? Ni loco! Róbamelo, tiene más sabor- Agrego Saga mientras volaba hacia cualquier parte, dejándolo a Reita perdido, sonrió pero no siguió el juego se acostó sobre la enorme cama
- No piensas robármelo?- pregunto Saga apareciendo por la puerta del cuarto
- Qué tal si tu lo intentas?- agrego Reita, invitándolo a subirse en la cama
Saga dudoso se acerco, sentía extraño aquel juego, pero le gustaba el misterio, siempre le había atrapado cuan dulce podía llegar a ser Reita, y cuanto juego podía agregar a sus días, estaba completamente feliz de volver a tenerlo para él, de volver a respirar el mismo aire, y de que este siempre tan pendiente y perdido por él, le encantaba verlo ahí tan radiante, tan completo, aunque su ensayo haya sido terrible, con su sonrisa completamente expandía luz y se la agregaba a él.
Se coloco cerca de Reita, acostándose de costado para quedar frente a él, sus respiraciones profundas, se volvieron completamente inaudibles, pero sus corazón volvían a palpitar al mismo ritmo, eso los enloquecía a ambos y sonrieron juntos, Reita recorría paulatinamente todo el cuerpo de su compañero, desde su pelo hasta los pies, simplemente con su mirada, y tomo su mano con delicadeza, sintiendo la suavidad de la piel. Saga solo lo miraba a los ojos, se perdía en ellos, en el grisáceo pero puro, tan limpio y cargado de deseos.
Saga no resistió mas lo beso, solo un simple roce labio con labio, sosteniendo la mano de Reita, esta vez se subió sobre el cuerpo del rubio, y beso con demencia esos labios, humedeciendo la zona bucal, llenándose de él, de su saliva, sus lenguas jugando desesperadamente dentro de sus bocas, unidas en una sola. La falta de aire se hizo presente, pero la desesperación fue mayor y ninguno de los dos intentaba separarse, resistían frente a ese beso dulce, cargado de deseos, por ambos, estaban perdidos, y el mismo Saga fue quien se separo, sin aliento, completamente aturdido
- Aki~chan hazme el amor- dijo sin pensar Saga cerca de la mejilla de su amante, los ojos de Reita se abrieron como platos
- Seguro Taka? Digo estas cansado, y no quiero…- fue interrumpido por Saga que esta vez mirándolo a los ojos dijo
- Onegai, hazme el amor, Akira- y esa suplica, tan cargada de deseo, con su voz ronca, tan deseosa, consumió por completo a Reita.
Acaricio con su mano libre la espalda de su amante, mientras lo invitaba a besarse nuevamente, labios fundidos, completamente consumados en su propia pasión, Reita comenzó a levantarle la remera, sin separar sus manos, ni sus labios, tocando la cálida piel de la cintura del bajista de Alice. Saga por su parte acariciaba la piel de Reita que estaba completamente expuesta, puesto que no traía remera, sintiendo como leves escalofríos recorrían la espina de su colega. El beso fue cortado por Reita quien buscaba quitarle la remera a su amante, cuando lo logro, volvieron a juntar sus labios, pero esta vez para un casto beso. Saga fue quien bajo por el cuello de Reita, mientras dejaba un reguero de saliva, pasaba con su lengua hábil por cada pezón de su pareja, humedeciendo la punta, provocando que bajo su cuerpo Reita gimiera y se moviera, y ante el roce, sus miembros se frotaran mutuamente. Un quejido se escapo de la boca de ambos, mientras Reita intentaba acariciar a Saga, que se había desprendido de su mano, pero el bajista de Alice era muy rápido, y estaba completando su trabajo, con esa lengua sedosa, tan rápida y húmeda dejando a su paso leves marcas rojas desde el pecho de Reita hasta el abdomen, donde su respiración se incremento, y Akira se retorcía de placer, Saga siempre sabia como llevarlos a niveles de éxtasis que ni él podía llegar a visualizar, de su boca solo se escapaban gemidos.
- Taka- agrego el mayor sin aire
- No tenes idea de lo mucho que me gustas Akira, tu piel es tan sedosa, tan cálida, me puedo perder en ella- agrego el menor, mientras bajaba el pantalón del rubio, y dejaba a la vista la creciente excitación de su miembro- y ante todo me encanta como me lo haces- algo que el bajista de GazettE solo pudo suspirar y sintió como el cálido aliento de su pareja estaba inundando la punta de su miembro.
