-Riiiiiiiiiing!!!- Se oyó resonar el timbre por los pasillos de todo el instituto, incluida la azotea, donde estaba tomando un agradable descanso, por culpa de mi estúpido despertador llegue una hora antes. ¡Una! (culpa del despertador… ¿o tuya por ver mal ¬¬?) Fui corriendo a clase antes de que pudiese entrar la profesora. No es que sea un nerd súper aplicado, pero ya he tenido bastantes faltas en lo que llevo de curso.
Llegué justo a tiempo, y para variar, el pupitre de mi lado estaba vacio. Hace poco, se incorporo un alumno nuevo a mi clase. Se llama Takashima Kouyou y es un poco afeminado. Un poco más bajo que yo, pelo castaño, ojos increíblemente preciosos, y un rostro fino, muy fino, ¡Ni que fuera de porcelana!
Los primeros días se mostraba bastante tímido y puntual, supongo que es normal si eres nuevo y el primer día nada más entrar te confunden con una chica y te gritan cosas ofensivas como: que no me entere yo que ese culito pasa hambre, o cosas por el estilo… Pero últimamente se esta descontrolando mucho.
Porque me fijo en eso, os estaréis preguntando. Fácil. Me he enamorado de él. ¡Si! Suena estúpido, el gran aoi, el gran yuu shiroyama enamorado de un chico enclenque, pero ¡tendríais que verlo! Me dan ganas de atraparlo entre mis brazos y ya no soltarlo jamás, siento la obligación de protegerle de algún modo, como si fuera una mascota que necesita de mi, y no está de más decirlo, mis hormonas están al 120 % y me comprenderéis, teniendo tales jamones al lado…uf!
Y, ¿que hacen mis amigos cuando cuento esto?
Ruki y reita se ríen, mientras que Kai se limita a sonreír y a decir: -¡Esfuérzate, aoi-san! Seguro que lo conquistaras- eso me gustaría creer…solo hay dos problemas:
1. No se casi nada sobre él. Solo hablamos cuando nos ponían de pareja en gimnasia, y era hablar de lo torpes que domos y reírnos de nosotros mismos.
2. Hay un chico, Miyavi, que no para de seguirlo a todas partes. Claro que no es un peligro para el gran aoi, pero me preocupa lo que le pueda hacer…
Con mi discusión interna, he perdido 20 minutos de clase, y solo me han sacado de ellos el ruido de unas pisadas, casi como una carrera. De repente se abre la puerta dejando ver a un pálido y agitado shima, parecía que le fuera la vida en llegar a clase.
Sensei: - ¡Takashima! ¿Se puede saber de dónde viene tan agitado? Ya es la cuarta vez que llega tarde en lo que llevamos de semana, si sigue así, tendré que mandarlo a hablar con la tutora
Shima:-¡Lo siento sensei! Pero me había surgido un imprevisto y he tenido que ir al hospital y….
-Ah está bien, no te excuses, solo ve y siéntate, que está por terminar la clase.
Se limito a asentir y se sentó a mi lado como es costumbre. ¿Otra cosa que me enfurece y no os he comentado? El tal miyavi, que no se despega de él ni con disolvente, se sienta atrás suyo.
-pssst uru-chan… ¡Uru-chan!
Ni caso, shima estaba en las nubes, ¿por qué lo llamara uru? Ya lo averiguare después, pues los susurros de este tipo estaban empezando a molestarme bastante…
-pssssst, pssst, psssst
¡Venga! Y no para, solo le falta un megáfono y gritarlo a ver si consigue que se inmute mínimamente…poco a poco, tanto mi cabreo como mis celos iban aumentando, creo que poco me falta para que me salga humo de la cabeza. Me gire y….
-¡Cállate ya! ¿Que acaso no ves que shima-chan esta en las nubes?
Y justo cuando iba a empezar a insultarlo, un chillido de la sensei me hizo voltear
-¡Shiroyama! ¿Se puede saber que conspiran usted y el señor Takashima?
-¡ohhhh! Sensei, ¡son novios!
Toda la clase silbaba y gritaba ante la idea de shima y yo juntos, si les pudiera partir la cara… pero hablando de caras, la mía está bien roja, pensar en ser novios, yo y shima-chan, mierda, las hormonas me están jugando una mala pasada, shima con un lindo cosplay de neko, que poco deja a la imaginación y… ¡ups! Algo endurece ahí abajo
- pero sensei, si no hemos dicho nada…
¡Shima-chan me defendió! Siento ángeles volar a mi alrededor, ah, que lindos morritos ha puesto cuando ha protestado… Pero en buen momento, esta profe tiene mala leche, y justo cuando iba a decirle que lo sentía….
-¡Se acabo, aquí nadie pone en duda mi autoridad! Shiroyama, Takashima, ¡Al pasillo!
Bueno, debería sentirme agradecido, me han mandado al pasillo con shima, pero ahora que estamos a fuera, su mirada se ha tornado curiosa…siento como me observa atentamente, hasta que por descuido o por dios sabe que, baja demasiado su mirada, y creo que vio algo vergonzoso, ya que rápidamente volteo y tapo sus ojitos
-shima-chan, ¿Qué pasa?
-bueno, creo que he visto demasiado y…
-¿demasiado?
Lentamente quito una de sus manos de su cara y apunto mi pantalón.
-si, demasiado….
Baje la mirada y, ¡Que me encuentro! Imaginadme de pie en el pasillo con shima al lado, con una erección gigante, y encima… ¡la cremallera bajada! Mi cara es un poema, siento vergüenza, pero un pequeño instinto conquistador se instala en mi mente, suerte que llevo el bóxer de seductor (si, aoi tiene tal cosa como un bóxer seductor XD no pregunten por qué)
-ah, ¡perdona! No me había dado cuenta y… ¿Por qué te has puesto rojo? No tengo nada que tú no tengas
Ok, ahora si di en el clavo. Empezó a ponerse aun más rojo, como un tomate y tartamudear como un loco. Creo que su intención era de irse, pues dio unos pasos, pero ¡esta era mi oportunidad, el gran yuu no se quedaría con las dudas! Así que (aun con la cremallera bajada) Empecé a caminar tras el tratando de detenerle para pedirle una explicación coherente cuando de repente, pise algo que resbalaba un poco y me caí encima suyo
El estaba boca abajo, y yo igual encima de él. Esta sudando frio…me muevo un poco adelante y me levanto un poco para poder girarlo y ver si está bien, pero algo me detiene…cuando me moví hacia delante, mi miembro rozo con algo: ¡el culito de shima! No creo que sea apropiado pensar esto en la situación en la que me encuentro ahora, pero se siente cálido, y porque no decirlo, el culito de shima es realmente sexy.
Sin darme cuenta (las hormonas son muy malas a la edad de yuu U.U en el fic son mas jovencitos, ¡que conste!) me encontraba encima suyo restregándome un poco sobre él. Lo que no entiendo es… ¿Por qué no se queja?
-shima….
O.O, lo gire y me quede perplejo. Shima estaba sonrojado, con la boca abierta, los ojos entrecerrados y gimiendo levemente. ¡Hormonas, malditas hormonas! Ahora si estaba duro como una piedra…
-yuu, yo…