Saga respiro varias veces por sobre el miembro de su amante, esperando a que lo mire, pues el placer de su pareja le nublo los ojos y no miraba, pero cuando por fin lo consiguió simplemente beso la punta, y lamio todo la extensión de piel, recorrió con sus manos el miembro de Reita, acariciando delicadamente, y apretando la punta, provocando el delirio en su pareja, volvió a besarlo pero esta vez fue bajando su boca lentamente por toda la extensión, sosteniendo las piernas del bajista, pues la cavidad húmeda de Saga estaba provocando en Reita una pérdida de conocimiento, aquel contacto tan certero, tan único.
El bajista de GazettE intentaba por todos los medios no empujar su miembro dentro de la boca de Saga, lo intentaba pero no podía, necesitaba eso, movió sus caderas suavemente y Saga lo comprendió, gustoso disfruto como las paredes de sus bocas se abrían para dejar que aquel miembro se mojara por completo y los gemidos guturales de los labios de Reita escaparon, pero Saga lo saco paulatinamente de su boca, para dejar mas rastros de su propia saliva, humedeciéndolo. Reita sintió aquel alejamiento y tomo las manos de Saga, esta vez lo subió hasta sus labios y lo beso, degustando su propio gusto dentro de la boca del menor, sofocándolo
- Takashi te amo- le dijo con su respiración expirada, mientras acariciaba su mejilla.
- Yo también Akira, te amo- dijo mientras lo observaba y sentía como el miembro de Reita chocaba con el suyo, un gemido se escapo de su garganta
- Déjame, quiero amarte Takashi- Reita se dio vuelta, quedando sobre Saga.
Esta vez fue Reita quien beso el cuello de su colega de cuerdas, dejándole una mordida a la altura de su clavícula, lamiendo tan rápido como pudo la herida y disfrutando de los quejidos de su pareja, sin dejar de admirarlo bajo por su pecho, dejando marcas rojas a cada paso, disfrutando de la suave piel de su amante, degustándose con la misma y con los movimientos de la misma, el compas que los dos tenían, bajo hasta la ingle de Saga y bajando un poco el pantalón libero la dolorida excitación del mismo. Observo los ojos cerrados del cuerdas menor y acaricio levemente sus piernas, mientras bajaba por completo todo el pantalón y lo tiraba por valla a saber dónde. Mientras degustaba toda su piel, subiendo lentamente por la piel de sus piernas
- Akira, no me hagas sufrir- pedía casi sin voz el castaño claro, mirando como su amante estaba fascinado con su piel.
- Es que tu aroma, tu piel es tan perfecta, no puedo parar de admirarte
Saga suspiro mientras intentaba calmar sus enormes ganas de ser uno, necesitaba sentir a Akira cuanto antes, lo necesitaba de sobremanera, pero debía calmarse. La boca del bajista mayor recorrió de punta a punta la piel de Saga pero evitando tocar su miembro, respirando tan cercano, dejando su aliento y una lamida, como si se tratara de un manjar exótico. Se acerco a los labios semiabiertos de su pareja, debido al poco aire, al sofoco ajeno y le robo el beso, dejándolo confundido a Saga.
- Te gane!, te lo robe- dijo, mientras jugaba con el lóbulo de la oreja del bajo menor
- Eso es trampa- respiro sin aire, debido a que sus pieles estaban quemando, y sus miembros rozándose una vez más, pero esta vez sin tela de por medio
- Ah, por qué?, Oh no creo aguantar mucho- agrego el rubio
- Házmelo, hazme tuyo Akira- Agrego ronco Saga olvidando el juego, estaba demasiado necesitado
- Pero aun debo prepararte- dijo mirándolo dulcemente, rozando su mejilla con sus manos
- No, solo házmelo, no me dolerá, nada de lo que me hagas me dolerá- agrego el menor cansado de la espera, necesitaba ese contacto
Reita miedoso, se acomodo entre las piernas de su amante, y coloco su miembro con parsimonia, teniendo miedo, pero confiando en las palabras del menor, lo penetro solo con la punta humedecida de su miembro, el rostro de Saga cambio a un dolor que casi ahoga el corazón de Reita, pero Saga busco su mano, la volvieron a juntar formando un nudo entre los dos, y movió su cadera para que penetrara otro poco, un gemido lastimero se escapo de los labios del menor
- Te dolerá Takashi, no quiero lastimarte
- No lo harás, solo un poco más, ya estoy mejor- dijo para luego besarlo, y dejar confundido a Reita
Penetro un poco mas dejando su miembro por completo dentro de Saga formando uno solo, estaban unidos, ese contacto deseado, la respiración de Saga se acelero y su corazón se agito, los labios de Reita evitaron hablar, solo observo y cuando Saga se sintió seguro comenzó a moverse paulatinamente fuera y dentro de él, el sonido de sus gemidos se unieron formando uno solo, sus cuerpos estaba completamente unidos, y el cuarto estaba en su rojo más intenso, sintiéndose parte de la escena perfecta de pasión.
Reita no quería penetrarlo más rápido, no quería acabar rápido, solo quería sentirlo, hacerle el amor, disfrutar de sus gemidos desaforados, de su cuerpos apretados, sudados sobre las sabanas, respirando sin aire, sintiéndose en las nubes, tanto ansiaba ese momento, no quería que jamás acabara.
Saga apretó sus piernas para atraer aun mas al cuerpo de su amante, quería sentirlo completamente dentro de él, mientras no se soltaban de las manos, unidos hasta el final, sus acompasados cuerpos danzaban al ritmo de un bajo, tan crudo y grave, pero puro, tan neutro pero pasional, que dejaban sus propios sentimientos plasmados sobre las sabanas, ahora mojadas debido a esos cuerpos. Sus bocas volvieron a buscarse, se besaron sin desespero, con total calma, pero aquellos momentos se acabaron las estocadas del bajista mayor comenzaron a ser frenéticas, cada vez más justas, encontrando el punto exacto para hacer explotar a su pareja, los pulsos se aceleraron, aquel final estaba tan cercano, que ninguno de los dos quería llegar
Reita lo observo, buscando la mirada de Saga, este se la devolvió, se sonrieron, se admiraron, disfrutaron de la imagen tan deseosa del otro, olvidándose del mundo, olvidándose de aquella luna radiante que era la única testigo de su amor.
Saga aprovecho la alucinación de su pareja y dieron una vuelta rápida para quedar sobre él, sin soltarse en ningún momento, el bajista menor tomo el ritmo de la situación, comenzó a bajar y subir por el miembro de su pareja, ayudados por las propias manos del otro bajista, no podía creer como lo podía sostener, la presión de ambos cuerpos, estaba siendo demasiado para el flujo de la noche estrellada, nadie podía calcular cuánto se estaban amando
Todo se volvió caótico en segundos, sus miradas se perdieron en un abismo oscuro, solo sintiéndose, apoderándose de un ritmo innecesario, llegando a ese punto, estando tan consumados en su placer, las respiración se agitaron rápidamente, los pulsos se elevaron aun más de lo que podían llegar, los dilatados ojos cerrados sobre pupilas sudadas, estaban cubiertos por el mismo manto de pasión tan deseada por ambas almas
- Taka…shi no podre resistirlo más- dijo Reita casi sin aliento, pidiendo al menor que acelerara el ritmo.
- Ah, ah, eres tan hermoso Aki, solo un poco mas - dijo en un suspiro a causa de la presión
Y el tiempo se esfumo, el bajista mayor contuvo el aliento, pero las paredes internas de su pareja presionaron aun más su miembro completamente húmedo, y no lo resistió, se vino dentro de Saga cubierto sobre el manto blanco, el mismo blanquecino que los cubrió a ambos, acabando en una fricción de tiempo casi inexistente.
Saga cayó sobre el cuerpo de su amante, sintiendo su respirar agitado, al igual que su corazón desbocado, como un caballo salvaje. Con sus manos humedecidas por el propio sudor y esa unión irrompible
- Takashi.- dijo Reita recuperando su aliento- te extrañe demasiado
- También te extrañe mucho- Agrego Takashi separando sus manos, pero abrazándose al cuerpo del bajo mayor- abrázame, quiero dormirme en tus brazos.
Reita cedió, cerrando sus brazos frente al liviano cuerpo de su amante, respirando el cálido aroma de sus cabellos, durmiéndose en la inmensa noche junto a la persona que más ama.